viernes, 7 de diciembre de 2012

GAUGUIN Y EL VIAJE A LO EXÓTICO en el MUSEO THYSSEN BORNEMISZA de MADRID


GAUGUIN Y EL VIAJE A LO EXÓTICO es la interesante –aunque no sobresaliente- exposición que el MUSEO THYSSEN BORNEMISZA ha organizado para celebrar su vigésimo aniversario.


La singular figura de PAUL GAUGUIN es suficientemente conocida, y apenas necesita presentación: perteneciente por nacimiento (en 1848) a la clase acomodada francesa de mediados del XIX, después de haber sido marinero y agente de bolsa comienza a pintar mayor, ya con 25 años, cuando traba amistad con CAMILLE PISSARRO. En su búsqueda de lo genuino e influenciado por el exotismo de su época (y parece que después de cierta quiebra en los negocios, todo hay que decirlo), huye de Europa hacia Martinica primero y Tahití después. Allí espera descubrir lo primigenio, lo sencillo, el paraíso terrenal … y sólo lo encuentra a medias (siempre he pensado que esa visión un tanto romántica de todo aquello, ese supuesto paraíso donde todo es bondad y paz es, como todas las utopías, falsa). Se convierte en un pintor único, excesivo para muchos de sus contemporáneos y genial para otros, que acaba muriendo enfermo y pobre en las Islas Marquesas –el fin del mundo: parece que más lejos no se puede marchar- en 1903.


GAUGUIN Y EL VIAJE A LO EXÓTICO nos muestra algunas obras de GAUGUIN (no muchísimas, es verdad, aunque sí suficientes en número y en representatividad), siempre perfectamente identificables por ese estilo suyo tan personal: el triunfo del color por encima de todo; el brillo y la luminosidad; cierta tendencia a la abstracción; las grandes formas sinuosas; las composiciones bien equilibradas y planas, sobre todo planas, en las que habitualmente faltan sombras; el exotismo de las figuras. Además, recorriendo la exposición uno cae en la cuenta de cosas menores, pero también singulares: por ejemplo, que GAUGUIN apenas pinta hombres, todo son mujeres (sensuales, en su mayoría: supongo que más que llamativas para su momento); o el soporte de las obras, muchas veces un lienzo grueso, casi tosco.


GAUGUIN Y EL VIAJE A LO EXÓTICO también nos cuenta cómo influye GAUGUIN en las vanguardias: en el Fauvismo, en el Expresionismo, en el camino hacia la abstracción. Y esto es, para mi, lo mejor de la exposición: está muy bien contado, y tiene un interés tremendo. GAUGUIN abre, con su estilo, la puerta a las vanguardias, es en gran medida el punto de inflexión entre los neo-impresionistas, los Fauves y los expresionistas alemanes. Es asombroso ver a GAUGUIN junto a HENRI MATISSE, FRANZ MARC, EMIL NOLDE, ERNST LUDWIG KIRCHNER, PAUL KLEE, WASSILY KANDINSKY, ROBERT DELAUNAY … Genial! Por cierto, me llamó la atención la cantidad de obras que provienen de la ALBERTINA, confirmando –de alguna manera- lo que decía sobre esa fenomenal colección en la entrada sobre los museos vieneses.


Vale la pena, desde luego, acercarse a ver GAUGUIN Y EL VIAJE A LO EXÓTICO. Parece, eso sí, que hay que elegir bien el momento. He oído muchos comentarios de las masas que acuden a la exposición y la hacen bastante insufrible y difícilmente visible; yo he de reconocer que estuve hace unos días a las 14:30, y teníamos las salas para nosotros y cuatro o cinco personas más: un momento excelente, que simplemente obliga a comer -un poco tarde de lo habitual- unas tapas por detrás del Cristo de Medinaceli.

8 comentarios:

Elena Rius dijo...

Desde luego, en las imágenes que nos muestras se ve claramente la influencia de Gauguin sobre las vanguardias. No me había parado a pensar sobre ello y es curioso que me gusten tanto los expresionistas, mientras que no soy especialmente fan del propio Gauguin, aunque reconozco la belleza de sus colores y sus composiciones. Pero llegan a cansarme. En cambio, no me cansa un Kirchner, ni un Klee (este último, uno de mis artistas favoritos). Misterios del gusto artístico, supongo.

Varenka dijo...

Aunque no sobresaliente, daría algo por visitarla. Esos colores...

Y hablando de Kirchner, la exposición de este verano en Madrid, de las mejores.

loquemeahorro dijo...

"siempre he pensado que esa visión un tanto romántica de todo aquello, ese supuesto paraíso donde todo es bondad y paz es, como todas las utopías, falsa"

Amén, hermano, amén.

A priori, lo que más me interesa, como a ti, es la parte de cómo influyó en las vanguardias.

xGaztelu dijo...

ELENA, a mi me pasa también un poco lo que dices: reconozco el valor de GAUGUIN, pero no es un artista que me arrebate; en cambio, las Vanguardias me dicen mucho más ... Por eso me parece tan interesante la exposición: porque nos permite relacionar de manera muy inmediata a uno con los otros, y así entender mejor cómo avanzan las ideas y los estilos: las evoluciones son razonables, no caprichosas ni absolutamente casuales.

VARENKA, entiendo tu comentario: GAUGUIN Y EL VIAJE A LO EXÓTICO vale la pena, y -como le digo a ELENA- no sólo por ver a GAUGUIN: es muy interesante para explicar el principio del siglo XX a aquellos que dicen estar enamorados de los impresionistas pero que no entienden de ninguna manera las Vanguardias (hay muchos de estos, de los que reniegan del XX, muy frívolamente, en mi opinión).

LOQUE, anímate y acércate al THYSSEN: vale la pena.

xG

lammermoor dijo...

Me gustó pero no me entusiasmó -algo en lo que tuvo que ver la cantidad inmensa de gente que había (hay una relación inversamente proporcional entre la cantidad de gente y lo que disfruto una exposición)
Como a vosotros, lo que más me gustó fue ver su influencia en otros pintores.

Cuando estuve viendo la expo de Kirchner este verano, algunos cuadros me recordaban a Gaugin. Fue una sorpresa muy agradable encontrarmelo ahí y descubrir que después de todo no andaba desencaminada.

xGaztelu dijo...

LAMMERMOOR, como de GAUGUIN ya hemos hablado mucho, de tu comentario me quedo con lo del exceso de gente. Me pasó el domingo viendo EL LEGADO DE LA CASA DE ALBA: había allí tantísimo personal que era literalmente imposible ver la exposición. Incomprensible: si los organizadores conocen el sitio no deberían vender tantas entradas (un sitio, por cierto, cutre, casi en los sótanos del nuevo Ayuntamiento; aunque supongo que habrá motivos de seguridad para no ponerla en los espacios superiores, mucho más afortunados). Tal vez me equivoqué al ir en un fin de semana que Madrid estaba hasta arriba de gente de fuera, pero salí con tal calentón que -aunque supongo que la expo tendrá cierto interés- la estoy desaconsejando a todo el que me pregunta.

xG

Carol dijo...

Me encanta Gauguin así que en cuanto inauguraron me fui a verla, tuve suerte de que no estaba muy masificada en ese momento pero tengo entendido también que se montan unas aglomeraciones de cuidado. Es verdad que la cantidad de obras se hace un poco corta, pero vale la pena solo por ver los maravillosos cuadros de Gauguin, pocos pero increíbles. Un abrazo

xGaztelu dijo...

CAROL, es una buena idea eso de ir a las expos en cuanto se inauguran. Mi experiencia coincide con la tuya: los priemros días -si no es fin de semana- suele haber poca gente, y en seguida el personal se multiplica ... Yo, por desgracia, no siempre puedo hacerlo, y hasta a hora no tuve ocasión de ira al THYSSEN. Lo mismo me pasa con VAN DYCK en el PRADO: me lo he propuesto en un par de ocasiones, pero lo planes me han saltado por los aires.

xG