miércoles, 17 de septiembre de 2008

PARÍS V: ARQUITECTURA CONTEMPORANEA





No es del todo correcto el título, porque hoy pensaba hablar de la arquitectura que tuve ocasión de visitar desde las grandes exposiciones universales hasta ahora, y dejar de lado el racionalismo para tratarlo otro día: por lo tanto, arquitectura relativamente contemporánea ...

Por un lado, las exposiciones universales: la poca experiencia que tengo es que, si dejan algo, siempre hay alguna cosa buena y el resto regular tirando a malo. En París, lo bueno es GRAND y PETIT PALAIS, y la TOUR EIFFEL. Lo regular, el resto: CHAILLOT, TOKYO, etc. Destaca, lógicamente, la torre EIFFEL, una audacia que ha conseguido convertirse en símbolo de la ciudad, y que realmente lo es. En esta ocasión no he subido up to the top –ya lo hice en algún viaje anterior- pero he pasado mil veces por debajo y por sus alrededores, llenísimos de gente haciendo cola para subir, por cierto. Con motivo de la presidencia francesa de la Comunidad Europea le han puesto doce estrellas amarillas, y sobre todo por las noches la iluminan con luz azul consiguiendo un efecto francamente bueno.

Por otro lado, arquitectura del siglo XX. Salvo honrosas excepciones, creo que en París no tiene mucho que ver, y así lo demuestra la guía de arquitectura contemporánea que ya he citado: al repasarla muy pocas cosas llamaron mi atención. Vimos alguna obra de PERRET, poco reseñable. La MAISON DE VERRE, de PIERRE CHAREAU, en cambio, me fascinó, y eso que sólo vimos el exterior, gracias a una mujer que nos permitió entrar en el patio donde se encuentra. No pude ir a la residencia universitaria de DUDOK, aunque me hubiera gustado: desde que descubrí su obra en HILVERSUM me ha interesado todo lo que ha caído en mis manos relacionado con él. Una tarde subimos a MONTMARTRE a ver la casa que ADOLF LOOS construyó para el poeta TRISTAN TZARA: la fachada es todo lo que encontramos, pero me pareció que valió la pena el rato que dedicamos a buscarla (también encontramos ese día el MOULIN DE LA GALETTE, el BATEAU LAVOIR y AU LAPIN AGILE: bien para nostálgicos, pero poco más).

Mirando más cerca, conviene ver con ojos de arquitecto –y no solo de turista,- la PIRAMIDE DEL LOUVRE, de PEI: otra operación audaz y acertada, que crea un ámbito de ingreso adecuado al museo, en mi opinión respetuoso con el entorno y del tamaño justo (sin afán de ser pedante, cuando voy al nuevo MUSEO DEL PRADO y entro por JERÓNIMOS, recuerdo el LOUVRE y pienso que a MONEO –o a la propiedad- le faltó un poco de audacia, o de magnificencia, para conseguir que el espacio de entrada refleje adecuadamente la grandiosa colección que uno está a punto de ver). Del CENTRE POMPIDOU ya he hablado, pero no puedo dejar de citarlo al hablar de arquitectura contemporánea de París: muy bien, muy audaz, muy interesante. La plaza que tiene delante, con esa pendiente tan conseguida, se convierte realmente en un espacio donde estar (la vida y los personajes que la llena también hacen mucho, claro). Hicimos la obligada visita a LA DEFENSE: interesante el concepto y la escala, pero con poco interés muchas de las piezas que lo configuran. De nuevo la magnanimidad francesa hace muy vistoso algo que analizado con detalle no es para tanto. LA GRANDE ARCHE desde lejos tiene fuerza, pero a medida que te acercas la va perdiéndola hasta acabar en una colección de piezas (ventanas, pérgolas, estructuras, cápsulas de ascensores ...) que no le ayudan. Las pantallas verticales de vidrio que supongo han colocado para controlar el viento sí están conseguidas.

De JEAN NOUVEL estuve en el INSTITUTO DEL MUNDO ÁRABE, que me gustó. Es una lástima que sólo se vea el gran hueco de las escaleras-ascensores y no se pueda llegar hasta le cilindro del extremo. Los famosísimos paneles-diafragma de la fachada sur son tremendamente llamativos vistos de lejos y por el exterior, y de cerca y desde dentro, que es como se descubren todas las tripas y mecanismos; por desgracia, parece que no funciona ni uno. Además de la propia arquitectura, el edificio está bien colocado y sirve de remate adecuado a un punto singular del ciudad. La FONDATION CARTIER también me pareció acertada, quizá más que el IMA: encontré sobresalientes el juego de planos y de reflejos, y las fachadas que se prolongan para crea un fuera- dentro interesante; la exposición de CESAR que había esos día, floja floja. En cambio, el MUSEE BRANLY me defraudó completamente: la última vez que estuve en París estaba en obras, y tenía auténticas ganas de verlo: encontré un edifico bastante anecdótico, lleno de cositas más o menos acertadas, pero sin unidad, repitiendo fórmulas de otros edificios que aquí no funcionan (el cerramiento de vidrio, por ejemplo, que tanto sentido tiene en CARTIER y tan poco aquí) y con algunos elementos muy superfluos (esos vidrios impresos). Quizá lo mejor el cuerpo que contiene las oficinas, en la parte que no da al SENA, y el jardín.

Otro nombre que hay que citar es DOMINIQ PERRAULT. Vimos con detalle la BIBLIOTHÈQUE NATIONALE DE FRANCE, que es todo un edificio, sin duda una de las cosas que más me han llamado la atención de este viaje: ¡es magnífico! Todo resulta acertado: los cuatro bloques en altura, el bosque de pinos, los interiores completamente diseñados, las grandes salas de lectura, el mobiliario, la pasarela que cruza el SENA ... Todo: un diez. Además, en el POMPIDOU hay –o había en agosto- una exposición de proyectos de PERRAULT muy interesante.

Dejo constancia de la visita a BERCY, con su espantoso PALAIS OMNISPORTS y la actual filmoteca francesa (antiguo Centro de Cultura Americana), de GEHRY: más de lo que ya conocemos. Vimos muchas otras cosas de las que se podría hablar, pero que dejaremos en el tintero sin ninguna preocupación de olvidar lo importante (alguna obra de R. MEYER, la OPERA nacional PARIS-BASTILLE, el PARC ANDRÉ CITROËN, la TOUR MONTPARNASSE –a al que sí subí y que tiene unas vistas espectaculares ...) y dejé de ver algunas que seguramente habrían interesado (el PARC DE LA VILLETTE, por ejemplo).

Acabo con el FORUM LES HALLES: lo peor; más malo que el sebo; ningún interés; completamente prescindible.

2 comentarios:

  1. Mira xGaztelu, te falta mencionar otros edificios del siglo XX que valen mucho la pena, por ejemplo: muchos de los edificios de la Ciudad Internacional Universitaria, Le Centorial (creo que es de inicios del siglo XX, y no de fines del XIX), etc.

    ResponderEliminar
  2. ANÓNIMO, sin duda faltan muchos edificios: en esta entrada sólo pretendía comentar los que visité durante mi estancia en París en verano de 2008. La ciudad universitaria, por ejemplo, la visité en un viaje anterior.

    Y ya has visto que incluso los comentarios de los que visité en 2008 no son ni extensos ni profundos: no pretendía -ni de lejos- hacer una guía completa del París contemporáneo (hay algunas muy buenas) sino dejar constancia de mi estancia, por si le sirve a otros.

    Gracias por tu comentario, y por la pistas interesantes que das.

    xG

    ResponderEliminar