lunes, 30 de noviembre de 2009

CABECERA DE NOVIEMBRE DE 2009: MICHEL DE KLERK en AMSTERDAM


Durante el mes de noviembre de 2OO9, la cabecera de selecciónARTE ha sido la fotografía de uno de los edificios de MICHEL DE KLERK y PIETER LODEWIJK KRAMER en el conjunto DE DAGERAAD, en AMSTERDAM.

Ya he comentado en alguna otra ocasión el interés que tienen los Países Bajos desde muchos puntos de vista, también desde el arquitectónico, y los viajes de he hecho allí en busca de buena arquitectura. En uno de ellos dediqué cierta atención a los trabajos de MICHEL DE KLERK, arquitecto de especial relevancia dentro de la llamada ESCUELA DE AMSTERDAM.

Por decir algo de este movimiento, aunque sean pocas pinceladas, al pensar en la ESCUELA DE AMSTERDAM hay que pensar en vivienda social de calidad; hay que pensar en expresionismo; hay que pensar en conjuntos urbanísticos muy bien desarrollados (facilitados por los ensanches llevados a cabo en las primeras décadas del siglo XX en muchas ciudades holandesas y donde no se puede dejar de citar, si se habla de AMSTERDAM, al gran maestro BERLAGE como autor de los planes SUR -el famoso PLAN-ZUID- y OESTE); hay que pensar en ladrillo magníficamente trabajado (en Holanda apenas hay piedra y trabajan el ladrillo de maravilla); hay que pensar en elementos compositivos de fachada tremendamente plásticos: zócalos, esquinas, huecos de ventana y miradores, remates de cubiertas; hay que pensar en interiores y muebles diseñados para cada caso; hay que ver una relación estrecha entre arquitectura y escultura.

En aquel viaje de 2005 visitamos con detenimiento dos piezas de enorme interés: un edificio singularísimo, conocido como HET SCHIP -EL BARCO-, y el conjunto de viviendas denominado DE DAGERAAD.

HET SCHIP es el nombre que popularmente recibe el complejo de viviendas EIGEN HAARD (que traducido debe ser algo así como “el propio corazón”), un bloque en forma de “V” que tiene algunas partes que recuerdan tímidamente a un barco: de hay su seudónimo. Proyectado y construido por MICHEL DE KLERK entre los años 1913-1919 –muchos años parecen, pero es lo que dicen las fuentes ...- alberga algo más de 100 viviendas sociales, un local de reunión y una oficina de correos, que ahora se ha convertido en un pequeño museo dedicado a la ESCUELA DE AMSTERDAM. Además, se puede visitar una de las viviendas, que ha sido restaurada tal y como DE KLERK la concibió. La imagen de su torre en forma de medio huso es una de las reconocibles en la historia de la arquitectura del siglo XX.



DE DAGERAAD (1920-1923), que se traduce como EL AMANECER, es el nombre de la Asociación para construcción de viviendas que encargo a DE KLERK y KRAMER este conjunto de edificios, que tiene el mismo nombre y que supone una de las cumbres del trabajo de la ESCUELA DE AMSTERDAM. Los arquitectos recibieron el encargo de proyectar 300 viviendas –en realidad son alguna menos- y seis tiendas/almacenes en un solar de 12 hectáreas que BERLAGE, en su PLAN ZUID, había previsto para un hospital. Las imágenes que consiguen –que muchas veces recuerdan a soluciones utilizadas en granjas- son magistrales: las cubiertas de teja que bajan por las fachada, las chimeneas, las esquinas que se desbordan en curvas que abrazan los edificios; los juegos del ladrillo, geniales en sus formas y sabiamente dispuestos en cuanto al color; los detalles de carpintería de ventanas y puertas, cuidadísimos ... Todo tiene interés en DE DAGERAAD.


Desde luego, estos dos conjuntos son de esos hitos que cualquiera que esté interesado en la arquitectura del XX no debe perderse.

HET SCHIP. Spaarndammerplantsoen, 140. 1013 XT AMSTERDAM.
www.hetschip.nl

DE DAGERAAD. Lutmastraat / Mauvestraat / Jozef Israelskade / Tweede van der Helststraat. 1073 AMSTERDAM.

martes, 24 de noviembre de 2009

EDIFICIO METRÓPOLIS, en la GRAN VÍA de MADRID


Como anuncié en la entrada sobre la GRAN VÍA, voy a intentar hacer algunos comentarios sobre edificios singulares de esa calle que ahora cumple cien años. No es el tipo de entrada habitual de selecciónARTE. Normalmente comento y opino sobre lo que veo, lo que visito, lo que leo: no suelo presentar entradas “de gabinete”, que uno tiene que preparar documentándose y repasando, buscando datos e información. Pero que no lo haga habitualmente no quiere decir que no haya entradas así, ni que no me gusten: me encantaría poder dedicarme a estudiar concienzudamente Madrid, o Berlín, o Estambul; o Cezanne; o Palladio; o mil cosas más. No lo hago porque creo que eso ya está hecho por otros, seguramente mucho mejor de lo que yo lo pueda hacer, aunque sólo sea por mi falta de tiempo. Y porque un blog no es medio adecuado para estudios sesudos.

Pero vamos a intentarlo, sin afán de agotar los temas: si perdonáis la pedantería, podemos hablar de una aproximación al tema. Yo aprenderé mucho y quizá a alguno le interese lo que diga. Empezaré por el conocidísimo EDIFICIO METRÓPOLIS, en el arranque de la GRAN VÍA.

El EDIFICIO METRÓPOLIS fue proyectado y construido por los arquitectos JULES y RAYMOND FÉVRIER, y LUIS ESTEVE, entre 1907 y 1910. Sustituyó a la CASA DEL ATAÚD, de la que hablamos en selecciónARTE al contar el inicio de las obras de la GRAN VÍA (alguno recordará que allí se colocó el estrado desde el que la familia real asistió a la “inauguración oficial” ...), y otros inmuebles, cuyo número varía entre 4 y 6 según las fuentes que uno consulte. La conocida popularmente como CASA DEL ATAÚD, situada entre las calles de Alcalá y de San Miguel, obstaculizaba el trazado previsto para la Avenida B de la GRAN VÍA (la Calle del Conde de Peñalver), y fue demolida. En 1905, la compañía de seguros La Unión y el Fénix convocó un concurso entre arquitectos españoles y franceses para la construcción de su sede en ese solar (que para entonces ya estaba limitado por las calles de Alcalá y del Caballero de Gracia: la de San Miguel había desaparecido, y la Gran Vía estaba en construcción). Como se ha dicho, los franceses FÉVRIER ganaron el concurso, y comenzaron las obras el 4 de junio de 1907, aunque fue el español ESTEVE quien las acabó en 1910: no he conseguido aclarar el motivo del cambio de arquitecto. El EDIFICIO METRÓPOLIS (entonces LA UNIÓN Y EL FÉNIX) fue inaugurado el 21 de enero de 1911. En 1972 cambió de dueño, y de nombre. Desde entonces se han llevado a cabo trabajos de acondicionamiento y restauración, y hoy podemos verlo estupendamente cuidado.


De estilo completamente ecléctico (ese que mezcla sin pudor y con acierto elementos clasicistas –columnas, capiteles, frontones- sin seguir obligatoriamente pautas canónicas) y con marcadísimo aire francés, el EDIFICIO METRÓPOLIS recuerda a París a primera vista; no en vano sus arquitectos son franceses ... La altura del edificio es de 45 m, y tiene 6 plantas y 2 sótanos. Se realizó en cemento (hormigón) armado, que entonces se estaba comenzando a utilizar y a partir de entonces sería material estructural habitual.

En la planta del EDIFICIO METRÓPOLIS podemos distinguir dos grandes piezas: el cuerpo principal en “V”, que tiene en su interior un patio en forma de herradura, y el torreón cilíndrico que remara la esquina. En alzado, el cuerpo principal tiene las tres divisiones habituales: un basamento de importancia que recoge toda la planta baja, almohadillado; un cuerpo central en el que se repiten regularmente huecos en las dos dimensiones del paño, que en este caso tienen balcón con barandilla de forja metálica (excepto los que marcan la entrada, en el eje de la fachada, que tiene balaustrada); y, por encima de una importante cornisa, un remate superior que acaba en mansarda de pizarra negra. Entre los huecos de la planta situada justo debajo de la cornisa hay medallones ornamentales con decoración de guirnaldas vegetales. Flanquean esta fachada (o estas dos fachadas, porque se repite el mismo esquema en las calles de Alcalá y del Caballero de Gracia) dos cuerpos verticales salientes, con cierta ornamentación (vegetal y de animales) y rematados por arcos que se coronan con sendos grupos escultóricos.


El torreón cilíndrico que remata el edificio en el encuentro de las calles de Alcalá y Gran Vía y del Caballero de Gracia repite el esquema del cuerpo principal, enriqueciendo la ornamentación: mantiene el mismo basamento, pero el cuerpo central se resuelve con columnas pareadas de orden gigante con capiteles corintios que enmarcan los balcones, y la cornisa superior se quiebra de forma muy importante; por encima de la cornisa quebrada, neobarroca, el cuerpo de remate se llena de escultura entre los huecos, con estatuas alegóricas al Comercio, la Agricultura, la Industria y la Minería, obras de SAINT-MARCEAUX y LAMBERT (alguna fuente añade a LANDOUSKY, pero otras omiten su nombre: quizá sean suyas las esculturas que rematan los cuerpos laterales de las fachas principales, y no los del tambor, pero esto no es más que una suposición). El grupo situado sobre el gran rótulo que señala el nombre del edificio es de MARIANO BENLLIURE. Por fin, la mansarda se transforma en cúpula, la pizarra se complementa con adornos dorados, y el conjunto se remara con la escultura de una Victoria alada de FEDERICO COULLAUT VALERA. Esta obra sustituyó, en 1975, a la del Ave Fénix y Ganímedes que la coronaba hasta entonces, y que se trasladó al jardín del edificio de La Unión y El Fénix –ahora Mutua Madrileña- del Paseo de la Castellana (estupenda obra de LUIS GUTIÉRREZ SOTO que podemos comentar en selecciónARTE en otra ocasión).



Por si situación singular, en la confluencia de la calle de Alcalá y la Gran Vía, el EDIFICIO METRÓPOLIS es un punto clave del centro urbano madrileño, con una presencia importantísima para cualquiera que circula o visita la ciudad. El torreón cilíndrico resulta, sin ninguna duda, de una enorme potencia visual, dando al encuentro de las dos anchas vías gran singularidad. Su estilo, con independencia de lo que los más expertos puedan discutir, es sin duda elegante y rico, vistoso, monumental. Además, por su posición en altura respecto a la Plaza de Cibeles y la perspectiva larga que tiene delante hasta la Puerta de Alcalá, ofrece siempre una visión espectacular, ese irse acercándonos los madrileños desde abajo, mirados por la Victoria alada.

El EDIFICIO METRÓPOLIS es, supongo que nadie lo discute, uno de los iconos de la arquitectura madrileña; uno de los pocos iconos urbanos que tenemos en Madrid, por cierto (también podríamos hablar de esto en otra ocasión). Y el punto de arranque de la GRAN VÍA, que seguiremos recorriendo en selecciónARTE.

EDIFICIO METRÓPOLIS. Alcalá, 39. 28014 Madrid.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

FRANK LLOYD WRIGHT en el MUSEO GUGGENHEIM de BILBAO















El sábado pasado me planté en Bilbao para ver la exposición de FRANK LLOYD WRIGHT que ha organizado el MUSEO GUGGENHEIM. Me atraía el arquitecto, me atraía el museo y me atraía la ciudad, así que en un plan un poco kamikaze –ida y vuelta en el día, y además llegando a Madrid prontito, a primerísima hora de la noche- nos fuimos para allá.

Antes de pasar a comentar la propia exposición diré que considero –yo y un 90 % del planeta tierra- a FRANK LLOYD WRIGHT como uno de los grandes grandísimos del siglo XX. Eso no quiere decir que me parezca impresionante todo lo que hizo (que hizo mucho) porque hay proyectos con los que no sintonizo o en los que me parece que pierde pie, se dispara y plantea soluciones poco acertadas; pero sí que de todos se puede aprender mucho, que en todos sus proyectos hay mucha sabiduría arquitectónica y avance frente a la forma clásica de proyectar. Pienso que todos los arquitectos actuales hemos sacado algo –unos mucho, otros sólo un poco- de lo que hizo FRANK LLOYD WRIGHT. Como es más que sabido, el GUGGENHEIM de Nueva York es una de las obras más emblemáticas del arquitecto, y eso ya es suficiente motivo para organizar, en colaboración con la
FRANK LLOYD WRIGHT FOUNDATION, una buena exposición.

Me gustaron muchas de las cosas que vi en FRANK LLOYD WRIGHT. En cambio, me pareció que la propia exposición se queda corta, y eso es una verdadera pena. Me explico:

FRANK LLOYD WRIGHT ocupa un buen número de salas de la planta segunda del museo (siete, más una donde se proyecta el vídeo de una entrevista) y no se organiza cronológicamente, sino de forma temática; por eso, no hay propiamente un principio y un final. Se dedica una sala a las viviendas, todas francamente interesantes; otra a los proyectos de TALIESIN; una tercera al SOLOMON R. GUGGENHEIM MUSEUM; otra a los planes urbanísticos (BROADACRE CITY, con sus taxicópteros y todo, el plan para el GRAN BAGDAG, CRYSTAL CITY y LIVING CITY); y el resto a una mezcla de proyectos más o menos públicos, desde el genial HOTEL IMPERIAL de Tokio hasta la TORRE DE OFICINAS MILE HIGH, pasando por el TEMPLO UNITARIO de OAK PARCK o el EDIFICIO DE OFICINAS Y TORRE DE INVESTIGACIÓN DE LA JOHNSON & SON.

El GUGGENHEIM presenta una amplísima documentación de los proyectos del arquitecto, la mayoría de las veces con planos y dibujos originales, que son una auténtica maravilla; quizá sea deformación profesional, pero disfruté mucho viéndolos con detalle: ¡qué facilidad, qué limpieza, qué elegancia! Hay algunas maquetas que, sin ser el no va más, ayudan a entender los proyectos. Hay fotografías de alguno de los procesos constructivos (del SOLOMON R. GUGGENHEIM MUSEUM, precisamente), que tienen interés. Hay fotografías de época de muchas de las obras, que también son interesantes. Está el telón del TEATRO HILLSIDE, que me pareció buenísimo.

¿Por qué digo, entonces, que la exposición se queda corta? Lo digo porque, por desgracia, el montaje resulta un poco caótico y se echa de menos algo más de información: si de mi hubiera dependido, habría incluido más fotografías actuales de las obras de WRIGHT, que se echan claramente en falta (ya lo sugirió en algún comentario EL GUISANTE VERDE PROJECT, y al menos dos de mis acompañantes hicieron esa misma afirmación), y también algunas piezas constructivas (vidrieras, por ejemplo) y de mobiliario (sillas, puestos de trabajo, alfombras ...), que ilustrarían estupendamente ese concepto de proyecto global que animaba siempre la obra del arquitecto.

Pero no seré yo quien tire piedras contra una exposición con la que he disfrutado. Dejo constancia de la visita con una fotografía que me hicieron y que me ha gustado: muy expresionista.

BILBAO, además, no se acaba en el GUGGENHEIM: la ciudad está haciendo un serio esfuerzo por construir –por seguir construyendo- obras de calidad, y eso siempre es muy de agradecer. Ahora está todo un poco patas arriba, en proceso, en obras, y aún no se puede apreciar el resultado: habrá que volver más adelante para comprobar si de verdad se consigue ese propósito, o simplemente se alcanza un catálogo de edificios de firma ...

viernes, 13 de noviembre de 2009

CASPAR DAVID FRIEDERICH: ARTE DE DIBUJAR en la FUNDACIÓN JUAN MARCH de MADRID


Dejo hoy constancia en selecciónARTE de una exposición que, sin parecerme imprescindible, pienso que tiene interés. Además, a alguno le traerá a la cabeza aquella otra exposición de FRIEDERICH en el MUSEO DEL PRADO en 1992: yo la he recordado, y esa sí que fue fantástica.

La FUNDACIÓN MARCH de MADRID, en CASPAR DAVID FRIEDERICH: ARTE DE DIBUJAR, reúne un buen número de dibujos del gran pintor del romanticismo alemán. Dibujos de personas, dibujos de arquitectura y ruinas, dibujos de árboles, dibujos de plantas y paisajes, dibujos del mar ... Los de plantas son los que más me ha llamado la atención: consiguen gran belleza y naturalidad.

FRIEDERICH tiene un dibujo preciso y suelto, correctísimo; tiene una enorme facilidad para dibujar, de esas que para los que hemos tenido y tenemos que hacerlo con frecuencia y sólo tenemos relativa mano, nos produce una enorme envidia.

Lo más interesante de la exposición quizá sea lo que se señala en el programa de mano, y que por desgracia queda poco reflejado con las obras a lo largo del propio recorrido: me refiero a cómo esos dibujos, esos apuntes del natural, servían a FRIEDERICH como catálogo, como álbum de imágenes, para después realizar las obras en estudio.

Un consejo: recomiendo empezar por el final. Antes de ver la exposición sugiero ver el vídeo de 9 minutos que explica la propia exposición y que está al final del recorrido: muy ilustrativo. Por cierto, me ha parecido sólo regular –por no decir equivocada- la fórmula de prever monitores personales con auriculares en lugar de proyectar sobre una pantalla grande.

Un cometario sobre la propia sala: los responsables de la MARCH han buscado una organización interesante y acertada, aunque quizá un punto caótica (siempre tengo esta sensación en la MARCH), y una imagen adecuada la romanticismo del pintor, utilizando colores albero y berenjena en lugar de las habituales paredes blancas.

Y una anécdota arquitectónica: lo bien que queda el gran hueco cuadrado y profundo que hay al principio del recorrido.

CASPAR DAVID FRIEDERICH: ARTE DE DIBUJAR se trata de una exposición que quizá no enganchará a todos por lo específica que es, pero que desde luego tiene interés. Y un aviso a navegantes (aviso a visitantes, en este caso): como en todas las exposiciones de obra sobre papel con motivos pequeños, hay poca luz y buenas colas para verlas: mejor evitar los momentos de mucha afluencia ...

lunes, 9 de noviembre de 2009

VIDA Y DESTINO, de VASILI GROSSMAN


Este verano conocí a un valenciano con el que hablé de muchas cosas; entre otras, de libros. Me recomendó vivamente la lectura de VIDA Y DESTINO, un libro que no sólo conocía, sino que incluso me habían prestado y tenía en casa. No me había animado hasta entonces a leerlo porque también me habían llegado opiniones negativas: sabía que era un libro difícil en el que parecía no había quien se aclarase; un libro ruso con la complejidad típica de los libros rusos; un libro de más de mil páginas ... Me armé de valor y en septiembre me lancé, sabiendo que sería una tarea “a medio plazo”. Poco a poco he ido avanzando, he intercalado otros títulos, y por fin hace unos días acabé la novela de VASILI GROSSMAN.

No puedo más que agradecer a aquel valenciano su recomendación, que fue definitiva. VIDA Y DESTINO es un libro magnífico. Duro, complejo, largo, pero muy muy interesante. De esos que de verdad valen la pena.

Escrito en 1960, VIDA Y DESTINO es, con toda propiedad, lo que llamamos una novela coral: muchos personajes y muchos escenarios que funcionan más o menos en paralelo, normalmente con algún nexo común. En este caso hay una situación que sirve de marco: la segunda guerra mundial, concretamente la lucha entre rusos y alemanes, y más concretamente la batalla de Stalingrado; hay una mujer, Liudmila Nikolayévna Sháposhnikova, que es el punto de referencia y cuya familia genera la mayoría de las relaciones entre los personajes de la novela, con protagonismo especial su segundo marido, Víctor Pavlóvich Shtrum; y hay un entorno geográfico, fundamentalmente Rusia y especialmente las ciudades de Stalingrado, Kazán y Moscú, aunque también hay escenas en Alemania.

VIDA Y DESTINO no es únicamente, como había oído, una novela sobre la batalla de Stalingrado: es una novela de serio calado sobre los regímenes autoritarios, sobre el comunismos ruso y el nazismo alemán. Es además, en ocasiones, una novela estremecedora. Una novela llena de contenido y de denuncia. Ideas conocidas, pero muy bien contadas, o mejor, muy bien noveladas.

Comentarios sobre la libertad; sobre el hombre al servicio de una idea o de un estado; sobre la manipulación absoluta de la verdad hasta hacer que todo pierda sentido; sobre la verdad de conveniencia; sobre el miedo a decir lo que de verdad se piensa; sobre la necesidad constante de callarse, de aparentar, de medir las palabras; sobre la sinceridad imposible, o inaccesible, o inútil, o incluso perjudicial hasta extremos impensable; sobre el odio; sobre la forja de una nueva historia, falsa, a la medida de un líder o de una idea; sobre la cruel diferencia entre vida, una vida plena, y la simple existencia, arrastrada y sin expectativas; sobre el antisemitismo y, en general, el racismo; sobre el paralelismo entre el odio racial y el odio de clase; sobre el triunfo del estado a costa de aplastar a las personas; sobre la absoluta arbitrariedad en el ejercicio del poder, que manipula y dispone de la vida de los demás; sobre la obsesión irracional por el triunfo que pasa por encima del sentido común y de la vida de miles de personas ... Todo son ideas interesantes que dan mucho que pensar. En VIDA Y DESTINO hay, además, escenas pavorosas, como la de la cámara de gas; hay historias familiares, domésticas, entrañables; hay historias de amor. Un libro, ya digo, de esos que pesan en la cabeza y en el corazón, de los que se recuerdan.

También es verdad que –como me habían dicho- VIDA Y DESTINO resulta confuso: hasta bien entrado el libro (y no bajo de la página 500, por ejemplo) uno no termina de aclararse para saber a la primera quién es quién y dónde se desarrolla la acción. Es verdad que esto se dice de toda la literatura rusa, pero al menos a mi no me había pasado de forma tan persistente con otras novelas de este estilo. El índice onomástico de personajes localizados en sus respectivos escenarios que aparece al final de libro (al menos en la edición que he leído, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores) ha sido muchas veces mi salvación: conviene manejarlo con frecuencia. Sé de más de uno y más de dos –al empezar hablé de ellos- que han abandonado la lectura perdidos entre tanto personaje y tanto escenario. Yo he aguantado el tirón de VIDA Y DESTINO, porque aunque a veces no esté claro dónde pasa lo que pasa y quién es el personaje al que le pasa, todo lo escrito es ameno e interesante; y, además, poco a poco uno se va situando. Hay que tener paciencia, poca o mucha dependiendo de la capacidad de retener nombres rusos que uno tenga (como en toda la literatura rusa, los personajes son llamados de varias maneras: nombre, apellido, patronímico, diminutivos y motes familiares ...). Además, otro posible problema: para aquellos que les gustan las historias cerradas y completas, aquí nada se cierra. Las cosas pasan –cosas dramáticas que se acaban convirtiendo en cotidianas- y a continuación la vida sigue, con un claro antes y un después: antes y después de la guerra, de la batalla de Stalingrado. Hay personajes y escenarios que hemos conocido a lo largo de la novela y de los que al acabar el libro nada sabemos; pero pienso que no pasa nada: nos hemos asomado a sus vidas en un momento completamente singular, y nos han lanzado un mensaje para hacernos pensar.

En la contraportada se dice que VIDA Y DESTINO resiste –si no supera- la comparación con otras obras maestras como GUERRA Y PAZ o DOCTOR ZHIVAGO. Creo sinceramente que no: para mi, GUERRA Y PAZ -ya lo he dicho en selecciónARTE en alguna ocasión- es LA novela. Pero, desde luego, VIDA Y DESTINO es otro de esos libros que no hay que perderse.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

PALLADIO, EL ARQUITECTO, 1508-1580, en CAIXAFORUM MADRID




Interesantísima exposición.

La figura de ANDREA PALLADIO siempre me ha parecido rodeada de un halo de calidad, de arquitecto exquisito y culto, refinado. Un arquitecto sabio, que ha influido notablemente en la historia de la arquitectura.

ANDREA di PIETRO della GONDOLA, PALLADIO, nace en 1508 en la ciudad de PADUA (la exposición tiene como motivo el quinto centenario de su nacimiento) y desarrolla su labor en las ciudades de VICENZA y VENECIA. CAIXAFORUM presenta un recorrido cronológico por la vida y la obra del arquitecto, bien documentado y suficientemente completo. Al final se dedica un espacio a sus libros, una sala a la forma de trabajar, y otra –la última- a la influencia que ha ejercido en arquitectos posteriores.

Todo tiene interés en PALLADIO: su habilidad y rigor para la composición de plantas y alzados (el alzado posterior de LA MALCONTENTA, o la maravillosa VILLA CAPRA); su elegancia (las logias de la BASÍLICA DE VICENZA o del CAPITANIATO); esa capacidad de resolver con tremendo acierto el detalle (la voluta perpendicular del capitel que da la vuelta, la cornisa que se corta a tiempo, los acertadísimos encuentros de distintos planos y molduras, el frontón que casi casi se diluye para fundirse con la fachada o que se parte por la mitad para rematar los cuerpos laterales de una iglesia); la sabiduría al modelar y encadenar y comprimir y expandir espacios (el refectorio de SAN GIORGIO MAGGIORE); el acierto de rebajar las cúpulas (en la VILLA CAPRA o en el TEMPIETTO BARBARO) ... Todo tiene interés y todo se puede ver en la exposición de CAIXAFORUM.

Las maquetas que llenan la exposición (según se informa al visitante pertenecen al CENTRO INTERNAZIONALE DI STUDI DI ARCHITETTURA ANDREA PALLADO, de VICENZA), son maravillosas: realizadas, si no recuerdo mal, en madera de tilo y haya, son muy bonitas, están trabajadas con esmero y detalle, y tienen un tamaño importante, aspectos que facilitan tremendamente la compresión de los proyectos. Además, combinadas con las fotografías que se van proyectando a lo largo del recorrido, dan una idea muy aproximada de la realidad: las maquetas pueden sugerir una escala grandiosa de las obras que después las fotos moderan, completan en cuanto a acabados, y colocan en su entorno real.

Pienso que PALLADIO, EL ARQUITECTO, 1508-1580, no es una exposición recomendable a cualquiera, porque puede no resultar de fácil comprensión ni de inmediato interés, no tiene un atractivo fácil: no hay colorines, ni estructuras llamativas, ni efectos multimedia ... Es algo más erudita –disculpadme por esta pedantería: también podría decir sobria, o contenida- que, por ejemplo, la exposición de RICHARD ROGERS que hemos podido ver hace poco también en CAIXAFORUM: también estupenda, pero distinta. Y es erudita porque el arquitecto es sutil, y porque la documentación también lo es: resulta quizá más técnica y más serena desde el punto de vista visual que en otras ocasiones. Entiéndaseme bien: es 100 % visual, pero no es simplemente para ver sino para mirar, y con esto no sé si aclaro o confundo: no basta con pasear por las salas y echar un vistazo: eso es darse un barniz de cultureta y perderse a PALLADIO en toda su riqueza e interés. Hay que mirar con atención y detalle los planos, los dibujos, los apuntes, las maquetas, las fotografías; hay que leer todos los textos ... En una palabra, hay que ir sin prisa y con tiempo por delante (yo le dediqué, sin darme apenas cuenta, más de dos horas: hasta que no me avisó quien me acompañaba, no fui consciente de la cantidad de tiempo que llevábamos allí metidos).

Acabo como empecé: interesantísima exposición, que vale la pena visitar. Y para el que quiera saber más,
aquí dejo un link a un sitio que vale la pena (en italiano e inglés).