domingo, 31 de mayo de 2009

CABECERA DE MAYO 2OO9


Durante el mes de mayo de 2OO9 la cabecera de selecciónARTE ha sido un detalle de LA GRAN OLA DE KANAGAWA, grabado realizado en la década de 1820 por el artista japonés KATSUSHIKA HOKUSAI para su serie TREINTA Y SEIS VISTAS DEL MONTE FUJI.

jueves, 28 de mayo de 2009

JUAN MUÑOZ. RETROSPECTIVA, en el MNCARS
































Fantástica exposición.

No se me ocurre mejor manera de empezar que dejando claro lo mucho que me ha gustado e impresionado la RETROSPECTIVA de JUAN MUÑOZ que organiza el REINA SOFÍA.

Conocía, lógicamente, la obra de JUAN MUÑOZ, y había visto piezas sueltas. Pero verla en conjunto es muy muy ilustrativo: se descubre el indudable interés de este
artista, y su indudable calidad. Uno no sólo encuentra perfección técnica -evidente y que quizá es lo que habitualmente llama la atención- sino un discurso interesante y una coherencia muy seria para desarrollarlo.

Si tuviera que elegir una idea para caracterizar la obra de JUAN MUÑOZ, para explicar lo que la exposición me ha sugerido, me quedaría con la de incomunicación: muchas, muchísimas figuras casi siempre próximas o espacialmente relacionadas, pero ¿comunicándose?

No, para nada.

Las visiones entre todas ellas, sus interrelaciones, o están negadas o son tangentes: los personajes no se miran, sino que miran al aire, a puntos perdidos en el espacio (eso sí, muy próximos a la cara de alguno de sus compañeros); sus ojos primero están anulados –mediante líneas verticales las más veces- y después cerrados a fuerza de ser achinados, orientales; las manos se lanzan en actitud de saludo, pero ¿hacia quién, exactamente?; ese Eliot figurado que se sienta absolutamente solo en una repisa frente a su gran tierra baldía; o ese apuntador que apunta a nadie; esos hombres o esas mujeres “saco”, que tienen imposibilitada la traslación para llegar hasta el que tienen a su lado; la o el que se miran en el espejo y donde no encuentran más que a ellos mismos; los cinco sentados en círculo pero cada uno a lo suyo, con su tambor; la vida en dos cajas de zapatos que nunca pueden encontrarse; el árabe solitario que mira al suelo; los dos colgados y condenados a girar eternamente alrededor de sí mismos; los balcones a los que no se sale o las escaleras que suben a ningún sitio ...

Hay, si no recuerdo mal, sólo dos obras en la que dos personajes hablan entre ellos; y en la única que hay voz –grabada y en inglés- precisamente se insiste en esa idea de incomunicación: esos dos pequeñísimos que –sin mirarse y tartamudeando- se preguntan uno a otro -¿Qué dijiste? – No dije nada – Nunca dices nada pero sigues viniendo.

Completa el conjunto un matiz clave: muchos de los personajes están solos pero tremendamente alegres, siempre sonrientes ¿por qué? ¿inconsciencia? ¿idiotez? ¿porque no hay más remedio? ¿porque lo realmente importante pasa dentro?

Luego están el tren descarrilado y el coche volcado, los dos con mundo interior, con vida dentro: más de lo mismo.

Y para enfatizar todavía más las obras, la luz, que crea unos efectos magistrales.

Estos ingredientes –junto la perfección técnica que ya señalé- crean una atmósfera tremendamente inquietante y absolutamente atrayente, hipnotizante.
En mi opinión esta es otra de las exposiciones (antes fue la de
BACON en EL PRADO, que también contra todo pronóstico me resultó impactante) que recomiendo vivísimamente: un must, casi obligatoria.

lunes, 25 de mayo de 2009

LLENOS DE VIDA, de JOHN FANTE


John Fante es un escritor en alza de guiones de cine, en los años 50’s. Su mujer, Joyce, está en las últimas semana del embarazo de su primer hijo. Viven en California, en una casa recién comprada. Un pequeño desastre doméstico –la rotura del suelo de la cocina- hace que John vaya a buscar a su padre, emigrante italiano albañil de profesión, para que les ayude a repararlo. Esto es, más o menos, el arranque de LLENOS DE VIDA. A partir de este planteamiento tan sencillo, JOHN FANTE autor –no John Fante protagonista: parece que no son la misma persona aunque los paralelismos sean evidentes- describe el cambio profundo que se produce en los personajes ante un acontecimiento de tanta trascendencia vital como es el nacimiento del primer hijo del matrimonio.

LLENOS DE VIDA es una novela con muy buen fondo, amable, en algún momento ingeniosa, optimista, que se lee estupendamente (y muy rápido, por cierto).

Tenía muy buenas referencias de LLENOS DE VIDA, de palabra y por escrito, y entiendo y comparto los motivos que sospecho que las generan. Pero, sintiéndolo mucho, no puedo decir que sea una novela de primera; es más, diría que es una novela sencillita, escrita con corrección pero con un desarrollo un poco forzado, con un cambio de ritmo y de densidad demasiado brusco y narrado en un tono que a muchos puede resultar evidente y sensiblero.

No diré que la novela no me ha gustado, pero sí que se me ha quedado un poco corta, escasa; quizá porque las expectativas eran elevadas. LLENOS DE VIDA vale la pena, aunque sólo sea por ese buen sabor de boca que deja al acabar, pero insito: no es la bomba. En mi opinión, de lo mejor es la figura del padre del protagonista, que resulta un personaje entrañable y real.

viernes, 22 de mayo de 2009

SIR NORMAN FOSTER, PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS ARTES 2009

No me parece imprescindible que selecciónARTE esté a la última -no es un blog de actualidad rabiosa, casi siempre efímera- pero con motivo del reciente PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS ARTES he repasado mis álbumes de fotos (ahora carpetas de Windows), y me he quedado con algunos “trozos” de FOSTER. Un arquitecto por el que no siento un entusiasmo incondicional pero que, reconozcámoslo, todo lo que hace es correctísimo. En mi opinión, mejor lo antiguo que lo más reciente.



Aquí dejo
el link a su sitio web, por si a alguno le divierte investigar.

miércoles, 20 de mayo de 2009

VIVIENDAS EN SANCHINARRO, DE BURGOS & GARRIDO ARQUITECTOS ASOCIADOS











Tenía localizado este edificio (paso con frecuencia por SANCHINARRO) y señalado en la cabeza con la etiqueta “posible interés”. Lo había visto varias veces desde el coche: un muro continuo negro que conforma bien el frente de manzana que le corresponde, con una torre alta y también negra que afirmaba su presencia entre la masa de promociones con cero o casi cero interés arquitectónico. Tiene la competencia seria del EDIFICIO MIRADOR, de MVRDV, casi contiguo, por lo que al pasar rápido por allí la vista se va más a la pastilla agujereada que al gusano negro ... Por motivos profesionales hace poco me acerqué a SANCHINARRO cámara en mano, y como tenía algo de tiempo me detuve un rato a ver este edificio.

Lo que uno descubre es que se trata de un conjunto de VIVIENDAS promovidas por la EMV que en planta forman una vuelta de espiral (uso el término espiral de manera muy aproximada: no es una línea curva continua, sino una recta que a medida que se quiebra se cierra sobre si misma). Arranca con una torre en el punto más alto de la parcela, y va bajando en altura a medida que recorre su perímetro, conformando un muro continuo de aspecto bastante hermético que da al edifico una rotundidad importantísima. El exterior se resuelve con grandes placas prefabricadas estriadas, de un gris muy oscuro al exterior y –¡cielos, qué grata sorpresa!- blancas al interior. En esos paños estriados se abren con acierto los huecos de las ventanas, las más veces rasgados y continuos. los testeros inicial y final son los únicos puntos donde el edificio se abre descaradamente: terrazas corridas con sus interiores pintados en verde manzana intenso, que se tamizan con lamas correderas metálicas. El basamento del edificio se resuelve con ladrillo (pardo más que negro), y quizá sea lo más discreto del conjunto.
Estas VIVIENDAS SOCIALES tampoco tienen mucho más, pero desde luego están muy por encima de lo que hay a su alrededor.

Después de aquella visita he investigado quién era el autor del proyecto, y resultan ser BURGOS & GARRIDO ARQUITECTOS ASOCIADOS a quienes, no mentiré, desconocía.
Aquí está su sitio web, para quien quiera más información.

lunes, 18 de mayo de 2009

ESTUPOR Y TEMBLORES, de AMÉLIE NOTHOMB


Con ESTUPOR Y TEMBLORES: así exigía el protocolo que cualquiera se presentara ante el emperador del Japón. AMÉLIE NOTHOMB toma de ahí el título de su relato (quizá le falte algo para ser novela en toda regla), en el que cuenta las peripecias que le ocurren a ella misma (el texto es bastante autobiográfico, aunque no se sabe hasta qué punto) durante un año de trabajo en la compañía Yumimoto, en Tokio. Amélie, hija de diplomáticos belgas nacida en Japón, a sus 22 años decide trabajar para una gran empresa japonesa, no se sabe muy bien en calidad de qué. Mori Fubuki, su superior inmediato, es mujer (un bellezón oriental) y durante los primeros días de trabajo resulta un encanto. Pero las cosas se van torciendo y Fubuki se pone en contra de Amélie, que va cayendo en cascada hacia situaciones cada vez más surrealistas y realizando tareas cada vez más incongruentes, hasta acabar encargada de la atención y limpieza de los baños de la planta 44 del edificio Yumimoto.

Con este planteamiento AMÉLIE NOTHOMB escribe un relato divertido y en apariencia sencillo que, en realidad, esconde veneno, dispara a matar. Mientras uno lee ESTUPOR Y TEMBLORES se ríe, pero cuando piensa en lo leído se sorprende, y a veces se sobrecoge: situaciones surrealistas pero reales, denigrantes para la dignidad del individuo.

ESTUPOR Y TEMBLORES no es ni muchísimo menos un ensayo, pero a los occidentales nos ayuda a comprender –o al menos a recordar- conceptos que nos suenan de la cultura oriental, tan distinta de la nuestra. Pone en evidencia que no se basa en lo que tradicionalmente son los pilares de occidente: no han pasado por Grecia, ni por Roma, ni por el cristianismo. Cuestiones como la concepción del deber y de la sumisión, que casi es esclavitud. La idea de que lo importante no es la eficacia en sí, sino la cadena de mando, el orden establecido; o mejor, la idea de que el orden establecido vivido a rajatabla es lo que consigue la eficacia. El concepto de honor, exageradísimo. El valor del individuo, que parece limitado –casi aplastado- por el de la empresa, el del conjunto. El imperdonable uso de excusas, aunque a veces sean más razones que justificaciones. La necesidad de ocultar a toda costa los sentimientos. El suicidio ... Resulta impactante lo que dice sobre la situación de la mujer en la cultura japonesa en las páginas 71 a 78, o sobre la dedicación a al empresa en la página 125: no lo puedo reproducir aquí completo, pero si lo que se dice es verdad, se le encogen a uno las tripas. ESTUPOR Y TEMPLORES muestra también como ser blanca (o blanco, supongo) en Japón imposibilita entender lo japonés: pone en evidencia que la barrera cultural es tremenda; es muy gráfico el momento, casi al inicio de la novela, en el que exigen a AMÉLIE que olvide sus conocimientos de japonés, porque ellos no pueden estar cómodos sabiendo que una mujer blanca les entiende cuando hablan; o la aparición y “triunfante actuación” del holandés Piet Kramer.

De AMÉLIE NOTHOMB ya había leído ÁCIDO SULFÚRICO (la historia de un reality televisivo en el que los participantes son ciudadanos cogidos a lazo por la calle y llevados a un campo de concentración): sin ser un libro magnífico, planteaba cuestiones sugerentes en un envoltorio también corrosivo. Pero en mi opinión ESTUPOR Y TEMBLORES es bastante mejor.

ESTUPOR Y TEMBLORES. AMÉLIE NOTHOMB. 1999. Editorial Anagrama, Panorama de Narrativas nº 459. 143 pgs.

jueves, 14 de mayo de 2009

CHAVAL

Recupero hoy en selecciónARTE un anuncio antiguo de COCA-COLA que he vuelto a ver hace poco. Aunque hay algún momento que no entiendo la letra de la canción, nunca me ha entusiasmado el pantalón pitillo, y la calva empieza a ser mi mal, recuerdo perfectamente a Spandau Ballet, a WHAM!, y como nos reímos con lo de la empanadilla de Móstoles ¡Buenos tiempos!

CHAVAL me parece que está muy bien hecho, una obrita de arte ... para treintaymuchoañeros/cuarentones.

lunes, 11 de mayo de 2009

EL MOLINERO AULLADOR, de ARTO PAASILINNA

Gunnar Huttunen es un molinero que, tras el incendio de su molino y la muerte de su mujer “en el sur”, se traslada a un pueblín de Laponia, al norte de Finlandia, para poner su vida de nuevo en marcha: adquiere un viejo molino abandonado, lo repara y comienza a trabajar. Allí conoce a sus vecinos, y en especial a Sanelma Käyrämö, de quien se enamora casi a primera vista. Huttunen es un tipo singular: fuerte, alto, delgado, con el pelo de punta y las facciones muy marcadas; en los momentos malos aúlla como un animal, y en los buenos actúa un poco payasamente, imitando animales. Además, tiene cierta tendencia a la violencia para resolver problemas cotidianos ... Todo esto descoloca a sus vecinos, que acaban considerándole loco de atar y le encierran en un manicomio. Como él considera que, de loco, nada, consigue escapar del manicomio y vuelve al pueblo, o más bien a sus alrededores: se esconde en los bosques cercanos, y allí intenta sobrevivir mientras sus antiguos vecinos –y causantes de su encierro- le buscan sin parar cerrando cada vez más su círculo vital. Como siempre, uno de los grandes retos de un libro está en saber acabarlo bien; no cuento el final, pero en este caso PAASILINNA acude a la fantasía, una fórmula que no funciona mal pero que es poco consistente y poco coherente con el resto de la historia.

Con EL MOLINERO AULLADOR, PAASILINNA nos demuestra que las apariencias vuelven a engañar: el que parece loco está bastante cuerdo, y los aparentemente cuerdos están, en el fondo, bastante desequilibrados.

Esta es la cuarta novela que leo de ARTO PAASILINNA: le descubrí con DELICIOSO SUICIDIO EN GRUPO, que me llamó la atención; después vino EL BOSQUE DE LOS ZORROS, que es lo que más me ha gustado del finlandés; luego LA DULCE ENVENENADORA, que ya comenté en selecciónARTE
; y ahora EL MOLINERO AULLADOR. Ya se ve que me divierte ...

Generalizar siempre es arriesgado (no he leído todas las novelas de PAASILINNA), pero me atrevería a decir que en EL MOLINERO AULLADOR, como en todas las novelas de PAASILINNA, volvemos a encontrar un protagonista antihéroe de buen corazón, a quien las circunstancias y los que le rodean le ponen en el disparadero. Como en todas las novelas de PAASILINNA, en EL MOLINERO AULLADOR volvemos a encontrar un argumento ingenioso, que atrapa desde el principio, con abundantes toques de humor ácido. Y como en todas las novelas de PAASILINNA, en EL MOLINERO AULLADOR volvemos a encontrar una historia sencilla que se complica sola, que se desarrolla de forma espontánea llevada por una casualidad muy poco creíble que la hace avanzar mansamente, sin sobresaltos: pasan cosas completamente inverosímiles como si fuesen lo más normal del mundo; el argumento es rocambolesco, pero no complicado; PAASILINNA no busca la verosimilitud, y no le importa nada. Asumida por parte del lector la irrealidad del planteamiento, la novela es absolutamente lineal. Todos estos ingredientes hacen de las novelas de ARTO PAASILINNA textos sencillos, entretenidos, divertidos por momentos, que se leen estupendamente.


Eso sí, no aportan mucho más que un buen rato; y, además, siempre el mismo. Una novela menor, quizá mejor que LA DULCE ENVENENADORA pero que no alcanza el nivel de DELICIOSO SUICIDIO EN GRUPO ni, desde luego, el de EL BOSQUE DE LOS ZORROS.

jueves, 7 de mayo de 2009

RESIDENCIA LA CRISTALERA, de ALEJANDRO DE LA SOTA, en MIRAFLORES DE LA SIERRA


ALEJANDRO DE LA SOTA es para muchos arquitectos españoles un referente constante, ineludible: sin ninguna duda, uno de los grandes –enorme- del siglo XX. En el año 1957 ganó el concurso para construir una RESIDENCIA INFANTIL DE VERANO en MIRAFLORES DE LA SIERRA, a 50 kilómetros de MADRID, en colaboración con JOSÉ ANTONIO CORRALES y RAMÓN VÁZQUEZ MOLEZÚN.

LA CRISTALERA, que comenzó siendo residencia infantil para planes veraniegos de hijos de empleados de Cristalera Española, paso con el tiempo a ser propiedad de la Universidad Autónoma de Madrid, que ahora lo utiliza como sede de cursos a lo largo de todo el año; curiosamente es justo en verano cuando el edificio apenas se utiliza. Hace pocos días tuve la oportunidad de acercarme a verlo, y no la deje pasar.

LA CRISTALERA que uno se encuentra hoy no es más que un reflejo de lo que fue el edificio de ALEJANDRO DE LA SOTA. Para cualquier arquitecto, bastante chasco, al menos de primeras. De la fuerza y la pureza y la modernidad de la residencia original no quedan más que las trazas, las ideas. Tan rotundas y potentes eran –y son- que no se pueden eliminar, no se pierden: la construcción que se pega magistralmente a la ladera; la planta que se escalona para seguir la pendiente del monte; la cubierta, larga y limpia, a una sola agua, que también se ajusta al terreno que cae; las transparencias entre las tres plantas, que consiguen una tremenda continuidad espacial; la rotundidad de la estructura perfectamente estudiada y jerarquizada ... Uno descubre enseguida que está en una obra de primera categoría, aunque enmascarada, enmascaradísima.

Y digo esto de enmascarada porque LA CRISTALERA ha sido muy transformada, empobrecida sin duda: los espacios se han dividido hasta el infinito; se ha ampliado el edificio por la parte superior; se han cerrado muchísimos huecos, que ahora resultan aleatorios y desordenados; se ha perdido en grandísima medida la continuidad espacial que DE LA SOTA conseguía no llevando hasta arriba la tabiquería interior; se ha ocultado la estructura metálica, que ahora queda tapada por elementos de madera; han desaparecido las ligeras carpinterías de hierro de los vanos y se han sustituido por gruesas particiones de madera; los paños exteriores que estaban revestidos en madera ahora están ahora enfoscados; los antiguos paños enfoscados están cubiertos con mampostería de piedra; los enfoscados que eran blancos ahora son burdeos; la cubierta blanca ahora es de teja; y así, mil cambios. Las fotos que acompañan esta entrada son una pequeña muestra de cómo han cambiado las cosas ...

Cuando uno visita LA CRISTALERA piensa que aquello es un crimen, que no debía estar permitido manipular así la obra de un maestro. Pero en seguida le viene a la cabeza –no es la primera vez que digo algo de esto en selecciónARTE- que la obra de arquitectura no es una escultura: no está hecha para ser vista sino para ser usada, vivida. Y para usar LA CRISTALERA era necesario cambiarla: la estructura de una residencia de verano para niños no le sirve a la Universidad Autónoma de Madrid para desarrollar sus cursos durante todo el año. Hay que asumir la necesidad.

La gran duda, el punto filipino, está en el cómo. ¿Se podía haber hecho mejor? ¿La intervención podría haber sido más respetuosa con el original? El arquitecto que reformó aquello ¿podría haber sido más sensible con lo que tenía entre manos? Indudablemente. Ejemplos tenemos con edificios del propio DE LA SOTA: basta pensar en la intervención en el GOBIERNO CIVIL DE TARRAGONA realizada por JOSEP LLINÁS.

Queda el consuelo de que los actuales responsables de LA CRISTALERA –en la visita nos presentaron a quien entendí que era la directora, que nos atendió maravillosamente y nos dedicó un buen rato, además de permitirnos entrar en todos los sitios- son conscientes de lo que tienen y es de suponer que, siempre que sea posible, sabrán respetarlo y conservarlo.

He descubierto en la web una FUNDACIÓN ALEJANDRO DE LA SOTA: la página no es muy allá, pero la dejo aquí por si alguno está interesado ...

lunes, 4 de mayo de 2009

VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO, de ÁLVARO POMBO


Virginia Montes es una joven de la alta burguesía santanderina de principios del XX: rica, lista, soltera ... y socialista. Hace años estuvo enamoradísima de Casimiro, el hijo de Manuela, su cocinera. Era un romance desigual -la posición de ella y la de él eran tan distintos- y secreto (esto es muy importante, lo del secreto). Pero Casimiro es llamado a filas y muere en la guerra de África. Virginia se rebela contra quién, en último término, ha causado la muerte de Casimiro: el rey (de ahí, en parte, lo del socialismo);y, a la vez, decide guardar amor eterno a su amado. Por eso, a pesar de los comentarios de todos (en especial de su abuela Everilda Sahagún y de su primo Gabriel Montes, con quienes tan bien se lleva) Virginia ha llegado casi a los 30 y sigue soltera.

Entonces entra en escena el doctor Luis Anselmo, tocoginecólogo. Listo, formal, científico ... y socialista. Un partidazo. Virginia le ha conocido de manera casi casual, pero comienzan a reunirse un par de veces al mes, citándose siempre por medio de formalísimos tarjetones, y Virginia empieza a disfrutar con la conversación del doctor: coinciden en sus ideas avanzadas y en la manera de entender el papel que la mujer deberá representar en la nueva sociedad, la sociedad del futuro. De manera natural, el Dr. Anselmo se enamora de Virginia y le plantea el matrimonio. Virginia no quiere ni oír hablar de eso, y entonces la magia se rompe: Virginia comienza a aburrirse del doctor. Pero Luis Anselmo ya se ha introducido en la familia, y se lleva estupendamente con la abuela Sahún y con Gabriel.

A estas alturas de novela, Doña Everilda se nos muere, y Virginia –que tan unida estaba a su abuela - decide irse a vivir a Campogiro, el caserón de la abuela a las afueras de Santander. Aparecen entonces en escena, introducidos por Gabriel Montes, los Bárcena: Cayo y su mujer, Leonora. Un matrimonio más allá que acá, más en el mundo de los espíritus que en el de los vivos: Leonora es médium, y Cayo su guía hacia el territorio de los muertos. Personajes patéticos y arribistas, con un punto de gracia y bastante cara dura, que se ganan a Virginia hasta el punto de acabar viviendo en Campogiro con ella y el servicio.

Durante este tiempo Virginia, desconcertada entre su aislamiento, su amor secreto al muerto Casimiro, la verborrea de los Bárcena y su no saber qué hacer con el Dr. Anselmo, se va liando, complicando, volviéndose más rara que la mar. Para colmo de males, el secreto de Virginia va dejando de serlo: Manuela, la madre de Casimiro y cocinera de Virginia, se lo cuenta a Leonora; y la propia Virginia se lo descubre a Luis Anselmo. Y entonces, cuando ya todo es conocido por todos, a Virginia le da un arrebato y decide organizar una sesión de espiritismo para convocar al bueno de Casimiro. Y resulta que, contra todo pronóstico, Casimiro se presenta, desencadenando un final ... que no cuento.

Hasta aquí, un posible resumen sencillo de VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO. Una novela en la que pasan cosas, pero pocas: pasar cosas –como podría escribir POMBO- es lo de menos. Asistimos a una espectacular disección del interior de las personas, como hace HENRY JAMES. El tiempo a veces corre, otras veces se para, y otras va muy lento, como en las historias de VIRGINIA WOLF. Una novela con dos partes muy claras, en dos escenarios distintos (la casa del Muelle -Santander también un personaje de la historia, al menos en la primera parte- y Campogiro), con un punto de inflexión que es la muerte de la abuela y un nexo que las ata que es el muerto Casimiro.

En esa disección de personajes, lo que POMBO hace con Virginia es magistral. Y a la vez, maquiavélico. Consigue que la pobre, de tanto darse vueltas, acabe mareada, perdida, se vaya descentrando hasta perder pie. Hace vivir a Virginia con la confianza de un amor que ha sobrevivido a la muerte y, cuando el muerto por fin puede hablar, manifiesta que de eso nada: se ha muerto y todo se ha terminado ahí. Virginia descubre que el camino que eligió para su vida de ha sido un enorme error: lo ha dejado todo por nada. El mundo interior es un mundo vacío ... Quizá el cambio de la primera Virginia (vital, socialista y encantada con Luis Anselmo) a la segunda (complicada y enganchada a los Bárcena) es un poco forzado, pero lo perdonamos.

En cuanto al contenido del libro, VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO está lleno ideas sugerentes, imposibles de resumir en un comentario como este (que, por cierto, lleva camino de quedar larguísimo): si entráramos a todas las cuestiones que se plantean no acabaríamos nunca. Está el libro, como le gusta a POMBO, lleno de expresiones y explicaciones pseudo-filosóficas; incluso teológicas en bastantes ocasiones.

En cuanto al estilo del libro, VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO es un texto magistralmente escrito, con muchos momentos geniales, memorables: los monólogos de la abuela Sahagún al borde de la muerte, ya un poco gagá, en los capítulos XV y XVI o la presentación del matrimonio Bárcena en el capítulo XIX, son dos ejemplos entre mil. Es verdad que en ocasiones hay un exceso de jugueteo con el lenguaje, con la gramática, con las posibilidades de las palabras: eso le sale tan bien a POMBO, y parece que le divierte tanto, que a veces se pasa. También recurre POMBO al inglés, y salpica el texto de expresiones de lo más snob que le dan un toque Gabriel Montes. Y las citas: miles de citas. Unas citadas como tales: Jane Austen, Rilke, Santo Tomás de Aquino, Eliot, San Juan de la Cruz. Otras veces citando sin citar la fuente: Eliot y La canción de Amor de J. Alfred Pruckford. Otras introduciendo en el texto, como suyas, frases que cualquiera descubre que son prestadas: Dante y su perded toda esperanza, o San Juan de la Cruz y su un-no-se-qué-que-quedan-balbuciendo. Supongo, además, que me habré perdido muchas ...

En el relato de VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO, de vez en cuando POMBO-dios-omnisciente nos aclara, en tiempo presente, la situación de los personajes que analiza. En esos momentos se dirige directamente al lector, como si hablara con nosotros: a veces haciendo reflexiones desde hoy a algo que pasa hace 90 años (como la explicación que se nos hace de los psicofármacos, que hoy existen pero no en tiempo de Virginia...); otras veces justificando el propio texto ( ... cómo procuraban últimamente (imprescindible este adverbio una vez más) dejar a Virginia ..); incluso citando a lo que supongo que serán sus tíos (los famosos aviadores Pombo que aparecen, traídos por los pelos y con la completa complicidad del lector, en la página 361). Un poco como las acotaciones de una obra de teatro, que al leerlas nos meten en situación, nos permiten entenderla y componerla, pero que no forman del todo parte de la historia.

Para aquellos que tengan cierta prevención a ÁLVARO POMBO por su, digamos, trayectoria personal, apunto que la increencia recorre todo el texto, no de manera ostentosa ni ofensiva, pero constante. Y no sólo increencia de la abuela Sahagún o de Luis Anselmo (en menor medida) sino del propio POMBO que, como ya dije, se dirige directamente al lector. Pero pocos peros más le pondría yo a VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO.

En fin, que absolutamente POMBO esta novela. Quizá más de lo mismo, pero no importa: estamos ante un maestro. VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO recuerda más –recuerda mucho- a LA FORTUNA DE MATILDA TURPIN que a ENTRE LAS MUJERES o EL METRO DE PLATINO IRIDIADO (ahí sí que hay literatura de muchos quilates), quizá le sobren algunas páginas y le falte un poco de contención y autocontrol, pero el resultado es, sin duda, soberbio.

Dicho todo esto, me pregunto: ¿Recomendaría yo VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO? De manera general, en abstracto, por supuesto: es un libro magnífico. Pero en concreto, no me atrevería a recomendárselo a nadie sin conocer antes los gustos e intereses de interesado: no es un libro fácil. Es un libro para disfrutar leyendo. Es un libro lento, juguetón con el lector. Es un libro que reclama del lector entrar al juego y no inquietarse. Quien busque acción y lectura fácil que se aplique a MICHAEL CONNELLY, entretenidísimo y resultón.


VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO. ÁLVARO POMBO. 2009. 397 pgs. Editorial Planeta, Colección Autores Españoles & Hispanoamericanos.