La culpa de esta cabecera (que no era la inicialmente prevista para febrero) la tuvo el THYSSEN y sus JARDINES IMPRESIONISTAS. AVENIDA EN EL PARQUE SCHLOSS KRAMER no estuvo en Madrid, pero los tres cuadros de KLIMT que se exponían me llamaron la atención y me trajeron Viena a la cabeza: quizá no fueran los mejores (ni de la muestra del THYSSEN ni de la producción del pintor) pero me hicieron repasar la Secession vienesa, y KLIMT se coló –de nuevo- en selecciónARTE.
Hola XGAZTELU.
ResponderEliminarParticularmente pienso que a veces es bueno seguir un impulso.
Saludos i saludos
¡Claro que sí, JULIO! No es nada bueno auto-imponerse lo superfluo, sobre todo si uno no tiene necesidad: nada peor que crearse obligaciones innecesarias, que ya la vida tiene 1.000 que sí son obligatorias.
ResponderEliminarxG