miércoles, 3 de marzo de 2010

LA PREVIA MUERTE DEL LUGARTENIENTE ALOOF, de ÁLVARO POMBO


Un catedrático de narratología recién jubilado y con una vida más que vacía compra un lote de libros en un puesto de la Cuesta de Moyano, y entre ellos aparecen dos cuadernos manuscritos, el diario de guerra del lugarteniente Aloof. Comienza a leerlos, y mientras va haciendo consideraciones sobre el texto que lee, nos muestra fragmentos de la historia de Aloof en una guerra que no llegamos a identificar en un país también sin identificar; veremos cómo el lugarteniente primero se cambia de bando, después es hecho prisionero, luego conoce a John Redkins, un inglés también prisionero que se hace pasar por Lord (es tan poco idealista y tan insustancial y tan vacío y está tan perdido como el propio Aloof), más tarde los dos se escapan, consiguen engañar a un comandante –ya no sabemos si de su primer bando, o del segundo, o de ninguno- y comienzan una expedición cartográfica ... hasta que llega el desenlace, esa misteriosa previa muerte del título. La necesidad del narratólogo de saber si la historia es real y quién es su protagonista se hace tan grande que pregunta a librero a quien compró los libros si sabe de dónde vino el lote; se lo acaba diciendo y va a visitar a la vendedora, doña Isabel, viuda de un coronel (¿sería el difunto coronel el mismo lugarteniente Aloof?) que finalmente ni confirma ni desmiente si su marido y Aloof son la misma persona (aunque el narratólogo acaba convencido de que seguramente sí lo son).

ÁLVARO POMBO va mezclando las opiniones del narratólogo con fragmentos más o menos largos el diario del lugarteniente (en cursiva en el texto que vamos leyendo) y con sus propias elucubraciones filosóficas (pocas, todo sea dicho). Tenemos en LA PREVIA MUERTE DEL LUGARTENIENTE ALOOF dos historias en principio distintas pero que poco a poco se van cruzando, mostrando cómo influye la ficción de Aloof en la vida del narratólogo, que no sabe –ni sabemos- si lo que lee/leemos es ficción o realidad, si realmente está ante un diario o ante un ejercicio narrativo en forma de diario.

LA PREVIA MUERTE DEL LUGARTENIENTE ALOOF es un ejercicio (incluso diría que es un experimento) que se mueve en varios planos superpuestos, pienso que sin afán de profundidad sino de puro divertimento: vamos poco a poco descubriendo la implicación del narratólogo en la obra que lee, y a la vez nosotros nos vamos implicando en la novela (¿novela?) de POMBO; POMBO va jugando con nosotros, y los comentarios que el narratólogo hace del diario de Aloof en el fondo están sugiriendo lo que hace POMBO con su propia novela (¿novela?). Da la impresión de que POMBO se lo ha pasado bien escribiendo, y nos ofrece la posibilidad de disfrutar con ese juego que ha inventado de referencias cruzadas. El argumento de LA PREVIA MUERTE DEL LUGARTENIENTE ALOOF es una historia de aventuras (las del lugarteniente Aloof y Lord Redkins), que de alguna manera mantiene nuestro interés hasta el final, pero creo que eso es lo de menos. O a mi me ha parecido lo de menos: yo lo he pasado estupendamente descubriendo –o inventando, vaya usted a saber- el juego de ÁLVARO POMBO. Me da igual no saber qué guerra es, dónde pasa, incluso cómo acaba. Me importa poco que todo sea verdad o mentira, impostura o realidad como dice Aloof a Redkins en algún momento. Incluso podemos tener la sensación de que no nos han leer todo el diario de Aloof, que nos faltan partes de la aventura. Es lo de menos. Estamos “jugando” a otra cosa. Estamos, con palabras del propio POMBO en su papel de narratólogo, ante “... algo tan elusivo como es un texto literario ... que en última instancia no requiere interpretación sino gozo”. ¿No es esto, de alguna manera, lo que llamamos metaliteratura?

Y, como siempre, todo escrito de forma magistral. ÁLVARO POMBO es un mago, escribe como nadie, y en LA PREVIA MUERTE DEL LUGARTENIENTE ALOOF lo vuelve a demostrar: de diez. En esta obra utiliza dos recursos que encontramos frecuentísimamente: la paradoja y la repetición. Paradoja que contrapone conceptos, que hace que los protagonistas se contradigan constantemente y a la vez se expliquen de maravilla: “avanzaban muy poco marciales ... manteniendo más o menos la formación reglamentaria”; “con zancadas aparatosas mediante las cuales ... no avanzaban mucho”; “indomesticable animal doméstico”; “nos miraban sin vernos”; “incluso amenazándome, del todo no me amenazaba”; “tenía tanta gracia militar y tanto encanto varonil la mujer aquella”, “parecía vender de todo un poco, aunque en las repisas polvorientas apenas había nada de nada”; “capacidad de ser como si no fuéramos y de estar como si no estuviéramos, o al revés”; “negarme el derecho a investigar ... darme permiso para hacerlo”; “y yo me sentí, una vez más aquella noche, cansado como estaba, vigorizado y reanimado como nuca”; “la verdad era que no era verdad que fuéramos cartógrafos”; “no era verdad que ésa fuese la intención, pero tampoco era verdad que no lo fuese”; “incisivo monólogo insustancial (y a la vez tan vivo y significativo); “su memoria tan precisa e imprecisa a la vez”; “se sentía doña Isabel desatendida y devaluada en el acto mismo de ser valorada y atendida”. Constantes repeticiones de palabras, no ya en una misma frase, sino en una misma línea, dando fuerza al discurso: “dejar que lo hubiera de echársenos encima se nos echara de una vez encima y entonces ver qué hacíamos”; “dejaré para el final ese final”; “reportajes de guerra en esta guerra incongruente”; ”comí hambriento sin preguntar nada. Nada me preguntó esta mujer ...”; ”encontrar yo solo Glarima y ver a ver, por mi mismo, ...”; y así, mil. Frases y palabras en inglés: ”you looked so aloof!”; “ours”. Frases/citas en francés : “À la recheur du temps perdu”. Citas en latín: “natura naturans y natura naturata”. Citas a personajes y de personajes: Ángel González, el poeta asturiano (supongo); José Carlos Mainer, el catedrático de Zaragoza (literatura española); Ortega y Gasset y el célebre Pérez Reverte (sic); el no menos célebre Marías, el Joven (sic); Spinoza; Leibniz; Jerónimo Borao, el escritor y político; Faustino Casamayor, el cronista de la historia de Zaragoza; Harold Pinter, el dramaturgo inglés; Darío Villanueva, el catedrático de Santiago (teoría de la literatura y literatura comparada). Citas casi casi sin citar: “contra el acertado título de Althusser, el porvenir no ha de durarme mucho a mi” (entiendo que refiriéndose a Lo que puede durar el partido comunista, de Louis Althusser, el filósofo marxista francés que acabó desquiciado). Y un saber hacer hablar a sus personajes, un manejo del leguaje de la gente, de la calle, que ya lo quisiera cualquiera, que ya lo quisiera yo para estas entradas mías en selecciónARTE: “Si vas a tomarme por imbécil estás muy confundido, tú no eres un cualquiera, y esto no lo digo por quererte, que me caes muy mal, tan a lo tuyo como estás en todo. A los como tú los tengo yo muy vistos”; “había una claridad ido creciendo por el patio y la casa. Debieron al capitán desventrarle dormido”; “lo último que hubiese podido decir de mi marido es que fuese un poco apocado, no lo era. Como usted comprenderá, eso es lo único que no”. ¿No recuerda todo un poco a lo que ya dijimos al hablar de VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO?

No hay, en cambio, mujeres en LA PREVIA MUERTE DEL LUGARTENIENTE ALOOF; ni Santander ...

Alguno me puede decir que no soy del todo objetivo por demasiado forofo de POMBO, y que LA PREVIA MUERTE DEL LUGARTENIENTE ALOOF no es para tanto, que es una obra menor, una cosa sencilla, un entretenimiento, un experimento que se le ha quedado corto; incluso que es una tomadura de pelo. Puede. Pero a mi me ha parecido un ejercicio más que notable.

LA PREVIA MUERTE DEL LUGARTENIENTE ALOOF. ÁLVARO POMBO. ANAGRAMA NARRATIVAS HISPÁNICAS, 461. 2009. 179 pgs.

4 comentarios:

loquemeahorro dijo...

A Pombo, por lo que cuentas, le ocurre como a los virtuosos que del piano (por ejemplo) que cuando ya dominan a la perfección la técnica, empiezan a hacer variaciones porque se aburren. Como el gimnasta que inventa una floritura aún mayor, un giro más.

Es decir, que lo que para otros es inalcanzable, para él ya está dominado.

Ah, que algo sea un entretenimiento no es nada malo, todo lo contrario, creo yo.

lammermoor dijo...

Había dejado un comentario en la entrada, recién "colgá" pero parece que se lo ha llevado el viento.
Más o menos decía que Pombo es un autor que nunca me atrajo; sin embargo, tras leer tu entrada, tendré que considerar su inclusión en mi plan infinito.
(Como se lleve también éste, apedreo a la nave nodriza)

loquemeahorro dijo...

Lammermoor: a mí me ha pasado cienes y cienes de veces, la nave nodriza es súper activa en este blog.

Estoy convencida, xGaztelu, que miles de personas te dejan comentarios a diario, pero se los llevan los del triángulo en la frente!!!

xGaztelu dijo...

LOQUE, me ha gustado esa comparación, ¡sí señora! Aunque no es el más-difícil-todavía sino el más-interesante-todavía ...

LAMMERMOOR, ya siento lo del primer comentario, pero te aseguro que yo no fui (aunque LOQUE, que es perversa, lo sugiera ...); y lo malo es que no sé cómo evitarlo! Si te animas con POMBO, no empieces por éste. Como he sugerido otras veces, si quieres algo divertido, LA APARICIÓN DEL ETERNO FEMENINO; si quieres algo serio, DONDE LAS MUJERES; si prefieres algo más serio, EL METRO DE PLATINO IRIDIADO.

xG