miércoles, 31 de agosto de 2011

CABECERA DE AGOSTO DE 2011. UN DESEO VERANIEGO: AL MAR DESDE MI HABITACIÓN



Durante el mes de agosto de 2011 la cabecera de selecciónARTE ha sido un detalle de HABITACIONES JUNTO AL MAR (ROOMS BY THE SEA), de EDWARD HOPPER. Óleo sobre lienzo pintado en 1951, mide 74 x 100 cm y se encuentra en la YALE UNIVERSITY ART GALLERY, NEW HAVEN, CONNECTICUT.



martes, 30 de agosto de 2011

NO ES PAÍS PARA VIEJOS, de CORMAC McCARTHY



Me gusta CORMAC McCARTHY y ya he comentado en selecciónARTE varios libros suyos: LA CARRETERA, TODOS LOS HERMOSOS CABALLOS, EN LA FRONTERA y CIUDADES DE LA LLANURA. Hoy sólo quiero dejar constancia de que NO ES PAÍS PARA VIEJOS (NO COUNTRY FOR OLD MEN, 2005) también es una buena novela que vale la pena leer, con ese estilo sobrio y cortado tan propio de McCARTHY que a muchos nos parece acertado aunque en ocasiones resulte difícil seguir.

Como supongo que casi todos hemos visto la película de los HERMANOS COEN (a mi me pareció muy buena), todos conocemos el argumento: una historia de esas en las que un pobre hombre encuentra por casualidad un montón de dinero y se ve metido en un lío morrocotudo; una historia en la que matan hasta al apuntador, en la que hay un sheriff mayor y sensato que trata de arreglar las cosas, un malo malísimo que más que no tener escrúpulos parece no tiene ni una pizca de conciencia, y narcos a diestro y siniestro. El asesinato de Carla Jean (la mujer de Llewelyn Moss, el pobre hombre) y sobre todo su diálogo previo con el asesino son de premio.

Resulta inevitable –al menos a mi me ha pasado- que cada vez que Anton Chigurh entra en acción con su bombonita de aire comprimido, JAVIER BARDEM surja en la cabeza del lector con aquel pelo infame que le colocaron los COEN. En la novela su aspecto es mucho más anodino, y su personalidad más cruel, más brutal, y más impasible. Un personaje que no se olvida así como así.

jueves, 25 de agosto de 2011

EL MAR, de JOHN BANVILLE




Esta novela llegó a mis manos de una forma un tanto rocambolesca –y larga de explicar: os la ahorro- y no sabía qué me iba a encontrar; además, tampoco conocía a BANVILLE. Investigué un poco, y las opiniones que encontré eran muy buenas, pero poco razonadas. Así que empecé a leer, no con prevención pero sí con inseguridad: ¿qué voy a encontrar en EL MAR? ¿Llegaré al final? He llegado, y además EL MAR me ha parecido una novela notable: no es, en mi opinión, el no-va-más, pero vale sobradamente la pena.

El protagonista de EL MAR, Max Morden, está intentando recuperarse de la reciente muerte de su esposa, Anna. Para lograrlo se ha instalado en Los Cedros, una casa de huéspedes en Ballyless, el pueblo donde pasó algunos verano durante su infancia. Allí comienza a recordar –y a contarnos- sucesos de entonces, que se van mezclando con su situación de ahora: la amistad adolescente, el despertar del amor, la muerte.

Precisamente lo que tiene que ver con ese amor primero es lo que me ha parecido más trillado, más conocido, requetescrito … pero el resto de la historia es estupenda. La estructura de la novela está muy muy trabajada, yendo y viniendo en el tiempo como van y vienen las mareas en el mar. La narración avanza en dos planos, o tres incluso: por un lado los veranos de la infancia, por otro el año que transcurre desde el diagnóstico de la enfermedad de Anna hasta su muerte, y en tercer lugar la actual vida en Ballyless; los tres momentos se mezclan constantemente, con un resultado brillante (la contraportada de EL MAR califica la novela de meándrica: me parece una palabra fea como ella sola, pero la idea desde luego es acertada). Los personajes están muy bien definidos: el matrimonio Grace; Chloe, Myles y Rose; el coronel. Como detalle menor, pero que me ha gustado, las referencias la mundo de la pintura son abundantes (Max es un experto en arte que trabaja sobre la obra de Bonnard).

Y, sobre todo, JOHN BANVILLE escribe estupendamente: leer EL MAR es una delicia.

jueves, 18 de agosto de 2011

EL DESCENDIMIENTO, de CARAVAGGIO, en el MUSEO DEL PRADO

Con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud –esta mañana ha llegado Benedicto XVI a Madrid- el MUSEO DEL PRADO ha traído, y/o los MUSEOS VATICANOS han prestado, EL DESCENDIMIENTO, de CARAVAGGIO (que, por cierto, yo siempre había llamado EL ENTIERRO DE CRISTO o EL SANTO ENTIERRO; en realidad la escena representa el paso siguiente al momento en el que desclavan a Cristo de la cruz, que sí sería el descendimiento, y lo que vemos es cómo está siendo depositado en el sepulcro, con prisas y sin demasiada ceremonia). Ya comenté que ésta era una de las obras de MICHELANGELO MERISI que me quedé sin ver cuando estuve el verano pasado en Roma, así que hace unos días me acerqué al PRADO.

¡QUÉ CUADRO! (así, con mayúsculas).

EL DESCENDIMIENTO (óleo sobre lienzo, 306 x 214 cm. 1602-1604. Museos Vaticanos, Ciudad del Vaticano) es impresionante: qué fuerza, qué perfección técnica, qué composición, qué luz, qué rotundidad … incluso qué tamaño. Todo lo que yo pueda explicar aquí se quedaría cortísimo, así que me limito a aconsejar que nadie se pierda la oportunidad de verlo. Está en Madrid hasta el 18 de septiembre.

EL DESCENDIMIENTO se incluye en esa interesante iniciativa llamada LA OBRA INVITADA, y también forma parte de LA PALABRA HECHA IMAGEN, un recorrido temático que ha preparado el Museo como parte de las actividades culturales que se organizan en Madrid con motivo de la JMJ. No realicé ese itinerario –no por falta de ganas, sino por falta de tiempo- y, aunque el cuadro de CARAVAGGIO es el único que no pertenece a los fondos del PRADO, creo que recorrerlo puede tener interés: grandes obras de la historia del arte explicadas desde el punto de vista religioso, precisamente el punto de vista con el que fueron concebidas. Tengo la publicación que ha preparado el Museo (un folleto de casi 100 páginas, sencillo y muy bien hecho, que explica las 14 obras), y me ha dado pena comprobar que los responsables de LA PALABRA HECHA IMAGEN –no sé si por motivos artísticos o catequéticos- no han incluido el genial CRISTO MUERTO, SOSTENIDO POR UN ÁNGEL, de ANTONELLO DA MESSINA, que como ya he dicho alguna vez en selecciónARTE es una de las obras del Museo a la que tengo más … cariño: una lástima, cierto, pero que se resuelve yendo a verla aunque no nos la recomiende el MNP ni la JMJ. Avisados quedáis.

También aproveché para ver la exposición temporal ROMA, NATURALEZA E IDEAL. PAISAJES 1600-1650. Muy interesante y muy completa, sin duda, pero la competencia era excesiva: en mi cabeza los paisajes han quedado eclipsados por CARAVAGGIO.

jueves, 11 de agosto de 2011

PRAGA, ¿DEMASIADO PHOTOSHOP?

PRAGA, ya lo he dicho, es una ciudad que deslumbra, una ciudad preciosa, pero a medida que uno la recorre y la vive (en la medida que es posible vivirla estando sólo unos días), nota que hay algo que no funciona del todo. Yo, al menos, es la sensación que he tenido.
Mi primera visión de PRAGA fue desde el CASTILLO (PRAŽSKÝ HRAD), la misma tarde que llegué: era última hora y apenas quedaba nadie por allí. Me fascinó, lo reconozco: construcciones imponentes, patios que controlan el espacio y crean entornos muy proporcionados, la Catedral de San Vito (SVATÉHO VÍTA) encajada entre edificios. Todo tranquilo y todo limpísimo. Y, como no, las vistas de la ciudad desde los dos extremos del Castillo al sol de poniente: cielo azul, el río, y PRAGA con luz dorada. Después las cosas siguieron en esa línea: MALÁ STRANA, la Ciudad Vieja, el Barrio Judío … el primer impacto es, sin duda, sensacional.

Pero en cuanto se pasa esa primera impresión uno empieza a sospechar que todo está demasiado bien, demasiado cuidado, demasiado bonito. No es malo, desde luego, que la ciudad esté cuidada, todo lo contrario; pero en mi caso fue creciendo la sensación de estar en un escenario, una sensación de cosa falsa, de postal con exceso de photoshop. Después de unos cuantos días en PRAGA lo que me venía con frecuencia a la cabeza era la idea de Parque Temático, una ciudad de pega pensada al cien por cien para el turista, estudiada para que el visitante crea estar en la ciudad centroeuropea ideal, perfecta. Un enorme decorado en el que vamos encontrando la ciudad que esperamos, la que nos han contado. URBANOLANDIA, podríamos decir.
Desde luego, para que PRAGA sea la ciudad que hoy vemos necesita un soporte muy singular, rico, que sin duda tiene: la colina del Castillo existe, el Moldava existe, existe el entramado urbano y sus edificios en una interesante mezcolanza de estilos y épocas (esto también se podría matizar, pero no iré por aquí). Pero encima de todo eso lo que hay en una capa de pintura muy muy gruesa, demasiado gruesa, en mi opinión: una restauración bastante teatral y pensada para crear su propia imagen, su leyenda. Quizá sea una apreciación injusta, pero el efecto final es el de una ciudad mona, muy cuca, pintoresca como ya dije … y un poco falsa; una mujer que fue bella y que se ha repintado para tratar de recuperar el esplendor que tuvo.

¿Es PRAGA más bonita que ROMA, que LONDRES o que PARÍS? (y ojo: no digo interesante, donde la discusión no tendría sentido. Me estoy moviendo todo el rato –en la entrada anterior y en ésta- en el plano más elemental: bonita) Yo, desde luego, diría que no. Es verdad que en PRAGA lo bonito es mucho y sobre todo está todo junto, formando un conjunto unitario y homogéneo; consigue así que el efecto para el visitante sea fantástico, como dije ayer y mantengo hoy, a pesar de todo lo escrito (PRAGA me ha encantado). Pero pongamos las cosas en su sitio: de ninguna manera tiene un eje como el que recorremos desde el LOUVRE hasta el ARCO DE TRIUNFO paseando por las TULLERÍAS, la PLAZA DE LA CONCORDIA y los CAMPOS ELÍSEOS; ni el que recorremos desde OXFORD CIRCUS hasta PICCADILLY CIRCUS por REGENT’S STREET para después pasar a TRAFALGAR SQUARE y acabar en WESTMINSTER ABBEY; ni el que podemos hacer por el TRASTÉVERE o en los alrededores de la PIAZZA NAVONA. Aunque PRAGA no sale mal parada de la comparación (basta ver las fotografías), la diferencia es notable, me parece.
Eso sí, el trabajo de los responsables de la imagen de la ciudad es fantástico: lo digo de verdad, no pretendo ser mordaz. PRAGA (URBANOLANDIA) funciona a las mil maravillas, el visitante disfruta como loco recorriendo sus calles y sus plazas y sus puentes, entrando en sus tiendas, comprando sus artículos de merchandising. Y eso necesita cabeza, dedicación … y mucho dinero, supongo.

Para tratar de aclara cómo era PRAGA antes de lo que es ahora, estoy interesado en un par de libros. Uno ya lo tengo encima de la mesa: EL INFINITO VIAJAR, de CLAUDIO MAGRIS. Me lo recomendó ELENA RIUS cuando escribí sobre EL DANUBIO, y he visto que tiene dos capítulos sobre PRAGA. El otro es IMÁGENES DE PRAGA, de JOHN BANVILLE: estoy leyendo ahora mismo su novela EL MAR, y me interesa ver qué dice de PRAGA. Quizá después pueda aportar algo más, matice mi opinión o incluso tenga que tragarme mis palabras.



miércoles, 10 de agosto de 2011

PRAGA, ¿LA CIUDAD MÁS BONITA DE EUROPA?

Tenía muchas, muchísimas ganas de conocer PRAGA: había oído –como hemos oído todos, supongo- que era una ciudad preciosa, para algunos la más bonita de Europa. Hace algunos años estuve en VIENA e intenté acercarme, pero finalmente no lo conseguí. Así que cuando este verano surgió la posibilidad, aunque no era mi destino inicial no tuve ninguna duda: el objetivo era claro y goloso, tremendamente atractivo.

Ahora, después de estar allí unos días y de pasear la ciudad a conciencia, en profundidad –unos paseos larguísimos y deliciosos-, ya puedo decir cómo es PRAGA. O, al menos, como es mi PRAGA, la que yo he visto, la que he caminado y he pensado, la que tratado de entender y sobre la que pienso escribir algunas entradas en seleccciónARTE.

Imagino que después de esta introducción más de uno y más de dos estaréis sospechando que algo pasa … y sí, sí que pasa. Le he puesto algún pero a la ciudad más bonita de Europa. Y lo voy a explicar en dos entradas: empezó siendo sólo una, pero el texto resultaba largo y pesado (muchos ya me conocéis), así que he preferido partirla en dos.
PRAGA, digámoslo cuanto antes, es efectivamente una ciudad preciosa. Pasear por casi cualquier rincón de la zona histórica es delicioso: MALÁ STRANA –quizá el barrio que más me ha gustado de PRAGA- es fantástica; la Ciudad Vieja (STARÉ MĚSTO) está llena de vida; el Barrio Judío (JOSEFOV) tiene un punto mágico; el Castillo de PRAGA y su entorno (HRADČANY) están llenos de tesoros; pasar por el Puente de Carlos (KARLŮV MOST) a cualquier hora del día o de la noche es divertido. Incluso la Ciudad Nueva (NOVÉ MĚSTO), mucho más sosa que el resto, tiene rincones agradables y cervecerías de primera.
PRAGA es una ciudad para mirar, para los ojos: vayas por donde vayas, te asomes donde te asomes, subas a la torre que subas, descubres unas vistas que son siempre singulares, pintorescas (en mi opinión pintoresca es una de las palabras que describen estupendamente la ciudad). Imágenes vistosas –muchas veces vistosísimas- por todos los sitios: una fachada profusamente decorada, una perspectiva entre soportales, un reflejo en el Río Moldava (VLTAVA), un parque de vegetación densa, unas escaleras interminables que parece que llevan al cielo, el tranvía que cruza una plaza, una banda de Jazz … Imágenes que todos intentamos constantemente llevarnos en la cabeza y, para que no se nos olviden, en la cámara de fotos. He hecho cientos de fotos de PRAGA, y estoy encantado de haberlas hecho, a pesar de que alguna persona me haya tachado de japonés. Sí, en esto soy como los japoneses, fotografío todo lo que me gusta sin ningún rubor (y después tiro –también sin ningún problema- todas las imágenes que sobran: no sé si lo harán los japoneses).


PRAGA está llena de detalles. Mientras la recorría pensé que es una ciudad para ver al menos dos veces, o mejor, de dos maneras. Una mirando de frente, disfrutando de la PRAGA que uno ve a la altura de los ojos, de las primeras impresiones de una ciudad impresionante. Y otra más tranquila mirando hacia arriba, descubriendo los mil detalles que llenan las fachadas (detalles barrocos, neoclásicos, historicistas, nouveau, déco, cubistas …) y los esgrafiados que decoran sus paños ciegos o sus cornisas y remates. PRAGA es también una ciudad llena de estatuas (Atlantes, Cariátides, Santos, Vírgenes, animales) y de símbolos, esas imágenes que identifican cada casa: una llave dorada, dos osos, una langosta verde, un carnero, tres violines, un sol negro, la cabeza de medusa, tres plumas blancas … Una ciudad riquísima en detalles ornamentales, que uno puede no apreciar a la primera y sin duda aportan notablemente a su belleza.

PRAGA está llena de vida: restaurantes, cerveza (PIVO, dicen ellos), conciertos en cada iglesia, puestos de láminas y acuarelas por las esquinas, chiringuitos de recuerdos, vendedores de bisutería, tiendas de cristal de Bohemia, caricaturistas, músicos callejeros, negros vestidos de marinero (blanco inmaculado y ribete azul) que ofrecen recorridos fluviales, algunos checos (que supongo que también habrá), y sobre todo turistas. Infinitos turistas que atiborramos las calles, las plazas, los puentes, las cervecerías … y eso me parece estupendo. Yo me incluyo entre todos esos turistas, procuro no creerme de una clase selecta –a algunos les pasa- más culta, que opina de todo y a todo saca pegas (no me gustaría ser así, a pesar de la conclusión que he sacado de PRAGA). Es verdad que no he ido en un gran grupo, con guía a la cabeza que lleva una antena levantada con pañuelo atado en el extremo para que nadie se pierda; es verdad que he visto encantado varias veces los mismos sitios, sin limitarme a ir tachando en una lista lo que las guías de viaje recomiendan; es verdad que he procurado enterarme con algo de detalle de lo que iba a visitar, para sacarle más jugo que el que se saca sin más de un vistazo rápido. Pero también es verdad que he disfrutado cruzándome con la gente (auténticas masas), oyendo idiomas no identificables ni comprensibles (por cierto, el checo es endiablado), teniendo que parar para dejar pasar o cambiar de camino para evitar auténticos atascos. Y por supuesto que me he apiñado delante del reloj de la torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja (STAROMĚSTKÁ RADNICE) para ver cómo se asoman los apóstoles y he aplaudido al individuo que, desde arriba, toca la trompeta.

En PRAGA he descubierto, además, arquitectura de interés de la que hablaré en selecciónARTE con algo de detalle. El tiempo nos ha acompañado: no hemos tenido siempre sol radiante, e incluso algún día cayeron cuatro gotas, pero tampoco ha hecho calor y hemos caminado cómodamente por PRAGA. Los precios son razonables, aunque es verdad que uno acaba cansado de pagar por absolutamente todo. Hemos encontrado pocas obras en las calles y en los edificios (lástima del andamio en el arranque de las torres de Nuestra Señora de TÝN, CHRÁM PANNY MARIE PŘED TÝNEM). Y los checos a los que he conocido son tremendamente simpáticos.

Entonces, si todo lo dicho sobre PRAGA es tan maravilloso, ¿dónde está el problema? Seguro que los que habéis estado allí lo detectaríais igual que yo, pero en cualquier caso os lo contaré enseguida.

viernes, 5 de agosto de 2011

LAS UVAS DE LA IRA, de JOHN STEINBECK



Durante las vacaciones he leído LAS UVAS DE LA IRA. Algo de vergüenza ya me da reconocer que hasta ahora no lo había hecho, pero así son las cosas: cuando hace años lo comencé en inglés apenas avancé unos capítulos, y desde entonces lo tenía en la lista de las deudas que uno siempre tiene con la literatura universal.

Me ha entusiasmado.

Realmente poco puedo decir -que aporte- de un novelón que conoce todo el mundo y del que se ha escrito mucho y bien, así que me limito a copiar las notas –casi telegráficas y ciertamente desordenadas- que he ido tomando. Sirvan para dejar constancia en selecciónARTE de una de las mejores novelas que he leído: creo que no exagero.

• Épica, una historia grande.
• Emigración, explotación, egoísmo y desprecio frente a bondad, solidaridad, generosidad, heroísmo.
• Importancia de las relaciones familiares. La figura de Madre.
• Actualidad de la situación (la historia de la humanidad es cíclica).
• Reminiscencias bíblicas: la tierra prometida (En AL ESTE DEL EDÉN, Caín y Abel …).
• Estructura de los capítulos: alternancia de historia de los Joad y situación general del país.
• Arranque con la tortuga: magnífico. El comprador de coches: magnífico.
• Un final tremendo, pero perfecto.
• Cabos sueltos que son lo de menos: una historia redonda.