viernes, 31 de diciembre de 2010

CABECERA DE DICIEMBRE DE 2010: NAVIDAD


Durante el mes de diciembre de 2010 la cabecera de selecciónARTE ha sido un detalle de LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS, de DOMENICO GHIRLANDAIO. Tempera sobre tabla, fue pintado en 1488, mide 285 x 240 cm., y se encuentra en museo del HOSPITAL DE LOS INOCENTES de FLORENCIA.

Aprovecho esta última entrada de 2010 para desearos un magnífico 2011: ¡FELIZ AÑO NUEVO!

lunes, 27 de diciembre de 2010

LA HIJA DE ROBERT POSTE, de STELLA GIBBONS


No sé qué decir de LA HIJA DE ROBERT POSTE (COLD COMFORT FARM, 1932): si hablar bien o mal de la novela, si recomendarla o tacharla tajantemente. Me la vendieron como una novela muy graciosa, que seguro me iba a gustar (ese peligrosísimo “a ti te va a encantar”). Leí la contraportada y pensé que, efectivamente, podía ser buena. Dice así:

“Ganadora del Prix Femina-Vie Hereuse en 1933, y mítico long-seller, La hija de Robert Poste está considerada la novela cómica más perfecta de la literatura inglesa del XX. Brutalmente divertida, dotada de un ingenio irreverente, narra la historia de Flora Poste, una joven que, tras haber recibido una educación «cara, deportiva y larga», se queda huérfana y acaba siendo acogida por sus parientes, los rústicos y asilvestrados Starkadder, en la bucólica granja de Cold Comfort Farm, en plena Inglaterra profunda. Una vez allí, Flora tendrá ocasión de intimar con toda una galería de extraños y taciturnos personajes: Amos, llamado por Dios; Seth, dominado por el despertar de su prominente sexualidad; Meriam, la chica que se queda preñada cada año «cuando florece la parravirgen»; o la tía Ada Doom, la solitaria matriarca, ya entrada en años, que en una ocasión «vio algo sucio en la leñera». Flora, entonces, decide poner orden en la vida de Cold Comfort Farm, y allí empezará su desgracia.”

Además, añaden los siguientes comentarios:

«Deliciosa… La hija de Robert Poste posee la mordaz ligereza de Wodehouse y el descarado aplomo de Evelyn Waugh.» (The Independent) «Probablemente la novela más divertida jamás escrita.» (Sunday Times)

Después de leerla no me queda otra que decir que los nombres de los protagonistas coinciden, pero el resto del comentario podría corresponder a otra novela. Lo mío es una exageración, claro, pero desde luego el resumen de la editorial tiene poco que ver con la historia que escribe STELLA GIBBONS: ¿La novela cómica más perfecta de la literatura inglesa del XX? ¿Brutalmente divertida? ¿ingenio irreverente? ¿bucólica granja? ¿allí empezará su desgracia? Yo he leído otra novela: cómica, de acuerdo, pero sólo hasta cierto punto; simpática, vale: incluso admito cierto humor sutil, a lo british; la irreverencia, en cambio, no la he encontrado por ningún sitio; la granja Cold Comfort de bucólica no tiene nada: más bien cutre, si queréis; y Flora Poste en Cold Comfort no es desgraciada, de ninguna manera: disfruta como loca conspirando para transformar a los Starkadder.

Sospecho que GIBBONS pretende una parodia inmisericorde de las novelas románticas inglesas, y lo que consigue recuerda más bien a una versión actualizada y simplificada (simplificadísima) de algo de JANE AUSTEN: intenta caricaturizar ese tipo de textos pero no les llega a la altura del zapato. Y eso de asimilarla a WAUGH ... me ha dolido: a años luz, está. Hay que enterarse del nombre del tipo del Sunday Times que escribió Probablemente la novela más divertida jamás escrita para no hacerle caso nunca jamás.

Puede que un exceso de expectativas me hayan traicionado (esperas mucho y no lo encuentras). Puede que me falte lucidez para valorar la genialidad y mala baba de STELLA GIBBONS. Puede. Pero también puede que LA HIJA DE ROBERT POSTE no sea, ni mucho menos, para tanto. Yo esperaba un texto irónico y mordaz, con colmillo retorcido, y he encontrado uno con dientes de leche …

Dicho esto, también añado que no es mala del todo, que en ocasiones es ingeniosa y que se lee fácil y bien. Por eso arrancaba sin saber si recomendar o no LA HIJA DE ROBERT POSTE: ha quedado claro que no me ha parecido un novelón: que nadie lo espere; pero tampoco es una novela impotable: hay muchas cosas mucho peores. Quizá, como es tan fácil, que cada uno lea y opine (eso sí, la edición de IMPEDIMENTA, muy muy correcta).

lunes, 20 de diciembre de 2010

IGLESIA DE LA BUENA DICHA, de FRANCISCO GARCÍA NAVA, ARQUITECTO, en MADRID.

Aquí está la ya varias veces anunciada entrada sobre la IGLESIA DE LA BUENA DICHA, un edificio singular muy próximo a la Gran Vía, que durante años he visto cerrado y ahora está de nuevo abierto al culto después de una restauración minuciosa.

El precedente de la IGLESIA DE LA BUENA DICHA es un hospital fundado por Fray SEBASTIÁN DE VILLOSLADA en 1594 y, junto a él, un pequeño cementerio. Su promotor también erigió una Hermandad para atender a pobres y a los enfermos de la zona: la Hermandad de Nuestra Señora de la Concepción, que será conocida como Hermandad de la Buena Dicha. Las crónicas de nuestra Guerra de Independencia cuentan que durante el levantamiento de mayo de 1808 se atendió en este hospital a algunos de los heridos, y en su cementerio se enterraron los cuerpos de dos personajes muy madrileños, MANUELA MALASAÑA y CLARA DEL REY. El hospital fue demolido cuando acaba el siglo XIX, y en 1916/17 el arquitecto FRANCISCO GARCÍA NAVA construyó en ese mismo solar la actual IGLESIA DE LA BUENA DICHA, con el impulso y apoyo del MARQUÉS DE HINOJARES (enterrado, junto con la Marquesa, en el presbiterio de la iglesia). Durante la Guerra Civil el templo sufrió daños (no he podido aclarar hasta qué punto quedó deteriorado) y en 2003 se cerró –ya lo hemos comentado arriba- para ser restaurado.

El edificio está situado en una parcela relativamente estrecha y relativamente larga con fachada a dos calles: la principal al número 25 de la calle Silva, y la posterior a la calle de los libreros. La planta está formada por dos elementos rectangulares que se rematan en capillas laterales, y una gran cabecera cuadrada con un pequeño cuerpo adosado –rectangular en planta- donde se aloja el retablo. A los pies de la nave se sitúa un coro alto que ocupa el primero de los dos rectángulos mencionados. Los techos se resuelven con bóveda apuntada sobre los tres rectángulos –también el del retablo- y, sobre la zona cuadrada, una bóveda nervada octogonal con linterna central; en esta zona el color azul enfatiza la solución (el resto está acabado en un color arena, suave) supongo que con la pretensión de recordarnos el cielo.




Pero realmente lo más singular de la IGLESIA DE LA BUENA DICHA no es su planta: es su decoración (tanto al interior como al exterior), tremendamente de su momento. Una mezcla de todos los historicismos posibles reunidos sin ningún pudor (y sin demasiado rigor, todo sea dicho), que a la vez consiguen –en mi opinión- un acertado equilibrio. Soluciones románicas en las columnas del pórtico de acceso; soluciones góticas en los arcos apuntados que hay por todos los sitios; soluciones mudéjares en el juego de ladrillo de los torreones laterales de la fachada principal (que no son simétricos, por cierto) y en la fachada a la calle de los libreros; soluciones nazaríes y árabes en los capiteles (¿de madera?) de las columnas (¡de terrazo!), que podrían haber salido directamente de MEDINA AZAHARA, o en esos arcos de herradura polilobulados que se han escapado de la ALHAMBRA, o en las piezas cerámicas en paredes y techos ... Un alarde que podríamos llamar ecléctico pero que en realidad responde a un concepto modernista de la arquitectura (las vidrieras lo delatan ...).
Si tuviera que defender técnicamente esta iglesia seguramente no encontraría muchos argumentos; teóricamente es lo contrario de lo que opino, de mi idea de lo que debe ser la Arquitectura: hay confusión frente a claridad que siempre busco, hay exceso frente a sencillez que defiendo, hay recargamiento frente a serenidad que me interesa. Pero no puedo dejar de decir que la IGLESIA DE LA BUENA DICHA me parece muy interesante, por ser ejemplo logrado del pensamiento de un momento concreto de la historia de España, y por ser un templo en el que se puede rezar. Ya he explicado en alguna otra ocasión el valor que doy a que las cosas sirvan para lo que son: ¿qué alguno puede decir que la IGLESIA DE LA BUENA DICHA es un gazpacho de estilos insostenible? No me quedará otra que darle la razón. Pero es un gazpacho tan bien hecho que incluso los más ortodoxos (hablo de arquitectura) deberán reconocer que lo acertado del ambiente –que logra sobradamente el uso buscado- puede justificar el exceso formal.

También es de FRANCISCO GARCÍA NAVA la capilla del cementerio de La Almudena: ahí sí que se descubre con mucha más claridad el modernismo, y seguramente tendrá un hueco en selecciónARTE.

Acabo diciendo que mientras hacía las fotografías que ilustran esta entrada (y las que se pueden ver también aquí) se me acercó un caballero:

- (Él) ¿Ha pedido usted permiso a alguien para hacer fotos del templo?
- (Yo) Pues la verdad es que no ...

Resultó ser el “representante de la propiedad”, el Hermano Mayor de la Cofradía propietaria del edificio. Estaba en todo su derecho de preguntar y, cuando le expliqué mi interés arquitectónico, no sólo me permitió hacer las fotografías, sino que me explicó brevemente y a la vez con cierto detalle la iglesia, su historia y algunos de sus símbolos. Supongo que nunca leerá esta entrada, pero en cualquier caso le agradezco desde aquí el rato que me dedicó y lo amable que fue: da gusto encontrar gente así.

martes, 14 de diciembre de 2010

ROMA: MAXXI, MUSEO DEL ARTE DEL SIGLO XXI, de ZAHA HADID




La obra de la arquitecto ZAHA HADID (inglesa de origen iraní) nunca me ha llamado especialmente la atención. Hay que reconocer que todo su material gráfico (planos, croquis, dibujos) es sugerente y llamativo, pero a la vez me resulta abigarrado, complicado, siempre sospechoso de ser más imagen de arquitectura que arquitectura de verdad, poco constructivo y construible. Y su obra construida (o mejor las fotos de su obra construida) casi siempre la encuentro un poco artificial, excesiva. Puede que esta idea mía no tenga ninguna base, y puede que esté totalmente equivocada. Además, como no me interesa mucho, nunca me he molestado en investigar más. El problema es que con la fama que acompaña a HADID también he tenido siempre la duda de si me estaré perdiendo algo realmente bueno: la arquitecto ganó el PREMIO PITZKER en 2004, y con el MAXXI ha ganado la edición 2010 del PREMIO STIRLING. Por eso me interesaba ver obra suya construida. En España, que yo sepa, tenemos su pabellón-puente en Zaragoza y su pabellón-frasca en las Bodegas de Villa Tondonia en Haro, pero por una cosa o por otra no he ido recientemente a Zaragoza ni he estado jamás en Haro. Así que la posibilidad me surgió al ir a Roma, con el MAXXI.

El MAXXI es el MUSEO NACIONAL DEL ARTE DEL SIGLO XXI, un espacio dedicado a la creatividad contemporánea; cuenta con dos secciones, MAXXI Arte y MAXXI Arquitectura. En 1990 HADID ganó el concurso internacional que se había convocado, pero la construcción –en un solar del barrio romano del Flaminio, ocupado hasta entonces por cuarteles de los que algo aún queda- no arrancó hasta 2003, y el edificio se ha terminado hace muy poco: se abrió al público el 30 de mayo de 2010.

Una mañana me acerqué a verlo, con otro arquitecto español y un italiano de Florencia dedicado a la video-creación; andábamos justos de tiempo, y a la vista del precio (11 € por cabeza) decidimos –decidieron, realmente- que era mejor ver con calma lo gratis y volver otro día para ver la colección. Fuimos un poco ratas, lo sé, pero qué le vamos a hacer ... Como era previsible, nunca volví (no sé si lo hicieron ellos), pero vimos con detalle el edificio por fuera y el interior de la planta baja.








Sigo, por lo tanto, sin poder dar una opinión fundada sobre la obra de ZAHA HADID, y aquí queda otro pendiente para mi próxima visita a Roma. Pero aunque sean pinceladas sueltas, impresiones que valen lo que vale haber estado allí un rato (largo, es verdad –más de una hora, sin duda- pero rato al fin y al cabo), puedo decir que lo que vi del MAXXI me pareció:

1. Un entorno con poco interés que queda claramente revalorizado por el MAXXI (el Auditorio de RENZO PIANO está muy próximo, pero creo que es más autónomo, está menos integrado en la ciudad y la cualifica menos).

2. Un edificio interesante al exterior, muy por encima de la media.

3. Una primera imagen realmente impactante, sobresaliente, que se potencia con la presencia a la entrada de ese esqueleto gigante de Pinocho, la Calamita Cosmica de GINO DE DOMINICIS.


4. En una visión ya más reflexiva, una arquitectura quizá excesivamente formalista, rebuscada, con algún elemento que parece superfluo o efectista.

5. Unos acabados realmente trabajados y conseguidos (un hormigón visto de primera).

6. Unos juegos de líneas y tramas que tienen más sentido en plantas dibujadas que en edificios construidos (líneas de iluminación, asientos, juegos de bancadas y escalones, ligeros cambios de nivel, jardineras, caminos y recorridos señalados, graveras ...).

7. Un interior también impactante en una primera visión, lleno de escaleras y pasarelas sinuosas, negras e iluminadas, y paredes curvas de hormigón.

8. Un atrio de acceso que, visto con más calma, resulta ligeramente confuso, falto de un volumen espacial claro o rotundo.

9. Un festival de ángulos, catálogo de todos menos el recto ...

En cualquier caso, el MAXXI me pareció una pieza de arquitectura contemporánea de alto interés, que no desmerece nada la calidad de tantas otras piezas magníficas de arquitectura como tiene Roma: se inserta con rotundidad y personalidad en la línea evolutiva de los grandes edificios de la ciudad, la prolonga y la pone al día.


Con esta entrada, un tanto extraña, termino la serie sobre Roma: fueron unos días estupendos, y quedan muchísimas cosas interesantes de las que podríamos hablar. Pero aquí lo dejo, que no conviene abusar y está a punto de acabar el año de Roma: ya veremos qué nos trae 2011, o mejor, dónde nos lleva (¡algunos sitios ya se me están ocurriendo!).

Antes de cerrar, un aviso a navegantes, por si os interesa: hace un par de semanas descubrí una guía de Roma –TUTTA ROMA, se llama- que me ha gustado mucho (quizá será más propio sería decir que TUTTA ROMA descubrió selecciónARTE ...): realmente es una audio-guía, llena de acertadas explicaciones de la ciudad y sus monumentos, que se complementan con un libro de apoyo sencillo y bien trabajado. No es la clásica guía turística: dos o tres datos, una anecdotilla boba, una foto y a otra cosa. No. Tampoco es una guía para rapillos, esos que quieren ver Roma a toda velocidad, ni para simplones. Es –y reconozco que me sorprendió- más
culta que muchas de las guías que he visto: más técnica y más rica desde el punto de vista artístico y arquitectónico, sin ser por eso pedante ni cansada. Aunque yo no la utilicé allí –insisto en que la he conocido hace pocas semanas- sospecho que el sistema es un acierto: en lugar de ir leyendo la guía tradicional, te enganchas al mp3 y puedes ver a la vez que escuchas, como si un guía profesional te fuera contando Roma con todo lujo de detalles. En fin, que aquí dejo el enlace para esta interesante GUIA DE ROMA: no dejéis de echarle un vistazo. Y si queréis una opinión de experto, también podéis leer la entrada que dedicaron a TUTTA ROMA en EL GUISANTE VERDE PROJECT.

jueves, 9 de diciembre de 2010

PENSAR LA ARQUITECTURA, de PETER ZUMTHOR



PETER ZUMTHOR es un arquitecto verdaderamente interesante. Suizo, nacido en 1943 y ebanista de formación inicial, ahora –además de trabajar en su estudio- es profesor universitario. Con una obra no muy abundante y alejado del star-system en el que otros están inmersos, me atrevería a decir que cada edificio que ha construido se ha terminado convirtiendo en un objeto de claro interés (había escrito pieza de culto, pero resultaba exagerado). El año pasado recibió el Premio PRITZKER. Yo, no os engañaré, no conozco en profundidad su obra, ni he visto nada suyo de manera inmediata: no tiene nada construido en España, que yo sepa (aunque recuerdo que proyectó unas bodegas) y no he tenido la fortuna de visitar algo de lo que ha hecho fuera. Pero es una figura que me atrae, que cada vez que escucho su nombre aguzo el oído para aprender, convencido de que vale la pena.

En REVISIÓN DEL INTERIOR, un blog que sigo y que me parece muy interesante, descubrí una reseña sobre un libro de ZUMTHOR, PENSAR LA ARQUITECTURA: inmediatamente decidí que había que leerlo. He tardado unos meses en conseguirlo, pero he cumplido mi propósito, y ha valido la pena.

PENSAR LA ARQUITECTURA es una recopilación de ocho conferencias que ZUMTHOR impartió entre 1988 y 2004. Es un libro heterogéneo, que toca muchas teclas, aunque lógicamente el tema es uno: la Arquitectura. No me resulta fácil resumir lo que dice ZUMTHOR, pero he ido anotando algunas ideas a medida que iba leyendo: nos habla de la funcionalidad como premisa para la obra de Arquitectura; de la importancia del detalle bien cuidado; de cómo el edificio se asienta en el lugar; de la fusión forma-función; de cómo el edificio bien pensado no necesita añadidos artificiales. Habla con insistencia de la obra de Arquitectura como obra construida, materializada, no sólo dibujada o pensada: la Arquitectura necesita ser construida. Habla –en este caso sería más preciso decir he entendido en su discurso- del arquitecto como constructor y como artesano, detallista; un poco todos los oficios: el arquitecto no es sólo quien piensa el edificio, es quien lo hace, quien lo materializa, quien consigue que sea realidad, quien coloca y ajusta cada una de las piezas. Todos los capítulos –las conferencias- son espléndidas, pero a mí quizá el que más me ha dicho es EL CUERPO DE LA ARQUITECTURA (incluso acaba recordando a TANIZAKI ...).

Copio algunas citas, entre las mil que me han llamado la atención:

Proyectar significa, en gran parte, entender y ordenar. Pero creo que la genuina sustancia nuclear de la arquitectura que buscamos surge a través de la emoción y la inspiración. Los preciosos momentos de inspiración aparecen en el curso de un paciente trabajo. Con una imagen interior que, de repente, hace su aparición, con un nuevo trazo en el dibujo, parece transformarse y cobrar nueva forma en fracciones de segundo la totalidad del edificio proyectado. Es como si, de súbito, uno experimentase el efecto de una extraña droga: todo lo que sabía un poco antes acerca del objeto a crear aparece bajo una nueva y nítida luz. Y siento alegría y pasión, y hay algo en mí que parece decir: “¡ Ésta es la casa que quiero construir!”

La buena arquitectura debería acoger al hombre, dejarle que viva y habite allí, y no abrumarle con su charla.

Para mí en los edificios hay un estar callado que es hermoso, y que asocio con conceptos como serenidad, evidencia, duración, presencia e integridad, pero también con calidez y sensualidad; ser él mismo, un edificio; no exponer nada sino ser algo.

Sólo entre la realidad de las cosas y la imaginación se enciende la chispa de la obra de arte.

Decía que no es fácil resumir PENSAR LA ARQUITECTURA. Pero no pasa nada. Porque no es un libro de esos de “ya lo he leído, ya sé de qué va”; para nada. Es un libro para tener a mano y, en momentos apropiados, leer un rato, un trozo, una conferencia: y ver qué nos dice. Es, y creo que es el mejor modo de describirlo, un libro tremendamente sugerente, inspirador. Nos dice directamente muchas cosas, pero realmente nos pone en pista para pensar muchas, muchísimas más. Un libro muy muy recomendable.

viernes, 3 de diciembre de 2010

ROMA: RETRATO DEL PAPA INOCENCIO X, de VELÁZQUEZ


Se ha escrito tanto sobre este cuadro que resulta difícil aportar algo de interés: yo ahora sólo hago una valoración subjetiva, y no me queda otra que decir que es un retrato realmente impactante. Troppo vero, demasiado real, como dicen que dijo el propio Papa al verse en el cuadro. Pero troppo vero en el mejor de los sentidos, en el más propio, el más literal: toda la personalidad de INOCENCIO X queda reflejada en el cuadro, tan vero que en cualquier momento parece que va a decir algo al visitante.

El RETRATO DEL PAPA INOCENCIO X es otra visita casi obligatoria en Roma. Se encuentra en la GALLERIA DORIA-PANPHILJ, donde hay además otras obras de primera: ya he dicho en selecciónARTE que no conseguí ver EL DESCANSO DE LA HUIDA A EGIPTO, de CARAVAGGIO, la otra “joya de la corona”, porque estaba prestado en Génova (una lástima), pero vi su MARÍA MAGDALENA, y disfruté con BELLINI, que nunca falla.

Eso sí, no puedo dejar de decir que la disposición del cuadro de VELÁZQUEZ supera lo lamentable: en un localito ridículo, poco cuidado y feo como él solo, con una iluminación que impide ver a INOCENCIO X casi desde cualquier posición. ¡Una catástrofe! Y otro ejemplo más de que nos acostumbramos a todo: tener un tesoro y tenerlo así ...

RETRATO DEL PAPA INOCENCIO X. DIEGO RODRÍGUEZ de SILVA y VELÁZQUEZ. 1650. Óleo sobre lienzo. 140 x 120 cm. GALERÍA DORIA-PANHILJ, ROMA.

martes, 30 de noviembre de 2010

CABECERA DE NOVIEMBRE 2010: UN CEMENTERIO EN LA NIEVE


Durante el mes de noviembre de 2010 la cabecera de selecciónARTE ha sido un detalle de CEMENTERIO DE CLAUSTRO EN LA NIEVE, de CASPAR DAVID FRIEDERICH. Óleo sobre lienzo pintado entre 1817 y 1819, medía 110 x 171 cm. y estuvo en la NATIONALGALLERIE de Berlín hasta 1945, cuando fue destruido durante un bombardeo.

Un tema absolutamente adecuado para el mes de noviembre (frío y muertos). En algún comentario de principio de mes hice referencia a que tenía cierta trampa: aunque la mayoría de las reproducciones que he visto del cuadro son en blanco y negro, el original, por lo que he podido leer, tenía color. Pero hay que reconocer, en cualquier caso, que el patetismo que le da el B/N resulta interesante.

martes, 23 de noviembre de 2010

ROMA: LA VILLA GIULIA, de GIACOMO BAROZZI da VIGNOLA

Uno de los pocos días que llovió durante mi estancia en Roma lo dediqué a visitar el MUSEO DE ARTE ETRUSCO. Es sensacional. Y completísimo: tanto, que si uno no es un especialista o está locamente interesado en los etruscos el asunto llega a empachar un poco. En cualquier caso no me arrepentí nada de esa visita, porque si la colección me interesó, el edificio que la alberga, la VILLA GIULIA, me entusiasmó. Aunque antes de salir de Madrid ya había leído alguna cosa sobre él y sabía que era interesante, no estaba en mi cuaderno de viaje, esa es la verdad. Pero llovió, y qué mejor que un gran museo para aprovechar esa mañana de la manera más seca posible. No me queda otra que agradecérselo al cielo.


La VILLA GIULIA está en uno de los extremos del parque de VILLA BORGHESE, aunque justo en la otra punta de la propia VILLA, allí donde arranca el barrio del Parioli. Fue proyectada y construida por GIACOMO BAROZZI da VIGNOLA con la colaboración de VASARI y BARTOLOMEO AMMANNANTI para el Papa JULIO III -que no es el mismo Papa JULIO que el de la VIA GIULIA, tan interesante también- en la década de 1550 (la construcción arranca en 1551).


Al exterior uno encuentra un edificio rectangular en el que llama la atención la gran portada de acceso: compuesta como un doble arco de triunfo en dos alturas, tiene una fuerza enorme, que el arquitecto consigue utilizando piedra sobre el paño general de ladrillo, y resolviendo la sillería con un potente despiece almohadillado. Por esa puerta entramos a un vestíbulo que inmediatamente nos devuelve de nuevo al exterior: aparecemos en una logia semicircular, abierta a un patio. Aquí ya nos llevamos una primera alegría, al ver el fresco de la bóveda de cañón, que imita con bastante maestría un emparrado con el cielo de fondo ... ese juego fuera-dentro del que ya hemos hablado en selecciónARTE con cierto detalle al referirnos a la VILLA FARNESINA (que yo aún no había visitado, todo sea dicho).



Y a partir de aquí, vamos de sorpresa en sorpresa. Al salir al patio uno se encuentra en un espacio semicircular prolongado: la parte curva la conforma la propia edificación, de dos alturas, y las tres partes rectas son muro de cerramiento de una altura, que confinan el espacio y lo proporcionan (probablemente esta parte baja sea diseño de AMMANNANTI). Los laterales son simples muros ornamentados -nichos, pilastras, tondos- pero el fondo es de nuevo otra logia: entramos en esa galería y descubrimos –hasta entonces no lo habíamos visto- un patio deprimido, profundo, con el suelo mucho más bajo que el que acabamos de dejar. Tiene en planta la misma forma de semicírculo prolongado que tenía el patio previo, y su piso se rehunde en dos niveles, hasta organizar en el fondo un ninfeo –estanque de nenúfares- con cariátides y un mosaico de Neptuno, y donde mana un manantial: la Fontana Segreta del Acqua Vergine. El juego espacial es interesantísimo, y el control del volumen de vacío, asombroso: está perfectamente dimensionado. Se puede bajar desde la logia hasta el plano intermedio por dos rampas-escalera de ladrillo, adosadas al semicírculo, pero al ninfeo no nos dejan bajar a los turistas. Recorremos ese patio (es pequeño y –durante mi visita- con una parte en obras, por cierto), y caminamos hasta llegar al muro que lo cierra, lleno de recovecos y pequeñas estancias medio abiertas medio cerradas; estamos, recuérdese, en un agujero profundo: nos rodean muros con la altura de dos plantas. Una vez que hemos disfrutado del espacio, podríamos subir –lo digo en condicional porque por desgracia tampoco nos dejan a los turistas hacer este recorrido, y hay que ver los planos e imaginárselo- por dos escaleras de caracol embutidas en el muro hasta otra logia, paralela a la anterior, que da paso a un tercer patio, rectangular y mucho más sereno, que remata el conjunto.









Sospecho que mi descripción en farragosa y poco clara, y quizá las fotografías den una pista más ajustada del conjunto. Desde luego, como arquitectura me ha parecido una joya: las proporciones de todo, la habilidad para sacar partido a la escala, la capacidad de jugar con la sucesión de espacios, de enriquecerlos y cualificarlos haciendo un mundo en una superficie relativamente pequeña, la maestría para conjugar espacios grandes y espacios pequeños, compresiones y descompresiones, pasos de luz a sombra y de sombra a luz, subidas y bajadas, pasos estrechos y pasos anchos, vistas obligadas, vistas insinuadas y vistas negadas, recorridos que se bifurcan y que se encuentran ... Un alarde de arquitectura renacentista que vale la pena no perderse.

martes, 16 de noviembre de 2010

LA IGLESIA DE SAN MARCOS en MADRID, de VENTURA RODRÍGUEZ, ARQUITECTO

Hace ya meses anuncié que, como remate de la serie que selecciónARTE estaba dedicando a la GRAN VÍA, intentaría preparar dos entradas sobre dos iglesias de ese entorno que, siendo muy distintas entre si, me parecen de gran interés. La primera es LA IGLESIA DE SAN MARCOS, situada en el número 10 de la calle de San Leonardo, una de las calles laterales del EDIFICIO ESPAÑA e inmediatamente detrás de éste.

El 25 de febrero de 1707 el Duque de Berwick, al frente del ejercito de Felipe V, vencía al Archiduque Carlos de Habsburgo en la batalla de Almansa. Con esa victoria los Borbones daban un nuevo paso en su asentamiento en el trono de España, que acaba de cambiar de manos: Felipe V lo pretendía desde siete años antes, cuando Carlos II muere sin heredero. Para celebrar esa victoria –que sucedía en la festividad de San Marcos- el rey Borbón decidió construir un templo en honor del santo. Lo hace derribando una ermita construida en el Prado de Leganitos, que también le estaba dedicada (el antiguo edificio se puede ver con claridad en el PLANO DE PEDRO DE TEXEIRA de 1656). Para trazar y levantar el tempo se llamó a VENTURA RODRÍGUEZ, arquitecto que por entonces estaba trabajando en el PALACIO REAL, o PALACIO NUEVO, de Madrid (el ALCAZAR de los Austrias se había incendiado en Navidad –propiamente la Noche Buena- de 1734). Pero el proyecto tarda en arrancar, y el edificio no se construye hasta 1749-1753: Felipe V ya estaba muerto (+ 1746) y le había sucedido su hijo Fernando VI.

La IGLESIA DE SAN MARCOS es un interesante ejemplo del paso del barroco al neoclásico: su concepción es todavía barroca, en gran medida heredera de la arquitectura de BERNINI (en especial el interior de la iglesia, y para algunos el compás de acceso), pero encontramos rasgos claramente neoclásicos: en la composición de la fachada, por ejemplo, o en la decoración interior y en los retablos.

El exterior del edificio es muy sencillo, casi pobre, y no nos prepara para lo que vamos a encontrar dentro del templo. La fachada, situada entre medianerías, está compuesta por tres cuerpos claramente diferenciados que se resuelven en ladrillo con algunas impostas de piedra. El cuerpo central, con la puerta de acceso y un hueco rectangular que ilumina el coro, queda enmarcado por dos pilastras de orden gigante que soportan un frontón triangular. A ambos lados tiene dos cortos brazos curvos que conforman un patio de acceso (el compás citado más arriba) que, como también hemos dicho, algunos relacionan con la solución de BERNINI para el acceso a SANT’ANDREA AL QUIRINALE. Yo tengo mis dudas sobre este asunto porque aunque en planta hay similitudes indudables, los espacios que se consiguen en la iglesia de Roma y en la de Madrid son muy distintos, por no hablar del cuerpo central, completamente plano en Madrid –neoclásico- y curvo, barroco, en Roma; pero dejémoslo estar ...



Decía que esa fachada no anuncia, de ninguna manera, el interior, que de golpe nos devuelve al barroco: un espacio enormemente rico, construido a partir de la sucesión de elipses de distintos tamaños cuyos ejes van cambiando de orientación a medida que avanzamos. Primero un pequeño nartex elíptico en posición transversal (perpendicular a nuestro sentido de avance); luego dos elipses –una más grande que la otra- que forman la nave, ahora con sus ejes mayores en sentido longitudinal; y por fin el presbiterio, una elipse casi circular de eje otra vez transversal. La planta de la iglesia parece basada en otra de FELIPE JUVARA –arquitecto de nuestro nuevo PALACIO REAL- para la iglesia de SAN FELIPE NERI, de Turín.

Los cielos de SAN MARCOS, como los suelos, también van alternando curvas: el arranque de la nave se cubre con una bóveda de sección elíptica muy tendida; la elipse principal se cubre con una elipse mucho más acusada; y el presbiterio con un casquete que casi podría ser esférico. Basta mirar la planta y las secciones para descubrir de modo muy claro el juego barroco de formas y espacios, de curvas y contracurvas, tan del interés de BERNINI: ahora sí que lo reconocemos sin ninguna dificultad.

En los muros interiores, pilastras -como en la fachada principal- y semicolumnas de orden gigante que se rematan con capiteles en los que, a las tradicionales y preceptivas hojas de acanto, se añaden cabezas de leones en honor del santo titular del templo.

De la decoración interior únicamente señalo que VENTURA RODRÍGUEZ se encargó del diseño del retablo del altar mayor, tan neoclásico: columnas de madera marmorizada con capiteles dorados que soportan un frontón curvo, partido, que enmarcan el camarín de San Mateo, también elíptico, por cierto. El conjunto se remata con una vidriera. La imagen del santo y los ángeles que le acompañan son obras de JUAN PASCUAL DE MENA, mientras que los ángeles que se reparten por la cornisa son de FELIPE DE CASTRO.

Aquí dejo algunas fotografías más: el estado de conservación de la iglesia no es malo, pero tampoco está como para tirar cohetes. Y la iluminación es manifiestamente mejorable: al pobre San Marcos no hay quien le vea la cara, y el león se intuye (exagero, pero no demasiado; y eso que esperé a que comenzara una Misa para ver aquello en todo su esplendor ...).

jueves, 11 de noviembre de 2010

NOCTURNOS, CINCO HISTORIAS DE MÚSICA Y CREPÚSCULO, de KAZUO ISHIGURO


Lo último que ha publicado KAZUO ISHIGURO es NOCTURNOS (NOCTURNES, FIVE STORIES OF MUSIC AND NIGHTFALL. 2009): una colección de cinco relatos en los que la música está muy presente y sirve de argumento común a las historias, o mejor, de tema que las relaciona.

Las CINCO HISTORIAS DE MÚSICA Y CREPÚSCULO son: 1ª. Tony Gardner, un cantante americano pasado de moda, pretende reconquistar (¿o despedirse?) de su esposa, que está a punto de dejarle. 2ª. Raymond va a visitar a unos viejos amigos de la universidad cuyo único nexo común, pasados unos años, es la música: falta la música y se acaba la amistad, aparece la música y regresa. 3ª. Un guitarrista londinense no sabe encontrar su sitio y viaja a las colinas de Malvern. 4ª. Steve es un saxofonista –feo- que malbarata su talento (¿o no lo tiene y busca excusas?). 5ª. Tibor, un violonchelista húngaro, cae hipnotizado por una ¿virtuosa? del violonchelo.

De las CINCO HISTORIAS DE MÚSICA Y CREPÚSCULO no sabría con cuál quedarme, pero seguramente si tuviera que escoger me quedaría con la de Ray y con la de Tibor, la segunda y la última.

Más allá de los relatos en sí mismos, NOCTURNOS, CINCO HISTORIAS DE MÚSICA Y CREPÚSCULO, tiene –o me ha parecido descubrir- una intención global: los relatos de ISHIGURO son, lógicamente, autónomos, pero hay cierta unidad de conjunto. Además de la música, en todos hay una buena dosis de acidez en la descripción de los personajes, a veces sutil y a veces evidente. Los protagonistas son unos perdedores que resultan patéticos, más o menos patéticos dependiendo del relato, pero ninguno se salva (supongo que de aquí lo del CREPÚSCULO del subtítulo). Todos los relatos nos los cuenta el protagonista en primera persona. En todos los relatos hay un triángulo de personajes. El primer y el último relato se pueden entender como simétricos, dando una estructura cerrada al libro: en el primero un matrimonio se rompe, en el último un matrimonio que se une (se casan); y posiblemente los dos compartan la misma localización, Venecia. Otro nexo de unión entre relatos es Lindy, un personaje que aparece en el primero y en el cuarto.

Soy un gran forofo de KAZUO ISHIGURO, y he leído muchas de sus novelas: todas me han gustado. Lógicamente, unas más y otras menos (son muy distintas), pero nunca he acabado desencantado. En cambio he de decir que NOCTURNOS es un libro que me ha dejado frío: lo he leído con gusto, pero no me parece un librazo. Las historias se leen muy bien (están realmente bien escritas), pero son historias planas: avanzan y acaban, sin más. Supongo que es precisamente el efecto buscado por ISHIGURO, y eso es un punto a su favor: con esa simpleza acentúa el patetismo del que hablaba antes. Ni siquiera da motivos que nos muevan a compadecer a los personajes: son tan patéticos que ni nos dan pena. Nos resultan indiferentes, sus historias nos dan un poco igual, no nos interpelan. Pero con esta técnica, al final al lector –a mi- el libro se le queda corto, vacío, un poco demasiado simple.

jueves, 4 de noviembre de 2010

ROMA: IGLESIA DE DIOS PADRE MISERICORDIOSO, de RICHARD MEIER


Dentro del programa “50 iglesias para Roma” que el Vaticano puso en marcha motivo del año jubilar que la Iglesia Católica celebró en 2000, se organizó un concurso entre arquitectos de nombre para construir una de esas iglesias. Participaron TADAO ANDO, SANTIAGO CALATRAVA, FRANK GEHRY, PETER EISENMANN ... y fue RICHARD MEIER quien lo ganó. Tenía muchas ganas de conocer este templo, y una tarde –después de repasar en su sitio web el horario de misas para no coincidir ni encontrármelo cerrado- fui para allá.

Esto de ir, por cierto, se dice con gran facilidad, pero fue una pequeña odisea. La iglesia no está propiamente en Roma, sino a las afueras de Roma, en un barrio llamado TOR TRE TESTE. Repasé con detalle el camino, incluso lo imprimí –no tenía GPS- y para allá salimos. Suelo orientarme bien y todo iba estupendamente hasta que en un momento (intuíamos que ya debíamos estar muy cerca) vimos un cartel que indicaba –supuestamente- la dirección hacia la iglesia. Comentarios de felicitación al piloto –que era yo- y, maldición, hicimos caso al cartel de marras. Fue nuestra perdición: estaba girado y en lugar de aproximaros al objetivo nos mando a la quinta puñeta (sin perdón). Dimos más vueltas que un tonto hasta que al final, un matrimonio encantador – aprovecho para volver a agradecerles las indicaciones, aunque seguramente nunca leerán esto- nos explicó cómo llegar (hablamos en inglés, por cierto: el mito de que el italiano y el español se entienden estupendamente es ... eso: un mito). Seguimos sus pistas y acabamos de nuevo pasando por delante del maldito cartel, al que ya no hicimos caso: estaba a 500 metros escasos de la iglesia. Un consejo: si lo puedes evitar, NUNCA hagas caso de un cartel italiano (imagíneseme al dar este consejo como a JACK NICHOLSON en MEJOR IMPOSIBLE diciendo ¡A ESTA PUERTA, NO!: una escena realmente memorable).

En fin, historietas aparte, la IGLESIA DE DIOS PADRE MISERICORDIOSO es un proyecto muy interesante, que da pie a pensar un poco en lo que es la Arquitectura.

Conceptualmente el conjunto se forma con dos piezas distintas y complejas que se yuxtaponen para formar una unidad. Una de las piezas es un volumen sólido, masivo y regular (más o menos regular: estamos hablando de MEIER en el año 2000), que contiene los usos servidores: las dependencias parroquiales y seguramente la vivienda del párroco. La otra pieza está formada por planos alabeados, vidrio, y luz, mucha luz: es abierta, fragmentada, con las singulares formas de las tres grandes y conocidas conchas/velas de hormigón a un lado y una cuarta al otro. Entre unas y otra, como protegiéndolo (a mi no me cuesta imaginar esas formas como dos manos cóncavas resguardando algo delicado que descansa sobre un plano), se encierra el núcleo del proyecto, el templo con su usos principales: el espacio celebrativo, la capilla de diario, los confesonarios, el órgano.



La imagen exterior es potentísima, y manifiesta sobradamente su singularidad en el entramado urbano –de bloque abierto- en el que se encuentra: la identificación del templo como tal está lograda, muy por encima de la media.

El interior, en cambio, no me ganó con la misma rotundidad; es más, me planteó algunas dudas. Si se analiza el interior de la iglesia -en conjunto o por partes- desde el punto de vista de la arquitectura, todo son motivos de alabanza. Y la luz, abundantísima, es un espectáculo. Pero si uno lo mira con ojos de usuario, pienso que aquello no funciona del todo: una templo, por definición, es un sitio que debe estar claramente orientado hacia un punto, y los elementos que lo configuran –en este caso la luz es un elemento clave- deben focalizar la atención, ayudar al fiel a estar en lo que tiene que estar. Eso a MEIER no le sale: tanta luz –porque creo que el problema es, fundamentalmente, de descontrol de la luz- homogeniza el espacio en lugar de centrarlo hacia el altar, y esa impresión de espacio en bruto, sin cualificar, se acentúa por la indefinición de las paredes, en su mayoría blancas: cuando uno está dentro se siente un poco perdido, desorientado, sin saber dónde centrar su atención.

Es verdad que exagero, y que es evidente dónde está el altar. Cualquiera me puede decir que el espacio es claramente axial, que tienen un eje evidente dirigido hacia el presbiterio, o que el arquitecto empanela con madera uno de los paños seguramente para singularizarlo y orientarnos. Vale. Pero también es verdad la poca cualificación espacial y –sobre todo- de la luz; o que casi casi tienen la misma entidad el altar y el órgano. Yo creo que eso no es lo que se busca en una iglesia, al menos en una iglesia católica, que son las que conozco (en las catedrales, desde luego, no pasa ...).

A partir de aquí surge –como surgió entonces, al terminar la visita- la discusión edificio bueno vs edificio eficaz, que cumple su misión. Yo no quiero entrar aquí en temas religiosos, ni litúrgicos (el propio MEIER pretende cargar de sentido religioso su obra: dice, por ejemplo, que las velas de hormigón hacen referencia al barco en el que navega la gente de Dios, y que al ser tres sugieren un recuerdo a la Trinidad), sino sencillamente en cuestiones arquitectónicas. Si la iglesia de RICHARD MEIER fuese mi parroquia yo estaría encantado porque, ya lo he dicho, está muy muy por encima de la media. Pero insisto, no se trata de eso, sino de si es una buena iglesia, y si eso es premisa imprescindible para que sea buena Arquitectura. Radicalizando las cosas, la pregunta sería ¿puede ser realmente bueno un edificio que no sirve del todo para lo que se proyectó? En mi opinión, y con todos los matices que serían necesarios y no caben en un blog, la respuesta es no: ese edificio será manifiestamente mejorable. Lógicamente, no todos piensan –ni pensaron entonces- igual que yo.

Y que conste, para acabar, que el edificio me encantó: lo que acabo de plantear es –en este caso- una cuestión de matiz, porque el edificio de RICHARD MEIER sirve sobradamente como iglesia, y ya me gustaría que la mayoría de las iglesias de barrio de Madrid se parecieran un poco, aunque sólo fuera un poco, a la IGLESIA DE DIOS PADRE MISERICORDIOSO.

martes, 2 de noviembre de 2010

ROMA: ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA


Cuando comencé a escribir esta entrada pretendía hablar de la IGLESIA DE DIOS PADRE MISERICORDIOSO. Pero al llegar al final y releerla, he visto que trataba demasiados temas y resultaba larga, así que la he partido en dos: hoy dejo lo que era -más o menos, porque ha crecido- la introducción, y mañana o pasado hablaremos de la iglesia de MEIER.

Uno, cuando se plantea un viaje a Roma, normalmente lo último en lo que piensa es en arquitectura contemporánea. En Roma hay muy muy muy buena arquitectura, pero ¿contemporánea? No: clásica, renacentista, barroca ... parece que con eso les basta. En cualquier caso, yo había rebuscado antes de salir y llevaba una lista larga de edificios contemporáneos: uno nunca pierde la esperanza, aunque sepa que no va a tener tiempo para nada; no llegue a ver casi ninguno, por supuesto. Pero sí que había un puñado de obras que tenía en la cabeza como objetivos asequibles, que me hacían ilusión y por las que tenía interés: el FORO ITÁLICO, el EUR, el MUSEO DEL ARA PACIS, la IGLESIA DE DIOS PADRE MISERICORDIOSO, el PARCO DELLA MUSICA y el MAXXI. Además, una vez en Roma conseguí una información para turistas llamada ROMA CONTEMPORANEA, editada por el COMUNE. Ofrece hasta 41 posibles visitas relacionadas con el arte contemporáneo, de muy distinto pelaje: muchas galerías y colecciones, algunos museos, muy pocos edificios –casi casi los ya señalados- y varios monumentos. Sinceramente, no me aportó demasiado; y no porque a las sugerencias les falte interés: seguramente lo tienen, pero lo que no tuve fue ocasión de comprobarlo. En realidad, no tuve tiempo para casi nada.

Vi con cierto detalle el edificio de RICHARD MEIER para el ARA PACIS: no me dijo demasiado. No tuve ocasión de visitar el FORO ITÁLICO, aunque alguna vez pasé en coche por delante; ni el EUR, del que también pasé cerca, nada más.


El AUDITORIO PARCO DELLA MUSICA es un conjunto de edificios de RENZO PIANO, destinados a lo que su propio nombre indica: salas de conciertos. La apariencia es de tres “escarabajos” de distinto tamaño, imagen que producen las potentes cubiertas metálicas. Me acerqué a verlos, pero me quedé en la valla: no se podía acceder al recinto, así que no puedo –o no quiero- opinar.


Descubrí por casualidad, sin esperarlo ni saber que existían, las puertas de la BASILICA DI SANTA MARIA DEGLI ANGELI E DEI MARTIRI. La iglesia es una visita obligada, más que conocida: el trepidarium de las termas de Diocleciano reconvertido en iglesia por mano de MIGUEL ÁNGEL, un interior singularísimo. Pero no tenía ni idea de que las puertas fueran obra de IGOR MITORAJ, escultor que descubrí en Madrid gracias a la exposición que organizó CAIXAFORUM y que me pareció interesante. Me gustaron las puertas, especialmente la derecha, que representa una anunciación.

Del MAXXI también hablaremos otro día.

domingo, 31 de octubre de 2010

CABECERA DE OCTUBRE 2010: RITMO DE OTOÑO


Durante el mes de octubre de 2010 la cabecera de selecciónARTE ha sido AUTUMN RHYTHM: NUMBER 30, 1950. Óleo sobre lienzo pintado –como el propio título dice- en 1950, mide 266 x 526 cm y se encuentra en el METROPOLITAN MUSEUM OF ART, en NEW YORK.

Algo más de información aquí y aquí.

martes, 26 de octubre de 2010

TU ROSTRO MAÑANA, 1. FIEBRE Y LANZA, de JAVIER MARÍAS


Cuando en septiembre un amigo me pasó los tres tomos de TU ROSTRO MAÑANA se lo agradecí mucho, porque tengo un magnífico recuerdo de CORAZÓN TAN BLANCO, pero pensé que aquello no tenía mucho futuro. O mejor, no tenía presente; futuro era precisamente lo que podía tener: tres volúmenes tres, 475+410+705 = 1.590 páginas una detrás de otra, no son fácilmente digeribles a estas alturas del año. Quizá en verano, pensé. Pero empecé con la primera parte, FIEBRE Y LANZA, y ha resultado un libro magnético: no hay manera de dejarlo. Y lo más sorprendente de todo es que es un libro en el que no pasa casi nada. Pero tampoco importa nada: TU ROSTRO MAÑANA, 1. FIEBRE Y LANZA, aunque no es un libro fácil, me ha parecido un ejercicio de buena literatura de tal calibre que se disfruta sin necesidad de una historia que avance llena de intriga o de emoción o de pasión o de interés o de lo que suelan estar llenas las historias de las novelas. Esto tampoco es verdad del todo, porque aunque en TU ROSTRO MAÑANA, 1. FIEBRE Y LANZA la historia principal apenas pasa, hay mil historias dentro y a la vez y antes y después (Comendador dentro de 007 dentro de Nin dentro de Tupra dentro de Wheeler ...).

Como creo que no estoy siendo nada claro, trataré de contar lo que pasa en TU ROSTRO MAÑANA, 1. FIEBRE Y LANZA: situémonos en Londres, alrededor del año 2002 (sabemos que ya han atentado contra el World Trade Center de New York). Jaques (o Jacobo, o Jaime, o Santiago, o Jack) Deza es un español recién separado de Luisa. Ha dejado a su ex y a sus dos hijos en Madrid y ha regresado a Inglaterra: ya había vivido allí dando clase hace algunos años en la Universidad de Oxford. Y aquí empieza la historia: Peter Wheeler, un profesor de esa Universidad ya jubilado con el que Jacobo tiene un trato confiado, le convoca en su casa para una cena en la que quiere que conozca a Bertram Tupra. Jacobo va a la cena, conoce a Tupra, se queda a pasar la noche en casa de Wheeler, antes de acostarse dedica un buen rato a curiosear en la biblioteca (buscando alguna pista sobre Andrés Nin, un comunista asesinado durante la guerra civil española), y a la mañana siguiente tiene un larga conversación con Wheeler. Hasta aquí lo que pasa. Alrededor de esto, pasajes del pasado (la historia de Wheeler y su familia; la historia del padre de Deza traicionado por un íntimo amigo; el asesinato de un tío de Jacobo durante la guerra civil), del presente (la historia de Luisa), e incluso del futuro (el trabajo de Jacobo con Tupra: sacar partido a “el raro don de ver en las personas lo que ni siquiera ellas son capaces de ver en si mismas, o no suelen” para saber cómo será su actuación en el futuro, cuál será su rostro mañana). También alrededor de la historia principal hay historias apuntadas o sugeridas (el vecino bailarín) e historias sólo enunciadas que supongo que se quedan para el próximo volumen (la misteriosa mujer del perro).

Y todo contado con un estilo singularísimo. JAVIER MARÍAS escribe haciendo un monumento al circunloquio, al símil, al ejemplo, al sinónimo, a la digresión, al –siguiendo el propio texto de la novela- “excurso de excurso de excurso”. Se va constantemente por las ramas, de un tema pasa al siguiente, de una historia a otra, hasta llegar –en un movimiento circular- al punto donde había arrancado para seguir contándonos la trama que le interesa. Y consigue hacer eso sin aburrir, sin que el lector pueda parar de leer (aunque debería hablar sólo por mi: estoy seguro de que muchos no coincidirán conmigo y habrán dejado TU ROSTRO MAÑANA en la página 40). Lógicamente, no siempre consigue captar la atención de la misma manera, con la misma intensidad e interés: hay pedaleos que son un poco cargantes, desconcertantes, y a veces el texto puede resultar monótono, todo demasiado igual; pero en general el resultado es francamente bueno. También hay momentos muy divertidos: toda la presentación de De la Garza en la cena en casa de Wheeler. Hay ideas recurrentes a lo largo del texto: la añoranza y la preocupación y el cariño por la mujer dejada/perdida, o la necesidad de recordar lo que ha sido y ya no es para que no deje de ser del todo. Hay muchísimo juego con los idiomas, el ingles y el español: se nota que MARÍAS es un magnífico y experimentado traductor, y le saca partido. Habrá, supongo, carga biográfica en la historia, que no he investigado y de la que por tanto no puedo hablar. Hay, en el fondo, una prosa estupenda con la que si uno engancha disfruta sin parar. Es verdad que hay que leer periodos largos (no vale ir de diez en diez minutos) pero no cuesta nada estar un buen rato con el libro en las manos.

Supongo que, como ya dije al comenzar, TU ROSTRO MAÑANA, 1. FIEBRE Y LANZA no es un libro fácil o que interese a todos, pero a mi me ha encantado. No me he lanzado inmediatamente con el segundo volumen –ahora estoy con los últimos relatos de ISHIGURO- pero seguro que lo cogeré pronto.

jueves, 21 de octubre de 2010

ROMA: los CARAVAGGIO que NO VI

Una última entrada sobre CARAVAGGIO, para dejar constancia de las obras que pude ver y no vi.

Es verdad que no he señalado todos los cuadros de CARAVAGGIO que vi, y hay otros que, estando en Roma, que no es que me los perdiera: es que con el tiempo que tenía ni me los planteé (los de las distintas sedes de la GALERÍA NAZIONALE D’ARTE ANTICA, por ejemplo, que se quedó para otra ocasión). Lo triste son los que casi has tenido delante, y por un motivo (préstamo) o por otro (prisas) se han quedado en el tintero: EL DESCANSO EN LA HUIDA A EGIPTO, que habitualmente está en la GALERÍA DORIA PANPHILI (que sí visité) estaba esos días en Génova. Y EL DESCENDIMIENTO de la Pinacoteca de los Museos Vaticanos, que por falta de tiempo me salté, quizá demasiado alegremente, para poder ver otras partes de esa gigantesca colección de colecciones.


ENTIERRO DE CRISTO (EL DESCENDIMIENTO). Óleo sobre lienzo. 300 x 203 cm. 1602/04. Pinacoteca Vaticana, Roma.
DESCANSO EN LA HUIDA A EGIPTO. Óleo sobre lienzo. 130 x 160 cm. 1594/96. Galería Doria Panphili, Roma.

miércoles, 20 de octubre de 2010

ROMA: CARAVAGGIO en la CAPILLA CERASI de SANTA MARÍA DEL POPOLO

El cardenal CERASI compró una capilla en la iglesia de SANTA MARÍA DEL POPOLO, a la izquierda del altar principal, para que sirviera como sepultura a su familia, y encargó a CARAVAGGIO dos lienzos para decorar los laterales –el martirio de San Pedro y la conversión de San Pablo- y uno a ANNIBALE CARRACCI –una Asunción- para el centro, sobre el altar.

Como pasa con el SAN MATEO Y EL ÁNGEL de la CAPILLA CONTARELLI, parece que las primeras versiones de las obras de MERISI no resultan adecuadas ni son las definitivas (no sabemos si por rechazo del que encarga, de sus herederos o del propio autor). La versión rechazada de LA CRUCIFIXIÓN DE SAN PEDRO no se conoce, pero podría ser el original perdido de LA CRUCIFIXIÓN DE SAN PEDRO, copia del de MERISI, que se encuentra en el ERMITAGE de San Petesburgo y se atribuye a LIONELLO SPADA; y la primera versión de LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO la que está en la COLECCIÓN ODESCALCHI (no quiero engañar a nadie: no la conocía hasta que no he investigado un poco sobre los dos cuadros de CARAVAGGIO).


LA CRUCIFIXIÓN DE SAN PEDRO. Óleo sobre lienzo, 230 x 175. 1600/01. Iglesia de Santa María del Popolo, Roma.


LA CRUCIFIXIÓN DE SAN PEDRO. LIONELLO SPADA. Óleo sobre lienzo. 233 x 201. ¿?. Ermitage, San Petesburgo.

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO. Óleo sobre lienzo. 230 x 175. 1600/01. Iglesia de Santa María del Popolo, Roma.

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO. Óleo sobre tabla (madera de ciprés). 237 x 189. 1594/96. Colección Odescalchi Balbi di Piovera, Roma.

martes, 19 de octubre de 2010

ROMA: CARAVAGGIO en la CAPILLA CONTARELLI de SAN LUIS DE LOS FRANCESES

El encargo de la CAPILLA CONTARELLI llegó a CARAVAGGIO de rebote y por influencia del Cardenal DEL MONTE. Inicialmente (hacia 1565) el artista elegido para decorar la capilla fue GIROLAMO MUZIANO, pero nunca llegó a empezar este trabajo; después el encargo pasa al escultor JACOB COBAERT para la imagen central, y CAVALIER D’ARPINO para los paños laterales. Éste último había pintado los frescos de la bóveda y tenía pendiente la capilla, pero andaba ocupado con otros encargos y no se arrancaba, así que los administradores de SAN LUIS DE LOS FRANCESES contratan a MICHELANGELO MERISI. La cronología no es muy clara: unas fuentes confirman lo que acabo de apuntar, señalando que contratan a CARAVAGGIO en julio de 1599 para que pintara sólo los dos cuadros laterales -la vocación y el martirio de San Mateo- porque en el frente estaba prevista la citada escultura de COBAERT. Según esta versión, los dos lienzos tienen un éxito tal que se decide sustituir la escultura por una tercera tela de CARAVAGGIO. Otros, en cambio, dicen que en 1597 recibe el encargo de los tres lienzos. Sea una u otra la verdad, a nosotros ahora, en selecciónARTE –lo hemos dicho más veces: no pretendemos un estudio profundísimo- nos basta saber que las obras se pintan entre 1597 y 1602. Lo que sí es seguro es que la imagen del evangelista y el ángel situada sobre el altar central tiene dos versiones: el primer cuadro es rechazado por la iglesia, debido a la vulgaridad de la pose del santo y a la actitud del ángel, no del todo coherente con la doctrina católica de la inspiración de los textos sagrados; el lienzo rechazado se conservó en el KAISER FRIEDERICH MUSEUM de BERLIN hasta 1945, cuando fue destruido en la caída de la ciudad. El segundo es el que ahora vemos en SAN LUIS DE LOS FRANCESES.
SAN MATEO Y EL ÁNGEL. Óleo sobre lienzo. 223 x 183 cm. Destruido. Hay que reconocer que quizá fuera vulgar, pero tiene una fuerza enorme.

SAN MATEO Y EL ÁNGEL. Óleo sobre lienzo. 295 x 195 cm. Roma, iglesia de SAN LUIS DE LOS FRANCESES. La postura del evangelista es completamente singular, del todo inadecuada para escribir sobre una mesa ¿Pretende CARAVAGGIO contraponerla a la comodidad con la que está sentado el San Mateo rechazado?

LA VOCACIÓN DE SAN MATEO. Óleo sobre lienzo. 322 x 340 cm. Roma, iglesia de SAN LUIS DE LOS FRANCESES. En la mano de Cristo que llama a San Mateo se reconoce otra mano famosa: tiene, con gran probabilidad, su antecedente en la de Adán que recibe la vida de Dios en el techo de la CAPILLA SIXTINA.


EL MARTIRIO DE SAN MATEO. Óleo sobre lienzo. 322 x 343 cm. Roma, iglesia de SAN LUIS DE LOS FRANCESES. El rostro que parece en el plano más alejado del espectador es el del propio CARAVAGGIO autorretratado.

lunes, 18 de octubre de 2010

ROMA: CARAVAGGIO en el IV CENTENARIO de su MUERTE

Este año se cumplen 400 años de la muerte de MICHELANGELO MERISI.

Nacido en 1571 seguramente en CARAVAGGIO, aunque también podría ser Milán, MICHELANGELO MERISI pasa sus primeros años entre estas dos ciudades, y a los trece se queda definitivamente –establecerse me suena demasiado para un tipo de esa edad, con toda la vida por delante- en Milán para estudiar pintura. En 1593 está Roma, donde vive como puede y trabaja con el CAVALIER D’ARPINO; allí continúa su formación, imbuido en los últimos coletazos del manierismo y aprendiendo a pintar naturalezas muertas del natural. A finales de siglo realiza sus primeros temas religiosos, y es entonces cuando le llega el encargo para la iglesia de SAN LUIS DE LOS FRANCESES, la CAPILLA CONTARELLI. El éxito es inmediato, pero a la vez su vida se va complicando (peleas, riñas, juicios), los encargos empiezan a retrasarse (los dos lienzos para la CAPILLA CERASI en SANTA MARÍA DEL POPOLO se acaban cinco meses después de lo pactado) y finalmente, en 1606, debe huir de Roma, dejando un muerto detrás. Comienza entonces un recorrido largo por varias ciudades (Nápoles; La Valetta en Malta; Siracusa, Mesina y Palermo en Sicilia; de nuevo Nápoles) y, de regreso a Roma, MICHELANGELO MERISI muere en Porto Ercole el 18 de julio de 1610, enfermo de unas misteriosas fiebres malignas. Seguramente no había cumplido los 39 años.

Cuando hay que aprovechar una oportunidad dicen eso de la ocasión la pintan calva. No entiendo muy bien qué sentido tiene, pero el IV centenario de la muerte de CARAVAGGIO es un motivo más que suficiente para adentrarse en su obra; y estando en Roma las posibilidades son abundantes. No llegué a tiempo para la macro-exposición que se organizó hasta mediados de junio, y que tenía una pinta más que buena, pero algunas cosas sí he visto.

Podría extenderme (¡otra vez!) sobre la pintura de CARAVAGGIO, pero hoy me quedo simplemente –ya lo he hecho más veces en selecciónARTE- con las notas que tomé en Roma. Son cuestiones conocidísimas pero que llaman poderosamente la atención cuando uno tiene la suerte de estar cara a cara con MICHELANGELO MERISI: la técnica, sin duda excepcional; el movimiento y las posturas, conseguidísimas, logradas, muchas veces forzadas y siempre sorprendentes; la luz, a veces matizada y casi siempre contrastada, en claroscuro; los personajes, tan de verdad, tan de la calle, tan de Roma, con la ropa arrugada, los pies sucios y el pelo sin peinar; la actitud naturalista en exceso en un momento donde el decoro es clave: esos desnudos demasiado desnudos; y esos jovencitos para mi un poco demasiado sensiblones, demasiado jovencitos, que tan poco me gustan.

Estando en Roma alguno me comentó que CARAVAGGIO era el número uno. Yo no le contesté, porque la pregunta sobre la posición en el top-ten (¿el número uno? ¿el dos? ¿el cinco?) seguramente es una tontería, un planteamiento simplón; seguramente no se puede saber quién es el número uno; y seguramente CARAVAGGIO no lo sería. Pero, ocupe en la lista el número que ocupe, no cabe duda de que estamos ante un genio.

He pensado publicar varias entradas seguidas con imágenes de CARAVAGGIO. Hoy me quedo con algunos cuadros que vi en agosto y que ilustran –más o menos: la calidad de las fotos no es espectacular- lo dicho: en la Virgen de los Palafreneros, que me parece magistral, descubrimos el naturalismo (ese Niño Jesús tan niño y tan desnudo, que hizo que el cuadro se quitara del altar de la Basílica Vaticana para el que estaba pintado a los poquísimos días de su colocación) y la presencia de personajes populares (Santa Ana es una vieja como cualquiera de las que andarían entonces por el Trastevere); en la Virgen de Loreto, los peregrinos se ven recién llegados de una larga caminata, desaliñados: casi huelen (mal, claro); el joven del cesto reconoceréis que tiene cara de pánfilo, pero el conjunto de las frutas es maravilloso; San Jerónimo tiene una un técnica sensacional; y el bueno de San Juan Bautista ... ¿qué diría desde el cielo al verse así de fresco?

VIRGEN DE LA SERPIENTE (VIRGEN DE LOS PALAFRENEROS). Óleo sobre lienzo. 292 X 211 cm. Galería Borghese, Roma.
VIRGEN DE LOS PEREGRINOS (VIRGEN DE LORETO). Óleo sobre lienzo. 260 x 150 cm. 1603/05. Iglesia de San Agustín, Roma.

MUCHACHO CON CESTO DE FRUTA. Óleo sobre lienzo. 70 x 67 cm. 1593/94. Galería Borghese, Roma.
SAN JERÓNIMO. Óleo sobre lienzo. 112x 157 cm. Galería Borghese, Roma.

SAN JUAN BAUTISTA. Óleo sobre lienzo. 132 x 97 cm. 1597/98. Museos capitolinos, Roma.