Magnífico
libro, cortísimo (se lee en 40 minutos, sin prisa). Un padre nos cuenta
sus sentimientos durante la leucemia de su hijo de 2-3 años (acaba curándose…).
Sensible sin
ser ñoño, sutil y poético sin ser redicho ni pretencioso: al revés, muy normal,
a pie de calle, pero lleno de sentimiento. Me ha traido a la cabeza AUTORRETRATO CON RADIADOR.
De notar su relación con la religión, o más bien con Dios: personalísima, rica
y profunda.
Muchas ideas sugerentes, de esas que dan ganas de apuntar para no olvidar. Un
texto para releer
¡Un descubrimiento! Hay que seguir a este señor...