martes, 23 de noviembre de 2010

ROMA: LA VILLA GIULIA, de GIACOMO BAROZZI da VIGNOLA

Uno de los pocos días que llovió durante mi estancia en Roma lo dediqué a visitar el MUSEO DE ARTE ETRUSCO. Es sensacional. Y completísimo: tanto, que si uno no es un especialista o está locamente interesado en los etruscos el asunto llega a empachar un poco. En cualquier caso no me arrepentí nada de esa visita, porque si la colección me interesó, el edificio que la alberga, la VILLA GIULIA, me entusiasmó. Aunque antes de salir de Madrid ya había leído alguna cosa sobre él y sabía que era interesante, no estaba en mi cuaderno de viaje, esa es la verdad. Pero llovió, y qué mejor que un gran museo para aprovechar esa mañana de la manera más seca posible. No me queda otra que agradecérselo al cielo.


La VILLA GIULIA está en uno de los extremos del parque de VILLA BORGHESE, aunque justo en la otra punta de la propia VILLA, allí donde arranca el barrio del Parioli. Fue proyectada y construida por GIACOMO BAROZZI da VIGNOLA con la colaboración de VASARI y BARTOLOMEO AMMANNANTI para el Papa JULIO III -que no es el mismo Papa JULIO que el de la VIA GIULIA, tan interesante también- en la década de 1550 (la construcción arranca en 1551).


Al exterior uno encuentra un edificio rectangular en el que llama la atención la gran portada de acceso: compuesta como un doble arco de triunfo en dos alturas, tiene una fuerza enorme, que el arquitecto consigue utilizando piedra sobre el paño general de ladrillo, y resolviendo la sillería con un potente despiece almohadillado. Por esa puerta entramos a un vestíbulo que inmediatamente nos devuelve de nuevo al exterior: aparecemos en una logia semicircular, abierta a un patio. Aquí ya nos llevamos una primera alegría, al ver el fresco de la bóveda de cañón, que imita con bastante maestría un emparrado con el cielo de fondo ... ese juego fuera-dentro del que ya hemos hablado en selecciónARTE con cierto detalle al referirnos a la VILLA FARNESINA (que yo aún no había visitado, todo sea dicho).



Y a partir de aquí, vamos de sorpresa en sorpresa. Al salir al patio uno se encuentra en un espacio semicircular prolongado: la parte curva la conforma la propia edificación, de dos alturas, y las tres partes rectas son muro de cerramiento de una altura, que confinan el espacio y lo proporcionan (probablemente esta parte baja sea diseño de AMMANNANTI). Los laterales son simples muros ornamentados -nichos, pilastras, tondos- pero el fondo es de nuevo otra logia: entramos en esa galería y descubrimos –hasta entonces no lo habíamos visto- un patio deprimido, profundo, con el suelo mucho más bajo que el que acabamos de dejar. Tiene en planta la misma forma de semicírculo prolongado que tenía el patio previo, y su piso se rehunde en dos niveles, hasta organizar en el fondo un ninfeo –estanque de nenúfares- con cariátides y un mosaico de Neptuno, y donde mana un manantial: la Fontana Segreta del Acqua Vergine. El juego espacial es interesantísimo, y el control del volumen de vacío, asombroso: está perfectamente dimensionado. Se puede bajar desde la logia hasta el plano intermedio por dos rampas-escalera de ladrillo, adosadas al semicírculo, pero al ninfeo no nos dejan bajar a los turistas. Recorremos ese patio (es pequeño y –durante mi visita- con una parte en obras, por cierto), y caminamos hasta llegar al muro que lo cierra, lleno de recovecos y pequeñas estancias medio abiertas medio cerradas; estamos, recuérdese, en un agujero profundo: nos rodean muros con la altura de dos plantas. Una vez que hemos disfrutado del espacio, podríamos subir –lo digo en condicional porque por desgracia tampoco nos dejan a los turistas hacer este recorrido, y hay que ver los planos e imaginárselo- por dos escaleras de caracol embutidas en el muro hasta otra logia, paralela a la anterior, que da paso a un tercer patio, rectangular y mucho más sereno, que remata el conjunto.









Sospecho que mi descripción en farragosa y poco clara, y quizá las fotografías den una pista más ajustada del conjunto. Desde luego, como arquitectura me ha parecido una joya: las proporciones de todo, la habilidad para sacar partido a la escala, la capacidad de jugar con la sucesión de espacios, de enriquecerlos y cualificarlos haciendo un mundo en una superficie relativamente pequeña, la maestría para conjugar espacios grandes y espacios pequeños, compresiones y descompresiones, pasos de luz a sombra y de sombra a luz, subidas y bajadas, pasos estrechos y pasos anchos, vistas obligadas, vistas insinuadas y vistas negadas, recorridos que se bifurcan y que se encuentran ... Un alarde de arquitectura renacentista que vale la pena no perderse.

8 comentarios:

Carol dijo...

Me gustó muchísimo, tanto el edificio en sí, como la extensísima colección que alberga. Yo sí que lo tenía en mis planes desde un principio, me fascina la cultura etrusca, fundamental para conocer la romana, así que al segundo o tercer día de estar allí ya lo estaba visitando, y no me defraudó nada.

xGaztelu dijo...

CAROL, desde luego que aquello no defrauda: por algo es una de las mejores colecciones de arte etrusco del mundo, si no la mejor. Yo no tenía previsto visitarla porque cuando estoy poco tiempo en un sitio prefiero callejear que “museear”, pero desde luego habría sido una pena perderse este museo; y un acierto visitarlo ...

xG

lammermoor dijo...

Pues yo lo visité "por accidente"; cuando salimos de la Villa Borghese al pasar por delante decidimos entrar. Si que la colección es impresionante y el edificio también.

¡Ay, que añoranza! y que bien poder recordar mi viaje a Roma gracias a tus entradas.

xGaztelu dijo...

LAMMERMOOR, ese tipo de sorpresas son de las mejores: no pensaba entrar pero lo encuentro, entro, y descubro una joya ...

xG

El Guisante Verde Project dijo...

Realmente no necesitamos excusas para volver a Roma, pero si fuera así, gracias a esta fantástica serie las tenemos, y de sobra.
La civilización etrusca me atrae enormemente porque a pesar de haberse desarrollado en un lugar tan occidental, tan estudiado y tan documentado como la península italiana, realmente no sabemos demasiado, y mucho de lo que conocemos es de forma indirecta, gracias a los romanos, que además de creadores tuvieron la amplitud de miras suficiente como para no arrasar con todo lo que se topaban en su camino.
En cuanto al edificio lo cierto es que el Renacimiento en cuanto a arquitectura al menos, no tenemos muchos ejemplos interesantes fuera de Italia, lástima!!

Un abrazo!
Roberto

xGaztelu dijo...

ROBERTO, es completamente cierto lo que dices de los etruscos: lo cerca que han estado, lo relativamente poco que sabemos de ellos, y lo “no-arrasadores” que fueron los romanos (un poco sí que eran, pero bueno). De todas maneras, visitando el museo te das cuenta de que hay suficiente como para aprender un montón: yo, desde luego, sabía poco de su cultura y me pareció muy interesante. Y el edificio, ya has visto: me fascinó. Lo recomiendo vivamente.

xG

Anónimo dijo...

Estoy dando clases de historia de la arquitectura y buscando información sobre esta villa, me encuentro con su maravillosa descripción, fotos y video. Muchas gracias por compartirlo!
Me encantó!!!

xGaztelu dijo...

ANÓNIMO, me alegra que te haya servido. El edificio es magnífico, y tu comentario me ha servido para "volver a recorrerlo..."

Un saludo,

xG