sábado, 30 de junio de 2012

CABECERA DE JUNIO DE 2012: MARK ROTHKO Y SUS CAMPOS DE COLOR


Durante el mes de junio de 2012 la cabecera de selecciónARTE ha sido un detalle de Número 5/ Número 22, de MARK ROTHKO. Óleo sobre lienzo pintado en 1950, mide 297 x 272 cm. y se encuentra en el MUSEO DE ARTE MODERNO de NUEVA YORK.


martes, 26 de junio de 2012

JARDÍN DEL PRÍNCIPE DE ANGLONA, en la PLAZA DE LA PAJA de MADRID

La PLAZA DE LA PAJA es un espacio poco regular, alargado y en cuesta, que tiene dos lados cortos y otros dos frentes largos. Uno de los lados cortos -en la parte más alta del conjunto- está ocupado por LA CAPILLA DEL OBISPO. Enfrente, y a una cota más baja, el segundo lado corto lo ocupa el JARDÍN DEL PRÍNCIPE DE ANGLONA: otro de esos jardines madrileños que vale la pena conocer. Pequeño y muy recogido, es un buen ejemplo de jardín histórico urbano. En esta entrada me limito a transcribir lo que señala la placa que el visitante se encuentra a la entrada del recinto, tal y como está (una redacción … opinable, como todas):

MEMORIA HISTÓRICA DE LOS JARDINES DEL PRÍNCIPE ANGLONA

1750 – Se le denomina como “sitio sin labrar”

1761 – Diseño del Jardín realizado por Chalmandrier

El Jardín estuvo ubicado en el casco histórico de Madrid. Tuvo su origen vinculado a la Casa Palacio, la cual a lo largo de la historia tuvo ilustres propietarios. Entre ellos cabe destacar por su importancia la XI Conde de Benavente, Antonio Alfonso Pimentel y Herrera Ponce de león, que obtuvo la propiedad por matrimonio con Isabel Francisca de Benavides, hija de los Marqueses de Javalquinto y Villareal.

En 1802, se realiza en el Palacio una gran transformación con motivo de la adecuación de este para ser la residencia, tras su boda, del XI Marqués de Peñafiel, primogénito de la Casa de Osuna, con María Francisca Beaufort y Toledo. Esto le dará su imagen definitiva, que perdurará hasta nuestros días. El marqués posteriormente es nombrado X Duque de Osuna, por lo cual abandona la casa, que pasa a su hermano Pedro de Alcántara Téllez-Girón, Príncipe de Anglona y Marqués de Javalquinto; Teniente General de los Reales Ejércitos.

En 1872 el Marqués de la Romana compra la casa al heredero del Príncipe Anglona.

El Jardín tal y como lo encontramos hoy fue un encargo de los Marqueses de la Romana a J. De Winthuysen en 1920, Pintor y Diseñador de Jardines.

De 1940 a 1978 la Casa-Palacio es alquilada por el Ayuntamiento de Madrid y se convierte en dependencias de la “Sección de Estadística y Empadronamiento”.

En 1978 pasa a titularidad municipal.

En 2002 se abre al público.



miércoles, 20 de junio de 2012

LA CAPILLA DEL OBISPO, en MADRID

La historia de la CAPILLA DEL OBISPO arranca alrededor de 1520, cuando Don FRANCISCO DE VARGAS MEJÍA promueve una capilla contigua a la IGLESIA DE SAN ANDRÉS para albergar los restos de SAN ISIDRO LABRADOR, que varios siglos atrás había trabajado para su antepasado IVÁN DE VARGAS (seguramente volveremos a hablar pronto de Don IVÁN en selecciónARTE). SAN ISIDRO –a quien aún le quedaban muchos años, casi cien, para ser declarado oficialmente santo- descansó allí poco tiempo: después de algunas disputas entre clérigos, sus restos fueron trasladados a SAN ANDRÉS en 1544. Entonces, Don GUTIERRE DE VARGAS Y CARVAJAL, hijo de Don FRANCISCO y Obispo de Plasencia, destinó la capilla a panteón familiar: cerró la puerta que la unía con SAN ANDRÉS y encargó el retablo, los sepulcros de sus padres, y el suyo propio. A él le debemos el nombre: realmente se llamaba CAPILLA DE SANTA MARÍA Y SAN JUAN DE LETRÁN, pero enseguida fue conocida como la CAPILLA DEL OBISPO, en referencia a Don GUTIERRE. Pasó el tiempo –mucho tiempo- y al acabar el primer tercio del siglo pasado el templo quedó sin culto. Esta circunstancia, y que D. GUTIERRE hubiera tapiado la puerta de comunicación, resultaron providenciales: el 19 de julio de 1936 los milicianos no incendiaron la CAPILLA DEL OBISPO, como en cambio sí hicieron con SAN ANDRÉS y la CAPILLA DE SAN ISIDRO, que quedaron prácticamente destruidos. En los 70’s la capilla quedó cerrada al público, y en 2010 se ha reabierto -tanto al público como al culto- después de una importante restauración.
La CAPILLA DEL OBISPO es uno de los pocos edificios góticos que tenemos en la ciudad de Madrid: edificio, edificio, lo que se dice edificio gótico, sólo se me ocurre otro, la iglesia de Los Jerónimos; además, conservamos algunos elementos góticos: por ejemplo la puerta del Hospital de La Latina, ahora en la zona de entrada de la ETSAM. En los últimos meses he visitado dos veces la capilla, una por casualidad (pasaba por allí y estaba abierta) y otra intencionadamente. El edificio (o mejor, la fábrica) tiene el indudable interés de ser gótico en Madrid (gótico tardío, con fachada y decoración interior ya claramente renacentista), pero nada más: no es de una calidad excepcional. El interior consta de una zona de acceso bajo el coro, una única nave, y el ábside, ambos cubiertos con una sencilla bóveda de crucería. Unas pocas ventanas altas iluminan el conjunto. De proporciones singulares, el efecto que este espacio produce es extraño, un templo corto y ancho con un presbiterio demasiado escaso.
Al exterior, la fachada a la PLAZA DE LA PAJA es muy elemental: renacentista y toda de granito, está compuesta por una doble escalinata de acceso, una entrada en arco de medio punto, y un muro ciego rematado con una galería de arcos rebajados. Por aquí se accede a un patio, espacio intermedio entre la PLAZA y la CAPILLA, muy discreto. El ábside, de piedra y ladrillo en aparejo toledano, presenta unos potentes contrafuertes que se pueden ver desde el MUSEO DE LOS ORÍGENES.



Lo realmente llamativo del conjunto no es, por lo tanto, la arquitectura: es la escultura. La CAPILLA DEL OBISPO alberga unos ejemplos magníficos de escultura renacentista. El retablo es extraordinario: tallado en madera por FRANCISCO GIRALTE, discípulo de BERRUGUETE, y policromado y dorado por VILLOLDO EL MOZO, representa distintos momentos de la vida de Cristo, y el conjunto se remata con una imagen de Dios Padre. Los sepulcros de Don FRANCISCO DE VARGAS y Doña INÉS CARVAJAL, a los lados del retablo, son magníficos. Y el de Don GUTIERRE DE VARGAS Y CARVAJAL, excepcional: un trabajo en alabastro de primerísima categoría. Colocado en uno de los laterales de la nave, aparece el Obispo en actitud orante bajo un arco de de medio punto adornado con casetones hexagonales, acompañado por otros tres clérigos que están de pie y ligeramente retrasados; un bajorrelieve de la oración de Cristo en el huerto les sirve de fondo; varias escenas y símbolos de la pasión, alegorías a las virtudes, ángeles, decoración vegetal y algunos niños cantores, completan el conjunto. También son estupendas las puertas de nogal que dan paso a la capilla, realizadas –probablemente- por CRISTÓBAL DE ROBLES.

La CAPILLA DEL OBISPO es un edificio que después de muchos años se puede volver a visitar y al que vale la pena acercarse, y la PLAZA DE LA PAJA un entorno urbano e histórico interesante del que quizá hablemos en otra ocasión. Ojo con los horarios de la capilla, muy ajustados: parece que hay visitas guiadas –yo no la hice- los martes por la mañana y los jueves por la tarde. Llamando al 915 592 874 se puede obtener información.

miércoles, 13 de junio de 2012

ESPACIO, NUEVA SALA DE EXPOSICIONES DE LA FUNDACIÓN TELEFÓNICA


La FUNDACIÓN TELEFÓNICA ha reabierto su zona expositiva de la calle de Fuencarral,  en el edificio de la Gran Vía, completamente renovada según el proyecto de QUANTO ARQUITECTURA y MONEO BROCK STUDIO.

Hace unos días me acerqué a ver el resultado: me dejó bastante frío, la verdad.









Una escalera helicoidal disfraza de árbol de acero cortén; un ascensor de vidrio, grande, desde luego, pero con vistas más que dudosas; un atrio estrechito que se queda un poco ridículo, demasiado poco; una fachada respetada (no queda más remedio, supongo) pero con poco sentido; una estructura metálica limpia y llena de remaches, muy de moda pero que se concibió para quedar oculta …






Me pareció una operación de maquillaje: no resulta incorrecta, el aspecto del conjunto es vistoso, pero puramente superficial, sin mucho más interés.

Para el que quiera más datos y otra opinión, aquí dejo una buena entrada de REVISIÓN INTERIOR.

martes, 5 de junio de 2012

EL EDIFICIO GIRASOL, de JOSÉ ANTONIO CODERCH, ARQUITECTO, en MADRID


JOSÉ ANTONIO CODERCH es uno de los grandes arquitectos españoles del siglo XX. Desarrolló casi toda su producción en Cataluña, donde construyó muchas –y muy buenas- viviendas unifamiliares, y bloques de vivienda colectiva. También realizó edificios de oficinas, algún edificio docente, hoteles … pero el gran tema de CODRECH es, sin duda, la vivienda. Una de sus obras –la CASA UGALDE, en Caldes d’Estract- aparece siempre entre lo más comentado de la arquitectura española del siglo pasado. Los proyectos de JOSÉ ANTONIO CODERCH resultan siempre rigurosos, y resuelven estupendamente programas complejos con plantas muy bien estudiadas y orgánicamente estructuradas.




 El EDIFICIO GIRASOL es una de las poquísimas obras de CODERCH en Madrid (yo sólo recuerdo otra: la Casa Entrecanales en La Moraleja). Construido en 1966 en pleno barrio de Salamanca (Lista con vuelta a Lagasca), nuestro arquitecto desarrolla con enorme originalidad un edificio de viviendas de calidad (me resisto a decir de lujo) prescindiendo de la solución habitual de esta zona de ensanche madrileño.


En la planta general del EDIFICIO GIRASOL, CODERCH realiza tres operaciones de interés: por un lado, organiza las viviendas en espina de pez, en diagonal a las fachadas, para sacar todo el partido posible al solar, lograr la necesaria privacidad entre unas viviendas y otras, y buscar las mejores orientaciones; en segundo lugar, singulariza enormemente cada vivienda, separando rotundamente unas de otras con un muro largo y sinuoso, y dándoles casi un valor de vivienda unifamiliar: el edificio se podría entender como suma de bloques de unifamiliares, hasta el punto que cada bloque -hay cinco- tiene su propia escalera y ascensor; por último, CODERCH se lleva los patios a los extremos, o mejor, saca los patios a fachada convirtiéndolos en grandes y profundas terrazas.


Si nos fijamos en las plantas de las propias viviendas del EDIFICIO GIRASOL, descubrimos enseguida que las que se abren a Lagasca se distinguen de las que se asoman a José Ortega y Gasset. Tanto unas como otras funcionan correctísimamente, se basan en el mismo esquema de vivienda unifamiliar –ya lo dijimos más arriba- y en todas hay un empeño notable por separa las zonas públicas de las privadas; pero las primeras (alargadas y con las grandes terrazas-patio) son más interesantes que las segundas, mayores en superficie y quizá más convencionales.







De alguna manera esto también pasa en las fachadas del EDIFICIO GIRASOL, porque hay una diferencia grande entra las dos. La de la calle Lagasca es tremendamente atractiva: se resuelve con enormes paños ondulados como banderas, rematados con celosías de madera que -además de lograr privacidad en las terrazas y matizar la luz- aligeran el final del plano y lo desmaterializan. En cambio la fachada de Lista es pesada y menos sutil: indudablemente correcta, pero no de primerísima. La otra, en cambio, sí que lo es. El material utilizado (plaqueta cerámica colocada en vertical) unifica el exterior.




Toda la planta baja del EDIFICIO GIRASOL, desdoblada en dos alturas y destinada a locales comerciales, es muy diáfana -el zócalo también se desmaterializa, es de aire- y se configura como un pasaje permeable abierto al público (aunque yo tengo la sensación de que poco a poco se ha ido cerrando en horarios no comerciales, supongo que a causa de botellones y similares: esos espacios abiertos y a la vez discretos siempre acaban siendo siniestros y malolientes). La estructura metálica y el uso de colores claros contribuyen, sin duda, a la ligereza de los bajos del edificio, que quiere flotar por encima de la calle.


 
Por último, hay que señalar la importancia que da CODERCH a la vegetación, presente de manera constante en el EDIFICIO GIRASOL.



Si no recuerdo mal, era CHESTERTON quien decía que la vulgaridad era estar junto a lo sublime y no enterarse. Me temo que algo de eso nos puede suceder con el EDIFICIO GIRASOL: es uno de los grandes edificios de Madrid, y muchos pasarán por delante sin apenas darse cuenta …