domingo, 26 de mayo de 2013

HIPERREALISMO 1967-2012, en el MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA de MADRID



Estuve viendo HIPERREALISMO 1967-2012: una exposición llamativota, muy divertida de visitar, muy entretenida, que recomiendo a cualquiera: casi nadie saldrá defraudado del museo. 

Eso sí, puede que a algunos, como a mi, les deje un poco fríos: no cabe duda que la obra expuesta, el estilo hiperrealista que vemos, refleja una forma de vida concreta, muy norteamericana; pero a medida que el visitante recorre las salas se pregunta si aquello no es más que un divertimento, unas obras de técnica magistral que no tiene mucho que decir, al menos mucho más allá de lo que ya nos dijo el pop-art … En algún momento me vino a la cabeza la reciente exposición de EDWARD HOPPER, genial, un artista que dice muchísimo más que estos utilizando unos temas y modelos similares. También pensaba que hay otros hiperrealismos (NARANJO, BRAVO, LÓPEZ …) que quizá tienen algo más de reflexión y profundidad que el americano, que es el que podemos ver –al menos en un altísimo porcentaje- en el THYSSEN hasta el próximo 9 de junio. Por cierto, es una pena que no haya más variedad, porque la exposición acaba resultando demasiado igual.



Para completar la entrada, copio el texto del folleto, que explica así la exposición:


La exposición Hiperrealismo 1967-2012 propone, por primera vez en España, un recorrido por la genealogía de este movimiento desde sus inicios hasta la actualidad. El hiperrealismo nació en Estados Unidos a finales de los años sesenta y fue bautizado por Louis K. Meisel con el nombre de photorealism. Su definición establecía que eran “fotorrealistas” aquellos artistas que empleaban la cámara fotográfica sin reparos como instrumento para la pintura, trasladaban al lienzo la imagen empleando recursos mecánicos, semimecánicos o técnicos, con una ejecución minuciosa que permitía la realización de pinturas cuya nitidez producía una ilusión fotográfica. El nuevo movimiento heredaba del pop la pasión fetichista por los escaparates, los automóviles y las motos relucientes, los diners, la arquitectura art decó, la iconografía kitsch y la fascinación por pintar, no las cosas, sino las imágenes estereotipadas de las cosas. Los hiperrealistas utilizan la cámara fotográfica como herramienta para documentar el día a día de la vida norteamericana, pero también para investigar sobre la percepción y cómo la fotografía ha cambiado nuestra relación con lo que consideramos la realidad objetiva.

Partiendo de imágenes fotográficas, estos artistas se recrean por un lado en el close-up, en la más extrema proximidad, en los detalles agigantados, como los tubos de pintura de Audrey Flack o los juguetes de hojalata de Charles Bell. Y por otro lado, en el paisaje panorámico: desde Richard Estes hasta Ben Johnson, toda una línea de pintores que se han consagrado, emulando a Canaletto o Bellotto, a una reinvención del vedutismo en las ciudades actuales. El hiperrealismo tuvo su consagración en la Documenta 5 de Kassel en 1972 dirigida por Harald Szeemann y desde entonces muchos artistas han continuado trabajando con esta técnica ampliando el abanico de motivos y herramientas. Debido al avance de las tecnologías, la producción hiperrealista más reciente ha conseguido un grado de nitidez en “alta definición”.

La muestra cuenta con más de sesenta obras pertenecientes a tres generaciones de artistas, partiendo de los primeros artistas norteamericanos como Richard Estes, John Baeder, Robert Bechtle, Tom Blackwell o Chuck Close, para continuar con su proyección internacional hasta hoy en día.

4 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Me has confirmado la idea que tenía, a priori, de esta exposición: mucha perfección técnica pero quizá no demasiada sustancia.

xGaztelu dijo...

LOQUE, junto a eso ten en cuenta que es muy muy divertida de ver ... y eso también es un valor!

xG

Varenka dijo...

Lo poco que he visto por internet me encanta. A lo mejor no hay mucha sustancia y reflexión en estas obras, pero esteticamente son preciosas y no, no parecen fotos. Tienen una realidad propia. Me quedo con los Diners, coches, ketchup...

Pena perdérmela.

xGaztelu dijo...

VARENKA, hay de todo: algunos cuadros sí que son auténticas fotos, pero también hay otros que -como dices- tienen una realidad propia, y muchísimo encanto ...

xG