miércoles, 27 de marzo de 2013

IMPRESIONISMO Y AIRE LIBRE / DE COROT A VAN GOGH, en el MUSEO THYSSEN BORNEMISZA de MADRID


Si la exposición de la FUNDACIÓN MAPFRE sobre algunos pintores impresionistas y postimpresionistas me pareció buena, esta del MUSEO THYSSEN he de reconocer que me ha defraudado un poco. Quizá esperaba otra cosa, y me han traicionado las expectativas. Porque IMPRESIONISMO Y AIRE LIBRE / DE COROT A VAN GOGH tiene interés, sin duda, y algunas obras son de primera, pero … o me ha faltado contexto o es demasiado evidente.

He salido de IMPRESIONISMO Y AIRE LIBRE / DE COROT A VAN GOGH con la sensación de visitar una exposición que podía ser muy interesante -más que la de MAPFRE- pero que al final se queda corta; una exposición que no consigue explicar del todo la salida al aire libre, sino que únicamente pone ejemplos. Ejemplos, eso sí, en los que es fácil apreciar no sólo la evolución del estilo sino la variación del concepto. 

Y, todo hay que decirlo, encontrarse de nuevo con JOHN CONSTABLE es todo un placer. 


El folleto publicado por el museo explica así IMPRESIONISMO Y AIRE LIBRE / DE COROT A VAN GOGH (lo copio porque es un texto acertado que complementa bien lo que encuentra -o no encuentra- el visitante):

“La presente exposición se propone introducir al espectador en la problemática de la pintura al óleo al aire libre, práctica artística que alcanzó su máxima expresión con el impresionismo, pero cuyos orígenes se remontan casi un siglo atrás.

Desde finales del siglo XVIII, fue frecuente que los jóvenes paisajistas que se formaban en Italia se ejercitasen con pequeños estudios al óleo pintados del natural. Considerados por Pierre-Henri de Valenciennes (1750-1819), paisajista neoclásico y padre de la pintura al aire libre, como obras menores respecto a las composiciones finales ejecutadas en el taller pero esenciales en el aprendizaje del artista, su función principal era la de servir de ejercicios de destreza tanto para el ojo como para la mano. Indirectamente, se pretendía que a través de ellas el paisajista adquiriese un repertorio de posible uso en el futuro, en sus composiciones acabadas, y que recurriese a su memoria visual más que a su imaginación. En cualquier caso, los estudios al aire libre quedaban restringidos al ámbito privado del artista.

Durante la primera mitad del siglo XIX, la neta distinción entre paisajes del natural y composiciones de estudio se fue desdibujando. Desde la década de 1820, se produjeron trasvases entre ambos formatos que implicaron un acabado más cuidado de los óleos pintados al aire libre y la utilización de motivos tomados del natural en las composiciones ejecutadas en el estudio. Artistas como Corot y Constable extendieron la práctica de la pintura del natural al conjunto de su producción, y pronto la moda de los estudios al óleo del natural se extendió a gran parte de Europa y de los Estados Unidos. De manera paralela, los estudios al óleo pintados al aire libre ganaron reconocimiento e independencia, sobre todo entre los artistas pertenecientes a la Escuela de Barbizon (Rousseau, Diaz de la Peña, Dupré, Daubigny, etc.), quienes frecuentaron el bosque de Fontainebleau, a unos 60 kilómetros al sur de París. Algunos de ellos optaron por presentar sus estudios del natural en los certámenes oficiales, junto a sus obras más acabadas.

Monet, Sisley, Renoir, Bazille y Cézanne frecuentaron el bosque de Fontainebleau en la década de 1860, donde tomaron el relevo de la Escuela de Barbizon. Con ellos, el trabajo en el taller pasó a segundo plano, y la espontaneidad y la rapidez de ejecución que habían sido consustanciales de los estudios al aire libre se convirtieron en uno de los fundamentos de su pintura. De este modo, los estudios al aire libre —en su función tradicional de apoyo a la creación artística—, dejaron de tener sentido, pues ellos mismos pasaron a convertirse en el centro de la práctica artística. Pero la aparente libertad del trabajo del natural no tardó en convertirse en una traba a la creación plástica. Monet, quien en 1880 aseguraba no poseer otro estudio que la naturaleza, empezó por las mismas fechas a concluir sus obras en el taller.

A comienzos del siglo XX, con la eclosión de las vanguardias, el trabajo en el estudio volvió a ganar en importancia frente al trabajo al aire libre. En todo caso, entre los artistas que trabajaron en plena naturaleza predominó la vertiente expresionista que hacía del paisaje una proyección del los anhelos subjetivos del artista.

En la muestra esta evolución se cuenta a través de siete salas dedicadas a otros tantos motivos enraizados en la tradición de la pintura al aire libre. Dichas salas temáticas reúnen escuelas artísticas y estilos distintos con el fin de mostrar tanto la continuidad de la tradición de la pintura al aire libre como sus cambios a lo largo de los años.”


Ahora hay que ir pronto a ver HIPERREALISMO 1967/2012, que tiene tan buena pinta …

3 comentarios:

Maribel dijo...

Gracias XGaztelu tanto por acudir como por contar tus dudas sobre una exposición que está en nuestra lista.
Tal vez, como comentas en otra entrada mucho impresionismo. O el hecho de tener en mente otras como la magnifica dedicada a Monet..
Lo cierto es que cada vez notamos más si el hilo conductor ha sido bien trabajado o sólo se trata de completar el programa.
Desde luego la de Mapfre, con el D´orsay detrás y con esa magnifica web tiene, como cuentas, que ser una potente competidora. Así que si tengo la suerte de escaparme, tendré que verlas en orden inverso al tuyo. Y la de Hiperrealismo... mmmm!

Dios mío, en cuanto me descuído, ha pasado un mes sin visitarte, yo caigo en agujeros negros...
Un abrazo ;-)

loquemeahorro dijo...

Pues qué decepción, gracias por la pista, que tengo que escoger mucho y me decepciona mucho que al final no merezca la pena a la que voy.

El texto que citas sí que es interesante, por lo que se ve, (casi) más que la expo en sí.

xGaztelu dijo...

MARIBEL, la verdad es que el hilo conductor del que hablas podía dar mucho de si, y me apetecía enormemente ver la expo ... pero ya ves que o no supe verla, o tuve un día tonto, pero no conecté especialmente con el discurso del THYSSEN: una auténtica pena. Si os acercáis, ya me contarás vuestra opinión (que, sinceramente, me encantaría que fuera distinta a la mía ... y me diérais una clave para verla con otros ojos!).

LOQUE, te digo lo mismo que a MARIBEL: uno nunca sabe si acierta o no, así que si visitas IMPRESIONISMO Y AIRE LIBRE no dejes de darnos tu opinión, que a lo mejor yo estaba "alelao".

xG