Junto con TURNER Y LOS MAESTROS tenemos en Madrid –hasta el 10 de octubre- otra exposición que vale la pena: GHIRLANDAIO Y EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA. No me ha parecido tan vistosa ni tan completa como la del PRADO, pero desde luego es también interesante. Uno tiene cierta sensación de que el MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA, cuando organiza la exposición, juega a su favor, porque realmente lo que hace es poner en valor una de sus obras más icónicas, el RETRATO DE GIOVANNA DEGLI ALBRIZZI TORNABUONI, imagen corporativa del museo desde siempre. Pero eso creo que no quita interés a GHIRLANDAIO Y EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA.
Quizá me equivoque, pero pienso que la figura de DOMENICO BIGORDI (llamado GHIRLANDAIO por el oficio de su padre, fabricante de guirnaldas de joyas), no es especialmente conocida para la mayoría. Aunque es tan calve en la historia de la pintura italiana del Renacimiento como, por ejemplo, BOTTICELLI, seguramente todos podemos nombrar varias obras de éste y quizá una o ninguna de GHIRLANDAIO. No sé el motivo. Desde luego, en las colecciones españolas está muy poco representado: haciendo memoria no soy capaz de recordar ningún otro cuadro suyo en España además del retrato del THYSSEN. Esta circunstancia multiplica el interés la exposición, que nos acerca un puñado de obras del genio florentino (GHIRLANDAIO nace y muere en la ciudad de Florencia, 1449-1494) .
El MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA hace un repaso por el retrato renacentista –pintado, acuñado en medallas, tallado en mármoles- tanto civil/doméstico como religioso; dedica un par de salas a lo que llaman Una boda aristocrática, donde reúnen obras importantes encargadas por la familia TORNABUONI con ocasión de la boda de Lorenzo y Giovanna, o por familias de su entorno: un buen motivo para presentar piezas interesantes; en la sala final se hace un estudio técnico del RETRATO DE GIOVANNA DEGLI ALBRIZZI TORNABUONI: rayos X, infrarrojos, estudio de los pigmentos, etc. Insito, ad maiorem Thyssen gloriam.
Los retratos de GHIRLANDAIO son una joya: la serenidad y la elegancia de la TONABUONI son, sin duda, maravillosas; la complejidad y la perspectiva del gran tondo de LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS también son magníficas; la amabilidad de LA VIRGEN CON EL NIÑO es enternecedora, y el realismo del VARÓN DE DOLORES, conmovedor. Pero quizá el cuadro que más me ha sorprendido, por su belleza y por delicadeza, por su perfección técnica, es el RETRATO DE UNA MUJER JOVEN del MUSEU CALOUSTE GULBENKIAN (muchísimas ganas tengo de volver a Lisboa para visitar la colección GULBENKIAN, que no conozco). El resto de las obras (pintura de POLLAIUOLO, BOTTICELLI, LIPPI ...) complementan muy bien lo que la exposición pretende decir. Y lo que no es pintura, también vale la pena: las joyas, o esa encuadernación de orfebrería de un libro de horas, espectacular.
Un detalle secundario que he tenido en la cabeza al recorrer la exposición: me he ido fijando –como casi siempre que veo obras de esta época- en el atuendo de los personajes: por lo que nos enseñan de cómo era la moda del siglo XV, y por cómo los artistas son capaces de prescindir de consideraciones históricas que en otros planteamientos artísticos son imprescindibles. Es sobradamente conocido lo que quiero decir: independientemente de la escena que se represente y el momento en el que pase, los personajes muchas veces se visten según el uso del momento en el que se pinta: así por ejemplo, vemos a JASÓN con calzas bicolores renacentistas sin ningún tipo de rubor.
En fin, GHIRLANDAIO Y EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA no es una exposición muy ambiciosa –o no me lo ha parecido- pero desde luego tiene gran interés y vale la pena acercarse a verla.
Por cierto, al salir del THYSSEN me acerqué a nuestro nuevo ayuntamiento, en la Plaza de Cibeles, porque me habían dicho que ya se podía visitar el patio interior: efectivamente ya está abierto y cubierto. Algún día le dedicaré una entrada en selecciónARTE.
Quizá me equivoque, pero pienso que la figura de DOMENICO BIGORDI (llamado GHIRLANDAIO por el oficio de su padre, fabricante de guirnaldas de joyas), no es especialmente conocida para la mayoría. Aunque es tan calve en la historia de la pintura italiana del Renacimiento como, por ejemplo, BOTTICELLI, seguramente todos podemos nombrar varias obras de éste y quizá una o ninguna de GHIRLANDAIO. No sé el motivo. Desde luego, en las colecciones españolas está muy poco representado: haciendo memoria no soy capaz de recordar ningún otro cuadro suyo en España además del retrato del THYSSEN. Esta circunstancia multiplica el interés la exposición, que nos acerca un puñado de obras del genio florentino (GHIRLANDAIO nace y muere en la ciudad de Florencia, 1449-1494) .
El MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA hace un repaso por el retrato renacentista –pintado, acuñado en medallas, tallado en mármoles- tanto civil/doméstico como religioso; dedica un par de salas a lo que llaman Una boda aristocrática, donde reúnen obras importantes encargadas por la familia TORNABUONI con ocasión de la boda de Lorenzo y Giovanna, o por familias de su entorno: un buen motivo para presentar piezas interesantes; en la sala final se hace un estudio técnico del RETRATO DE GIOVANNA DEGLI ALBRIZZI TORNABUONI: rayos X, infrarrojos, estudio de los pigmentos, etc. Insito, ad maiorem Thyssen gloriam.
Los retratos de GHIRLANDAIO son una joya: la serenidad y la elegancia de la TONABUONI son, sin duda, maravillosas; la complejidad y la perspectiva del gran tondo de LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS también son magníficas; la amabilidad de LA VIRGEN CON EL NIÑO es enternecedora, y el realismo del VARÓN DE DOLORES, conmovedor. Pero quizá el cuadro que más me ha sorprendido, por su belleza y por delicadeza, por su perfección técnica, es el RETRATO DE UNA MUJER JOVEN del MUSEU CALOUSTE GULBENKIAN (muchísimas ganas tengo de volver a Lisboa para visitar la colección GULBENKIAN, que no conozco). El resto de las obras (pintura de POLLAIUOLO, BOTTICELLI, LIPPI ...) complementan muy bien lo que la exposición pretende decir. Y lo que no es pintura, también vale la pena: las joyas, o esa encuadernación de orfebrería de un libro de horas, espectacular.
Un detalle secundario que he tenido en la cabeza al recorrer la exposición: me he ido fijando –como casi siempre que veo obras de esta época- en el atuendo de los personajes: por lo que nos enseñan de cómo era la moda del siglo XV, y por cómo los artistas son capaces de prescindir de consideraciones históricas que en otros planteamientos artísticos son imprescindibles. Es sobradamente conocido lo que quiero decir: independientemente de la escena que se represente y el momento en el que pase, los personajes muchas veces se visten según el uso del momento en el que se pinta: así por ejemplo, vemos a JASÓN con calzas bicolores renacentistas sin ningún tipo de rubor.
En fin, GHIRLANDAIO Y EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA no es una exposición muy ambiciosa –o no me lo ha parecido- pero desde luego tiene gran interés y vale la pena acercarse a verla.
Por cierto, al salir del THYSSEN me acerqué a nuestro nuevo ayuntamiento, en la Plaza de Cibeles, porque me habían dicho que ya se podía visitar el patio interior: efectivamente ya está abierto y cubierto. Algún día le dedicaré una entrada en selecciónARTE.
14 comentarios:
Se me hace la boca agua.
Qué idea más inteligente, la del Thyssen al organizar las expos para mayor gloria de una de sus obras, y la tuya, por hacérnoslo notar.
Te juro que de pequeña pensaba que en los tiempos de Jesús vestían como en el Renacimiento, viendo todas aquellas "adoraciones", etc.
Aunque me llamaba la atención, algo me olía yo...
A mí me gustó mucho ésta exposición, como bien dices, igual no es tan ambiciosa como las que suele montar el Prado pero es una buena oportunidad para conocer mejor a un autor al que no se le dedica tanta atención como a otros.
Yo voy este verano a Lisboa, y por fin, si nada me lo impide conoceré el Gulbenkian, que tengo muchísimas ganas, y aunque he estado en esa maravillosa ciudad unas tres veces ya por unas cosas o por otras no he podido ir aún.
Gracias por avisar de lo del Ayuntamiento, a ver si tengo tiempo y me paso por allí un día de éstos.
Un saludo :)
Junto con el retrato de Giovanna Tornabuoni, este es mi cuadro favorito de Ghirlandaio, aunque ya me extrañaría que lo trajeran al Thyssen.
> «Quizá me equivoque, pero pienso que la figura de…GHIRLANDAIO…no es especialmente conocida para la mayoría».
Cierto, pero eso se arregla yendo a Florencia. No dejas claro en tu comentario si la exposición merece o no un viaje a Madrid desde «provincias»…
Como pedir es gratis, podrías dedicar un par de entradas en tu blog a dos edificios de Madrid a los que vuelvo de manera recurrente: El Palacio de Longoria (la sede de la S.G.A.E. no muy trendy últimamente, hay una campaña en facebook que propone *quemarlo*…) y el museo del Instituto Geológico y Minero en Rios Rosas. Entrada gratis y dejan hacer fotos. Anímate.
Felicidades por tu blog, siempre una buena fuente de información.
Si es que has sido una lince desde pequeña, LOQUE. Leyéndote –y conociendo tu colmillo- me pregunto si es no será un poco obvio todo lo que digo …
CAROL, qué casualidad lo de Lisboa. Como te pasa a ti, yo también conozco la ciudad, pero las veces que he estado allí no he tenido oportunidad de visitar la colección GULBENKIAN (no sé por que me sale “la colección” en vez de “el museo”). Si finalmente tienes ocasión de visitarla, ya nos contarás.
ENTANGLED, supones bien: no han traído tu cuadro, que es efectivamente un cuadro maravilloso (esas gamas de naranjas ...): estamos en otra escala. ¿Vale la pena venir a Madrid? Difícil cuestión. Todo depende de lo que te interese GHIRLANDAIO: no es ni muchísimo menos la exposición más espectacular que ha organizado el THYSSEN, y no está todo GHIRLANDAIO, pero no está nada mal. ¿Si viviera en Segovia haría 80 Km para ver esta expo? Sin duda. ¿Si viviera en San Sebastián haría 500? Seguramente no. Pero si además del THYSSEN pudiera ver a TURNER y alguna cosita más, entonces sí que me animaría. Sobre las peticiones, veremos qué se puede hacer: VELÁZQUEZ BOSCO –la Escuela de Minas- es un arquitecto que sí me interesa. El modernismo del Palacio Longoria me dice menos, siempre lo he encontrado un poco torpe, un edificio poco airoso, chaparro; pero le volveré a echar un vistazo.
xG
No es obvio lo que dices es que ambos somos muy inteligentes ¿no?
La de veces que he pasado por Ríos Rosas y he pensado entrar... sin hacerlo (es el edificio del que habláis, no?)
La Sede de la SGAE siempre me trae a la cabeza varios pensamientos
a)En cómo estaba antes de que la limpiaran (qué pasada, qué cambio después de la limpieza)
b) La de veces que he discutido con alguien diciéndole que NO es de Gaudí
c) Que hubo un tiempo que la gente que pasaba por delante no contemplaba el edificio con simpatía y no escupía en la acera mientras lanzaba una maldición siciliana
Me dejas tranquilismo, LOQUE.
Yo la verdad es que tampoco he entrado nunca en la escuela de Minas, que he supuesto que también es el museo al que se refiere ENTANGLED; pero los edificios de VELÁZQUEZ BOSCO tienen interés (eclécticos todos ellos, si se me permite utilizar la palabreja): el Palacio de Velázquez en el Retiro, el Ministerio de agricultura, un edificio del ejercito en la castellana (ya no sé con qué siglas hay que nombrarlo). Todo un personaje en la arquitectura madrileña. En cambio, el de la SGAE … hombre, siempre tiene el interés de ser de lo poco modernista-catalán que tenemos en la capital. Y no, no es de GAUDÍ: es de un discípulo suyo, GRASÉS RIERA.
xG
xG creo que no hablamos del mismo edificio:
Uno es la Escuela de Ingenieros de Minas, en el 21 de Ríos Rosas, (edificio también muy notable, aunque esas mezclas de ladrillo visto + piedra + torreones mansardé le dan cierto aire *ferroviario*), y el otro, al cual me refiero, es el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), a la derecha del anterior, en el número 23, y específicamente al patio de luces que constituye la sala central del museo.
Según el sitio en internet del IGME, el proyecto del edificio es de Francisco Javier de Luque, inspirado en planos de Ricardo Velázquez Bosco, y se construyó entre 1921 y 194?.
Sobre la sede de la SGAE, es más *fascinante* que otra cosa. Me recuerda un palacete de indianos asturianos, concretamente al Palacete Peñalba.
ENTANGLED, tienes toda la razón: me he pasado de listo. Investigaré el edificio que dices, que ahora mismo no tengo en la cabeza, aunque acabo de ver el sitio del IGME.
xG
Hola Gaztelu, pues yo te doy la media, estoy a 395 km y sí que voy a ir a verla,jejeje, y si de paso entro en el patio de vuestro flamante ayuntamiento, mejor.
Por no decir que me queda pasear parte de la Gran Via con tus entradas en la mano, gracias maestro!!!
¿cómo, un museo y no lo conocen vuestras mercedes, y no es el esquivo de artes decorativas?, esto hay que corregirlo...
Ah!, yo también soy del club de "aún no he visitado el Gulbelkian", lo encontramos de obras, a ver si vamos a tener que organizar una escapada, señora lince..., yo lo digo por afilar el colmillo, más que nada...
Un abrazo ;-)
Por desgracia, MARIBEL, siempre le quedan a uno cosas por ver. Ahora, además del que nos sugiere ENTANGLED, tengo en la cabeza el Museo Romántico, recién re-abierto, o el Cerralbo, eternamente cerrado.
"Flamante" y "Nuevo Ayuntamiento" son dos conceptos que todavía no terminan de encajar en mi cabeza: ya lo comentaremos ...
xG
Al Cerralbo le pusieron el nombre a propósito, toda la vida lo he pensado. Vale, es una estupidez, pero una estupidez que he pensado muchas veces.
¿Y el municipal de Tribunal? ¿Se construyó ya con los andamios?
LOQUE, qué peligro tienes! Nunca se me había ocurrido lo de Cerralbo/Cerrado, pero tiene todo el sentido.
xG
Ya la he visto, y coincido contigo, a mí me pareció que no siendo demasiado ambiciosa, es muy recomendable.
Toda la parte de las vírgenes con los niños me entusiasmó, suele ocurrirme, por cierto.
Qué gran verdad lo de Boticelli. En fin, que no puedo aportar nada a lo dicho por tí, pero que me alegro de tu recomendación.
LOQUE, yo me alegro de que te gustara: un auténtico placer esto de recomendar buenos productos.
xG
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