Cuando
en 2013 se inauguró la remodelación del RIJKSMUSEUM ya lo conté enselecciónARTE: un museazo de esa categoría y unos arquitectos interesantes
hacían suponer que aquello valdría la pena.
Después
de visitarlo hace unas semanas sigo manteniendo que la colección es de primera (digo
esto, bastante evidente, porque escuché a algún belga quitarle importancia: un
“no es para tanto” con un deje que no sé si era de desprecio o –seguramente- de
envidia). Recorrer de nuevo la Galería de Honor viendo a VERMEER, REMBRANDT o
FRANS HALS fue impresionante. Pero no sólo los grandes cuadros son
maravillosos: también hay muchas maravillas de firmas menos conocidas que hacen
del conjunto una auténtica joya. La colección medieval y renacentista de planta
baja es sensacional, y casi todo lo expuesto de los siglos XVIII y XIX tiene
interés. Únicamente me pareció pobre el espacio dedicado al siglo XX en la
planta más alta: no es necesario abarcarlo todo, y para hacer una cosa tan
discreta quizá sea mejor no hacer nada…
En
cambio el edificio me desilusionó, y la remodelación, siendo correcta, me dejó
bastante frío: supongo que una cosa llevó a la otra.
Ya
conocía, al menos en parte, el edificio original de CUYPERS (en alguna visita
anterior estaba parcialmente cerrado). Ahora, al verlo y vivirlo completo, me resultó torpe, con unas proporciones poco logradas
tanto en los volúmenes generales como en las salas, unas circulaciones
desafortunadas (largas, a veces cortadas de manera poco sensata), unos accesos
raros y poco representativos (estoy pensando en esas escaleras que suben al
gran vestíbulo de planta primera)… Me contaron que en su momento (1885) unos
vieron el edificio muy católico, y
otros muy rancio: entiendo bien las
dos posturas.
Sospecho que, a la hora de remodelar el conjunto, trabajar sobre esa base -por muy capaz que uno sea- resulta difícil. Si además se añade el pie forzado de dejar circular bicicletas por el mismísimo eje de la planta baja, la cosa se debe complicar aún más.
En
mi opinión la intervención de CRUZ y ORTIZ es muy correcta, pero el resultado desilusiona
un poco porque parece que podía haber dado mucho más de sí. La entrada al
edificio desde el paso de bicicletas se queda muy escasa. El nuevo gran
vestíbulo de ingreso, realizado a partir de dos grandes patios que se han
cubierto, es adecuado y luminoso, pero sin mucho más, con esas gigantescas
estructuras colgadas que no dicen mucho (aunque meten en escala el espacio y
modulan la luz), y –sobre todo- ese paso de un lado al otro por debajo de las
bicis demasiado angosto, casi residual: en la sección se ve muy bien este asunto.
En
el resto del edificio, la intervención parece muy respetuosa con el original, hasta el punto de que uno apenas percibe lo que se
ha hecho: me señalaron la restauración minuciosa del GRAN HALL, la recuperación
de colores y decoración de paños y techos, las mejoras en la iluminación y las transiciones
entre salas. Además, CRUZ y ORTIZ han recuperado una zona que ahora se destina
a exposiciones temporales (el ALA PHILIPS, se llama), y al exterior han añadido
dos pequeñas piezas, el PABELLÓN DE ASIA y algunas oficinas: las tres
intervenciones son afortunadas.
En
cualquier caso, la valoración final del conjunto es muy muy muy positiva: una operación
interesantísima para recuperar un edificio singular que alberga una colección
estupenda. Yo estoy encantado de haber vuelto al RIJKSMUSEUM, y pienso que es una
visita obligada.
Y
hablando de visitas, en los días que pasé por allí estaban acabando el nuevo
acceso al MUSEO VAN GOGH: AMSTERDAM es una ciudad tan interesante que no se necesitan
motivos especiales para volver, pero éste- desde luego- es otro a tener en
cuenta para no retrasar el próximo viaje.
2 comentarios:
Una maravilla de museo. También me quedó pendiente el Van Gogh que se veía intresantísimo y hay que volver.
Y el STEDELIJKS, VARENKA: otro museo con una pinta estupenda, pegado al VAN GOGH y al RIJKS. Hay que volver!
xG
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