Desde que se inauguró la AMPLIACIÓN DEL REINA SOFÍA, de JEAN NOUVEL, siempre que he ido al MNCARS he pensado que no se trata de un buen proyecto: no es malo, ni siquiera incorrecto, pero desde luego no es bueno. Estuve otra vez allí hace unos días, viendo el edifico, recorriéndolo, fotografiándolo y pensando qué le pasa. Después de esa jornada, mantengo mi opinión; y me explico.
El proyecto parece organizado alrededor de dos ideas básicas –nada arriesgadas, por cierto, nada originales, pero correctas y que pueden funcionar: la consolidación de una fachada a la Ronda de Atocha mediante la construcción de un edificio pantalla, que aunque está formado por tres piezas sueltas, las rajas entre uno y otro –que nos permiten las nuevas entradas al museo- están biseladas de forma que nunca aparece una grieta evidente, y la obtención de una gran espacio de acceso que articula esas nuevas piezas y el edificio antiguo mediante un atrio de gran altura cerrado con una cubierta perforada. Y todo con un buen tratamiento de los materiales: esas superficies tersas y brillantes que tan bien hace NOUVEL, las lamas perforadas, los vidrios. Hasta aquí, no hay pero que poner: el volumen rojo que configura la esquina del edificio y la singulariza, está bien; la gran cubierta que se aproxima aquí y se separa allá y que ata suficientemente la AMPLIACIÓN con el antiguo edificio de SABATINI, también es correcta; el constante juego de transparencias y asomos, muy interesante ... Pero en ese conjunto de ideas acertadas hay una -la forma de deshacer los volúmenes en su parte más alta, para no llegar a la cubierta, que a su vez se perfora de manera bastante aleatoria y poco compuesta- que podía haber funcionado estupendamente pero es precisamente lo que pierde al proyecto. Ese empeño por meter aire y no tocar, de desmaterializar al subir, no alcanza el interés de los fueras-dentros, y sólo consigue deshacer, fragmentar, desordenar: el conjunto se llena de pequeñas anécdotas y recortes que le hacen peder forma, rotundidad, fuerza, calidad. Y el efecto de cajones que proporciona al conjunto la retícula-estructura gris, tampoco ayuda al conjunto: lo despieza, lo parte, lo hace pequeño, pierde escala. Una pena. Las salas interiores de exposición, ni fu ni fa.
Junto a todo lo anterior, hay que reconocer que el edifico tiene cosas muy conseguidas: la biblioteca excavada con su enorme altura y su tratamiento de la luz; la cafetería con el enorme volumen de auditorio encima; el propio volumen del auditorio; algunos de los rotos de la cubierta. En las terrazas y el auditorio aún no he conseguido estar ... JEAN NOUVEL es un gran arquitecto, con mucho oficio, y eso se nota y se agradece. Si en lugar de un medio-edificio, una ampliación (de otro edificio que, por cierto, tampoco es ninguna locura), se hubiera tratado de un elemento autónomo y completo, seguramente tendríamos en MADRID una pieza de NOUVEL de mucho más interés.
Algunas fotos más en http://picasaweb.google.com/xGaztelu/AMPLIACINDelMNCARSDeMADRIDJEANNOUVEL
El proyecto parece organizado alrededor de dos ideas básicas –nada arriesgadas, por cierto, nada originales, pero correctas y que pueden funcionar: la consolidación de una fachada a la Ronda de Atocha mediante la construcción de un edificio pantalla, que aunque está formado por tres piezas sueltas, las rajas entre uno y otro –que nos permiten las nuevas entradas al museo- están biseladas de forma que nunca aparece una grieta evidente, y la obtención de una gran espacio de acceso que articula esas nuevas piezas y el edificio antiguo mediante un atrio de gran altura cerrado con una cubierta perforada. Y todo con un buen tratamiento de los materiales: esas superficies tersas y brillantes que tan bien hace NOUVEL, las lamas perforadas, los vidrios. Hasta aquí, no hay pero que poner: el volumen rojo que configura la esquina del edificio y la singulariza, está bien; la gran cubierta que se aproxima aquí y se separa allá y que ata suficientemente la AMPLIACIÓN con el antiguo edificio de SABATINI, también es correcta; el constante juego de transparencias y asomos, muy interesante ... Pero en ese conjunto de ideas acertadas hay una -la forma de deshacer los volúmenes en su parte más alta, para no llegar a la cubierta, que a su vez se perfora de manera bastante aleatoria y poco compuesta- que podía haber funcionado estupendamente pero es precisamente lo que pierde al proyecto. Ese empeño por meter aire y no tocar, de desmaterializar al subir, no alcanza el interés de los fueras-dentros, y sólo consigue deshacer, fragmentar, desordenar: el conjunto se llena de pequeñas anécdotas y recortes que le hacen peder forma, rotundidad, fuerza, calidad. Y el efecto de cajones que proporciona al conjunto la retícula-estructura gris, tampoco ayuda al conjunto: lo despieza, lo parte, lo hace pequeño, pierde escala. Una pena. Las salas interiores de exposición, ni fu ni fa.
Junto a todo lo anterior, hay que reconocer que el edifico tiene cosas muy conseguidas: la biblioteca excavada con su enorme altura y su tratamiento de la luz; la cafetería con el enorme volumen de auditorio encima; el propio volumen del auditorio; algunos de los rotos de la cubierta. En las terrazas y el auditorio aún no he conseguido estar ... JEAN NOUVEL es un gran arquitecto, con mucho oficio, y eso se nota y se agradece. Si en lugar de un medio-edificio, una ampliación (de otro edificio que, por cierto, tampoco es ninguna locura), se hubiera tratado de un elemento autónomo y completo, seguramente tendríamos en MADRID una pieza de NOUVEL de mucho más interés.
Algunas fotos más en http://picasaweb.google.com/xGaztelu/AMPLIACINDelMNCARSDeMADRIDJEANNOUVEL
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