miércoles, 28 de mayo de 2008

EDIFICIO DE VIVIENDAS EN MADRID, DE DAVID CHIPPERFIEL




Hasta que hace unos meses visité el edificio VELAS Y VIENTOS en el puerto de VALENCIA, reconozco que no había prestado demasiada atención a DAVID CHIPPERFIELD -para mi sonrojo lo digo. Pero después de pasear por aquellos enormes planos blancos volando ... me ha ganado completamente.

En MADRID tenemos dos trabajos de CHIPPERFIELD: una actuación en el HOTEL PUERTA DE AMÉRICA, y el EDIFICIO DE VIVIENDAS en VILLAVERDE, que he estado viendo recientemente. Verdaderamente se trata de una obra lograda. Las fachadas resueltas con GRC de tonos tierras, la gran profundidad de los huecos desordenados y el juego de planos que cortan la parte superior del bloque en oblicuo –consecuencia de una interpretación inteligente de las ordenanzas- dan al conjunto un espléndido aspecto pétreo. Rocoso. De masa tallada. De cuevas en la montaña. De hogar protegido. Pero hoy no quiero limitarme a describir ni a alabar, aunque sea lo que el arquitecto merece.

Hay otra idea que vale la pena comentar a la vista de esta obra. Visitando ahora el edifico, ya rodado, es obligatorio hacer una consideración simple pero tan real como un programa en directo: la relación entre la pieza de Arquitectura y el usuario. Al final, los edificios están hechos para que vivan personas dentro: cada uno coloniza su hábitat, lo hace suyo, lo transforma. Y al hacerlo puede parecer que no ha sabido apreciarlo ¿Qué tienen que ver los cuidadísimos huecos de CHIPPERFIELD con las jardineras llenas de geranios? ¿con los petos de cañizo? ¿con las chimeneas de calderas? ¿con las toallas colgadas puestas a secar? Seguramente nada, y podría incluso parecernos una falta de sensibilidad importante. Pero hay que reconocer que –nos guste o no nos guste, que nos gusta poco- al final la arquitectura es buena si se puede usar para lo que ha sido construida por el usuario razonable. Si no, podemos tener una magnífica escultura, pero aquello no será Arquitectura.

Mas fotos en
http://picasaweb.google.com/xGaztelu/DavidCHIPPERFIELDEnMADRID
VIVIENDAS SOCIALES EN VILLAVERDE. DAVID CHIPPERFIELD. Calle de la Esmaltina, 2. 28021 MADRID.

domingo, 25 de mayo de 2008

GOYA EN TIEMPOS DE GUERRA, EN EL MUSEO DEL PRADO DE MADRID


Hasta el 13 de julio se puede visitar en el MUSEO NACIONAL DEL PRADO una estupenda exposición de GOYA, que recoge obras del pintor desde 1975 hasta 1820. Sin necesidad de describir con detalle el recorrido de lo que se puede ver –se encuentra fácilmente en el catálogo, en artículos y sitios en la red- animo vivamente a visitarla. Empecé mi recorrido con cierta sensación –prejuicio en sentido estricto- de ir a ver más de lo de siempre. Y nada más empezar, tres pequeños lienzos me dijeron lo contrario. No es que haya grandes novedades –la obra de GOYA es muy conocida- pero uno redescubre al genio cada vez que lo ve, y se fija con fuerza en aspectos concretos que le hacen disfrutar. Yo en esta ocasión he disfrutado viendo los niños de GOYA (La Marquesa de Monte Hermoso; Vicente Guye; Marianito Goya; José “Pepito” Costa y Bonells; María Vicente Barroso y Valdés; incluso San Juan Bautista en el desierto, aunque ya no es tan niño). He disfrutado con la luz-lechosa-casi-neblina de pequeños interiores (Interior de un hospital; Corral de locos; Casa de locos) y de algunos exteriores (Bandido asesinando a una mujer; Salvajes descuartizando a sus víctimas; Salvajes mostrando restos humanos). He disfrutado con algunos retratos para mí menos conocidos (El General Guye; El Duque de Wellington; D. Manuel Romano; El Duque de San Carlos). He disfrutado otra vez –entiéndase bien- con Los fusilamientos del tres de mayo. Me ha gustado ver por fin lo he visto bien iluminada La última comunión de San José de Calasanz. Y me he sorprendido/alegrado con la cantidad de obra de GOYA que sigue en manos particulares.

Una exposición acertadísima, llena de tesoros, aunque yo me sigo quedando con la Marquesa de Santa Cruz y La Condesa de Chinchón.

Acabo con unas palabras de agradecimiento a la persona de control que me facilitó la entrada y con la que comenté –brevísimamente, claro- la exposición a la salida: una mujer amable que seguramente nunca leerá estas letras, pero que es de las que –sin nada del otro jueves, trabajando como deben- te hacen la vida grata.

viernes, 23 de mayo de 2008

HORACIO COPPOLA, FOTOGRAFO, EN LA FUNDACIÓN TELEFÓNICA DE MADRID


La nueva sala de exposiciones de la FUNDACIÓN TELEFÓNICA (en un estado de cambio constante, no se sabe si para mejor o para peor: qué entrada, entre obreros, repartidores y oficinistas) presenta una colección de fotografías de HORACIO COPPOLA, y algunas películas. Hechas en los años 20 y 30, en blanco y negro, la mayoría son retratos de Buenos aires, con sus gentes y sus coches y sus edificios y sus cines y sus noches. La ciudad protagoniza las miradas del artista, que es notario cualificado de su crecimiento. Otras tienen un planteamiento mas conceptual, menos descriptivo, y presentan objetos habituales vistos con ojos de artista: una máquina de escribir, el acero para encofrar unos pilares, una bicicleta apoyada contra unas tuberías ... Las menos son autenticas creaciones hechas con luz sobre película: el homenaje a Juan Gris, la composición BAUHAUS ... Una exposición que está a punto de terminar y que tiene un interés relativo: nunca está de más ver obras de autores de calidad, pero no resulta imprescindible. Seguramente la presencia de más obras permitirá descubrir con más facilidad al maestro que se intuye.

martes, 20 de mayo de 2008

LA AMPLIACIÓN DEL MUSEO REINA SOFÍA DE MADRID, DE JEAN NOUVEL




Desde que se inauguró la AMPLIACIÓN DEL REINA SOFÍA, de JEAN NOUVEL, siempre que he ido al MNCARS he pensado que no se trata de un buen proyecto: no es malo, ni siquiera incorrecto, pero desde luego no es bueno. Estuve otra vez allí hace unos días, viendo el edifico, recorriéndolo, fotografiándolo y pensando qué le pasa. Después de esa jornada, mantengo mi opinión; y me explico.

El proyecto parece organizado alrededor de dos ideas básicas –nada arriesgadas, por cierto, nada originales, pero correctas y que pueden funcionar: la consolidación de una fachada a la Ronda de Atocha mediante la construcción de un edificio pantalla, que aunque está formado por tres piezas sueltas, las rajas entre uno y otro –que nos permiten las nuevas entradas al museo- están biseladas de forma que nunca aparece una grieta evidente, y la obtención de una gran espacio de acceso que articula esas nuevas piezas y el edificio antiguo mediante un atrio de gran altura cerrado con una cubierta perforada. Y todo con un buen tratamiento de los materiales: esas superficies tersas y brillantes que tan bien hace NOUVEL, las lamas perforadas, los vidrios. Hasta aquí, no hay pero que poner: el volumen rojo que configura la esquina del edificio y la singulariza, está bien; la gran cubierta que se aproxima aquí y se separa allá y que ata suficientemente la AMPLIACIÓN con el antiguo edificio de SABATINI, también es correcta; el constante juego de transparencias y asomos, muy interesante ... Pero en ese conjunto de ideas acertadas hay una -la forma de deshacer los volúmenes en su parte más alta, para no llegar a la cubierta, que a su vez se perfora de manera bastante aleatoria y poco compuesta- que podía haber funcionado estupendamente pero es precisamente lo que pierde al proyecto. Ese empeño por meter aire y no tocar, de desmaterializar al subir, no alcanza el interés de los fueras-dentros, y sólo consigue deshacer, fragmentar, desordenar: el conjunto se llena de pequeñas anécdotas y recortes que le hacen peder forma, rotundidad, fuerza, calidad. Y el efecto de cajones que proporciona al conjunto la retícula-estructura gris, tampoco ayuda al conjunto: lo despieza, lo parte, lo hace pequeño, pierde escala. Una pena. Las salas interiores de exposición, ni fu ni fa.

Junto a todo lo anterior, hay que reconocer que el edifico tiene cosas muy conseguidas: la biblioteca excavada con su enorme altura y su tratamiento de la luz; la cafetería con el enorme volumen de auditorio encima; el propio volumen del auditorio; algunos de los rotos de la cubierta. En las terrazas y el auditorio aún no he conseguido estar ... JEAN NOUVEL es un gran arquitecto, con mucho oficio, y eso se nota y se agradece. Si en lugar de un medio-edificio, una ampliación (de otro edificio que, por cierto, tampoco es ninguna locura), se hubiera tratado de un elemento autónomo y completo, seguramente tendríamos en MADRID una pieza de NOUVEL de mucho más interés.

Algunas fotos más en
http://picasaweb.google.com/xGaztelu/AMPLIACINDelMNCARSDeMADRIDJEANNOUVEL

jueves, 15 de mayo de 2008

OUKA LEELE, FOTOGRAFA, EN EL MUSEO DEL TRAJE



La fotografía siempre me ha parecido compleja de análisis. Cuando uno ve fotos bonitas, o incluso buenas, (cada vez se ven más, en muchos foros) se plantea dónde está ahí el genio artístico. Porque no basta que algo sea bonito para que sea arte: un lirio es bonito, perfecto, pero no es una obra de arte; no basta que la gran escala ponga delante del espectador una imagen poderosa, potente; no basta que la técnica sea correcta, incluso perfecta. Así podríamos seguir, pero no lo haré. Además de todo eso –que sí hace falta- el arte tiene que decir y conmover al espectador, transformándole y enriqueciéndole. Yo pienso que cualquier expresión artística debe transmitir un mensaje (que no es lo mismo que provocar un sentimiento): es un hablar con, un decir a, una necesidad de expresión y, a veces, una expresión necesaria. Con sus fotos, OUKA LEELE lo consigue. Sus fotos hablan. A veces con muchas palabras (El Principito), a veces con muy pocas (El alma de Lisboa), a veces de forma tierna (La escalera de Jacob) y casi nunca a gritos.

Apenas encontramos en esta exposición las conocidas fotos coloreadas de OUKA LEELE. Mucho blanco y negro y algo de color. Que nadie se la pierda.

Otro día trataré el MUSEO DEL TRAJE, porque se lo merece.

domingo, 11 de mayo de 2008

CHEMA MADOZ, FOTÓGRAFO, EN LA GALERÍA MORIARTI



Paradoja, jo. (Del lat. paradoxus, y este del gr. παράδοξος). adj. desus. paradójico. 2. f. Idea extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de las personas. 3. Aserción inverosímil o absurda, que se presenta con apariencias de verdadera. 4. Ret. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción. Mira al avaro, en sus riquezas, pobre.

Expone la GALERÍA MOTIARTI algunas fotografías de MADOZ, no muchas. Pero, como siempre, de gran calidad. La no-alfombra de piel de oso, el sendero de charcos, el arco con tensor, el libro subrajado (que no subrayado), las gotas-ojo-de-pez o el lector tan intenso –o tan ciego- que con su lupa quema que las palabras.

CHEMA MADOZ sorprende siempre, con esa paradoja suya, con esa fina ironía, con esa forma singular de enseñarnos lo que ve. Y es que –como todo buen artista- saber ver el mundo de otra manera, con unos ojos interesados, sensible, sabios. No como un mero notario que toma nota de la realidad, sino descubriendo una segunda o tercera lectura en aquello que mira. No es el fotógrafo que trata sin más de captar la realidad tal cual es (ojo, éstos a veces lo hacen también con una visión ciertamente sutil): un instante, un suceso, una persona, un sentimiento. No. Reinventa la imagen con la propia imagen y la complicidad del espectador. Fotógrafo de objetos, no de sujetos, que nunca defrauda, que nos ayuda a ver mejor, más, lo que habitualmente no sabemos ver. Paradójico.

sábado, 10 de mayo de 2008

EVELYN WAUGH


Hace pocos días apuntaba mi pasión por RETORNO A BRIDESHEAD, que me ha llevado a leer todo lo que ha caído en mis manos de EVELYN WAUGH, y he de reconocer que aunque todo me gusta –soy un fan incondicional, de esos que tiene poco argumento para justificar su pasión- no todo es igual. Es más, RETORNO es una obra singular en la producción de WAUGH.

NOTICIA BOMBA, MERIENDA DE NEGROS, UN PUÑADO DE POLVO, CUERPOS VILES, LOS SERES QUERIDOS, son novelas de tono humorístico (creo que nunca falta en toda su obra un punto guasón), con un ácido retrato de la sociedad inglesa, preciso y divertido. MERIENDA DE NEGROS es magistral, y LOS SERES QUERIDOS no tiene desperdicio, puro humor negro. La trilogía de guerra SWORD OF HONOUR ridiculiza una situación que pienso que es personal, la guerra que vivió WAUGH, y con la que supongo que muchos no estarán de acuerdo. A mí, me divierte. En HELENA, de género histórico, WAUGH vuelve al tema de la conversión religiosa, pero no es BRIDESHEAD, no alcanza su nivel. También he leído algunos libros suyos de viajes, entre los que destacaría ETIQUETAS, publicado en español por Península.

Aún tengo pendientes varios títulos, que espero no perderme: PUT OUT MORE FLAGS, THE ORDEAL OF GILBERT PINFOLD ...Y tengo empezado UNA EDUCACIÓN INCOMPLETA, que acaba de publicar LIBROS DEL ASTEROIDE. Aunque todavía es pronto para juzgar –he avanzado poco- la verdad, me está costando: muy WAUGH, pero a la vez tan tan tan particular que uno disfruta con la forma de contar pero no siente gran interés por lo que le cuentan.

martes, 6 de mayo de 2008

BIDESHEAD REVISITED, DE EVELYN WAUGH


Sigo con lo de ayer. Puede que sea imposible decir cuál es la mejor novela de la historia pero, en cambio, afirmar cuál es la que más nos ha gustado, la que más nos ha dicho, es mucho más fácil: es algo subjetivo, propio de cada uno, que depende de sensibilidades, momentos, ideales, aspiraciones, vida vivida y por vivir. No es discutible.

Yo no tengo ninguna duda: la novela que más me ha gustado, con la que más he disfrutado, con la que pienso seguir disfrutando, es RETORNO A BRIDESHEAD, de EVELYN WAUGH. Una joya. Llena de sensibilidad, rica en su mensaje e impecable en su forma. No es otra novela sobre la decadencia de la sociedad británica. Ni una novela sobre la vida en Oxford en el periodo de entreguerras. Ni siquiera “THE Oxford novel”, como reseña la última edición que he leído. Es todo eso, claro, pero es mucho más: es, sobre todo, la actuación de la gracia divina en la vida de los hombres. WAUGH es un converso al cristianismo, y trata un tema que le toca muy de cerca. No lo hace de la forma clásica, donde los cristianos son buenos, pobres y perseguidos por unos paganos remalos. No, aquí los católicos son aparentemente los malos (SEBASTIAN alcohólico, JULIA casada con un divorciado, separada y viviendo con CHARLES, LORD MARCHMAIN en Italia con CARA, ANTHONY BLANCH con sus amantes) y CHARLES, el ateo, es el bueno, el correcto, el objetivo ... Pero la realidad no es esa: la realidad es que los católicos, con todos sus defectos –no dejan de ser mortales como los demás- tienen una vida rica, apasionada, con relieve, llena de interés, atractiva. Y sobre todo con un norte claro que la rige: una fe y un Dios. Al que quizá en ocasiones no hagan mucho caso, pero que está presente en cada momento de su vida, y que a la larga es lo que la llena y le da sentido. Un Dios que les deja libertad de movimientos, pero que nunca se olvidad de ellos, que les cuida y siempre les da la oportunidad de volver, de arrepentirse. Hay una cita magistral de CHESTERTON y su PADRE BROWN que lo clava: “le cogí con un anzuelo y una caña invisibles, lo bastante largos como para dejarle caminar hasta el fin del mundo y hacerle regresar con un tirón del hilo”. CHARLES, en cambio, es todo corrección, pero lleva una vida plana, sin interés, sin esperanza, desencantada (“supongo que todo esto no significa nada para ti, pobre agnóstico”, le dice CORDELIA cuando dejan vacío el sagrario de BRIDESHEAD). Sólo la relación con los Flyte le da cierto interés, y sólo la comprensión final de lo que Dios hace le da cierta esperanza, cierta alegría: “Hoy pareces mucho más contento que de costumbre”, le dice el segundo comandante en la última frase del libro, cuando CHARLES acaba de dejar la capilla de BRIDESHEAD.

CHARLES, SEBASTIAN, ALOYSIUS, JULIA, CORDELIA (Cordelia Flyte ¡qué personaje!), BRIDEY, LORD y LADY MARCHMAIN, CARA, ANTHONY ... son personajes inolvidables, a los que conozco bien, con los que podría –si de verdad existieran- pasar larguísimos ratos: enterrar oro en los sitios que nos gustaría recordar; visitar el jardín botánico para ver la yedra; tratar de evitar las pequeñas charlas de TERESA MARCHAMIN; recorrer Venecia hasta el último rincón; estar callado en una esquina, viendo cómo aparece en el lienzo la habitación principal de una mansión a punto de desaparecer o aquel paisaje americano; marearme en una travesía atlántica; despedir a un curita de pueblo o rezar en una capilla con una fea lámpara modernista de diseño deplorable.


Reconozco, en cambio, que no me resulta fácil justificar esta pasión: ¿qué hace que RETORNO sea lo que es? Todo, que es casi como decir, no lo sé. Pero sólo hay un camino para el que quiera tener una respuesta: empezar a leer cuanto antes.

lunes, 5 de mayo de 2008

EL NOVELÓMETRO

Decir cuál es la mejor novela que uno ha leído es muy difícil; cuál es la mejor novela que se ha escrito, imposible. No existe un NOVELÓMETRO, medidor de la bondad o maldad de la literatura, que concluya objetiva e incontestablemente una pole position. Los grandes gurús pueden hacer listas, los medios de comunicación, encuestas. Pero siempre hay alguien que rechaza los resultados: y está en su derecho. La calidad de una obra de arte no admite centímetros, ni kilogramos, ni amperios: no hay unidad objetiva que la mida (a pesar de esta afirmación, algunas ideas tengo sobre esto, que ya trataré en otra ocasión). A veces uno encuentra largas listas de las 100 mejores películas de la historia del cine, o las 50 mejores novelas del siglo XX, o el top-ten de la música de los 80’s+90’s. Y al comentarla con los amigos, ninguno está de acuerdo: “Hombre, más o menos, sí, está bien, pero a quien se le ocurre poner La mala educación” “En general, vale, pero olvidarse de El siete de septiembre es intolerable: ¡si es lo mejor que se ha hecho en muchos años!”.

Yo he leído muchas muy buenas novelas, y seguro que me quedan mucha buenas por leer. Pero si tuviera que decir cuál ha sido la mejor, seguramente diría GUERRA Y PAZ. Seguro que a alguno de los que lean esto le pareció una cosa larga y aburrida, llena de nombres que no hay manera de recordar, un poco rancia, nada actual ... Se lo concedo, no pido unanimidad.

domingo, 4 de mayo de 2008

MEDINA DE RIOSECO, VALLADOLID



Hace más de quinde años una persona a la que quería mucho me regaló un libro sobre Arquitectura Española Contemporánea. Uno de los proyectos publicados era la reconstrucción que J. I. LINAZASORO había hecho de la IGLESIA DE SANTA CRUZ, en MEDINA DE RIOSECO. Ya entonces me interesó el sitio, pero hasta ayer no me he acercado a verlo. Tengo que agradecer a Juan José, Carlos y José Luis la invitación, y el magnífico día que pasamos.

En un primer momento MEDINA DE RIOSECO resulta ser un pueblo como tantos, con un casería poco homogéneo, feo en muchos casos. Pero a medida que se recorre resulta que la Ciudad de los Almirantes de Castilla tiene unos edificios de esos de quitar el hipo.

Visitamos SANTA MARÍA DE MEDIAVILLA, donde es obligatorio ver la CAPILLA DE LOS BENAVENTE, una auténtica joya del renacimiento castellano. No sabría decir qué resulta más impresionante: si la potentísima imagen de La Virgen de JUAN DE JUNI, o toda la decoración de paredes y techo en yeso policromado. En esa misma iglesia no hay que perderse la REJA que cierra el coro, y el propio CORO, los dos traídos de San Francisco. El retablo parece que también vale la pena, pero ahora está en restauración y no se ve. Visitamos la IGLESIA DE SANTA CRUZ, la de LINAZASORO: muy buen ejercicio de restauración. Visitamos la IGLESIA DE SANTIAGO, otra maravilla, con un estupendo retablo churrigueresco y una luminosidad fuera de lo común. Visitamos SAN FRANCISCO, ahora museo, otro interesante edificio rescatado donde la visita guiada está astutamente resuelta a base de luz específica y sonido grabado. Visitamos la DÁRSENA DEL CANAL DE CASTILLA, que tenía en RIOSECO uno de sus puntos de inicio: un obrón ilustrado lleno de interés. Paseamos por la RÚA MAYOR, donde uno tiene la sensación que le tiempo se paró en 1900.

Interesantísimo recorrido por una ciudad que tuvo enorme importancia, y le ha quedado poso. Llama la atención la cantidad de gente joven por las calles (no sé si locales o visitantes). Sorprende la calidad de los guías -él en BENAVENTE, ella en SAN FRANCISCO- apasionados con sus monumentos. Y también resulta llamativo que no se publicite más todo lo que hay allí: con los tesoros que tienen, unos cuantos carteles orientativos en la carretera y en la propia Villa, un buen punto de información turística, una buena página en la red, podrían hacer maravillas.

En el entorno de RIOSECO hay varias cosas que valen la pena, entre otras SAN CEBRIÁN DE MAZOTE y el sorprendente MONASTERIO DE LA SANTA ESPINA.

viernes, 2 de mayo de 2008

ME LLAMO ARAM, DE WILLIAM SAROYAN

Hace años leí LA COMEDIA HUMANA, de SAROYAN, y guardo un grato recuerdo. Ahora he leído ME LLAMO ARAM, y el regusto con el que termino se parece al de entonces, o al que recuerdo de entonces.

ME LLAMO ARAM es una colección de catorce relatos que recogen recuerdos de la infancia y adolescencia de ARAM GAROGHLANIAN, armenio nacido en los Estado Unidos (Fresno, California) en las primeras décadas del siglo pasado. Con sus historias nos presenta a su extensa familia (la componen 37 ó 38 miembros, dice en algún momento), en la que hay de todo: sabios, locos, poetas, idealistas, confiados ... todos unidos, todos con una clara conciencia de un clan, todos respetando la autoridad que da la edad y la experiencia. Con pocas pinceladas el autor define a los personajes, les da vida y los hace interesantes; a veces con un punto de misterio, como el indio ojibwa que se hace llamar LOCOMOTORA 38; con una gran humanidad, como el viejo DAWSON, director de la Emerson School, que con justicia no perdona el castigo por la escapada al circo, pero lo hace con delicadeza, comprendiendo la pasión juvenil por el mayor espectáculo del mundo ; soñadores, como el tío MELIK que planta granados en el desierto; místicos desengañados como el tío GYKO; prácticos como PANDRO KOLKHOZIA negociando la participación en el coro presbiteriano para la Señorita BALAIFAL. Quizá ARAM es demasiado listo, avispado, observador, maduro, “poco niño”.

Ninguno de los relatos tiene fuste como para ser el que articula el libro, pero en conjunto forman un retrato completo y acertado, lírico, de una vida y una época: son historias sencillas contadas por un chico inteligente, que presentan una sociedad amable. Un libro que se lee bien, donde se puede reseñar poco y con el que se puede disfrutar sin problemáticas artificiales o rebuscadas.

En cualquier caso, y a pesar de lo que el tiempo haya podido deformar mi recuerdo, mejorándolo, me quedo con LA COMEDIA HUMANA ...