miércoles, 25 de mayo de 2011

LA CAPILLA DEL CEMENTERIO DE LA ALMUDENA de MADRID, de FRANCISCO GARCÍA NAVA, ARQUITECTO

Cuando hace unos meses terminaba la serie que selecciónARTE dedicó a la GRAN VÍA de MADRID con el comentario de la IGLESIA DE LA BUENA DICHA, ya anunciaba una posible entrada sobre la CAPILLA DEL CEMENTERIO DE LA ALMUDENA: los dos templos son del mismo arquitecto, FRANCISCO GARCÍA NAVA (que también se encargó, por cierto, de restaurar la IGLESIA DE SAN MARCOS tras el incendio de 1925).

El proyecto general del Cementerio -la NECRÓPOLIS DEL ESTE- es obra de FERNANDO ARBÓS y JOSÉ URIOSTE, que en 1877 ganaron el concurso convocado por el Ayuntamiento que presidía JOSÉ ABASCAL. En 1905 FRANCISCO GARCÍA NAVA, arquitecto municipal, pasa a ser el encargado del conjunto y es entonces cuando proyecta y construye la Capilla (también es suyo todo el pórtico de acceso). El cementerio se concluye en 1925.





Existían algunas ideas de ARBÓS y URIOSTE para la Capilla del Cementerio, con un aire marcadamente neobizantino: nos la podemos imaginar acabada –más o menos- si recordamos que FERNANDO ARBÓS es el autor de la IGLESIA DE SAN MANUEL Y SAN BENITO de la calle de Alcalá de Madrid, junto al Parque del Retiro, y del PANTEÓN DE HOMBRES ILUSTRES junto a la Basílica de Atocha (quizá también hablemos de estos edificios en otra ocasión).


FRANCISCO GARCÍA NAVA realiza un nuevo proyecto: concibe un templo con planta de cruz griega, retomando así el concepto que ARBÓS y URIOSTE habían utilizado para la planta general de la necrópolis. La capilla tiene una altura notable en relación con su superficie en planta, altura que dota al conjunto cierta verticalidad. Esa verticalidad resulta enfatizada por la cúpula de sección parabólica y sobre todo por la torre del reloj con su puntiagudo remate final. Por fin, la situación predominante de la Capilla, en alto respecto al acceso principal al cementerio y en su mismo eje, refuerza aún más esa impresión mientras el visitante realiza (a pie: los vehículos siguen otro camino) la aproximación al templo. En cualquier caso, la CAPILLA construida no consigue la ligereza ni esbeltez de la imagen del proyecto: resulta pesada, entre otros motivos por la integración de las capillas de las esquinas (mucho más autónomas en el proyecto), y los gruesos contrafuertes que finalmente soportan la cúpula.






Si GARCÍA NAVA resolvía el proyecto de la IGLESIA DE LA BUENA DICHA con una mezcolanza notable de historicismos con algunos toques modernistas, en LA ALMUDENA se refleja con mucha más claridad el modernismo del autor. No cabe duda de que el arquitecto también recurre a los historicismos en la CAPILLA DEL CEMENTERIO –basta con ver los grandes arcos de herradura polilobulados de las fachadas, o los dibujos del ladrillo- pero el conjunto responde a esa libertad de diseño modernista que pretende un arte total con la integración de todas las disciplinas artísticas en el proyecto arquitectónico. Lo descubrimos en multitud de detalles: los abundantes juegos de curvas más o menos complicados; la riqueza de la decoración escultórica, que no es algo postizo o posterior al proyecto, sino que forma verdaderamente parte de él; las vidrieras; la decoración vegetal; los trabajos de forja de las marquesinas. Incluso en alguna fotografía de época –la portada del periódico ABC del domingo 27 de octubre de 1927- parece que la cúpula y todo lo que ahora vemos verde en la cubierta estaba acabado en cerámica, tan del gusto modernista. Además, en el conjunto es fácil descubrir relaciones con otros movimientos de principios del XX: la SECESSION vienesa o el expresionismo de los Países Bajos, por ejemplo. Es lógico que así sea, teniendo en cuenta que todos responden a unos planteamientos teóricos similares: las ideas se parecen, los resultados formales se diferencian y se ajustan al lugar y a su historia.






Vale la pena fijarse en esos detalles escultóricos de las fachadas recién citados: las gárgolas con forma de murciélago (o de dragona: he comprobado que depende de quien las mire), la vegetación grabada en la piedra, las flores que rematan las peraltadísimas cupulitas de las torretas, los halcones posados en la torre del reloj, o el ángel que sentado en lo alto de la cúpula central espera -trompeta en mano para despertarnos a todos- el día del juicio final (en algún sitio he leído que para algunos madrileños es conocido como Fausto: vaya usted a saber el motivo).

Sin pretender comparar un arquitecto con otro (Madrid sale perdiendo frente a Cataluña), creo que cuando vemos la CAPILLA DEL CEMENTERIO DE LA ALMUDENA de FRANCISCO GARCÍA NAVA recordamos –al menos ligeramente- a ANTONIO GAUDÍ: aunque tengan poco que ver, me viene a la cabeza de manera especial el dibujo de la Capilla GÜELL (mucho más rico el proyecto de GAUDÍ, sin duda).






El interior de la Capilla presenta un espacio centralizado interesante, con sus arcos parabólicos repetidos y la cúpula calada. Pero la sencillez decorativa, casi pobreza, acaba ofreciendo un aspecto del conjunto bastante anodino. Además, un repaso de los de mantenimiento no le vendría nada mal. No me parece que ayude el motivo del frontal (esa cruz retroiluminada con palmas que la arropan), ni los elementos litúrgicos no fijos (el altar y el ambón los podríamos salvar haciendo un esfuerzo, pero el resto …), ni tanta planta (¡menudas jardineras!), ni la iluminación (¡esos globos!). Esta simpleza llama la atención comparada con la riqueza decorativa de la IGLESIA DE LA BUENA DICHA, pero sospecho que todo lo que vemos hoy no es original y por lo tanto no podemos valorar el trabajo de GARCÍA NAVA. Sí vale la pena, en cambio, fijarse en las vidrieras, tan modernistas.

8 comentarios:

Elena Rius dijo...

Pues, aunque levemente, algo hay en esta iglesia que me recuerda a la del Cementerio Central de Viena. ¿Quizás la influencia de la Sezession?

xGaztelu dijo...

ELENA, no conozco el Cementerio Central de Viena, pero a raíz de tu comentario he visto en la red algunas fotos de su capilla, que es más bien iglesia. Alguna relación tienen los dos edificios, desde luego, por aquello de que las ideas son parecidas; pero también es verdad que los resultados son distintos: la capilla de Madrid es mucho –muchísimo- más modesta que la de Viena (al menos es la impresión que dan las fotografías). Esta obra de García Nava me interesa porque es de lo poco que tenemos de modernismo en Madrid, lejísimos de las magníficas obras que tenéis en Barcelona; incluso la referencia que hago a GAUDÍ me parecía un poco forzada, pero de verdad la capilla de La Almudena me trae a la cabeza el proyecto para la del Parque Güell.

(Por cierto, que lío con la ortografía de SECESSION/SEZESSION, ¿verdad?)

xG

Elena Rius dijo...

Lamentablemente, las fotos que hice de esa capilla no son muy representativas, y desde luego la de Viena es mucho más impresionante que la de Madrid,
y de un modernismo depurado. Pero yo creo que están en la misma onda. Por cierto, si vas a Viena el cementerio es una de las cosas que no hay que perderse. Por la capilla, pero también por los monumentos funerarios.

xGaztelu dijo...

ELENA, Viena es una de las visitas (de las muchas visitas) que tengo en la lista de pendientes. Ya conozco la ciudad, pero a pesar de que estuve bastantes días por allí me dejé muchas cosas en el tintero, entre otras el cementerio. Y hablando de iglesias Vienesas, me alucinó la de San Leopoldo de Otto Wagner: magnífica.

xG

franzjosef dijo...

No queda nada original del interior de la capilla del Cementerio de la Almudena, que desapareció durante la guerra. Por eso me parece ridículo que hagais comentarios comparándolas con la de viena y otras iglesias. El resultado actual es horroroso, he estado allí esta mañana y quitando las visirieras todo el interior no vale nada. El ayuntamiento debería hacer algo m´s con este interior... seguramente guardan bocetos de cómo debió ser la decoración interior pero... ¿alguna va a querer gastar dinero en una capilla de cementerio?

franzjosef dijo...

Por cierto, tampoco el exterior tiene nada que ver con la de Viena...

xGaztelu dijo...

FRANZJOSEF, veo que en lo que se refiere al interior coincidimos bastante: como digo al final de la entrada, lo que hay actualmente, a excepción de las vidrieras, es una pena, y sería estupendo que los responsables del cementerio procuraran mejorarlo. Cualquiera entiende que ahora mismo no es el momento de invertir; sí, en cambio –siempre lo es- el de limpiar … No he conseguido ver nunca el interior original: ni fotos, ni planos, ni dibujos ¿sabes dónde se pueden encontrar?


En cambio, la comparación con VIENA que tanto parece disgustarte a mi sí me parece bien traída, la verdad: cuando escribí esta entrada no conocía directamente la capilla del ZENTRALFRIEDHOF, pero ahora sí (recientemente hice algún comentario en selecciónARTE). Y aunque el tamaño e importancia que pretenden tener una y otra no tienen nada que ver (del interior, por supuesto, ni hablo), los conceptos que hay debajo de los dos proyectos sin ser los mismos sí están relacionados, y descubrir esas relaciones me parece que siempre es enriquecedor. Si uno se queda únicamente en la formalidad de los edificios, es evidente que son completamente distintos, pero –insisto- si uno va un poco más allá puede encontrar relaciones de interés.


Ya se ve que te gusta Madrid: no dejes de dar tu opinión, será bienvenida.


xG

Cesar dijo...

Las vidrieras las fabricó la prestigiosa casa Maumejean,
autora de trabajos similares para las catedrales de Sevilla, Burgos, Pamplona o Segovia y Edificios de Madrid.