viernes, 7 de junio de 2013

IGLESIA DEL ANTIGUO HOSPITAL DE JORNALEROS de MADRID, de ANTONIO PALACIOS RAMILO y JOAQUÍN OTAMENDI MACHIMBARRENA, ARQUITECTOS


Hace unos años –quizá diez o doce- me llevaron a ver la iglesia del HOSPITAL DE MAUDES, que no conocía. A partir de entonces, cada vez que pasaba por delante pensaba que tenía que volver. Pero no es una de mis zonas habituales de Madrid y generalmente paso a toda velocidad (toda la que está permitida …), sin parar, y repitiéndome ese tengo que volver.



Lo intenté hace unos meses, acercándome expresamente un sábado por la tarde, pero encontré la iglesia cerrada por obras; pregunté a uno de los trabajadores que andaba por allí, y me dijo que se abriría a finales de año (2012). Sin mucha prisa, todo sea dicho, he vuelto de nuevo hace unas semanas para visitar el templo.


La historia del antiguo HOSPITAL DE JORNALEROS DE SAN FRANCISCO DE PAULA está muy bien contada en muchos sitios, así que no la repetiré en selecciónARTE. Baste decir que, por encargo de doña DOLORES ROMERO Y ARANO, los arquitectos ANTONIO PALACIOS y JOAQUÍN OTAMENDI proyectaron y construyeron entre 1908 y 1916 un hospital para trabajadores a las afueras de Madrid, junto a la actual Glorieta de Cuatro Caminos. Con su inconfundible estilo (mucho hemos hablado en selecciónARTE de la forma de hacer de PALACIOS, con OTAMENDI y sin OTAMENDI) levantaron un edificio interesantísimo, con fortísima personalidad y lleno de cuidadísimos detalles, que hoy queda enmascarado por la masa edificada y las vías de circulación que lo rodean.


El edificio, de carácter monumental, tiene un programa extenso que los arquitectos resuelven adaptando una tipología habitual en establecimientos carcelarios y también frecuente en hospitales: planta estrellada cuyos brazos convergen en un patio central. La iglesia –de tamaño medio, más bien pequeña- se sitúa en el eje mayor del conjunto, y tiene planta de cruz griega con los brazos muy cortos rematados en ábsides semicirculares. El exterior del templo es tremendamente plástico, a medio camino entre la catedral y la fortaleza. El interior, en cambio, no tiene elementos notables desde el punto de vista arquitectónico, pero llama especialmente la atención el sugerente ambiente: las abundantes vidrieras en paredes y techo –una bóveda nervada, gótica y acristalada- filtran la luz y la colorean, consiguiendo un efecto singular, muy logrado. Aunque sólo sea por esa atmósfera, vale la pena acercarse a visitarla (eligiendo, eso sí, un buen día de sol).


No diré más del edificio (las fotos hablan solas) pero quiero dejar constancia de lo bien que me trataron el día de mi visita: una mujer joven me abrió el templo (estaba cerrado cuando llegué, aunque había pasado la hora anunciada de apertura), y esperó con paciencia y sin sensación de prisa mientras yo lo recorría y fotografiaba desde casi todos sus ángulos. Al acabar me explicó que es la parroquia de los sordos y ciego-sordos de Madrid; no me quedó otra que reconocerle que eso de ser ciego-sordo debe ser tremendo, y entendí los rótulos y pantallas que han colocado los actuales responsables: sin dudad eficaces para el uso que tiene la iglesia, pero poco afortunados (alguno habrá notado que todas las fotos miran al cielo: ya sabe el motivo). Al acabar me dio una estampa en la que aparece una Virgen con el dedo índice delante de los labios sugiriendo silencio, y con la oración a Santa María del silencio por detrás. Y yo, cutre de mi, no llevaba encima dinero para dejar un pequeño donativo …

6 comentarios:

Elena Rius dijo...

Curioso lo de la bóveda acristalada, no recuerdo haber visto ninguna. El efecto debe ser bonito en días de sol. En cuanto al edificio, no lo conozco, pero debo decir que al menos en fotografía resulta imponente, aunque personalmente no me entusiasma.

loquemeahorro dijo...

Yo sí que podría ir con relativa facilidad, de hecho por fuera lo he visto muchas veces y siempre me fijo, porque realmente es muy particular.

Buscaré los horarios, y si me cuadran comprobaré todo lo dicho.

xGaztelu dijo...

En mi opinión, ELENA, desde el punto de vista histórico -y en concreto de historia de arquitectura de Madrid- ANTONIO PALACIOS es un personaje muy interesante, y su obra clave en el arranque del XX. Pero entiendo que su estilo (sobre todo el primero, tan recargado y en el fondo tan de su momento a pesar de su singularidad), no sea lo que ahora nos atrae más.

LOQUE acercate y a ver qué te parece. Creo recordar que está abierta por las tardes entre semana, y los domingos por las mañanas.

xG

Anónimo dijo...

Me ha encantado esta entrada, porque es uno de esos edificios que no logro definir si me gusta o me horroriza, y creo que, después de leerte, me apetece visitar. Hay un montón de sitios de los que querría que hablases, como Nuevos Ministerios, o las Torres Kio, etc, por no hablar de tus lecturas.

Anónimo dijo...

Por cierto: ¿me he despistado, o aún nos debes una entrada sobre el Palacio Real? Es un edificio que me fascina, especialmente después de leer "La de Bringas", del maestro Galdós, en la que describe la ciudad, con calles y plazas, que hay en la última planta.¡Ojalá pudieras obtener el permiso para visitar lo que queda fuera del recorrido oficial!
Soy María, se me olvidó ponerlo en mi anterior comentario.

xGaztelu dijo...

MARÍA, muchas gracias por los comentarios. Entiendo perfectamente lo que dices, eso de “no logro definir si me gusta o me horroriza”: dependiendo de los criterios con los que juzgues un edificio puedes estar en un extremo o en el otro. Visto con “ojos simplones de hoy”, el HOSPITAL DE MAUDES es un pastiche absoluto, como lo es CORREOS o EL EDIFICIO METRÓPOLIS. Pero visto con unos ojos más cuidadosos, curiosos, contextualizantes, históricos … son piezas interesantísimas de la vida y la historia de la ciudad. Mis entradas, ya lo has visto, no pretenden ser exhaustivas, ni “de enciclopedia” (y, ojo, no es que me parezcan mal ese tipo de entradas: hay sitios en la red y blogs sobre Madrid realmente buenos); yo suelo señalar algo que me llama la atención, que me parece interesante o sugerente: el comentario que se podría hacer en una visita con amigos, sin necesidad de caer en lo erudito (por cierto, releo todo esto y veo ha quedado de lo más pedante: perdón!).

Ya veremos qué edificios son los siguientes: por desgracia, selecciónARTE está languideciendo poco a poco y no sé qué pasará con él; ahora mismo tengo en el horno la Iglesia de San Agustín. Sobre los que citas, te diré que de Nuevos Ministerios hablaría bien (me parece una obra con claro valor arquitectónico e histórico) y en cambio de las Torres Kio, no. Y sobre el Palacio Real parece que me has leído el pensamiento: yo también lo considero un edificio de primerísimo orden, en su día –con motivo de una de las cabeceras del blog- creo que hablé de una posible entrada específica, y hace relativamente poco (aunque ya son meses) pedí a un amigo que me consiguiera una visita “de las largas” … Todavía no ha podido ser, y no se si será, pero no pierdo la esperanza.

Y si vas a MAUDES, ya nos contarás qué te parece, si coincidimos o no. Un saludo,

xG