jueves, 13 de mayo de 2010

LOS CINES de la GRAN VÍA de MADRID

En el entorno de la Plaza del Callao, donde la antigua Avenida de Pi y Margall se encontraba con la de Eduardo Dato, se construyeron tres salas de cine de indudable interés arquitectónico.


En primer lugar (y el orden que sigo es puramente geográfico: el primer edificio que nos encontramos si seguimos caminando por la GV en el mismo sentido que venimos haciéndolo desde hace meses) el PALACIO DE LA MÚSICA, de SECUNDINO ZUAZO UGALDE, que ocupa el número 35 de la GV con vuelta a la calle Abada. Construido entre 1924 y 1928, primero fue la Sala OLIMPIA, después el Cinema SAGE (Sociedad Anónima General de Espectáculos) y finalmente PALACIO DE LA MÚSICA. Recientemente ha sido adquirido por la Fundación CajaMadrid, y ahora está cerrado y –como se ve en la fotografía- bastante “perjudicado”. El proyecto de ZUAZO contenía una sala de cine y debajo una sala de fiestas; no se previeron viviendas encima de la sala de cine, como era habitual en proyectos de este estilo. El estilo del PALACIO DE LA MÚSICA es absolutamente clasicista: los almohadillados de los laterales, los nichos rematados en arco de medio punto, la galería superior ... En cuanto a materiales, ZUAZO combina piedra, ladrillo y revoco. El arquitecto plantea en la fachada principal los tres cuerpos habituales, flanqueados por dos importantes torreones laterales. El basamento estuvo inicialmente conformado por tres vanos separados por columnas, pero en 1965 el propio ZUAZO los reformó para convertirlos en cinco. En el cuerpo central (que ahora mismo podemos ver sin los enormes carteles de películas que durante años lo ocultaban), tres grandes huecos que se correspondían a los vanos originales del zócalo. Y por fin, el remate formado por una galería de columnas que soportan un entablamento y se coronan con una balaustrada corrida. La fachada lateral resulta mucho más sencilla, aunque utiliza el mismo lenguaje que la principal. El interior, ahora inaccesible, es –o era, no sé qué quedará- marcadamente barroco.



El segundo edificio de interés es el PALACIO DE LA PRENSA, en el número 46 de la GV con vuelta a las calles de los Tudescos y a la de Miguel Moya, se asoma de manera rotunda a la plaza del Callao. Realizado por PEDRO MUGURUZA OTAÑO entre 1924 y 1928, sorprende la cantidad de partes que lo componen, que se justifican por la cantidad de usos que tiene el inmueble y por la singular forma de la parcela que ocupa. Una parte del edificio se proyectó para albergar las oficinas de la Asociación de la Prensa; otra para locales comerciales y viviendas; y otra de destinó a un cine de notables proporciones. A pesar de las fachadas tan distintas, MUGURUZA consigue dar gran unidad al edificio, sin duda provocada por el material: ladrillo, que hasta ahora no habíamos visto utilizado de forma masiva en la GV, y que nos recuerda de nuevo la arquitectura de rascacielos americana de aquel momento. Además, debido a que cada parte es distinta de la contigua –y también, sin duda, por la asimetría del solar- cada vuelta de esas fachadas presenta una solución singular, y siempre interesante. El gran arco que formaliza la fachada del cuerpo más alto es una solución que veremos repetida en otros edificios de la GV, y que MUGURUZA toma del repertorio de OTTO WAGNER, el arquitecto vienés.




Y finalmente el CINE CALLAO, que aunque no está propiamente en la GV (“técnicamente” está en la Plaza del Callao 3 con vuelta a la calle de Jacometrezo), es un edificio interesante. Obra de LUIS GUTIÉRREZ SOTO realizada entre 1926 y 1927, estaba destinada a cine, con un café y almacenes en sus sótanos y la posibilidad de proyectar cine de verano en la azotea (desde la calle aún se puede ver en la cubierta lo que seguramente fue el soporte de la pantalla de proyección). En el lateral de la calle de Jamotrezo hay una zona de oficinas donde el propio arquitecto tuvo durante un tiempo su primer estudio. Llama la atención como consigue un edifico ligero gracias a la decoración de los grandes paños ciegos -apenas tiene los huecos imprescindibles- con motivos art-deco (ahora sí), especialmente si tenemos en cuenta que por su posición, tan poco rodeado de edificios colindantes que le “hagan sombra”, se ve completo. También tiene interés el torreón que remata la esquina, que estuvo concebido como un faro que con su luz atrajera a los espectadores al local.

Vecino del CINE CALLAO es el edificio más emblemático de la GRAN VÍA, el EDIFICIO CARRIÓN, que se merece una entrad en exclusiva: la del mes que viene.

4 comentarios:

Alfaraz dijo...

Esperemos que tras la reahabilitación del Palacio de la Música no se mantengan esos cartelones que tanto afean la fachada.
Por dentro harán lo que les de la gana, porque creo que la protección solo afecta al exterior.


.

xGaztelu dijo...

ALFARAZ, habrá que ver qué hacer, cómo lo hacen y para qué lo hacen, porque no tengo ni idea del uso que pretenden dar al local. Sobre el interior, quizá lo respeten razonablemente, como han hecho al rehabilitar el Cine Avenida.

xG

julio querol cañas dijo...

Gaztelu, la fotografía es muy buena pero las explicaciones le son parejas, con ellas estoy aprendiendo mucho sobre los edificios de la GV.


Desde que tengo la guia que me proporcionan tus entradas, ya no paso por esa singular calle con la prisa que lo hacia anteriormente,maxime cuando por otro lado estoy averiguando que existen muchas posibilidades ,que mis antepasados cercanos, contribuyeran en su construcción,
puesto que la mayoría de ellos fueron albañiles.

Saludos y Saludos

xGaztelu dijo...

JULIO, he estado fuera de Madrid varios días y a la vuelta encuentro tu comentario: qué bueno es ir por la calle no sólo “yendo”, sino disfrutando ...

xG