JOSÉ ANTONIO CODERCH es uno de los grandes arquitectos españoles del siglo XX. Desarrolló casi toda su producción en Cataluña, donde construyó muchas –y muy buenas- viviendas unifamiliares, y bloques de vivienda colectiva. También realizó edificios de oficinas, algún edificio docente, hoteles … pero el gran tema de CODRECH es, sin duda, la vivienda. Una de sus obras –la CASA UGALDE, en Caldes d’Estract- aparece siempre entre lo más comentado de la arquitectura española del siglo pasado. Los proyectos de JOSÉ ANTONIO CODERCH resultan siempre rigurosos, y resuelven estupendamente programas complejos con plantas muy bien estudiadas y orgánicamente estructuradas.
El EDIFICIO GIRASOL es una de las poquísimas obras de CODERCH en Madrid (yo sólo recuerdo otra: la Casa Entrecanales en La Moraleja). Construido en 1966 en pleno barrio de Salamanca (Lista con vuelta a Lagasca), nuestro arquitecto desarrolla con enorme originalidad un edificio de viviendas de calidad (me resisto a decir de lujo) prescindiendo de la solución habitual de esta zona de ensanche madrileño.
En la planta general del EDIFICIO GIRASOL, CODERCH realiza tres operaciones de interés: por un lado, organiza las viviendas en espina de pez, en diagonal a las fachadas, para sacar todo el partido posible al solar, lograr la necesaria privacidad entre unas viviendas y otras, y buscar las mejores orientaciones; en segundo lugar, singulariza enormemente cada vivienda, separando rotundamente unas de otras con un muro largo y sinuoso, y dándoles casi un valor de vivienda unifamiliar: el edificio se podría entender como suma de bloques de unifamiliares, hasta el punto que cada bloque -hay cinco- tiene su propia escalera y ascensor; por último, CODERCH se lleva los patios a los extremos, o mejor, saca los patios a fachada convirtiéndolos en grandes y profundas terrazas.
Si nos fijamos en las plantas de las propias viviendas del EDIFICIO GIRASOL, descubrimos enseguida que las que se abren a Lagasca se distinguen de las que se asoman a José Ortega y Gasset. Tanto unas como otras funcionan correctísimamente, se basan en el mismo esquema de vivienda unifamiliar –ya lo dijimos más arriba- y en todas hay un empeño notable por separa las zonas públicas de las privadas; pero las primeras (alargadas y con las grandes terrazas-patio) son más interesantes que las segundas, mayores en superficie y quizá más convencionales.
De alguna manera esto también pasa en las fachadas del EDIFICIO GIRASOL, porque hay una diferencia grande entra las dos. La de la calle Lagasca es tremendamente atractiva: se resuelve con enormes paños ondulados como banderas, rematados con celosías de madera que -además de lograr privacidad en las terrazas y matizar la luz- aligeran el final del plano y lo desmaterializan. En cambio la fachada de Lista es pesada y menos sutil: indudablemente correcta, pero no de primerísima. La otra, en cambio, sí que lo es. El material utilizado (plaqueta cerámica colocada en vertical) unifica el exterior.
Toda la planta baja del EDIFICIO GIRASOL, desdoblada en dos alturas y destinada a locales comerciales, es muy diáfana -el zócalo también se desmaterializa, es de aire- y se configura como un pasaje permeable abierto al público (aunque yo tengo la sensación de que poco a poco se ha ido cerrando en horarios no comerciales, supongo que a causa de botellones y similares: esos espacios abiertos y a la vez discretos siempre acaban siendo siniestros y malolientes). La estructura metálica y el uso de colores claros contribuyen, sin duda, a la ligereza de los bajos del edificio, que quiere flotar por encima de la calle.
Por último, hay que señalar la importancia que da CODERCH a la vegetación, presente de manera constante en el EDIFICIO GIRASOL.
5 comentarios:
Me ha gustado saber que en Madrid también hay edificios de Coderch, un arquitecto cuya obra me parece casi siempre elegante y depurada. Durante muchos años, pasé los veranos muy cerca de una de sus casas unifamiliares, que pude así conocer muy bien tanto por fuera como por dentro (los dueños eran amigos). Siempre me admiró la comodidad y lo bien pensadas que parecían todas las soluciones. Una casa que aún hoy, con más de cincuenta años, no parece haber envejecido nada en cuanto a conceptos y estética.
Un arquitecto al que no conocía aunque estoy con Elena en lo de elegante y depurada.
Me asombra a veces la modernidad y vigencia de algunos diseños y proyectos a pesar de haber sido realizados hace ya mucho tiempo.
ELENA, es una suerte eso de conocer de primerísima mano una vivienda de CODERCH: como todos hemos comprobado unas cuantas veces, y hemos comentado ya en selecciónARTE, los edificios se conocen de verdad viviéndolos, recorriéndolos, usándolos ... mucho mejor que viéndolos publicados. Y una vivienda, mucho más.
LAMMERMOOR, las modas pasan y acaban dando risa (o pena), pero la calidad, aunque se quede antigua -porque se queda- se convierte en clásico y perdura. El EDIFICIO GIRASOL no es un clásico absoluto e indiscutible, pero desde luego tiene una calidad que está muy muy por encima de la media: de lo mejor de Madrid, pienso yo.
xG
No recuerdo haberlo visto, o mejor dicho, probablemente pasé por delante sin fijarme.
Ahora, gracias a ti (por enésima vez), lo veré con otros ojos, o mejor dicho, por fin lo veré.
Cuando dices que no te gusta lo de "viviendas de lujo" ¿te refieres a que vivir en pisos amplios, luminosos y con buenos materiales no es (o no debería ser) un lujo?
¿Que el lujo debería ser la grifería de oro y los yates, y no poder vivir sin escuchar a tus vecinos estornudar?
LOQUE, todo depende de lo que entiendas por lujo. Si hablas sin más de "viviendas de lujo" la mayoría no va a pensar en una distribución sabia ni en la matización de la luz ni en la fluidez del espacio. Para muchos, el lujo es otra cosa, y no quería que alguno pudiera confundir el EDIFICIO GIRASOL con Marina D'or (todo un lujo!). Incluso en el mejor sentido de "lujo", una casa de vecinos, por muy grandes que sean los pisos y por muy buena que sea la arquitectura y por mucho que intente emular a viviendas unifamiliares no son "lujo-lujo". A lo mejor es una simpleza, pero prefiero hablar de viviendas de calidad, que a mi me suena menos a grifería de oro ... Aunque, lo reconozco: el auténtico lujo es no oír el estornudo del vecino!
xG
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