viernes, 20 de febrero de 2009

OTRA VUELTA DE TUERCA, de HENRY JAMES



Una de las novelas que tenía pendientes de desde hace tiempo (años) en mi lista era OTRA VUELTA DE TUERCA. He leído algunas cosas de JAMES, pero esta seguía en el tintero.

Al acabar puedo decir que tiene bien merecida su fama, porque es un relato extraordinario. Pero no me ha entusiasmado, no le puedo poner un diez, quizá porque las expectativas eran muy altas: hace años leí en algún sitio que OTRA VUELTA DE TUERCA tenía la mejor última página de la historia de la literatura: la más sorprendente, entendí yo; me quedé con ese run-run en la cabeza, y lo estaba esperando. Quizá me he centrado demasiado en la historia que cuenta, y no en cómo la cuenta.

OTRA VUELTA DE TUERCA arranca con un recurso clásico, de lo más decimonónico: un grupo de personas en una noche navideña están contando historias; uno de ellos –el señor Douglas- anuncia que conoce una tremenda, que no puede contar hasta que no pase un tiempo determinado; se crea en el auditorio una expectación creciente; promete un relato auténtico, escrito por su protagonista, una mujer; y un par de días después arranca la lectura del “manuscrito”. A partir de aquí el argumento avanza cogiendo mucho al lector, que poco a poco va devorando páginas para ver cómo se desarrolla la acción en busca del fantástico final. Y cuando acaba de leer y no lo encuentra, se pregunta si se habrá perdido algo, si no habrá algo que no ha entendido o algún matiz clave que no ha sabido coger. Yo esperaba un final tipo LOS OTROS o al menos EL ORFANATO; y la verdad –con cierta pena lo digo- es que el que encontrado no me ha parecido genial. Puede que la culpa la tenga el cine, puede que ya hallamos visto demasiadas cosas, puede que hayamos perdido capacidad de asombro o sensibilidad, puede que yo no haya entendido nada ... o puede que el final no sea para tanto.

¿Qué nos cuenta OTRA VUELTA DE TUERCA ? la historia de una deliciosa mujercita -de quien nunca sabremos su nombre- que es contratada por un misterioso caballero como institutriz para que cuide a sus sobrinos, Miles y Flora, 10 años él y 8 ella, huérfanos (sus padres han muerto en la India) en su mansión de Bly, en el campo. Sustituye a otra mujer joven que ha dejado el puesto por defunción, no sabemos en qué circunstancias. Con enorme aprensión nuestra protagonista llega a su lugar de trabajo, idílico y lleno de buenas personas, aunque desde la primera noche intuye la presencia de algo o de alguien extraño en la casa. Pero en seguida nota que no hay motivo para el miedo: la niña es un cielo desde el primer momento; el niño todavía no está en casa y llegará un par de días después que la protagonista, precedido de una carta en la que se anuncia que ha sido expulsado del colegio donde estudia por malvado, pero cuando Miles entra en escena resulta que también es un auténtico ángel, tan cándido que resulta inexplicable su expulsión del colegio. La vida comienza a transcurrir plácidamente: es verano, la naturaleza está radiante y cálida, los niños de vacaciones se portan mejor que mejor, y así todo. Entonces empiezan a aparecer fantasmas: primero el del pelirrojo y vicioso Quint, el mozo de confianza del señor de la casa, que vivió en Bly y murió en un accidente fortuito; después el de la guapísima –y ahora demacradísima- señorita Jessel, la anterior institutriz, que seguimos sin saber cómo ha muerto. La señora Grose, el ama de llaves de Bly, se encarga de explicarnos quienes son esos personajes, y su relación: resulta que “eran unos golfos”, y estaban liados. A partir de aquí arranca una carrera entre los fantasmas y la institutriz por hacerse con los niños, por arrimarlos al lado bueno o al lado malo de la existencia; carrera siempre contada por la institutriz, desde su perspectiva, desde su cabeza; carrera tan llena de ambigüedades, de sugerencias y de dudas que mantienen el misterio y hacen que el lector no sepa muy bien por dónde pueden ir los tiros hasta llegar al famoso final, que por supuesto no desvelo.

El título del relato se cita dos veces a lo largo del texto, una casi al principio (el señor Douglas, sobre otro relato, dice: “respecto al fantasma de Griffin, el hecho de aparecerse primero a un niño de tierna edad confiere al relato algo especial. Pero no es el único caso de esta clase, que yo conozco, donde se involucre a un niño. Si un niño da la sensación de otra vuelta de tuerca, ¿qué pensarían ustedes de dos niños? ¡pensaríamos que son dos vueltas, por supuesto!”) y otra casi al final (la protagonista nos dice que necesita mantener toda su fuerza, incluso darle otra vuelta de tuerca para mantenerse en pie en la situación en la que se encontraba), con dos sentidos distintos. Tampoco da muchas pistas, a parte de las obvias. Puede que sea precisamente eso lo que pretende JAMES, que al llegar al final sea el lector el que dé otra vuelta de tuerca a todo lo que ha leído para completarlo y re-entenderlo.

Tiene desde luego el enorme mérito que siempre se ha reconocido a HENRY JAMES: el análisis interior de los personajes –en nuestro caso, de la protagonista- es magistral. Un muy buen relato, de los que hay que leer, pero sabiendo que está escrito en 1898.

Por cierto: ¿es una obra de literatura norteamericana o es literatura europea?

11 comentarios:

Ion Egúzkiza dijo...

Me ocurrió exactamente lo mismo: llegué a la supuestamente mejor página final de la historia y... ¿me habré perdido algo? Con tu permiso, te enlazo desde mi blog y me ahorro un comentario.

xGaztelu dijo...

ION, ya sabes que el permiso lo tienes siempre concedido.

Me consuela saber que no soy el único que al final de OTRA VUELTA DE TUERCA se quedó con sabor a poco, aunque lo que de verdad me hubiera encantado es encontrar el MEJOR final de la historia de la literatura. En cualquier caso, esto nos da pie a seguir buscando: quien encuentre “final candidato a mejor final” que avise.

xG

Ion Egúzkiza dijo...

Gracias por el permiso. El mejor final... nunca lo había pensado. Si se me ocurre algo te lo cuento.

loquemeahorro dijo...

Leí este libro hace ya varios años y a mí también me decepcionó un poco.

Además ya había visto varias adaptaciones cinematográficas, y por una vez, me parecieron superiores al original.

También leí hace tiempo Washington Square y me decepcionó porque había visto "La Heredera" y es mucho mejor, mucho más sútil. En la novela se deja bien claro quién es el pretendiente desde el principio, cosa que no ocurre en la película y ... bueno, esta es otra historia.

Lo del "mejor final" es realmente difícil, lo pensaré.

xGaztelu dijo...

Hola, LOQUEMEAHORRO, bienvenida a selecciónARTE. Me sacas ventaja en lo de las películas, porque no recuerdo haber visto ninguna adaptación de obras de JAMES (una buena laguna, pero que le vamos a hacer).

En cambio, sobre lo del mejor final, a la vista de vuestros comentarios (el tuyo y el de ION) sí me han venido a la cabeza algunos títulos: aunque no se llevarían el primer premio, creo que tienen nivel para concursar. Seguramente publicaré una entrada sobre el asunto (ah!, promesas ...).

(Por cierto, buenísimo tu blog! No lo conocía)

xG

ADE dijo...

Hola:
Acabo de conocer tu blog desde loquemeahorro (coincidimos de que es estupendo) pero el tuyo me ha gustado mucho. Confieso que fui directo a la categoría de libros y quedé gratamente sorprendida, porque veo muchos clásicos, generalmente la gente comenta libros nuevos y como vivo en Cuba, muchas veces me quedo en el aire porque no los conozco. Quisiera hacer mil comentarios, en Hemingway, en Fitzgerald(de quién hice mi tesis de licenciatura) en fin, en muchos, pero me gustó eso de los mejores finales y quiero hacer mi aporte: hace tiempo que vuelvo a la página final de El Mundo de Ayer de S. Sweig. No quiero decir que sea el mejor, pero esa última frase de los contrastes de luz y sombras, como colofón de su obra, me parece genial. Uf, qué largo mi comentario, no quiero aburrir, nos veremos por ahí, porque desde ahora, te veré mucho.
Un saludo,
ADE

xGaztelu dijo...

ADE, bienvenida a selecciónARTE. Me alegra que te guste lo que hago, y me entusiasma que así, de primeras, hables de EL MUNDO DE AYER: aunque no tiene entrada propia (me gusta escribir en caliente, no de memoria, y cuando leí las MEMORIAS DE UN EUROPEO de ZWEIG selecciónARTE aún no existía), es un libro que ya he citado en algunas ocasiones, como uno de los grandes, de los que valen realmente la pena.

Si trabajaste en FITZGERALD durante tu tesis mi comentario te habrá parecido una simplonada: es lo que tiene no ser experto ... Hoy, además, habrás visto que la entrada se la dedico a otro tipo de “clásico”: todo cabe.

Una última cosa: alárgate en tus comentarios todo lo que quieras, que para eso está el blog, para oír opiniones de otros, y aprender.

xG

Anónimo dijo...

Acabo de leer la critica, y me parece que merecen una relectura de Otra vuelta de tuerca. Me parece que lo mas importante se les escapo, que se dejaron llevar por el relato( lo que quiere James) y se olvidaron que es un relato. Es decir, una mujer cuenta lo que SUPUESTAMENTE sucede. Pero como dije es solo el relato y nada mas que eso. No hay tal historia de fantasmas en esta novela. Cabe analizar cada momento en que aparecen las visiones, siempre en ratos ocio, o en lecturas de historias fantasticas, entre desvelos e insomios, cabe destacar como la institutriz ve a su nueva residencia, el estado de ceguera que le provoca el brillo de su empleador, de los niños y del sitio. No por nada,en los discursos siempre se ve a las figuras a desniveles, a distancias, no por nada los niños y la ama de llaves jamas ven nada, ni se dan por aludidos.
Este es mi consejo, lean nuevamente este texto y encontraran el verdadero sabor de la magistral obra que inauguro para siempre la tecnica del punto de vista. Un saludo!

Martin G.

xGaztelu dijo...

MARTIN G., bienvenido a selecciónARTE. Agradezco tu sugerencia, que me da una clave nueva de lectura de una obra que –como dices- es magistral. No sé si me animaré a leer ahora otra vez a JAMES, pero desde luego me quedo con la idea para el futuro. Y también te diré que me alegran mucho estos comentarios en entradas antiguas: no son nada habituales en un blog, medio en el que en general parece que lo importante sólo es la última novedad (y de eso nada: esta misma entrada se podría publicar hoy sin variar su interés, ya sea mucho o poco ...). Un saludo,

xG

Valentina Solar Sandoval dijo...

A mí me pareció un buen final. Nada decepcionante. Bueno, no tenía ninguna expectativa en realidad.

Confieso que en las primeras páginas al ver la perfección de los niños creí que eran los fantasmas que se habían apoderado de sus cuerpos jajajaj Pronto descarté eso.

Lo que comenta Anónimo es cierto. Nada nos dice que lo que cuenta la institutriz sea verdad. es sólo lo que ella creyó ver.

En cuento a un final de libro memorable, al menos para mí; el final de "1984" de Orwell, me dejó un vacío en el pecho.

xGaztelu dijo...

VALENTINA, bienvenida a selecciónARTE. Estamos, como tantas veces, ante el maldito problema de las expectativas: ya lo explicaba en la entrada. Yo había oído que el final de OTRA VUELTA DE TUERCA era el mejor final de la literatura universal, y claro ... es muy difícil que efectivamente lo sea: me llevé una pequeña decepción, aunque me parece que es una lectura "obligada".

Y, la verdad, no he releído el relato como nos recomendaba Martin G: sigue pendiente.

xG