No tenía un interés especialísimo en visitar la exposición que organiza la FUNDACIÓN JUAN MARCH sobre la brasileña TARSILA do AMARAL. Pero acabé yendo –siempre acabo yendo, y la verdad es que casi nunca me arrepiento- y me gusto: resulta evocadora, y tiene interés. Resulta evocadora porque los cuadros de aspecto “inocente” y colorista, siendo muy simples parecen cargados de contenido, llenos de mensajes. Tiene interés porque debajo de esa capa de localismo y casi primitivismo, de preocupación por la tradición brasileña, es fácil descubrir (en ocasiones sólo intuir) las vanguardias europeas del XX: unas veces el cubismo, otras el surrealismo. Alguna obra de TARSILA –O SONO, concretamente- me trajo a la memoria a MAX ERNST y varios de sus collages de UNE SEMAINE DE BONTÉ que comenté en selecciónARTE hace algunas semanas.
No digo más de la exposición porque tampoco encontré mucho más: me fui con la impresión de que seguramente es más apasionante la vida de TARSILA (high-standing, cosmopolita, llena de relaciones) que su obra; o mejor, que la obra de TARSILA do AMARAL enriquece todavía más una vida que debió ser apasionante.
En cualquier caso, si uno pasa por la calle Castelló y tiene tiempo, que no deje de entrar. Y para los que no puedan acercarse, recomiendo visitar el sitio web de la exposición, que me ha parecido interesante, completo y bien trabajado.
No digo más de la exposición porque tampoco encontré mucho más: me fui con la impresión de que seguramente es más apasionante la vida de TARSILA (high-standing, cosmopolita, llena de relaciones) que su obra; o mejor, que la obra de TARSILA do AMARAL enriquece todavía más una vida que debió ser apasionante.
En cualquier caso, si uno pasa por la calle Castelló y tiene tiempo, que no deje de entrar. Y para los que no puedan acercarse, recomiendo visitar el sitio web de la exposición, que me ha parecido interesante, completo y bien trabajado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario