
Virginia Montes es una joven de la alta burguesía santanderina de principios del XX: rica, lista, soltera ... y socialista. Hace años estuvo enamoradísima de Casimiro, el hijo de Manuela, su cocinera. Era un romance desigual -la posición de ella y la de él eran tan distintos- y secreto (esto es muy importante, lo del secreto). Pero Casimiro es llamado a filas y muere en la guerra de África. Virginia se rebela contra quién, en último término, ha causado la muerte de Casimiro: el rey (de ahí, en parte, lo del socialismo);y, a la vez, decide guardar amor eterno a su amado. Por eso, a pesar de los comentarios de todos (en especial de su abuela Everilda Sahagún y de su primo Gabriel Montes, con quienes tan bien se lleva) Virginia ha llegado casi a los 30 y sigue soltera.
Entonces entra en escena el doctor Luis Anselmo, tocoginecólogo. Listo, formal, científico ... y socialista. Un partidazo. Virginia le ha conocido de manera casi casual, pero comienzan a reunirse un par de veces al mes, citándose siempre por medio de formalísimos tarjetones, y Virginia empieza a disfrutar con la conversación del doctor: coinciden en sus ideas avanzadas y en la manera de entender el papel que la mujer deberá representar en la nueva sociedad, la sociedad del futuro. De manera natural, el Dr. Anselmo se enamora de Virginia y le plantea el matrimonio. Virginia no quiere ni oír hablar de eso, y entonces la magia se rompe: Virginia comienza a aburrirse del doctor. Pero Luis Anselmo ya se ha introducido en la familia, y se lleva estupendamente con la abuela Sahún y con Gabriel.
A estas alturas de novela, Doña Everilda se nos muere, y Virginia –que tan unida estaba a su abuela - decide irse a vivir a Campogiro, el caserón de la abuela a las afueras de Santander. Aparecen entonces en escena, introducidos por Gabriel Montes, los Bárcena: Cayo y su mujer, Leonora. Un matrimonio más allá que acá, más en el mundo de los espíritus que en el de los vivos: Leonora es médium, y Cayo su guía hacia el territorio de los muertos. Personajes patéticos y arribistas, con un punto de gracia y bastante cara dura, que se ganan a Virginia hasta el punto de acabar viviendo en Campogiro con ella y el servicio.
Durante este tiempo Virginia, desconcertada entre su aislamiento, su amor secreto al muerto Casimiro, la verborrea de los Bárcena y su no saber qué hacer con el Dr. Anselmo, se va liando, complicando, volviéndose más rara que la mar. Para colmo de males, el secreto de Virginia va dejando de serlo: Manuela, la madre de Casimiro y cocinera de Virginia, se lo cuenta a Leonora; y la propia Virginia se lo descubre a Luis Anselmo. Y entonces, cuando ya todo es conocido por todos, a Virginia le da un arrebato y decide organizar una sesión de espiritismo para convocar al bueno de Casimiro. Y resulta que, contra todo pronóstico, Casimiro se presenta, desencadenando un final ... que no cuento.
Hasta aquí, un posible resumen sencillo de VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO. Una novela en la que pasan cosas, pero pocas: pasar cosas –como podría escribir POMBO- es lo de menos. Asistimos a una espectacular disección del interior de las personas, como hace HENRY JAMES. El tiempo a veces corre, otras veces se para, y otras va muy lento, como en las historias de VIRGINIA WOLF. Una novela con dos partes muy claras, en dos escenarios distintos (la casa del Muelle -Santander también un personaje de la historia, al menos en la primera parte- y Campogiro), con un punto de inflexión que es la muerte de la abuela y un nexo que las ata que es el muerto Casimiro.
En esa disección de personajes, lo que POMBO hace con Virginia es magistral. Y a la vez, maquiavélico. Consigue que la pobre, de tanto darse vueltas, acabe mareada, perdida, se vaya descentrando hasta perder pie. Hace vivir a Virginia con la confianza de un amor que ha sobrevivido a la muerte y, cuando el muerto por fin puede hablar, manifiesta que de eso nada: se ha muerto y todo se ha terminado ahí. Virginia descubre que el camino que eligió para su vida de ha sido un enorme error: lo ha dejado todo por nada. El mundo interior es un mundo vacío ... Quizá el cambio de la primera Virginia (vital, socialista y encantada con Luis Anselmo) a la segunda (complicada y enganchada a los Bárcena) es un poco forzado, pero lo perdonamos.
En cuanto al contenido del libro, VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO está lleno ideas sugerentes, imposibles de resumir en un comentario como este (que, por cierto, lleva camino de quedar larguísimo): si entráramos a todas las cuestiones que se plantean no acabaríamos nunca. Está el libro, como le gusta a POMBO, lleno de expresiones y explicaciones pseudo-filosóficas; incluso teológicas en bastantes ocasiones.
En cuanto al estilo del libro, VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO es un texto magistralmente escrito, con muchos momentos geniales, memorables: los monólogos de la abuela Sahagún al borde de la muerte, ya un poco gagá, en los capítulos XV y XVI o la presentación del matrimonio Bárcena en el capítulo XIX, son dos ejemplos entre mil. Es verdad que en ocasiones hay un exceso de jugueteo con el lenguaje, con la gramática, con las posibilidades de las palabras: eso le sale tan bien a POMBO, y parece que le divierte tanto, que a veces se pasa. También recurre POMBO al inglés, y salpica el texto de expresiones de lo más snob que le dan un toque Gabriel Montes. Y las citas: miles de citas. Unas citadas como tales: Jane Austen, Rilke, Santo Tomás de Aquino, Eliot, San Juan de la Cruz. Otras veces citando sin citar la fuente: Eliot y La canción de Amor de J. Alfred Pruckford. Otras introduciendo en el texto, como suyas, frases que cualquiera descubre que son prestadas: Dante y su perded toda esperanza, o San Juan de la Cruz y su un-no-se-qué-que-quedan-balbuciendo. Supongo, además, que me habré perdido muchas ...
En el relato de VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO, de vez en cuando POMBO-dios-omnisciente nos aclara, en tiempo presente, la situación de los personajes que analiza. En esos momentos se dirige directamente al lector, como si hablara con nosotros: a veces haciendo reflexiones desde hoy a algo que pasa hace 90 años (como la explicación que se nos hace de los psicofármacos, que hoy existen pero no en tiempo de Virginia...); otras veces justificando el propio texto ( ... cómo procuraban últimamente (imprescindible este adverbio una vez más) dejar a Virginia ..); incluso citando a lo que supongo que serán sus tíos (los famosos aviadores Pombo que aparecen, traídos por los pelos y con la completa complicidad del lector, en la página 361). Un poco como las acotaciones de una obra de teatro, que al leerlas nos meten en situación, nos permiten entenderla y componerla, pero que no forman del todo parte de la historia.
Para aquellos que tengan cierta prevención a ÁLVARO POMBO por su, digamos, trayectoria personal, apunto que la increencia recorre todo el texto, no de manera ostentosa ni ofensiva, pero constante. Y no sólo increencia de la abuela Sahagún o de Luis Anselmo (en menor medida) sino del propio POMBO que, como ya dije, se dirige directamente al lector. Pero pocos peros más le pondría yo a VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO.
En fin, que absolutamente POMBO esta novela. Quizá más de lo mismo, pero no importa: estamos ante un maestro. VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO recuerda más –recuerda mucho- a LA FORTUNA DE MATILDA TURPIN que a ENTRE LAS MUJERES o EL METRO DE PLATINO IRIDIADO (ahí sí que hay literatura de muchos quilates), quizá le sobren algunas páginas y le falte un poco de contención y autocontrol, pero el resultado es, sin duda, soberbio.
Dicho todo esto, me pregunto: ¿Recomendaría yo VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO? De manera general, en abstracto, por supuesto: es un libro magnífico. Pero en concreto, no me atrevería a recomendárselo a nadie sin conocer antes los gustos e intereses de interesado: no es un libro fácil. Es un libro para disfrutar leyendo. Es un libro lento, juguetón con el lector. Es un libro que reclama del lector entrar al juego y no inquietarse. Quien busque acción y lectura fácil que se aplique a MICHAEL CONNELLY, entretenidísimo y resultón.
VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO. ÁLVARO POMBO. 2009. 397 pgs. Editorial Planeta, Colección Autores Españoles & Hispanoamericanos.