miércoles, 18 de noviembre de 2009

FRANK LLOYD WRIGHT en el MUSEO GUGGENHEIM de BILBAO















El sábado pasado me planté en Bilbao para ver la exposición de FRANK LLOYD WRIGHT que ha organizado el MUSEO GUGGENHEIM. Me atraía el arquitecto, me atraía el museo y me atraía la ciudad, así que en un plan un poco kamikaze –ida y vuelta en el día, y además llegando a Madrid prontito, a primerísima hora de la noche- nos fuimos para allá.

Antes de pasar a comentar la propia exposición diré que considero –yo y un 90 % del planeta tierra- a FRANK LLOYD WRIGHT como uno de los grandes grandísimos del siglo XX. Eso no quiere decir que me parezca impresionante todo lo que hizo (que hizo mucho) porque hay proyectos con los que no sintonizo o en los que me parece que pierde pie, se dispara y plantea soluciones poco acertadas; pero sí que de todos se puede aprender mucho, que en todos sus proyectos hay mucha sabiduría arquitectónica y avance frente a la forma clásica de proyectar. Pienso que todos los arquitectos actuales hemos sacado algo –unos mucho, otros sólo un poco- de lo que hizo FRANK LLOYD WRIGHT. Como es más que sabido, el GUGGENHEIM de Nueva York es una de las obras más emblemáticas del arquitecto, y eso ya es suficiente motivo para organizar, en colaboración con la
FRANK LLOYD WRIGHT FOUNDATION, una buena exposición.

Me gustaron muchas de las cosas que vi en FRANK LLOYD WRIGHT. En cambio, me pareció que la propia exposición se queda corta, y eso es una verdadera pena. Me explico:

FRANK LLOYD WRIGHT ocupa un buen número de salas de la planta segunda del museo (siete, más una donde se proyecta el vídeo de una entrevista) y no se organiza cronológicamente, sino de forma temática; por eso, no hay propiamente un principio y un final. Se dedica una sala a las viviendas, todas francamente interesantes; otra a los proyectos de TALIESIN; una tercera al SOLOMON R. GUGGENHEIM MUSEUM; otra a los planes urbanísticos (BROADACRE CITY, con sus taxicópteros y todo, el plan para el GRAN BAGDAG, CRYSTAL CITY y LIVING CITY); y el resto a una mezcla de proyectos más o menos públicos, desde el genial HOTEL IMPERIAL de Tokio hasta la TORRE DE OFICINAS MILE HIGH, pasando por el TEMPLO UNITARIO de OAK PARCK o el EDIFICIO DE OFICINAS Y TORRE DE INVESTIGACIÓN DE LA JOHNSON & SON.

El GUGGENHEIM presenta una amplísima documentación de los proyectos del arquitecto, la mayoría de las veces con planos y dibujos originales, que son una auténtica maravilla; quizá sea deformación profesional, pero disfruté mucho viéndolos con detalle: ¡qué facilidad, qué limpieza, qué elegancia! Hay algunas maquetas que, sin ser el no va más, ayudan a entender los proyectos. Hay fotografías de alguno de los procesos constructivos (del SOLOMON R. GUGGENHEIM MUSEUM, precisamente), que tienen interés. Hay fotografías de época de muchas de las obras, que también son interesantes. Está el telón del TEATRO HILLSIDE, que me pareció buenísimo.

¿Por qué digo, entonces, que la exposición se queda corta? Lo digo porque, por desgracia, el montaje resulta un poco caótico y se echa de menos algo más de información: si de mi hubiera dependido, habría incluido más fotografías actuales de las obras de WRIGHT, que se echan claramente en falta (ya lo sugirió en algún comentario EL GUISANTE VERDE PROJECT, y al menos dos de mis acompañantes hicieron esa misma afirmación), y también algunas piezas constructivas (vidrieras, por ejemplo) y de mobiliario (sillas, puestos de trabajo, alfombras ...), que ilustrarían estupendamente ese concepto de proyecto global que animaba siempre la obra del arquitecto.

Pero no seré yo quien tire piedras contra una exposición con la que he disfrutado. Dejo constancia de la visita con una fotografía que me hicieron y que me ha gustado: muy expresionista.

BILBAO, además, no se acaba en el GUGGENHEIM: la ciudad está haciendo un serio esfuerzo por construir –por seguir construyendo- obras de calidad, y eso siempre es muy de agradecer. Ahora está todo un poco patas arriba, en proceso, en obras, y aún no se puede apreciar el resultado: habrá que volver más adelante para comprobar si de verdad se consigue ese propósito, o simplemente se alcanza un catálogo de edificios de firma ...

5 comentarios:

El Guisante Verde Project dijo...

Hola!, como ya explicaste -y ahora también lo haces- los motivos para tu fugaz visita, no te tiraremos de las orejas. Nos alegramos de que haya merecido la pena, porque ya te expresamos nuestras dudas, después de ver la magnífica de Palladio en Caixa Forum.
La organización de la expo es, efectivamente, caótica, y algo fría por ocupar demasiado espacio. El caos lo habrás comprobado, además, si utilizaste la audio guía, con la que vas y vuelves, ya que las obras comentadas no están seguidas. Para nosotros esto es un misterio, ya que siempre lo hacen igual. No acabamos de ver claro el criterio organizativo, ni en esta ni en ninguna que organiza el Guggenheim.
En cuanto a los planos, es verdad que son una maravilla en cuanto a claridad y limpieza, y estabámos seguros de que los disfrutarías, pero ¿realmente ha sido imposible darnos una muestra actual de la obra?¿el mobiliario?¿vidrieras? FLlW concebía todo ello como un conjunto unitario con la arquitectura, y es una pena que no se exponga esta parte, fundamental, de su legado.
Como sí se hizo, por ejemplo, en la exposición dedicada al Surrealismo, llena de objetos muebles, y no solo, pintura, lo que mostraba todas las líneas de actuación del movimiento.
En cualquier caso, sí merece la pena verla, y si, como nos ha sucedido a ti y a nosotros, hemos visto la de Palladio, creo que ha sido un mes muy, muy productivo.
Un saludo!!

El Guisante Verde Project dijo...

Se me olvidó! Ahora la ciudad está francamente recogida, para como hemos estado, no hay mucha obra... Supongo que no te ha dado tiempo, pero ¿has visto el horror (perdón no quiero condicionar), de Siza para el Rectorado de la Universidad del País Vasco? Está junto a la biblioteca nueva de La Universidad de Deusto, un poco más adelante del Museo.
Me gustaría conocer la opinión de Wright, y la tuya, claro.
Saludos, again!

xGaztelu dijo...

Sobre la expo, coincidimos: yo no había valorado lo que dices de las salas frías por exceso de “aire”, de tamaño, pero es completamente cierto; lo de las audioguías, que sí utilice, también es verdad: los comentarios –que no son malos- a veces corresponden a la obra que se supone que comentan pero otras veces van un poco por libre y hacen comentarios generales que poco tienen que ver con lo esperado. Y sobre el orden, las explicaciones de algunos expositores están antes de los dibujos y en otros después, con lo cual a veces no sabes qué lees ... Además, habría sido estupendo poder ver diseños de “piezas menores” a las que tanta importancia daba FLlW.

El edifico de SIZA lo vi: estaba muy en obras y no le dediqué ni un minuto; supongo que acabará blanco, como casi todo SIZA ... no sabría darte una opinión, pero en general me parece que las cosas del portugués tiene más valor conceptual/de proyecto que como imagen final. La biblioteca de MONEO no está mal, pero sólo vimos el exterior, y supongo que tanto muro de pavés conseguirá una luz interior por lo menos sugerente.

Lo de la opinión de WRIGHT sí que sería un lujazo!

Gracias por los cometarios, interesantes como siempre.

xG

loquemeahorro dijo...

Hijo mío, cómo te admiro que te vas a Bilbao y vuelves en el día, para ver una exposición, y a mí me da pereza hasta ir a la Juan March.

xGaztelu dijo...

LOQUE, no es para tanto: ya sabes que el secreto está en la compañía. Eso sí, es mejor hacerlo cuando los días son largos: en otoño la ida, con luz, se hace en un momento, pero en cambio la vuelta, ya de noche y con la compañía cansada y poco habladora, es un viaje aburrido aburrido.

xG