martes, 4 de noviembre de 2008

ENTRE DOS SIGLOS: ESPAÑA 1900, en la FUNDACIÓN MAPFRE


MAPFRE estrena nueva sede para exposiciones en Madrid: todo un señor edificio en el Paseo de Recoletos. Y lo hace con tres muestras: una de pintura española, otra sobre DEGAS, y la tercera de fotografía.

Estuve viendo la de pintura, ENTRE DOS SIGLOS: ESPAÑA 1900. Si en selecciónARTE decía ayer que el título de la exposición del BBVA no coincide con lo que se expone, aquí sí que encuentra uno lo que espera, lo que se anuncia: una buena exposición –como suelen ser las que organiza la Fundación MAPFRE- de pintura de finales del XIX y principios de XX. No es que sea el no va más, y quizá ya hemos visto lo mismo muchas veces –MAPFRE nos lo ha enseñado a lo largo de varios años, y por lo que dice ahora parece que propone una pausa en su insistencia en esta época del arte- pero nunca está de más volver a encontrar obras estupendas con un sabor tan español: yo he disfrutado con esta visita.

La sala dedicada a SOROLLA es una delicia. Preciosa, como siempre, la luz, aunque en esta ocasión me ha llamado poderosamente la atención el “agua oscura” de dos obras, MARÍA MIRANDO LOS PECES y CLOTILDE PASEANDO EN LOS JARDINES DE LA GRANJA. El FRISO VALENCIANO de HERMEN ANGLADA-CAMARASA es otro de los cuadros ante los que vale la pena detenerse un rato. Y CASAS, que no suele defraudar.

Pero la joya de la exposición es, sin duda, ERMITA DE SANT BLAI. L’A ALEIXAR, de JOAQUÍN MIR. Tiene un magnetismo particular esta obra: colores, luz, composición, forma y tamaño ... estuve mucho tiempo delante, mirándola embobado. La foto de arriba no es buena, pero da una pista, sobre todo si uno es capaz de cambia de escala hasta imaginársela de casi metro y medio por metro y medio. Pertenece a una colección particular, y me pregunto ¿quién tiene la suerte de disfrutar de ese tesoro colgado en la pared de su casa? ¿quién lo puede ver a diario, cómodamente sentado, rodeado de las cosas que le gustan, con los que forman su entorno y disfrutan con lo mismo que él? ¡Eso sí que es calidad de vida!

En cuanto a la propia sede, a pesar de lo aparente que es el inmueble, no me pareció muy allá: las salas resultan pequeñas, o mejor faltas de “aire”: espacios demasiado domésticos que no terminan de encajar en un uso que pretende ser representativo. Quizá la estructura del edificio fuerza demasiado la distribución (¿mucho muro de carga que no se ha querido tocar?), pero eso no es excusa: sabemos que con cabeza -y con recursos económicos, todo sea dicho- se puede hacer casi cualquier cosa. La sala donde están los cuadro de MIR es un lástima, por ejemplo. El acabado plástico del suelo es muy muy muy discretito. La iluminación, justa, con bastantes reflejos. Y creo que el único banco donde uno se puede sentar está mirando a la pared del ascensor ... En cualquier caso, hablamos de una planta primera: quizá la planta baja –donde se expone la obra de DEGAS- se considere la principal y esté más trabajada y mejor acondicionada. Espero comprobarlo en breve.

2 comentarios:

Alfaraz dijo...

La planta baja es todavía más CLAUSTROFÓBICA que la primera.
La rehabilitación ha sido pésima, se han empeñado en cegar las ventanas para colgar obra.

Lo mejor la librería; buenas vistas y buen contenido. La obra de Ruano editada completa, entre otras cosas.
Enhorabuena por el blog.

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xGaztelu dijo...

Tienes toda la razón en lo de las ventanas, Alfaraz: otro error de entidad en la rehabilitación, proyectada con unos criterios muy simplones. A la librería sólo me asomé –lo justo para comprar el cuaderno de la exposición- pero es verdad que me causó mejor impresión que el resto.

Gracias por el comentario, y pásate de vez en cuando por seleccióARTE: yo también lo haré por HISPANIARUM, que me ha gustado mucho.

xG