miércoles, 24 de septiembre de 2008

PARÍS VII: LOS ALREDEDORES





La verdad es que no salimos mucho de París, pero sí dedicamos varias jornadas a visitar algunos lugares singulares más o menos cercanos. Nos centramos en el gótico, y repasamos (con la ayuda de un arquitecto francés que además de ser expertísimo en la materia es un apasionado del siglo XIII) las principales catedrales del entorno. Aunque son cosas muy sabidas, comento ahora lo que más me llamó la atención de cada edifico, que coincide –lógicamente- con lo que podría decir cualquier guía.

En CHARTRES tienen mucho interés las vidrieras, y a mí me sorprendió lo “románica” que todavía es la fábrica; el propio pueblo, pequeño y cuidado, también tiene encanto. AMIENS es un edificio de lo más correcto, del gótico más puro, como uno supone que debe –o debía- ser el gótico. REIMS es, en mi opinión, la joya de las catedrales góticas: absolutamente sorprendente, rica, con una escultura abundantísima y buena, con volumen en la fachada, profundidad y transparencia. El interior, altísimo, también es de primera. Al visitarla, que nadie se pierda las vidrieras de MARC CHAGAL de la capilla central de la girola (también me gustaron las de quien entendí que fue su mujer). La más alta de todas las catedrales quiso ser la de BEAUVAIS (52 metros de altura, si no recuerdo mal), pero tal audacia se paga y tuvieron que parar de construir en el transepto, porque se les venían partes abajo cada dos por tres. Eso da al edificio un aspecto muy llamativo porque, al faltarle la nave, la altura de la cabecera todavía se enfatiza más. Lo de la nave que falta no es verdad del todo: no tiene nave gótica, pero conserva la nave de una catedral anterior, carolingia, mucho más baja y que está muy restaurada; la yuxtaposición de las dos construcciones ayuda, en cualquier caso, a visualizar el proceso medieval de sustitución de un templo por otro. En REIMS también visitamos SAINT REMÍ, donde se mezclan románico y gótico; la fachada, restaurada de forma extraña y con partes muy posteriores, resulta chocante por no decir desafortunada. En SOISSONS nos tuvimos que conformar con una visita-express, porque llegamos cuando estaban a punto de cerrar. No cito aquí el gótico de PARÍS, del que ya hable al referirme a las iglesias de la ciudad. En cualquiera de todas estas catedrales, si uno va con tiempo es divertido dedicar un rato a la escultura de las arquivoltas en los pórticos: imaginación al poder, supongo que gran cantidad de catequesis, y alguna sorpresa que ya me gustaría que me explicaran.

La otra gran visita de estos días fuera de PARÍS, y fuera del circuito de catedrales, fue a VERSALLES. Los jardines, inacabables, son un auténtico espectáculo, maravillosos, vayas por donde vayas son bonitos. En mi opinión, mucho más interesantes que el palacio, que es muy grande pero poco más Este comentario puede ser un poco simplón, porque es verdad que las piezas principales son apantallantes: a mí me pareció que lo mejor es la capilla de palacio, por fuera y por dentro, y también es muy bueno el gran salón de los espejos y sus dos antecámaras. Pero el resto ... Además, las inevitables obras deformaban mucho la imagen del edificio hacia la ciudad. GRAND TRIANON y PETIT TRIANON también tienen su encanto.

Vimos algunos otros sitios, de relativo interés. Yo me quedé con muchas ganas de conocer VAUX LE VICOMTE, del que tanto me habían hablado y, en otro orden de visitas, EURODISNEY que –en su genero, insisto- debe ser la bomba.

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