viernes, 28 de noviembre de 2008

COSECHA ROJA, de DASHIELL HAMMETT


Cuando terminé de leer EL SUEÑO ETERNO puse en mi montón de libros pendientes COSECHA ROJA, que es uno de los títulos que tenía en la cabeza como paradigma de la novela negra americana. Como ya he dejado constancia en selecciónARTE, otros títulos se han colado al de HAMMETT, pero después de EL GRAN GATSBY lo cogí con ganas, y lo terminé hace unos días.

Leer COSECHA ROJA es como ver una película de gansters de las de antes, en blanco y negro, con tiros constantes, muchos malos malísimos apretados en coches negros grandes grandísimos, la correspondiente femme fatal, y muertos a diestro y siniestro. No es una joya -me parecieron mejores EL SUEÑO ETERNO y EL HACÓN MALTES- pero desde luego tiene interés y es muy amena.

El escenario es la ciudad de PERSONVILLE, tan corrompida que es conocida como POISONVILLE, Ciudad-Veneno. EL AGENTE DE LA CONTINENTAL, sin nombre conocido por el lector, es el protagonista de la novela. A pesar de tener muy poco aspecto de héroe (su físico es bastante normalito, tirado a discreto), por su intuición, rapidez de cabeza y frialdad resulta un tipo duro, acostumbrado al peligro, a las balas y a pasear entre cadáveres, impasible ante los encantos de la mujer que tiene arrebatada a toda la ciudad.

Junto a él todo un catálogo de malos –no hay ni un bueno- que van apareciendo constantemente -el lío de nombres es notable, lo que también lía la acción, aunque no carga demasiado el ritmo de la historia- y que van muriendo como escaramujos, hasta que al final no queda títere con cabeza. A eso se refiere el título: a la magnífica cosecha de cadáveres ensangrentados que nos sirven en bandeja. Intenté contar los muertos -el propio protagonista, en la recta final de la novela, hace una relación de asesinados- pero no he sido capaz: deben rondar los veinticinco, sin contar daños colaterales. En cualquier caso hay muchos, mueren casi todos (BASTIAN ya me había avisado ...).

El argumento resulta un poco forzado, no es redondo: o bien el principio es un mal arranque para la historia posterior (que es, en mi opinión, lo que pasa), o bien la decisión de limpiar POISONVILLE una vez aclarado el primer asesinato es artificial y no tiene mucho motivo: es una excusa para poder poner a toda velocidad la máquina de matar.

A pesar de lo dicho, que nadie piense que es tiempo perdido el que se dedica a leer COSECHA ROJA. Vale la pena, y mucho, aunque sólo fuera por los diálogos lapidarios del protagonista, que va soltando lindezas de esas que parece que sólo pueden salir de la boca del durísimo BOGART:

“Dinah me miró con sus grandes ojos azules interrogantes.
—Es el primer fruto de la conferencia de paz, cosechado por Thaler, alias el Susurro —le expliqué—. ¿Hay ginebra?
—Era Reno, ¿no?
—Sí. Supuso que me interesaría saber que Poisonville ya no tiene jefe de policía.
—¿Significa eso que...?
—Mataron a Noonan esta noche. ¿Se ha acabado la ginebra, o es que te gusta que te la pida?”

“Tómate un par de días de descanso sin que nadie se entere. Tal como tienes encarriladas las cosas seguirán rodando solas. Vámonos a Salt Lake. Te sentará bien.
No puedo, muñeca. Tengo que quedarme para contar los muertos.”

“Shepp era un hombre alto, con el pecho hundido y una sonrisa de buen padre de familia en la boca, lo que podía deberse simplemente a un defecto en la dentadura”.

Y así unas cuantas ...

2 comentarios:

Ion Egúzkiza dijo...

Es buenísimo. Puedes seguir con "El halcón maltés", si te va el género.

xGaztelu dijo...

Gracias por la sugerencia Bastian, pero leí EL HALCÓN MALTÉS hace un par de años: me pareció estupendo, más redondo que COSECHA ROJA.

He pasado varias veces por DE LIBROS QUE LEO y te veía muy parado, aunque esta tarde descubro que estás con LA COMEDIA HUMANA. Ya dirás algo en tu blog: a mi me gustó mucho.

xG