Con ESTUPOR Y TEMBLORES: así exigía el protocolo que cualquiera se presentara ante el emperador del Japón. AMÉLIE NOTHOMB toma de ahí el título de su relato (quizá le falte algo para ser novela en toda regla), en el que cuenta las peripecias que le ocurren a ella misma (el texto es bastante autobiográfico, aunque no se sabe hasta qué punto) durante un año de trabajo en la compañía Yumimoto, en Tokio. Amélie, hija de diplomáticos belgas nacida en Japón, a sus 22 años decide trabajar para una gran empresa japonesa, no se sabe muy bien en calidad de qué. Mori Fubuki, su superior inmediato, es mujer (un bellezón oriental) y durante los primeros días de trabajo resulta un encanto. Pero las cosas se van torciendo y Fubuki se pone en contra de Amélie, que va cayendo en cascada hacia situaciones cada vez más surrealistas y realizando tareas cada vez más incongruentes, hasta acabar encargada de la atención y limpieza de los baños de la planta 44 del edificio Yumimoto.
Con este planteamiento AMÉLIE NOTHOMB escribe un relato divertido y en apariencia sencillo que, en realidad, esconde veneno, dispara a matar. Mientras uno lee ESTUPOR Y TEMBLORES se ríe, pero cuando piensa en lo leído se sorprende, y a veces se sobrecoge: situaciones surrealistas pero reales, denigrantes para la dignidad del individuo.
ESTUPOR Y TEMBLORES no es ni muchísimo menos un ensayo, pero a los occidentales nos ayuda a comprender –o al menos a recordar- conceptos que nos suenan de la cultura oriental, tan distinta de la nuestra. Pone en evidencia que no se basa en lo que tradicionalmente son los pilares de occidente: no han pasado por Grecia, ni por Roma, ni por el cristianismo. Cuestiones como la concepción del deber y de la sumisión, que casi es esclavitud. La idea de que lo importante no es la eficacia en sí, sino la cadena de mando, el orden establecido; o mejor, la idea de que el orden establecido vivido a rajatabla es lo que consigue la eficacia. El concepto de honor, exageradísimo. El valor del individuo, que parece limitado –casi aplastado- por el de la empresa, el del conjunto. El imperdonable uso de excusas, aunque a veces sean más razones que justificaciones. La necesidad de ocultar a toda costa los sentimientos. El suicidio ... Resulta impactante lo que dice sobre la situación de la mujer en la cultura japonesa en las páginas 71 a 78, o sobre la dedicación a al empresa en la página 125: no lo puedo reproducir aquí completo, pero si lo que se dice es verdad, se le encogen a uno las tripas. ESTUPOR Y TEMPLORES muestra también como ser blanca (o blanco, supongo) en Japón imposibilita entender lo japonés: pone en evidencia que la barrera cultural es tremenda; es muy gráfico el momento, casi al inicio de la novela, en el que exigen a AMÉLIE que olvide sus conocimientos de japonés, porque ellos no pueden estar cómodos sabiendo que una mujer blanca les entiende cuando hablan; o la aparición y “triunfante actuación” del holandés Piet Kramer.
De AMÉLIE NOTHOMB ya había leído ÁCIDO SULFÚRICO (la historia de un reality televisivo en el que los participantes son ciudadanos cogidos a lazo por la calle y llevados a un campo de concentración): sin ser un libro magnífico, planteaba cuestiones sugerentes en un envoltorio también corrosivo. Pero en mi opinión ESTUPOR Y TEMBLORES es bastante mejor.
ESTUPOR Y TEMBLORES. AMÉLIE NOTHOMB. 1999. Editorial Anagrama, Panorama de Narrativas nº 459. 143 pgs.
Con este planteamiento AMÉLIE NOTHOMB escribe un relato divertido y en apariencia sencillo que, en realidad, esconde veneno, dispara a matar. Mientras uno lee ESTUPOR Y TEMBLORES se ríe, pero cuando piensa en lo leído se sorprende, y a veces se sobrecoge: situaciones surrealistas pero reales, denigrantes para la dignidad del individuo.
ESTUPOR Y TEMBLORES no es ni muchísimo menos un ensayo, pero a los occidentales nos ayuda a comprender –o al menos a recordar- conceptos que nos suenan de la cultura oriental, tan distinta de la nuestra. Pone en evidencia que no se basa en lo que tradicionalmente son los pilares de occidente: no han pasado por Grecia, ni por Roma, ni por el cristianismo. Cuestiones como la concepción del deber y de la sumisión, que casi es esclavitud. La idea de que lo importante no es la eficacia en sí, sino la cadena de mando, el orden establecido; o mejor, la idea de que el orden establecido vivido a rajatabla es lo que consigue la eficacia. El concepto de honor, exageradísimo. El valor del individuo, que parece limitado –casi aplastado- por el de la empresa, el del conjunto. El imperdonable uso de excusas, aunque a veces sean más razones que justificaciones. La necesidad de ocultar a toda costa los sentimientos. El suicidio ... Resulta impactante lo que dice sobre la situación de la mujer en la cultura japonesa en las páginas 71 a 78, o sobre la dedicación a al empresa en la página 125: no lo puedo reproducir aquí completo, pero si lo que se dice es verdad, se le encogen a uno las tripas. ESTUPOR Y TEMPLORES muestra también como ser blanca (o blanco, supongo) en Japón imposibilita entender lo japonés: pone en evidencia que la barrera cultural es tremenda; es muy gráfico el momento, casi al inicio de la novela, en el que exigen a AMÉLIE que olvide sus conocimientos de japonés, porque ellos no pueden estar cómodos sabiendo que una mujer blanca les entiende cuando hablan; o la aparición y “triunfante actuación” del holandés Piet Kramer.
De AMÉLIE NOTHOMB ya había leído ÁCIDO SULFÚRICO (la historia de un reality televisivo en el que los participantes son ciudadanos cogidos a lazo por la calle y llevados a un campo de concentración): sin ser un libro magnífico, planteaba cuestiones sugerentes en un envoltorio también corrosivo. Pero en mi opinión ESTUPOR Y TEMBLORES es bastante mejor.
ESTUPOR Y TEMBLORES. AMÉLIE NOTHOMB. 1999. Editorial Anagrama, Panorama de Narrativas nº 459. 143 pgs.
7 comentarios:
Tiene una pinta estupenda, me lo apunto!!
Parece mentira que pueda haber tanta diferencia entre dos culturas civilizadas, aunque eso que dices de la cadena de mando, puede que algunos "jefecillos" de por aquí lo tengan más que asumido y crean en ello a pies juntillas!!
Buenísimo eso de que les pone nervioso que un blanco les entienda. Madre mía!!
Me leí este libro porque según "mi fan número uno" esta autora de tantísimo éxito escribe igual que yo.
Ahora entenderás por qué es realmente mi fan número uno.
Muy buena reseña, me alegro de que alguién haya hablado de este libro y estoy de acuerdo con todo lo que dices.
Aunque es escalofriante lo que cuenta (a mí me recordaba en muchas cosas a la empresa española), el sentido del humor lo hace más liviano (pero no menos hiriente).
Ella dice que todo lo que cuenta es autobiográfico, pero que no cuenta todo lo de su vida.
ISI, sí que es un buen libro: se lee muy bien, es entretenido -divertido- y dice cosas interesantes. Yo creo que es de los que valen la pena.
LOQUEMEAHORRO, lo que dice tu fan number one es completamente cierto: yo, leyendo algunos pasajes del libro, pensaba –y es verdad que lo pensé- “esto lo podía haber escrito LOQUEMEAHORRO” (ISI, otro motivo más para leerlo). Así que ya sabes, si te lanzas a la novela puedes tener un éxito loco ...
xG
Uy, pues no está en la biblioteca, pero si escribe como loquemeahorro, me lo compro ya!
Gracias chicos, he perdido el comentario en el que os decía que "no se vale, no se vale" :-D
Hola!es la primera vez que visito tu blog, he llegado buscando sobre Otra vuelta de tuerca, el cual, acabo de leer.
Recomiendo encarecidamente "Metafísica de los tubos" , para mi, la mejor obra de Nothomb
ME, bienvenido a selecciónARTE.
¿Coincidimos o no coincidimos en lo que dije sobre OTRA VUELTA DE TUERCA? Yo me apunto tu recomendación, gracias: seguramente no leeré enseguida METAFÍSICA DE LOS TUBOS, pero seguramente acabaré leyéndolo (creo que NOTHOMB tiene interés).
Pásate por aquí de vez en cuando,
xG
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