skip to main |
skip to sidebar
Siempre he pensado que la GIOCONDA es una obra sobrevalorada. Es magnífica, sin duda, como lo son cualquiera de las obras de LEONARDO, pero esa pasión que levanta en los visitantes del LOUVRE me parece absolutamente postiza, pasión inducida por motivos extra-artísticos y novelas/películas de medio pelo, que el merchandising del museo ha sabido aprovechar estupendamente. Por parte del LOUVRE no me parece mal, pero por parte del respetable … Cuando uno está allí (había escrito siempre que he estado allí, pero la verdad es que sólo he estado dos veces en el LOUVRE) es imposible ver el cuadro: no puedes acercarte, y la masa de gente sacando fotografías es como la marabunta cuando ruge!
Sea como sea, ahora tenemos en el PRADO nuestra MONA LISA, la GIOCONDA española, la de aquí … y eso tiene su encanto (aunque sea fundamentalmente un encanto mediático: ya antes estaba en el museo y muchos no tenía ni idea). Los nuevos descubrimientos tienen, segurísimo, un enorme interés para historiadores y estudiosos; yo, que no soy ni lo uno ni lo otro, no sé valorarlo del todo: novedades aparte, no me parece que el cuadro sea el no-va-más. Pero no quería dejar pasar la ocasión de visitar a nuestra GIOCONDA restaurada antes de que viaje a París a reencontrarse con su gemela, porque de nuevo –ya lo decía al comentar EL VINO DE LA FIESTA DE SAN MARTÍN- me atrae enormemente pensar en el proceso de restauración, en ese ir re-descubriendo un tesoro (o tesorito, por lo menos) a medida que se van retirando capas de repintes y porquería: debe ser fascinante.
Siempre he pensado que la GIOCONDA es una obra sobrevalorada. Es magnífica, sin duda, como lo son cualquiera de las obras de LEONARDO, pero esa pasión que levanta en los visitantes del LOUVRE me parece absolutamente postiza, pasión inducida por motivos extra-artísticos y novelas/películas de medio pelo, que el merchandising del museo ha sabido aprovechar estupendamente. Por parte del LOUVRE no me parece mal, pero por parte del respetable … Cuando uno está allí (había escrito siempre que he estado allí, pero la verdad es que sólo he estado dos veces en el LOUVRE) es imposible ver el cuadro: no puedes acercarte, y la masa de gente sacando fotografías es como la marabunta cuando ruge!
Entradas
4 comentarios:
A mí pensar en el revuelo que se ha formado y en las colas que tendrá ahora nuestra Mona Lisa, cuando seguro que antes casi nadie miraba para ella, me hace pensar cuan tontos podemos ser.
(Mi recuerdo de la "buena" la del Louvre es que no era para tanto; o no al menos para luchar contra aquella marabunta que se apiñaba frente al cuadro.
A veces pienso que pasa lo mismo con El bosco .De a cinco en fondo para ver El jardín de las delicias -magnífico, por otro lado- y ni caso a La piedra de la locura.
LAMMERMOOR, ya hemos comentado ese fenómeno más veces: el efecto llamada de forma casi gregaria que produce la novedad, a veces con independencia de la calidad. En este caso -la GIOCONDA del PRADO- la calidad existe, y el interés por lo descubierto, también, pero ... ¿es para tanto? la verdad es que no sabría decirlo, y un poco exagerado sí me parece. Aunque también pienso que mejor esto -el interés que se ha despertado- que lo contrario: sería patético que a todos nos importase un bledo.
xG
De acuerdo, yo me quedé bastante asombrada por la "noticia", porque recordaba haberla visto hace ya unos añitos.
Eso sí, reconozco que con ese fondo negro, no lucía nada, la pobre.
Respecto a la obra original de Leonardo, sí, es verdad que su fama (incluso previa al best seller que no mencionaremos) le da un cierto aire de turistada, de visita obligada, en medio de los empujones, que no hace ningún favor al cuadro, que apenas se aprecia.
LOQUE, mejorar, desde luego, ha mejorado. Y encima hemos presentado "nuestra" MONA LISA al mundo mundial: algo hemos ganado!
(Por cierto: he tenido que poner otra vez el palabro, que ahora ya son dos palabros: había algún robot suelto empeñado en dejarme mensajes a diario!)
xG
Publicar un comentario