TOM MAYNE, cofundador del equipo MORPHOSIS, recibió el premio PRITZKER en 2005. En Madrid ha construido recientemente un conjunto residencial en el ensanche de CARABANCHEL. Fui a verlo hace días, y aún estoy desconcertado. He dejado pasar tiempo para ver si llegaba a una opinión clara, pero no lo consigo. Lo he comentado con algunos, y no me dan luz. Lo que escribo hoy es una perplejidad.
Para empezar, el conjunto de MAYNE ni es un edificio en altura ni un conjunto de viviendas en horizontal ni un pequeño desarrollo de casas-patio: es un poco todo eso, junto. Dos bloques en altura, uno notablemente más importante que el otro por tamaño, flanquean dos lados. Hacia los otros dos (uno de los cuales se va ajustando a la curva de la calle) se abren los testeros de un conjunto bajo (dos alturas) de viviendas unifamiliares que forman una colmena de edificación. Todo esto me parece interesante: una investigación que puede llegar a resultados más o menos acertados pero, sin ninguna duda, lícita y encomiable.
En cambio, me sorprendió la composición –o mejor, la descomposición- general de las fachadas. Todo es como una gran bambalina que oculta la masa edificada: enormes retículas de prefabricado que tratan de superponerse a un plano de chapa ondulada que a su vez muestra sin ninguna vergüenza que no es más un una falsa piel adosada a la fábrica; piezas de prefabricado de distintas longitudes voladas que no llegan a ningún sitio, que se escapan por los lados del cuerpo de la edificación; vigas en numero infinito sin cometido estructural que tampoco son capaces de mantenerse dentro del edificio; huecos falsos en volúmenes falsos que rematan las esquinas superiores del volumen más grande; piezas metálicas verticales –celosías, chapas galvanizadas- que se duplican y reduplican con un acierto más que dudoso; paños de prefabricado que sin ninguna necesidad se mantienen en el aire ocultando otra fachada, incluso no ocultando nada; estructuras metálicas importantes y no especialmente bien acabadas que deben soportar esos planos, en un esfuerzo que parece innecesario ... Seguro que algunos le encuentran un sentido a todo esto, pero queda claro que yo no he sido capaz de verlo ¿qué necesidad hay de tapar y deshacer? Me vino a la cabeza que el empeño parece una recreación a gran escala y ciertamente torpe de las investigaciones de RIETVELD.
No pude entrar por el acceso principal de los bloques altos (estaba cerrado a cal y canto, y me parece estupendo que así sea), pero pasé –sin molestar- a la zona más baja por una puerta abierta con motivo de unas obras. A las viviendas se llega por una red de pasillos y patios semicubiertos por medias-vigas de fábrica y medias-celosías metálicas. Los patios tiene interés, y si en el futuro la vegetación crece por las celosías superiores, pueden resultar agradables (ya lo son ahora), pero los pasillos resultan más estrechos de lo que sería deseable: en ningún caso una zona donde estar, donde sentarse, donde charlar; sencillamente una zona para pasar. Me asomé a una vivienda, y vi que también contaba con un patio de cierto tamaño. En cualquier caso, toda esta organización también me pareció de interés.
Después de todo lo dicho –reconozco que resulta un poco largo- creo que queda clara mi perplejidad: el conjunto supone una investigación de gran interés, pero con unos resultados que no me atrevo a calificar. Para el que quiera hacerse una idea más afinada de todo lo dicho, aquí dejo algunas fotos, aunque nada como acercarse a verlo.
VIVIENDAS SOCIALES EN EL ENSANCHE DE CARABANCHEL. TOM MAINE. Calle del Patrimonio de la Humanidad c/v calle de salvador Allende c/v calle de los Morales. 28054 MADRID.
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