lunes, 31 de agosto de 2009

CABECERA DE AGOSTO DE 2OO9





Durante el mes de agosto de 2OO9 la cabecera de selecciónARTE ha sido una fotografía de las esculturas de la zona de ingreso a la catedral de REIMS. Elegí esta imagen -fundamentalmente- porque me gusta recordar la estancia veraniega del año pasado en PARÍS, el mismo motivo que tenían los Nenúfares de la cabecera de julio

Ya se sabe lo que se dice de los templos góticos franceses: CHARTRES es la luz, AMIENS es la arquitectura, y REIMS es la escultura. Y es verdad. Había estado en REIMS antes, en 2005, y entonces la catedral me pareció una auténtica joya; así que, el año pasado, no me importó repetir. Además, me acompañaba un arquitecto francés mayor (para no hacer valoraciones digamos mejor que recién jubilado) que había dedicado gran parte de su vida profesional al mantenimiento del patrimonio, y de manera especial a los edificios góticos: lógicamente, eso es un lujo que uno no se puede perder. Así lo comenté en su día ...

Verdaderamente la catedral de REIMS es una maravilla. Por su escultura, desde luego. Pero quizá me llamó más la atención el trabajo de la fábrica de piedra, el calado, lo transparente que resulta la fachada, el volumen y el juego de planos que tiene. Supongo que los que la conozcáis entendéis bien lo que quiero decir; los que no, quizá entendáis menos, porque tengo la sensación de no acertar con la explicación. Quizá una fotos aclaren lo que quiero decir:


Además, en la capilla central de la girola están esas magníficas vidrieras de CHAGAL que son tan bonitas ...

Aunque todavía no he regresado a Madrid, ya estoy prácticamente de vuelta: selecciónARTE recupera en brevísimo su ritmo habitual.

viernes, 7 de agosto de 2009

¿VOLVEMOS A CERRAR POR VACACIONES? (CARTA DE AJUSTE)


Durante mi infancia asociaba la CARTA DE AJUSTE de la tele a esperar; uno ponía la tele (en blanco y negro y con dos canales: normal y UHF, no había más) y si era pronto, o muy tarde, encontraba nieve o CARTA DE AJUSTE: no había nada que ver.

Ahora en selecciónARTE pasa lo mismo: aunque se han hecho esperar, por fin llegan las vacaciones, y con ellas un más que posible parón en las entradas del blog. Toca CARTA DE AJUSTE (la comparación con aquellos entrañables MINUTOS MUSICALES también me hubieran servido).

A veces pienso que no tiene porque ser necesariamente así, y que a lo mejor en los próximos días descubro algo que debe aparecer cuanto antes en selecciónARTE: asuntos interesantes no van a faltar, y la técnica no será problema, desde luego; pero seguramente los comentarios sobre las maravillas que encuentre esperarán a la vuelta (he corregido un inicial sospecho que por el prudente seguramente porque nunca se sabe, y no hay que pillarse los dedos ...).

En cualquier caso, que sepáis que “es de ellos” y en estos casos la mejor recomendación es “permanezcan a la espera” (no es necesario golpear el aparato para que vuelva la señal).

martes, 4 de agosto de 2009

¿OLVIDAR A RODIN? en la FUNDACIÓN MAPFRE-RECOLETOS




Partiendo de la realidad de que cualquier exposición tiene interés y es una pena perdérsela (bueno, vale: exagero. Un 90 % de las exposiciones ...), a nadie se le escapa que hay exposiciones y exposiciones. Lógicamente, a la hora de analizar una en concreto, el saco en la que la metemos es una decisión tremendamente subjetiva: depende de 1.000 factores, algunos son objetivos pero otros muchos son tremendamente personales: conocimientos, sensibilidad, intereses, edad ... hasta la sala y la puesta en escena ayudan o dificultan –mucho- la valoración de una exposición.

Dicho esto me atrevo a afirmar que ¿OLVIDAR A RODIN? es una exposición interesante pero limitada; quizá demasiado específica (se centra en la escultura realizada en París entre 1905 y 1914). Y, desde luego, demasiado llena.

La escultura siempre es potente, y cuando las piezas tiene cierto tamaño (lo que se da en algunas de las que MAPFRE nos presenta), más. Pero a la vez –o precisamente por eso, por la fuerza que tiene- atiborrar una sala de esculturas a mi me resulta poco acertado: a las piezas les falta aire, entorno, no resulta fácil valorarlas autónomamente. A veces eso es lo que se pretende, la comparación, y entonces sí: es el caso, por ejemplo, de las vitrinas con cabezas que uno se encuentra al llegar a la primera planta, o de los torsos que hay emparejados en algunos puntos. Pero en general ¿OLVIDAR A RODIN? me ha parecido un almacén de piezas. Interesante, del que se puede aprender, del que uno se lleva más conocimiento del que tenía cuando entró, pero también un poco agobiante.

Puede ser la sala, de la que ya he hablado –mal- en selecciónARTE, porque las piezas no son malas; o mejor, son buenas.

¿Con cuáles me quedo? Hay algunas llamativas e interesantes, como MEDITERRÁNEA, de MAILLOL. Otras sutiles y de gran sensibilidad, como EL PORTADOR DE RELIQUIAS, de MINNE. Pero quedarme, quedarme, me quedo con dos de LHEMBRUCK que hay al final del recorrido: CAÍDO (la hemos visto recientemente en Madrid en otra sede) y JOVEN SENTADO.

Llama la atención –seguro que cualquier experto sabrá explicar el motivo, e incluso yo podría aventurar alguno- la unidad de los temas, que se repiten en varios artistas.

¿Vale la pena visitar ¿OLVIDAR A RODIN?? ¡Hombre, las piezas son buenas, y cualquier exposición tiene interés y es una pena perdérsela!