jueves, 30 de abril de 2009

CABECERA DE ABRIL de 2OO9


Durante el mes de abril de 2OO9 la cabecera de selecciónARTE ha sido un detalle de LOS ELEGIDOS, de LUCA SIGNORELLI. Se trata de una obra pintada al fresco, entre los años1499 y 1502, en la capilla de SAN BRIZIO de la CATEDRAL DE ORVIETO.

miércoles, 29 de abril de 2009

JULIO GONZÁLEZ, ESCULTOR, en el MNCA REINA SOFÍA


Hace dos años pasé casi un mes en Valencia. Además de hacer lo que había ido a hacer, pude dedicar tiempo a ver la ciudad. Por alguna estancia anterior la recordaba como un sitio poco interesante, pero estaba completamente equivocado.

La operación del CAUCE DEL TURIA me pareció brillante; la CIUDAD DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS de SANTIAGO CALATRAVA, con todo lo que tiene de formalista, también; el puerto de la COPA AMÉRICA, y de manera especial el edificio VELAS Y VIENTOS de DAVID CHIPPERFIELD, magnífico; la playa de LA MALVARROSA, una delicia; el CENTRO DE CONGRESOS de NORMAN FOSTER tiene su aquel; el MUSEO DE BELLAS ARTES DE VALENCIA me sorprendió gratísimamente (hice varias visitas); y en el IVAM –que es donde quería yo llegar- disfruté descubriendo la obra de JULIO GONZÁLEZ: el INSTITUT VALENCIÀ D’ART MODERN tiene una importantísima colección de obras del escultor, que –si no recuerdo mal- forman el grueso de la exposición permanente del museo. Conocía poco al artista, y descubrí un primer espada. Por eso, cuando el MNCARS anunció que le dedicaba una exposición me ilusionó volver a ver la obra de JULIO GONZÁLEZ.

Estuve hace unos días. El REINA presenta un recorrido por toda su obra escultórica, desde las primeras obras –flores y joyas con claro aspecto modernista- hasta las piezas de su última época en el entorno de la guerra civil (JULIO GONZÁLEZ muere en 1942), y las acompaña con oleos y dibujos preparativos de las esculturas.

La propia obra, las esculturas en si, son todas magníficas. La comprensión de la evolución del artista es interesantísima. Pero quizá lo que más me ha llamado la atención en esta ocasión son dos cosas “menores”. Por un lado, el paso del papel al metal: como prepara con dibujos la escultura, y esos dibujos adquieren volumen, corporeidad. Por otro, las cabezas de piedra: elementales, facetadas, casi primitivas: estupendas. Vale la pena acercarse al REINA. Hasta el 1 de junio.

martes, 28 de abril de 2009

LOS CUENTOS DE BEEDLE EL BARDO, de J. K. ROWLING


Sin perder carrerilla, después de la audio-lectura de Harry Potter, he leído (que no oído) LOS CUENTOS DE BEEDLE EL BARDO. Se supone que es el texto que Dumbledore lega en su testamento a Hermione (léase Germaioni) Granger, donde se recogen cinco relatos, uno de los cuales acaba siendo clave en LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE, séptimo y último volumen de las aventuras de mago Potter.

Se nos dice en la introducción que LOS CUENTOS DE BEEDLE EL BARDO es un libro escrito con runas (¿en runas?), que Hermione (léase Germaioni) ha traducido al inglés. A cada uno de los cinco cuentos se le añaden las glosas que escribió el profesor Dumbledore para explicarlos: forman parte del legado de Dumbledore a la biblioteca del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, y su actual directora, la profesora McGonagall, ha permitido que se publiquen. Además, la propia autora (no Hermione -léase Germaioni- sino ROWLING) hace también algunas aclaraciones para nosotros, pobres muggles, por si se nos escapa algún término del mundo mágico.

Como se ve inmediatamente por lo dicho hasta ahora, para los que tengan el universo Potter en la cabeza y les divierta el asunto, LOS CUENTOS DE BEEDLE EL BARDO es una lectura que no les llevará mucho tiempo y en cambio les hará sonreir en alguna ocasión, por las referencias a la historia de Harry en Hogwarts –referencias que son siempre evidentes: este sí que es de verdad un libro para niños- y la imaginación que sigue demostrando J. K. ROWLING. Para quienes Harry Potter no es más que una tomadura de pelo, o una serie de novelas infantiles (lo dicen a la vez que ponen cara de cierto desprecio), les sugiero vivamente que se ahorren la lectura: les parecerá una bobada monumental (y seguramente tendrán algo de razón ...).

viernes, 24 de abril de 2009

TEATROS DEL CANAL, de JUAN NAVARRO BALDEWEG















Cuando supe que se habían inaugurado los TEATROS DEL CANAL, y que se podía llegar a una “terraza”, decidí acercarme a ver cómo había quedado el edifico de NAVARRO BALDEWEG con la ilusión de entrar y subir a alguna de las cubiertas, desde las que supuse habría una magnífica vista del edificio, y de Madrid. Por desgracia, no es así, pero centrémonos primero en lo importante.

JUAN NAVARRO BALDEWEG ha construido una buena obra, que resuelve con acierto posiciones que de inicio podrían no ser sencillas: tenía que encajar en una zona de ciudad muy estándar –por no decir con poco interés- un edifico representativo, con presencia y atractivo suficientes para ser foco de atracción cultural, y a la vez no entrar allí como caballo en cacharrería. Es un arquitecto que eso lo sabe hacer: siempre ha demostrado sensibilidad para adaptarse al entorno, para posicionarse claramente pero sin gritar. Para conseguirlo, en esta ocasión NAVARRO BALDEWEG conforma una fachada rotunda, de edifico singular, que a la vez es capaz de meter el edifico en escala (escala de ciudad) mediante una sabia fragmentación y descomposición de volúmenes, y un atinado despliegue de planos en zig-zag que generan rajas y grietas que evitan la alineación obvia.

El exterior se resuelve todo en vidrio (aunque a primera vista no lo parezca) de diferentes colores: bloques ciegos en rojo, negro, plata y opal, que flotan y pesan y vuelan sobre una larga franja rehundida de vidrio transparente, que permite el juego fuera-pero-dentro desde la calle, descubriendo al peatón lo que pasa en el interior del teatro y animándole a entrar. Además, ese vidrio sube en los rotos de fachada, separando y fragmentando los volúmenes coloreados y señalando los accesos. Algunas imágenes y soluciones recuerdan la genialidad de ALVAR AALTO, tanto en el juego de volúmenes exteriores como en lo que se intuye de los interiores.

Cuando uno ha disfrutado del exterior, llega el momento del acceso a la apeticibilísima terraza: y, ¡oh, enorme desilusión! se trata del exterior de la cafetería, a la misma cota que el resto de la planta baja y en el interior de un patio de manzana que no tiene ningún interés (quizá únicamente intuir algo de la sección del edificio, pero poco). Pregunté si era posible visitar los teatros, y parece que la única forma de hacerlo es pagar la entrada para una función ... o esperar a la próxima semana de la arquitectura.

Para el que le interese,
aquí dejo algunas fotos del conjunto: regularcitas, pero suficientes. Por cierto, qué desafortunado resulta para la fotografía amateur de arquitectura urbana el enjambre de farolas, carteles, señales de tráfico, semáforos y trastos similares: lo que uno ignora cuando camina por la calle, se convierte en maldito protagonista cuando quiere sacar cuatro fotos.

TEATROS DEL CANAL, calle de Cea Bermúdez, 1 c/v calle de Bravo Murillo. 28003 Madrid.

miércoles, 22 de abril de 2009

TARSILA do AMARAL en la FUNDACIÓN JUAN MARCH




No tenía un interés especialísimo en visitar la exposición que organiza la FUNDACIÓN JUAN MARCH sobre la brasileña TARSILA do AMARAL. Pero acabé yendo –siempre acabo yendo, y la verdad es que casi nunca me arrepiento- y me gusto: resulta evocadora, y tiene interés. Resulta evocadora porque los cuadros de aspecto “inocente” y colorista, siendo muy simples parecen cargados de contenido, llenos de mensajes. Tiene interés porque debajo de esa capa de localismo y casi primitivismo, de preocupación por la tradición brasileña, es fácil descubrir (en ocasiones sólo intuir) las vanguardias europeas del XX: unas veces el cubismo, otras el surrealismo. Alguna obra de TARSILA –O SONO, concretamente- me trajo a la memoria a MAX ERNST y varios de sus collages de UNE SEMAINE DE BONTÉ que comenté en selecciónARTE hace algunas semanas.

No digo más de la exposición porque tampoco encontré mucho más: me fui con la impresión de que seguramente es más apasionante la vida de TARSILA (high-standing, cosmopolita, llena de relaciones) que su obra; o mejor, que la obra de TARSILA do AMARAL enriquece todavía más una vida que debió ser apasionante.

En cualquier caso, si uno pasa por la calle Castelló y tiene tiempo, que no deje de entrar. Y para los que no puedan acercarse, recomiendo visitar
el sitio web de la exposición, que me ha parecido interesante, completo y bien trabajado.

lunes, 20 de abril de 2009

selecciónARTE, AÑO UNO



Hoy hace un año que arrancó selecciónARTE, y la entrada-aniversario es casi obligatoria. Pero como no quiero aprovecharla para hacer balance -sería partidista: valorar selecciónARTE os corresponde a otros, a los que lo visitáis de vez en cuando- la aprovecho para presentar y despedir el cuadro que ha sido la imagen de xGaztelu durante estos meses: un detalle del espléndido VENUS Y MARTE, de SANDRO BOTICELLI, que se encuentra en la NATIONAL GALLERY de LONDRES. Pintado alrededor de 1485 con tempera al huevo sobre tabla de álamo, mide 69 x 173 cm.


Conocía la obra de manera indirecta –por fotos y textos- y siempre me había parecido excepcional. La vi con detalle en LONDRES, hace ya dos años, y me entusiasmó. Por eso, cuando tuve que “elegir cara” entre las imágenes que tenía archivadas, estaba esta, y me quedé con MARTE sin pensarlo mucho. Por algunos comentarios quizá debería haberla valorado un poco más, pero vaya ...

VENUS Y MARTE de BOTICELLI es, sin ninguna duda, un cuadro maravilloso de un artista genial. Una carta de presentación como pocas, que despido con la misma pena con la que despides a un amigo con quien has pasado buenos ratos de charla. Me he resistido al cambio –como me he resistido a eliminar el negro de fondo de selecciónARTE, que desde hace unos meses ya es grafito y no sé cómo acabará- pero creo que, después de aguantar un año, le ha llegado el momento.

A la vista de la experiencia de estos doce meses supongo que selecciónARTE seguirá vivo, tal y como ha sido hasta ahora: además de los cambios que ya he señalado (color & cara) me han sugerido centrarlo un poco, no tocar tantas teclas. Pero me entretiene mucho que sea como es –un poco de aquí y otro de allá, ahora un libro y después un edificio y después unas vacas pintadas y después París y después una exposición y después un viaje a los Países Bajos y después ...-, no me roba tiempo de manera desproporcionada y me ayuda a ver-leer-visitar las cosas con ojos atentos, más curiosos, a veces pensando en gente concreta a quien contar lo que veo-leo-visito. Dios dirá.

jueves, 16 de abril de 2009

HARRY POTTER, de J. K. ROWLING

Con el sano afán de no dejar morir mi inglés, después de verano me marqué una nueva rutina vital: los audilibros (o, más propiamente en este caso, audiobooks). Lo comenté con un aficionado a esos inventos, me pasó HARRY POTTER completo, v.o., y desde septiembre hasta ahora he estado oyendo los siete volúmenes de la serie.

Ya había leído los libros, más o menos a medida que fueron saliendo: no me importa nada decir que me divirtieron mucho. Ahora no sólo me han divertido: he disfrutado como un tonto. Aunque no pensaba dedicar una entrada a este asunto en selecciónARTE, he decidido romper una lanza a favor de J. K. ROWLING, y lo hago señalando tres cosas:

Una –habitualmente comentada- es la tremenda coherencia de las siete historias, que cuando se leen de corrido se aprecia estupendamente: en la vida de HARRY POTTER hay unos años/cursos/libros mejores y otros peores, pero no cabe dudad que desde el principio la historia avanza sin saltos ni tropiezos, especialmente en los últimos volúmenes; ROWLING tiene una idea completa en la cabeza –al menos sus líneas más generales- y sabe desarrollarla con maestría.

La segunda –una tontería, pero me ha gustado- es lo atractivo que resulta el personaje de GINNY WEASLEY. En la lectura anterior no había caído en esto, pero ahora -sabiendo cuál es “su futuro”- me he fijado más y quizá sea el papel más resultón, por normal. No es caricatura (su hermano RON, por ejemplo, lo es tremendamente) ni tiene rasgos exagerados: está verdaderamente bien construido.

Por último, los libros están muy bien escritos. Y muy bien leídos, por cierto: los que yo he oído los lee JIM DALE; lee él todo el texto, y varía las voces dependiendo de los personajes.
Aunque el papel impreso es el papel impreso, con todo el interés que tiene, creo que me he aficionado a esto de que me lean, y no es vagancia, desde luego. Lo recomiendo.

lunes, 13 de abril de 2009

DOMINIQUE PERRAULT, ARQUITECTO, en el MUSEO COLECCIONES ICO











Coincidiendo con la inauguración de LA CAJA MÁGICA (que habrá que visitar en cuanto sea posible), el MUSEO COLECCIONES ICO de Madrid nos trae a DOMINIQUE PERRAULT. 25 proyectos que muestran con bastante detalle el trabajo del arquitecto francés; un trabajo que en mi opinión es magnífico (tanto me gusta que he repetido, porque ya tuve la suerte de ver la exposición en París el pasado verano, en el CENTRE POMPIDOU: en septiembre algo de esto dije en selecciónARTE ...).

Cada proyecto se explica fundamentalmente con maquetas, complementadas con pocos planos, fotografías y algunos vídeos. Llama la atención la cantidad de ellos que están concebidos para España -16 en total, si no me equivoco- que se exponen todos en el espacio grande que el MUSEO COLECCIONES ICO tiene a media altura. En las otras medias plantas -entrada y primera, mucho más pequeñas- se exponen proyectos del resto del mundo. Prefiero no señalar ninguno en especial porque todos son buenos, todos tienen interés.

DOMINIQUE PERRAULT es el arquitecto de las pieles, de las veladuras: formas muy limpias quedan envueltas por mallas metálicas; unas veces para confinar espacio, otras para unificar volúmenes, otras para insinuar. Es también, como consecuencia, el arquitecto de las transparencias, de los dentros pero fueras, de los veo pero no veo. En muchos de los proyectos expuestos, junto con los elementos que ya he señalado antes se puede ver la “piel metálica” prevista para esa obra: muy ilustrativo.

Además de esta exposición, en agosto pasado tuve la suerte de ver con detalle la BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA FRANÇOIS MITTERRAND: cuatro torres de vidrio con forma de L (cuatro libros abiertos) que marcan las esquinas de un gigantesco pozo donde crece un magnífico bosque de pinos. Un señor edificio que recomiendo a todos los que vayan a PARÍS, sepan o no de arquitectura: ¡es despampanante!

Añado a los links de arquitectos en selecciónARTE el del sitio de PERRAULT: aunque la página no es buenísima, su obra sí que lo es.

miércoles, 8 de abril de 2009

MAURICE de VLAMINCK, UN INSTINTO FAUVE, en CAIXAFORUM MADRID











MAURICE de VLAMINCK había sido siempre el tercer fauve. En mi concepción de esta primera vanguardia –al menos así la tengo yo catalogada, como la primera- los representantes eran MATISSE en cabeza , DERAIN a continuación, y por último, menos conocido, VLAMINCK. Pocas cosas había visto suyas, y por eso cuando me enteré que CAIXAFORUM nos lo traía a Madrid me alegré enormemente. Y, la verdad, después de visitar la exposición pienso que había motivo.

MAURICE de VLAMINCK, UN INSTINTO FAUVE es muy muy muy interesante. No tanto por mostrar obras maestras (VLAMINCK, siendo muy bueno, es sin duda el tercero de la lista) como por darnos la ocasión de considerar la tarea del pintor (de cualquier pintor), su forma de trabajar, de crear. No es fácil ser un genio.

Cuando uno recorre MAURICE de VLAMINCK, UN INSTINTO FAUVE descubre un artista con una fuerza creadora tremenda, pero que parece que no encuentra su sitio, ni quizá su lenguaje. Parece que se pasa quince años (se pueden ver obras fechadas entre 1900 y 1915) tanteando cuál es la mejor manera de expresar lo que lleva dentro, y para hacerlo utiliza fórmulas de otros. Vemos un primer VLAMINCK que habla como VINCENT VAN GOHG; después un VLAMINCK que es como HENRI MATISSE; más tarde otro que es como PAUL CÉZANNE; y al final un VLAMINCK que apunta hacia el expresionismo de ERNST LUDWIG KIRCHNER. Me parece que este es un asunto que daría para muchísimo: el lenguaje propio versus el lenguaje de otro, la obra de arte versus la de artesanía (ojo, no estoy quitando nada a VLAMINCK, que me parece un monstruo). Conocí una persona –Alfonso se llama- que sabía “pintar al óleo”, manejaba con soltura la técnica, pero no tenía obra propia. Cuando le preguntaba porque no pintaba cuadros suyos, siempre me decía lo mismo: que no lo hacía porque no tenía un lenguaje personal. De hecho, se limitaba a copiar –TURNER, CÉZANNE, DERAIN, MIRÓ- y lo hacía muy bien; pero no tenía lenguaje propio, no era capaz de hablar por si mismo. No sé si algo de esto le pasa a VLAMINCK. Indudablemente es un maestro, no copia, pero tampoco vuela por libre.

Hay, por supuesto, algo en toda las obras de VLAMINCK que las unifica y las identifica, les da un carácter singular. Después de pensarlo un poco, lo que soy capaz de identificar en todos sus cuadros como cosa propia es la pincelada: muy marcada, muy patente, multidireccional, distinta de la de sus “maestros”. Otro aspecto que me ha llamado la atención es la luz: VLAMINCK utiliza el color –como una fiera- pero sus cuadros no tienen luz. El vídeo que se proyecta a mitad de exposición (es muy recomendable verlo, aunque dure 20 minutazos) lo señala, o más bien señala cómo VLAMINCK no entiende la luz del mediodía francés, necesita menos luz en sus obras; y desde luego se nota en todos los cuadros.

No sé si he sabido explicar todo lo que me ha sugerido MAURICE de VLAMINCK, UN INSTINTO FAUVE, y seguramente me dejo muchas cosas en el tintero. En cualquier caso, me parece que vale la pena acercarse a CAIXAFORUM: es de lo más interesante que se puede ver ahora en Madrid (y se puede ver muchísimo, por cierto: estamos en completa ebullición).

lunes, 6 de abril de 2009

LA TIERRA BALDÍA, de T. S. ELIOT


He leído LA TIERRA BALDÍA con el run-run de las ELEGÍAS DE DUINO todavía en la cabeza. Y la diferencia me ha parecido notable.

LA TIERRA BALDÍA también es un texto críptico, difícil de entender, pero sospecho que con un planteamiento distinto (en este terreno no me atrevo a asegurar nada de nada): trata de reflejar la realidad, no de huir de ella o de re-crearla. Yo he conectado más con ELIOT de lo que conecté con RILKE, aunque quizá RILKE es más lírico que ELIOT. Es interesante saber que los dos textos se publican prácticamente a la vez.

LA TIERRA BALDÍA es un poema dividido en cinco partes de extensión muy desigual, tremendamente fragmentario (en algún sitio he visto que hablan de un “poema cubista”) y lleno –llenísimo- de referencias que al lector poco atento se le escaparán con facilidad, incluso al atento si no está muy muy atento: hay referencias mitológicas; abundan las citas en otros idiomas (francés, italiano, alemán); hay saltos en el tiempo; hay cambios de sujeto; el texto se mueve entre lo más común –situaciones muy de andar por casa: ir al dentista- y los dioses –la metamorfosis de Filomena ... vamos, que hay de todo.

Para entender LA TIERRA BALDÍA he necesitado un guía, un VIRGILIO que como a DANTE me llevara de la mano. Mi particular maestro me explicó que detrás del poema de ELIOT estaba la leyenda del rey Arturo y la búsqueda del grial (cosa que no he sabido ver por ningún sitio), y que el poema trataba de reflejar algo así como la decadencia contemporánea a partir del entorno cultural que configura al hombre, que es objeto del poema. Me hizo notar también la importancia de la figura de TIRESIAS, el hombre-mujer vidente de la mitología griega. La verdad es que no me ayudó mucho: agradezco desde aquí las pistas, pero ¡menudo lío!

Sólo me atrevo a decir que he entendido muy poco pero me ha gustado. Bastante.

Aunque anoto como pendiente LOS CUATRO CUARTETOS, en el futuro inmediato dedicaré la poca atención que –por desgracia- presto a la poesía a algo más nacional, más patrio, más ... comprensible.

Para terminar, una cuestión menor: leyendo, me vino a la cabeza RETORNO A BRIDESHEAD, porque Anthony Blanche recita con un megáfono fragmentos de LA TIERRA BALDÍA desde el balcón de la habitación de Sebastián el día que Charles les conoce. Busqué los versos, y los copio:

(And I Tiresias have foresuffered all
Enacted on this same divan or bed;
I who have sat by Thebes below the wall
And walked among the lowest of the dead.)

Además, me entró cierta duda en la cronología, y aunque estaba seguro de que no podía haber error, la comprobé: la reunión en Christ Church College es a principios de marzo de 1923, y el poema se había publicado el año anterior, 1922 ...

jueves, 2 de abril de 2009

LA SOMBRA, en el MUSEO THYSSEN + FUNDACIÓN CAJAMADRID




Las exposiciones temáticas tienen, en mi opinión, una ventaja y un inconveniente. La ventaja es que si el tema es bueno y da de si, la exposición puede ser interesantísima, porque desarrolla un discurso completo con múltiples ejemplos y no únicamente nos muestra la evolución de un artista. El inconveniente es que no de todos los temas, por interesantes que sean, hay obras de calidad como para llenar una sala de exposiciones (ya ni te cuento si son dos). Siempre cabe, of course, la posibilidad de situaciones intermedias, los famosos grises: un poco de aquí y un poco de allá, que la exposición tenga parte de la ventaja y parte del inconveniente. En mi opinión esto lo que le pasa a LA SOMBRA: el tema es bueno, tiene interés, pero los cuadros –sin ser malos- no son lo mejor, y el resultado es una exposición discreta, en la que uno no sabe con qué quedarse.

LA SOMBRA arranca de un planteamiento claramente ganador, que a la vez puede ser peligroso, por obvio. Me explico: cualquiera que haya pintado alguna vez, cualquiera que sepa un mínimo de pintura y disfrute con ella, sabe que uno de los ingredientes necesarios para conseguir un gran cuadro es la luz y, de manera muy especial, la sombra. Pero a la vez es tan obvio que la luz/la sombra es un elemento necesario en la pintura (como el color, por ejemplo) que cabe el peligro de caer en la simpleza.

Parece sencillo, y desde luego interesante, estudiar cómo se ha tratado la luz y –en este caso- la no luz en la historia de la pintura. LA SOMBRA lo consigue, o más bien lo consigue el espectador/visitante si hace el esfuerzo de ir viendo los cuadros en esa clave, si no se queda en cada obra y recorre el conjunto buscando las sombras y las luces, sus efectos, su valor, su misión en la composición ... Así va descubriendo cómo el artista –o quizá debería decir el periodo artístico, aunque propiamente los periodos no pintan sino que lo hacen personas concretas- empieza pintando en plano; en seguida comienza a construir el volumen (espacio y perspectiva) con luces y sombras; después maneja el claro-oscuro en busca de una plasticidad y una teatralidad importante, de unos efectos exagerados que impresionen al espectador; luego pasa por una época de sombra naturalista; y finalmente da a la sombra protagonismo, sentido propio y autónomo. Si uno es capaz de ver esto –no hay que ser especialista- hasta aquí la exposición más o menos funciona.

¿Qué pero se le puede poner, entonces, a LA SOMBRA? En mi opinión, dos peros. Uno, la falta de explicación. Lo he insinuado en el párrafo anterior, ya lo he dicho en otras ocasiones en selecciónARTE, y lo repito ahora: una exposición –y más una exposición temática en la que se pretende estudiar el desarrollo de un concepto a lo largo de la historia- debe ser fácilmente comprensible por cualquiera con un mínimo de base, y pienso que en LA SOMBRA eso no sucede. Algunas orientaciones/explicaciones claras, bien ejemplificadas con los cuadros, habrían enriquecido mucho LA SOMBRA. Otro pero, el ya señalado al principio: aunque hay cuadros buenos, en general no son estupendos y no siempre reflejan con claridad lo que tratan de decir.

En conjunto prefiero la parte de la FUNDACIÓN CAJAMADRID que la del THYSSEN (me parece que consigue mejor lo que pretende), aunque lo que más me ha interesado está en el THYSSEN: ese momento en el que la sombra deja de sen negra o parda para volverse morada y malva: nuestro impresionismo, que tanto me gusta. En este sentido, magnífico VISTA DEL JARDÍN DE LA ISLA DE ARANJUEZ, de SANTIAGO RUSIÑOL. Y en otro orden de cosas, de nuevo espectacular CORRAL DE LOCOS, que ya señalé hace meses en selecciónARTE al comentar la exposición del Prado GOYA EN TIEMPOS DE GUERRA: un tesoro.