lunes, 14 de noviembre de 2011

EL RESTAURANTE PRAHA de la EXPO ’58, en el PARQUE LETNÁ de PRAGA

Algunas de las zonas más representativas de PRAGA, y especialmente HRADČANY, se cierran por el norte con una interesante cadena de parques. El visitante/turista puede caminarlos uno detrás de otro, y el resultado es de lo más gratificante. Primero un bosque de magníficos árboles que arranca junto a la calle del Nuevo Mundo, NOVÝ SVĚT, (donde vivió TYCHO BRAHE), muy cerca del interesante santuario de LORETO, LORETA, y del Monasterio CAPUCHINO, KAPUCÍNSKÝ KLÁŠTER, de una sobriedad bellísima; comenzamos a bajar y bajar y bajar para recorrer un camino trazado al fondo de dos enormes laderas tapizadas de vegetación, el Foso de los Ciervos, JELENÍ PŘIKOP. Atravesando un singular pasadizo de ladrillo y cambiando de cota (tenemos que subir una larga cuesta para alcanzar casi la misma altura que el CASTILLO DE PRAGA), llegamos hasta los Jardines Reales, KRÁLOVSKÁ ZAHRADA. Aquí cambia el paisaje: dejamos el bosque y pasamos al jardín, un jardín bastante francés, naturaleza domesticada. Las sensacionales vistas de la cara norte del PRAŽSKÝ HRAD y de la KATEDRÁLA SV. VÍTA nos acompañan mientras contemplamos la antigua ORANGERIE (esgrafiado elegantísimo), la nueva ORANGERIE (arquitectura high-tech) hasta acabar en el BELVEDERE (barroco italiano en PRAGA); toda esta cornisa está resuelta con un inteligente juego de planos, terrazas y caminos. Volvemos a perder cota y bajamos al Parque CHOTKOVY, CHOTKOVY SADY, elemento de transición que nos lleva, puente mediante, hasta el enorme Parque LETNÁ, LENESTKÉ SADY, que es donde quería traer hoy a los lectores de selecciónARTE.Y quería llegar hasta el Parque LETNÁ porque precisamente en el extremo opuesto al punto por el que hemos entrado se encuentra un edificio singular, el RESTAURANTE PRAHA EXPO ‘58, orgullo de la arquitectura contemporánea checa. El recorrido de una punta a otra del parque es un paseo gratísimo, que nos permite ver de cerca el METRÓNOMO: un trasto que ocupa el emplazamiento de la gigantesca estatua de STALIN que presidió PRAGA desde 1955 hasta 1962; un artilugio con poco interés, pero con unas vistas sobre la ciudad que quitan el hipo.El RESTAURANTE PRAHA se construyó como parte del Pabellón de Checoslovaquia en la Exposición de Bruselas de 1958 (sí, la del ATOMIUM, en mi opinión otro trasto de interés relativo). Sus arquitectos, FRANTIŠEK CUBR, JOSEF HRUBÝ y ZDENĚK POKORNÝ, recibieron por ambos edificios el Grand Prix de la Exposición, y una vez desmontados fueron reedificados en PRAGA: el Pabellón Principal –del que, si no me equivoco, hoy no queda nada- en el Recinto Ferial del Parque STROMOVOKA, y el RESTAURANTE en uno de los extremos del Parque LENTÁ. Entre 1960 y 1990 se siguió utilizando como restaurante, pero su éxito debió ser relativo y su mantenimiento más que dudoso; para colmo de males, en 1991 ardió en un incendio, y su interior quedó completamente destruido. Hasta que en 2001, una empresa privada lo compró para instalar su sede, y lo restauró hasta dejarlo como nuevo. Hoy sólo se puede ver el exterior (al menos si uno no hace gestiones específicas, en cuyo caso quizá enseñen también el interior: yo no las hice …). Aquí dejo algunas fotos.

Por una maqueta del conjunto de los dos edificios que se puede ver en el VELETRŽNÍ PALAC, sospecho que en la restauración han dado la vuelta al edificio: me pareció que en su situación original el visitante accedía por la pieza cilíndrica de doble altura, donde era recibido en una pequeña plaza mitad abierta y mitad cerrada tanto en planta como en alzado, y la pieza trapezoidal era secundaria; hoy, en cambio, lo residual es la plaza de acceso (ocupada por un lucernario) y el espacio contenido en la pieza cilíndrica, y en cambio la fachada principal es la opuesta, la de la pieza de una sola altura: ahí está ahora el acceso a las oficinas …

El RESTAURANTE PRAHA EXPO ’58 no es, ciertamente, un edificio clave en la historia de la arquitectura contemporánea; tampoco es la primera ni la segunda ni la tercera visita que uno debe hace en PRAGA; y si uno regresa a casa sin visitarlo, se puede quedar tranquilo: no ha dejado de ver un must. Pero todo esto no quita que para el profesional (o para el interesado en estas cuestiones) sea un edificio de calidad, singular. Un edificio que tiene su hueco en la historia de la Republica Checa (conocer estas cosas, las propias del lugar, era uno de mis objetivos en PRAGA), y seguramente de más valor que otros edificios contemporáneos requetefotografiados (sí, estoy pensando en FRANK GHERY y su Edificio Danzante, TANČICÍ DUM).Como dato anecdótico que completa esta entrada de hoy, en el Parque LETNÁ también está reconstruido el Pabellón HANAVSKÝ: con aires neo-barrocos, estuvo presente en otra Exposición, la Nacional de 1891, y hoy es una agradable cafetería con espléndidas vistas sobre el río MOLDAVA.

5 comentarios:

loquemeahorro dijo...

"trasto de interés relativo"

Me apunto la expresión, me ha gustado mucho y sí, creo que se aplica muy bien al Atomium, que será muy "emblemático", pero ... de interés relativo.


Este restaurante me ha recordado en seguida a una peli de Howard Hawks "Su juego favorito", en el que aparece una cafetería giratoria.

Y es que sí, me recuerda a esos inventos (que aquí se veían en el Nodo) típicos de los 50-60, como "el vestido globo", ideas en su momento modernísimas y ahora totalmente obsoletas.

Carol dijo...

El parque tiene que ser precioso, y ambos edificios me parecen muy peculiares, cada uno hijo de su época. Un abrazo

xGaztelu dijo...

LOQUE, es el famoso asunto de las modas. El otro día vi un programa sobre la evolución de la música española desde los '70 hasta ahora: ¡tremendo! Es curioso cómo es mucho más actual -aunque lo quizá lo correcto sea decir mucho más neutro- algo de los '30 y '40 que lo de los '60s o '70s: sorprende ver todos los caminos que hay que recorrer para avanzar un poco. En arquitectura tambien pasa ...

CAROL, sí que lo son (y digo son, porque son varios parques). En Praga la vegetación me pareció espectacular, aunque a veces da rabia que tanto árbol y tanto verde frondoso te niegan unas vistas que debería ser impresionantes: pasa en LETNÁ, y pasa en la colina de PETŘÍN, la que cierra MALÁ STRANA por el oeste. Y los edificios, sin ser el no va más son lo que tienen suyo, checo, de allí (aunque sean estilos muy internacionales ...).

xG.

Maribel dijo...

Hola Gaztelu, esta entrada me provoca varias reflexiones, la primera que ya estoy deseando volver acompañada de tus notas, para ver más, para ver con otros ojos, con otro foco.
La segunda es que ese verde frondoso...te niega las vistas, jajaja, cuando a mi me ofrece un marco que no quiero perder, y me parece una poderosa simbiosis entre "construcciones"
Y la tercer, que no la última...que es cada vez más dificil encontrar la esencia de las ciudades...lo que alli hay de Checo, empeñados en ver o eclipsados por Ginger y Fred y otros similares...
Loque compruebo que tiene memoria fotográfica, ya me está haciendo buscar la peli,,,,
Un abrazo ;-)
El Guisante Verde Project

xGaztelu dijo...

MARIBEL, viniendo de una expertísima en Praga me parece un ... honor, que digas eso de mis notas. Y sobre el verde, yo iba por LETNÁ o por PETŘÍN "echando las muelas" con tanto árbol. Junto al Monasterio de STRAHOV recordarás que hay unas vistas espectaculares de Malá Strana y toda la ciudad detrás: y empiezas a caminar hacia el sur, hacia la otra punta de la colina, y ni una sola vista: todas negadas, todas! (solo las que seguramente habrá desde esa especie de Torre Eiffel un tanto ridícula, a la que no subí ...). Aunque también entiendo lo que dices: cuando se abre un hueco y la naturaleza enmarca Praga, le resultado es sobrecogedor.

xG