Hace
ya varios años leí en uno de los blogs que solía seguir (¡qué tiempos! Ahora,
por desgracia, sólo de vez en cuando me asomo a visitar a los viejos amigos) un
comentario a MI NOMBRE ES ASHER LEV. Me llamó mucho la atención y busqué el
libro. Entonces no lo encontré, pero me quedé con el título, y hace muy poco
cayó en mis manos.
Ediciones Encuentro resume así
MI NOMBRE ES ASHER LEV: Asher Lev es un niño judío observante que
pertenece a una familia profundamente religiosa. Asher Lev también
tiene un don: es un genio que no puede dejar de pintar el mundo que ve y
siente. Pero en este don está la semilla del conflicto con lo que más quiere:
su familia y su comunidad. En esta novela conmovedora y visionaria, Chaim Potok
realiza un agudo retrato del artista y de su mundo. Todo un clásico moderno. Y del autor,
señala: Rabino y escritor, Chaim Potok (nacido con el
nombre de Herman Harold), nació el 17 de febrero de 1929, en el Bronx. Sus
padres eran judíos inmigrantes de Polonia, y le facilitaron una educación
ortodoxa que le llevó a aprender el Talmud tan bien como las materias
seculares. En 1950 acabó sus estudios de Literatura Inglesa en la Universidad
Yeshiva, se ordenó como rabino y se doctoró en Filosofía por la Universidad de
Pennsylvania. Se unió a las fuerzas armadas estadounidenses y sirvió en Corea
del Sur de 1955 a 1957. Este tiempo en Corea le transformó, haciéndole
cuestionarse algunas de las cosas en las que creía. De 1964 a 1975, editó la
publicación Conservative Judaism, y también fue editor, desde 1965 hasta 1974,
de la Jewish Publication Society (Sociedad de Publicaciones Judías).
Algunas de sus obras más conocidas han sido publicadas en castellano por
Encuentro, tales como Los Elegidos, que recibió varios premios y fue
llevada al cine, La promesa, y Mi nombre es Asher Lev. Además de su
trabajo en los campos de la teología, la historia y la literatura, también fue
pintor. Chaim Potok falleció en Pensilvania, el 23 de julio de 2002.
MI
NOMBRE ES ASHER LEV me ha parecido una novela notable por las cuestiones que
platea, interesantísimas y universales: nos afectan a todos, a cada uno según
sus circunstancias (no todos somos pintores judíos ortodoxos), pero en mayor o
menor medida ninguno nos escapamos de esas disyuntivas. ASHER ha recibido de Dios un
don, el don de la habilidad para el dibujo y la pintura. Un don que resulta
incompatible con sus creencias (los judíos ortodoxos no pintan) y su entorno
(su familia, la comunidad en la que se desarrolla su vida). La necesidad de
desarrollar ese don le pone al borde del precipicio, le obliga a elegir entre
lo que lleva dentro y lo que todos los demás –y especialmente los que más le
quieren- esperan de él. Una situación en la que tiene que optar entre hacer lo
que cree correcto (lo que necesita hacer) y lo que los demás esperan que
haga. Y esa disyuntiva le hace sufrir, y hace sufrir a los demás. Todo un
dilema, que termina estallando.
MI
NOMBRE ES ASHER LEV propone un montón de asuntos vitales: la sensibilidad
incomprendida; el don para uno o el don para los demás; cumplir la propia obligación
a costa del dolor ajeno; la tolerancia y la intolerancia; los propios ideales y
la propia identidad y la propia tradición frente a lo ajeno: la contaminación
de ideales; la dificultad de traspasar las propias fronteras mentales y culturales;
la experiencia de que la razón (su padre) no puede entender lo que el corazón (su
madre) parece que sí…; la fuerza de la comunidad (el rabino) en la vida del
individuo; la importancia de lo que culturalmente y vitalmente han recorrido otros.
Y
desde el punto de vista artístico CHAIM POTOK sabe de qué habla, así que la
pelea vital de ASHER y su desarrollo como pintor están perfectamente
retratados. También aquí los temas que se plantean son tremendamente
sugerentes: la fuerza imparable de la creatividad; qué es un auténtico artista;
la potencia de la iconografía cristiana; y mil asuntos más. La cabeza se va
automáticamente a MARC CHAGALL, y también he recordado EL JILGUERO, la novela de
DONNA TARTT.
MI
NOMBRE ES ASHER LEV está estupendamente escrito, pero no me ha parecido una
novela redonda: toda la primera parte, y gran parte de la segunda, son tremendamente
repetitivas (buscadamente repetitivas, sin duda, pero eso no le quita pesadez) y
hay un uso excesivo de términos judíos que no me atrevo a llamarlos técnicos,
pero casi, que lastran la lectura. Pienso, en cualquier caso, que es una novela
muy interesante que vale la pena leer.
6 comentarios:
También lo fiché después de leer una reseña en un blog y tampoco lo encontré en un par de librerías de Barcelona. Dejé de buscar.
Veo que trata muchos temas, algunos bien interesantes.
VARENKA, ya ves que a mi me ha costado bastante toda la primera parte, pero pienso que compensa aguantar: el libro llega a su "velocidad de crucero" y ya es realmente interesante hasta el final. Si tienes ocasión de hacerte con él, prueba y a ver qué te parece.
xG
Que bueno que lo reseñaras. Me ha gustado mucho.
Me alegra, VARENKA:un libro lleno de ideas, ¿verdad?
xG
Muchas ideas. Fantástico el párrafo con tu lista de temas vitales que trata. Sólo añadir que de Mi nombre es Asher Lev me ha gustado mucho el sentido de la verdad y la honestidad con uno mismo, en todos los personajes.
VARENKA, completamente de acuerdo!
xG
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