jueves, 31 de diciembre de 2009

OTROS LIBROS DE 2009

Acaba el año y, además de desearos a todos FELIZ 2010, dejo constancia de algunos títulos que he leído a lo largo de 2009 y que no han aparecido reseñados en selecciónARTE. Sólo cito tres, que realmente son cuatro: ha habido algunos más, pero se quedan en el tintero.

En primer lugar, LOS LIBROS DE CUENTOS, de WILLA CATHER. Esta autora americana me gusta mucho, y casi todo lo que he leído suyo me ha parecido bueno: LA MUERTE LLAMA AL ARZOBISPO, MI ANTONIA (una novela realmente deliciosa), PIONEROS. Lo único que me defraudó un poco fue MI ENEMIGO MORTAL. El pasado verano me apliqué a los cuentos. La editorial Alba publicó en un solo volumen toda la colección, y aún no los he leído todos. La mayoría de los leídos me han parecido bien desarrollados, quizá un poco largos para la idea que yo tengo de un cuento. Y, eso sí, desiguales: cuando se publican todos los cuentos, no se está publicando una antología de cuentos: en el primer caso –el que nos ocupa- aparecen los buenos, los regulares y los menos buenos; en el segundo, en cambio, sólo los buenos. Como he leído una recopilación de todos los cuentos, unos son buenos y otros no ... Me ha llamado la atención que el arte, de una manera o de otra, está presente en muchas de las historias.


Otro de los libros que he leído en 2009 y no he reseñado en selecciónARTE es DANTE, POETA DEL MUNDO TERRENAL, de ERICH AUERBACH. En la reseña que me animó a leerlo entendí que se trataba de un estudio asequible y conseguido de LA DIVINA COMEDIA, pero de eso nada. Es un texto complejo y difícil, que hay que leer con mucha atención. Además, hay que conocer la obra de DANTE al dedillo lo que, por desgracia, no es mi caso: aunque sí he leído LA DIVINA COMEDIA no soy, ni de lejos, un especialista. En DANTE, POETA DEL MUNDO TERRENAL detecté dos partes distintas: hasta más o menos la página 100, AUERBACH hace un recorrido por la historia de la poesía hasta llegar a DANTE; y desde ahí hasta al final, analiza propiamente LA DIVINA COMEDIA. Toda la segunda parte me pareció más asequible que la primera, pero –insisto- no es un libro fácil: llegué hasta el final proponiéndomelo y leyendo poco a poco. Y lo hice porque, a parte de que me interesaba el tema, me pareció que se aprende mucho viendo cómo un expertísimo analiza una obra de arte hasta sus últimas consecuencias. Creo que si uno no está muy muy muy interesado, no es un título por el que matar.


Por último, dejo constancia de dos pequeños volúmenes sobre arquitectura madrileña, firmados por CARLOS DE SAN ANTONIO: EL MADRID EL 98, ARQUITECTURA PARA UNA CRISIS, 1874-1918 y EL MADRID DEL 27, ARQUITECTURA Y VANGUARDIA, 1918-1936. Cada uno contiene un breve estudio de la época, seguido de una guía de arquitectura con los edificios madrileños más representativos de ese periodo. Son dos libros sencillos y con ideas un poco repetitivas, pero interesantes e ilustrativos. Después de leerlos se ve la ciudad de otra manera, se entiende mejor Madrid. No era consciente del debate arquitectónico de esos años, creo que mucho más rico que el actual, casi inexistente; ni de cómo se entendieron y adoptaron las vanguardias (hubo una actitud muy crítica por parte de muchos); ni tenía bien cogida la figura de MERCADAL, al menos como DE SAN ANTONIO nos la cuenta: un personaje que no llegar a calar a fondo en los movimientos europeos, y que por tanto resulta superficial y propagandístico (esto seguramente habría que matizarlo más para no deformar lo que se dice en el libro ...). Las guías me han ayudado en los comentarios de edificios dela GRAN VÍA que he hecho y seguramente seguiré haciendo en selecciónARTE.

lunes, 28 de diciembre de 2009

NEOS Y REGIONALISMOS en la GRAN VÍA de MADRID

Mirando el siglo XIX desde muy arriba –la entrada de un blog no facilita bajar al detalle- podemos considerar que el romanticismo, entre otras muchas cosas, abandona el clasicismo dieciochesco y lo sustituye por una enorme atracción hacia la Edad Media; además, propicia el nacimiento de los nacionalismos. En Europa -Francia, Inglaterra, Alemania- esos dos ingredientes provocan un resurgimiento del gótico como estilo nacional (VIOLLET-LE-DUC puede ser su máximo exponente); en España, en cambio, aunque tenemos buenos ejemplos de arquitectura gótica, el gótico no es un estilo que sirva para identificar lo español y es necesario buscar otro/s estilo/s que realmente definan lo patrio.

Estando en esa tesitura intelectual, España sufre la crisis del 98, ese momento en el que con la perdida de las últimas colonias de ultramar (Cuba y Filipinas), nuestro país, que había sido una potencia, pierde definitivamente todo su peso en el concierto internacional. No es, lógicamente, una situación a la que se llegue de golpe, por sorpresa: se venía fraguando desde años antes ... pero es en 1898 cuando España entra de verdad en crisis; una crisis que llena de pesimismo el pensamiento de la época y, con el pensamiento, al arte de fin de siglo. Los intelectuales -y con ellos los artistas- buscan fórmulas para salir de la situación, maneras de regenerar el país; y eso lleva (otra vez miramos a vista de pájaro) a un regeneracionismo que se concreta, fundamentalmente, de dos maneras. Una es la propiciada por la Institución Libre de Enseñanza de GINER DE LOS RÍOS, y otra es el tradicionalismo representado por MENÉNDEZ PELAYO. selecciónARTE no tiene posibilidad de extenderse en cada uno de esos “sistemas” de pensamiento –hay interesantísimos estudios- pero es necesario citarlos porque ambos tiene su reflejo directo en la arquitectura madrileña del momento.

Precisamente esa línea de pensamiento más tradicional es la que recupera la búsqueda del estilo nacional del que hablaba al principio, y recurre a los estilos españoles más clásicos de para reafirmar los valores patrios, a la vez que concede un gran valor a lo regional como lo propiamente hispano. Estilo nacional (lo que yo he llamado NEO-algo) y regionalismo no son conceptos sinónimos, pero tienen un mismo origen y prácticamente se desarrollan a la vez en el tiempo (quizá los regionalismos ligeramente después que los neos). De esta manera, el Plateresco, el Mudéjar, el Churrigueresco, el “Estilo Alambra” o los estilos propios de algunas regiones españolas son para muchos las herramientas que devuelven a un país en crisis las claves que necesita para autoafirmarse y reconstruirse, para resurgir desde sus cimientos más auténticos con nueva fortaleza. Con estas ideas en la cabeza, los arquitectos buscan modelos que sirvan como referentes incontestablemente españoles, y así edificios como el PALACIO DE MONTERREY de Salamanca o la UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DE HENARES se convierten en tipologías repetidas una y otra vez, hábilmente en algunas ocasiones, torpemente otras; y lo mismo pasa con edificios de otros estilos patrios. Las dos figuras más representativas de esta corriente son, en arquitectura, VICENTE LAMPÉREZ y LEONARDO RUCABADO.

Es el momento de los NEOs: principalmente el NEOPLATERESCO, el NEOBARROCO, y el NEOMUDEJAR (este último tiene grandísima importancia en todo el país, y de forma especial en Madrid, pero no va a quedar reflejado en la GRAN VÍA).

En no mucho tiempo esta forma de hacer llegará a un callejón sin salida del que TORRES BALBÁS intentará sacar a la arquitectura española, pero eso ya se escapa del marco en el que pretende moverse esta entrada, y hoy seleccciónARTE no sigue avanzando en la historia: se queda aquí, porque mientras está vigente ese discurso intelectual y arquitectónico tradicional, arranca la construcción de la GRAN VÍA madrileña. Y, lógicamente, el peso de estas ideas deja su impronta evidente en el primer tramo que se construye: lo que fue la Calle del Conde de Peñalver, trazada entre 1910 y 1915. Por eso, entre la Calle de Alcalá y la Red de San Luis encontramos un gran número de edificios resueltos según esos parámetros.

El primero, frente al EDIFICIO METRÓPOLIS, es LA CASA DEL CURA DE LA IGLESIA DE SAN JOSÉ, que a pesar de su nombre es un edificio de viviendas construido entre 1910 y 1912. El proyecto es de FERNÁNDEZ Y MELÉNDEZ VALDÉS, pero quien diseñó la fachada –que es lo que nos interesa- fue JUAN MOYA E IDÍGORAS. De marcadísimo estilo NEOBARROCO, que casi me atrevo a llamar NEOCHURRIGUERESCO, resuelve estupendamente su proximidad con la iglesia de San José, realmente barroca (son edificios contiguos). Además, el mirador/torreón ricamente trabajado situado en le chaflán da a esa esquina la importancia que precisa como arranque de la GRAN VÍA (aunque propiamente es el número 41 de la calle de Alcalá).



Justo enfrente y también a la sombra del EDIFICIO METRÓPOLIS, en GRAN VÍA 2 con vuelta a la calle del Marqués de Valdeiglesias, está LA GRAN PEÑA, de los arquitectos EDUARDO GAMBA y ANTONIO DE ZUMÁRRAGA. Construido ente 1914 y 1916, se destinó a sede de la SOCIEDAD GRAN PEÑA (el clásico club de época) y a viviendas de alquiler. En esta caso el estilo es NEOBARROCO, de líneas sencillas pero inconfundibles. Tiene interés el mirador de vidrio circular de la planta principal y el juego de volúmenes del remate superior. Aunque hace falta muy buena vista para apreciar los detalles, también vale la pena fijarse en el trabajo de forja de los faroles de pié de la terraza superior.


A medida que subimos por la GRAN VÍA, en el número 7 de la calle, encontramos un ejemplo indudable de NEOPLATERESCO que se fusiona con un claro REGIONALISMO: basta mirar hacia arriba y ver los largos voladizos de madera de las cubiertas de teja para situarnos inmediatamente en el norte de España.

Un poco más adelante encontramos dos edificios completamente NEOPLATERESCOS: los situados en los números 11 y 12 de la calle. El primero, que asoma sus fachadas a la GRAN VÍA, a la calle del Clavel y a la del Caballero de Gracia, es conocido como EDIFICIO CONDE DE ARTAZA, se construyó entre 1915 y 1917 y su autor es el arquitecto CESAREO IRADIER URIARTE. El situado en el número 12 es un edificio de viviendas y oficinas para la antigua Sociedad Inmobiliaria de la Villa de Madrid; fue proyectado por EDUARDO REYNALS TOLEDO en 1913, y FELIPE DE SALA BLANCO ejecutó la obra entre 1913 y 1915. En ambos edificios, todo, desde la decoración con grutescos hasta las galerías superiores que tanto recuerdan la ya citada UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DE HENARES, pasando por el trabajo de forja de los balcones y rejas de portales, absolutamente todo nos sitúa en el más propio renacimiento español. Aunque poco tenga que ver con la línea argumental de la entrada, es casi obligatorio recordar que en los bajos del número 12 está el BAR CHICOTE, proyectado por LUIS GUTIÉRREZ SOTO en 1931.



También resulta interesante el CÍRCULO DE LA UNIÓN MERCANTIL E INDUSTRIAL, en el número 24 de la GRAN VÍA con vuelta a la calle Hortaleza, donde el renacimiento español vuelve a campar por sus fueros, si bien es verdad que aquí ya lo hace de una manera menos pura, más mezclada, más ecléctica: no en vano se trata de un edificio construido ya en la década de los 20’s (entre 1918 y 1924). Los arquitectos que firman el proyecto son LUIS y JOAQUÍN SAINZ DE LOS TERREROS.



Finalmente quiero citar dos edificios que encontramos en la Red de San Luis, inmensamente NEOBARROCOS. Uno en frente del otro, los dos son un alarde curvas y contracurvas, de pilastrones de orden gigante, de ménsulas y de frontones. El situado en el número 26 de la GRAN VÍA es de PABLO ARANDA SÁNCHEZ y JULIO MARTÍNEZ-ZAPATA. Fue construido entre 1914 y 1916, y en 1918 recibió una mención especial en el concurso que el Ayuntamiento organizaba para decidir el mejor edificio del año.

BLOGGER me impide -no sé por qué motivo: no me había pasado antes- mantener los vínculos a las fotos que complementan los comentarios a cada uno de los edificios señalados: si a alguno le interesan, están en la cuenta de xGaztelu de PICASA ...

Lógicamente nada es químicamente puro, y en este tramo de la calle también hay ejemplos de otras arquitecturas, concretamente de arquitectura ecléctica, que seguramente serán el tema de la próxima entrada sobre la GRAN VÍA en selecciónARTE.
Entrada actualizada el 4 de enero de 2010, añadiendo algunos datos proporcionados por EL GUISANTE VERDE PROJECT.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

CABECERA DE DICIEMBRE DE 2009: MAÍNO en el MUSEO DEL PRADO


La cabecera de selecciónARTE durante el mes de diciembre de 2009 es un detalle de LA ADORACIÓN DE LOS PASTORES, de JUAN BAUTISTA MAÍNO. La obra, óleo sobre lienzo de 315 x 174 cm, fue pintada entre 1611 y 1613 y se encuentra en el MUSEO DEL PRADO. Me han dicho –y he comprobado- que uno de esos tres ángeles se utiliza como portada del catálogo de la exposición sobre MAÍNO que hay ahora mismo en El Prado (y que todavía no he visto, por cierto): pura casualidad, no pretendí hacer coincidir una cosa con otra.

Adelanto este mes la entrada sobre la cabecera para desearos MUY FELIZ NAVIDAD a todos los que os asomáis a selecciónARTE.


jueves, 17 de diciembre de 2009

RODCHENKO Y POPOVA, DEFINIENDO EL CONSTRUCTIVISMO RUSO, en el MNCARS
















El CONTRUCTIVISMO RUSO es un movimiento artístico global, que abarca casi todo: pintura, escultura, arquitectura, diseño gráfico y textil, cine y fotografía, teatro ... sólo se le escapa, que yo sepa, la música: nunca he oído hablar de música constructivista, pero puede que también haya. Surge en la Unión Soviética inmediatamente después de la revolución de 1917. Se trata de un movimiento que expresa de forma directa la ideología marxista, y está directamente relacionado con el comunismo revolucionario: el CONSTRUCTIVISMO RUSO pretende de manera inmediata llevar el arte al pueblo, busca socializar el arte colocándolo en el centro de la vida del proletariado, y muchas veces es el vehículo que utiliza el aparato político para manejar/comunicarse/manipular a las masas. Se pretende una ruptura definitiva con todo lo anterior. Se busca sencillez y limpieza (figuras geométricas simples, colores primarios ...) que reflejen la nueva forma de ver el mundo. Se busca una eficacia que se manifiesta en una relación estrecha entre la ingeniería y el arte. En definitiva, se busca una forma de expresión nueva que sea reflejo de un nuevo orden social. Y así, el arte se manifiesta como un producto, fruto de la máquina y de un modo nuevo de producción, que consigue –dicen- el arte para el proletariado. Александр Михайлович Родченко y Любовь Сергеевна Попова son dos de los artistas claves en la formación y desarrollo de esta nueva forma de entender el arte.

De todo lo dicho cabe suponer que una exposición sobre CONSTRUCTIVISMO RUSO va a tener el interés de lo experimental, nos va a dar la posibilidad de asistir a la evolución de un estilo, nos va a mostrar el empeño diferenciador y la búsqueda de lo novedoso, de la ruptura con todo ... y seguramente vamos a ver obras-manifiesto pero no vamos a ver grandísimas obras; esto es lo que yo he encontrado en el MNCARS. Tenía muchas ganas de ver esta exposición, y no me ha defraudado nada. RODCHENKO Y POPOVA, DEFINIENDO EL CONSTRUCTIVISMO RUSO nos presenta un recorrido amplísimo por la obra de estos artistas, desde sus pinturas hasta el cine pasando por la escultura, el diseño de carteles o las propuestas textiles y de vestuario. No hay nada, ninguna obra, que me haya arrebatado, pero todo –desde el principio hasta el final- me ha interesado, y mucho. No hay nada de una calidad excepcional, pero todo encierra un alto grado de creatividad y de investigación.

No he resistido la tentación de comparar lo que iba viendo en la expo con lo que se estaba haciendo en Europa en esas misma fechas (más o menos las mismas fechas ...), y encuentro cierto paralelismo entre el CONSTRUCTIVISMO y otros movimientos que le son contemporáneos: esa ruptura también se da aquí, y pienso en la BAUHAUS, por ejemplo, que me parece que tiene mucho que ver con lo que pasa en Rusia. Quizá la diferencia esté en la intención.

RODCHENKO Y POPOVA, DEFINIENDO EL CONSTRUCTIVISMO RUSO resulta una exposición muy interesante, que se complementa estupendamente con la que se puede ver también ahora en la FUNDACIÓN CANAL, RODCHENKO FOTÓGRAFO: REVOLUCIÓN EN LA MIRADA.


(Una tontada que me ha llamado la atención: creo que es la primera vez que en las salas del MNCARS veo a mucha gente haciendo fotos -sin flash, of course- y sin que nadie les diga ni una palabra.)

RODCHENKO FOTÓGRAFO: REVOLUCIÓN EN LA MIRADA, en la FUNDACIÓN CANAL de MADRID
















Podríamos comenzar esta entrada con uno de esos silogismos que tanto gustaban a los lógicos clásicos: si el CONSTRUCTIVISMO RUSO busca una ruptura definitiva con todo lo anterior, una forma de expresión nueva que sea reflejo de un nuevo orden social, una nueva forma de ver y de representar el nuevo mundo nacido de la revolución de 1917; y si Александр Михайлович Родченко es uno de los máximos exponentes del CONSTRUCTIVISMO RUSO; entonces resultaba necesario que antes o después Александр Михайлович Родченко cayera hechizado por la fuerza de la fotografía, instrumento moderno que le facilita ver la nueva realidad desde nuevos puntos de vista, antes impensables: ¡una verdadera revolución! El silogismo es técnicamente tramposo, pero el razonamiento es absolutamente verdadero. Y basta visitar la estupenda exposición que ha organizado la FUNDACIÓN CANAL para comprobarlo.

RODCHENKO FOTÓGRAFO: REVOLUCIÓN EN LA MIRADA nos presenta un buen número de fotografías del artista ruso, organizadas en grupos temáticos: Fotomontaje, Infancia, Movimiento, Nuevos puntos de vista, Retratos y Ciudad y tecnología. Algunas copias son de época (alrededor de 1925/1935), otras son copias posteriores (de 1960) realizadas a partir de los negativos originales. Todas tiene mucho interés:

Resulta interesante ver cómo RODCHENKO juega con el punto de vista, lo varía para conseguir efectos nuevos, y para hacer variar la realidad. El mismo grupo de niños cambia cuando RODCHENKO cambia la posición de la máquina. El rostros de una misma mujer –su mujer- cambia cuando RODCHENKO cambia la posición de la máquina. Las distintas vistas de un mismo patio en distintas estaciones del año: el mismo sitio cambia cuando RODCHENKO cambia la posición de la máquina....

Resulta interesante ver cómo RODCHENKO busca el dinamismo en la fotos: trazando constantemente diagonales (esos niños que se tiran por un tobogán, o los niños que caminan por una escaleras sobre el suelo, o la mujer que sube unas escaleras con un niño en los brazos, o mil ejemplos más); sugiriendo ocasionalmente alguna espiral (los niños que juegan en círculo cogidos a una cuerda); desequilibrando los objetos fotografiados, dejándolos inestables ante el espectador (un camión lleno de niños que parece volcado) ...

Resulta interesante ver cómo RODCHENKO valora la máquina y la tecnología, fotografiándola e incluyéndola en sus fotomontajes (la presencia de los aparatos que vuelan); cómo utiliza las luces y las sombras; cómo utiliza la repetición para dar fuerza a la composición de la foto (los desfiles, las multitudes de bañistas); cómo acierta en los retratos, dándoles una fuerza singularísima (todos los retratos de Mayakovski); y cómo busca siempre el efecto estético, la obra de arte: no es sin más un dar cuenta de la nueva realidad, sino hacerlo de forma bella, cuidada.
RODCHENKO FOTÓGRAFO: REVOLUCIÓN EN LA MIRADA me ha parecido una exposición muy interesante, completa y bien montada (en rojos, negros y blancos, como corresponde), que se complementa estupendamente con la que se puede ver también ahora en el MNCARS, RODCHENCO Y POPOVA, DEFINIENDO EL CONTRUCTIVISMO RUSO.

viernes, 11 de diciembre de 2009

UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD, de PAUL AUSTER


Con un año de retraso he leído UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD que, según he visto en prensa hace pocos días, ya es la penúltima novela de PAUL AUSTER (acaba de publicar otra que se llama INVISIBLE). En alguna otra ocasión he comentado que soy bastante forofo de AUSTER, y he tardado en leer UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD porque las referencias que tenía no eran muy allá. Efectivamente, esas referencias era bastante acertadas: UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD no me ha parecido lo más, sino más bien lo de siempre, más de lo mismo y quizá en esta ocasión, más evidente. No cabe duda de que PAUL AUSTER escribe como quiere, magníficamente, y que sabe construir novelas como pocos. Yo he leído muy a gusto UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD, sin sensación de pérdida de tiempo ni de engaño. Pero en esta ocasión creo que explota su facilidad y su éxito para presentarnos una obra correcta, como siempre, pero sencilla tirando a simple.

UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD cuenta la historia de August Brill, un crítico literario de setenta y pocos años y viudo, que se está reponiendo de un accidente que le ha destrozado una pierna. Vive en la casa de su hija Miriam, a quien su marido abandonó hace unos años, y donde también está viviendo Katya, hija de Miriam y nieta de August, que acaba de perder a Titus, su novio (se ha muerto ...). August no consigue conciliar el sueño por las noches, y para ocupar esa vigilia se va inventando una historia, la de Owen Brick: un individuo que sin saber cómo aparece en un agujero en medio de unos Estados Unidos en guerra civil, y a quien le asignan una misión singular: matar al causante de la guerra, un caballero que no puede dormir y que en su cabeza imagina la guerra que está sucediendo: con su muerte se acabará la guerra. Es elemental darse cuenta de por dónde van los tiros: el personaje que tiene que acabar con su autor (un tema singular que, por cierto, leo en dos libros seguidos ... ¡qué casualidad!). PAUL AUSTER va intercalando lo que le pasa a Owen Brick con lo que realmente le pasa a August Brill y a las personas de su entorno, vivas (Miriam y Katya), o muertas (su hermana, su cuñado ...). A mitad de texto la aventura de Owen da paso a la propia historia de August y de Sonia, su mujer: él mismo se la cuenta a Katya, de noche y con el cuarto a oscuras, por supuesto. Y finalmente es la historia de Katya la que cobra fuerza para rematar la novela.

Como es fácil de entender leyendo el argumento que acabo de contar, UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD abunda en los temas habituales de AUSTER: historias dentro de historias (dentro de sueños, dentro de películas de cine, dentro de libros), historias que se reflejan unas a otras, historias paralelas, desorientación, azar y casualidad ... todo, como siempre, envuelto en un lenguaje correctísimo y una narración muy muy amena. Pero en este caso me parece que todo es demasiado evidente, se ven mucho los resortes, no hay sorpresas. Eso no quiere decir que sea mala: simplemente que no es tan buena como otras. Una novela correcta, o mejor, otra novela de PAUL AUSTER.

Además, está el discurso/fábula político sobre la guerra de Irak. En la ficción de Owen Brick el atentado del 11 de septiembre no ha sucedido ni hay guerra en Irak (la hay en el propio suelo patrio), pero en la realidad de August y Katya la guerra de Irak tiene un valor singular. No sé si en los Estados Unidos UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD, como alegato contra la guerra, tuvo peso y sentido. Yo, desde aquí, lo he encontrado simplón (no se razonan las cosas sino que se atacan desde lo sentimental), aunque me parece muy bien que cada uno exprese sus ideas como mejor sabe hacerlo: PAUL AUSTER, escribiendo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

VER ITALIA Y MORIR, en la FUNDACIÓN MAPFRE/RECOLETOS



Me gusta viajar. Supongo que es una afirmación que muchos, por no decir todos los que leáis esta entrada, también firmaríais. Ya he dicho en alguna ocasión que cada vez que veo un avión en el cielo –y se ven constantemente, al menos en el cielo madrileño: si uno mira hacia arriba siempre hay un avión- me pregunto dónde irá, y siento envidia ... No viajo todo lo que querría, y tengo muchas e importantes lagunas. No soy un viajero empedernido, no soy un loco de los viajes, pero me gusta viajar.

Viajar siempre es una ocasión para disfrutar, para descansar, para hacer amigos. Algunas veces, el viaje resulta una ocasión para entender: en París uno se entiende a sí mismo. Otras, una ocasión para aprender: en Japón uno aprende mucho de los otros, aunque no entienda nada (y no me refiero, lógicamente, al idioma, que por supuesto no se entiende nada). Muchas veces un viaje es motivo de ampliar nuestras miras, de ensanchar la mente –y el corazón-, de valorar otras formas de vida y de pensamiento. Un viaje siempre vale la pena.

Viajar es abrir lo ojos, como nos recuerda
EL GUISANTE VERDE PROJECT.

¿Viajar, o hacer turismo? Antes consideraba que hacer turismo era una vulgaridad, una catetada propia de personas con poca sensibilidad: ese ir saltando de sitio en sitio para fotografiarlos sin disfrutarlos; ese visitar museos a la carrera porque se marcha el autobús; ese patear las calles fijándose sólo en los escaparates de las tiendas que aparecen en las revistas ... Con el tiempo he cambiado de opinión: no es desde luego mi forma de viajar –o procuro que no lo sea- pero ya no me parece cateto: pienso que hasta ese que no se baja del autobús más que cuando lo que tiene delante ya lo ha visto en mil fotos (la Torre Eiffel, la estatua de la libertad, el Big Ben o la Catedral de San Basilio), ese también aprende y mejora, se enriquece cuando hace turismo.

Viajar y recordar. Para mi el recuerdo también es clave. Poder volver de vez en cuando a Brujas, o a Chicago, o a Estocolmo, (o a Burgos, por supuesto: nada de snobismos). Y volver desde casa ... ¡Viva la fotografía, que nos permite viajar desde casa! ¡Viva la tecnología digital, que nos permite no dejarnos nada! ¡Vivan los cuadernos MOLESKINE, que nos permiten ir tomando notas, y apuntes, y dibujando una puerta bonita o una cubierta singular, o pegar aquella entrada de aquel palacio fantástico, o copiar el correo electrónico de ese a quien seguramente no veremos más! ¡Vivan los blogs que nos descubren lo que no hemos visto o nos recuerdan lo que sí conocemos!

A estas alturas pensaréis que me he vuelto loco: a xG se le ha ido la pinza, y desbarra ...

Un poco sí, la verdad. Pero no del todo. Porque lo dicho –que en mi caso es una verdad como un piano- tiene que ver con VER ITALIA Y MORIR. Me ha gustado ver el origen del viaje, el origen del interés por la ruina, el origen del soporte visual que sirve de documento primero y de recuerdo después, el arranque de la fotografía como medio para dar a conocer otras ciudades y otros ámbitos culturales ... Un poco de todo esto se puede ver en la sede de RECOLETOS de la FUNDACIÓN MAPFRE. VER ITALIA Y MORIR no es una gran exposición, o al menos no es una exposición vistosísima, pero es un disfrute recorrer las salas llenas de esos daguerrotipos, de esas fotografías, de esa vistas de Italia de la segunda mitad del XIX.

Después de visitar esta exposición me quedo con ganas de dos cosas: primero, de saber más de la historia de la fotografía; y segundo , de investigar más la imagen y la vida de las ciudades de hace siglo y medio (esas imágenes de la Piazza Navovona llena de carros, o de la Piazza del Popolo con un teatrillo de madera en el centro, o de la Piazza de San Pietro llena de carruajes con gente esperando una bendición –papal, supongo- como si de un auto-cine se tratara ...).
Acabo con una fotografía que se puede ver en la expo y que yo vi, siendo muy pequeño, enviada desde Pompeya como postal: recuerdo que me impresionó muchísimo, la foto y la historia que hay detrás de la foto ...

jueves, 3 de diciembre de 2009

TODOS LOS HERMOSOS CABALLOS, de CORMAC McCARTHY


Desde hace tiempo tenía interés en leer TODOS LOS HERMOSOS CABALLOS: ya antes de que LA CARRETERA cayera en mis manos había oído hablar francamente bien de la TRILOGÍA DE LA FRONTERA.

La novela de CORMAC McCARTHY cuenta, en cuatro largos capítulos, la historia de John Grady Cole y su amigo Lacey Rawlins: su huida de casa, la búsqueda de una nueva vida, un enamoramiento, un desengaño, y un retorno que en realidad es un nuevo incio, volver a salir en busca de esa otra vida. No comento con más detalle el argumento porque, aunque es más que conocido, no quiero destripar la historia. Sólo digo que los capítulos primero y tercero me parecen mucho más intensos que el segundo y el cuarto.

El estilo de McCARTHY es inconfundible, y no hace falta detenerse a explicarlo: seco, corto, lacónico y sin adorno, con diálogos incompletos que a veces cuesta un punto seguir. Con su puntuación habitual, sin guiones ni comillas. Utilizando ese efecto singular por el que las escenas son como fotos una de tras de otra, yuxtapuestas muchas veces: el desarrollo no fluye continuo sino que va a saltos, como una imagen estroboscópica; entre ellas hay vacíos y sobreentendidos que le lector debe completar, operación no siempre fácil por no evidente, y que a veces complica ligeramente la comprensión del texto. Alguna escena que pretende ser excesivamente cinematográfica no le sale a McCARTHY, se lía y tampoco se entiende del todo.

Los personajes están magistralmente construidos –todos, principales y secundarios- y eso a pesar de que McCARTHY utiliza los recursos justos: nada superfluo, nada tramposo. Uno llega a vivir con John Grady y con Lacey Rawlins, a cabalgar con ellos por amplísimos parajes, a pasar con ellos la noche al raso o a sufrir con ellos en la cárcel de Saltillo. Les aprecia primero y les coge cariño después. Pienso que el personaje de John Grady es de esos que no se olvida con facilidad.

También se pueden comentar como valores de la novela los paisajes que recorren los dos amigos, especialmente en el primer capítulo y en el cuarto: impresionantes, enormes, secos, polvorientos. Y, lógicamente, el protagonismo evidente que tienen los caballos a lo largo de todo el libro.

Supongo que en la lectura del texto original –o en cualquier otra lengua que no sea la nuestra- pesarán mucho las abundantes y no siempre evidentes o fácilmente comprensible expresiones en español intercaladas en el inglés. Lo que para nosotros no es más que una cursiva que no interrumpe el ritmo de lectura, para cualquiera que no maneje bien el español será motivo de ralentizar el paso, seguramente tener que acudir a una cita al pie, y desde luego de situarse en México.

De todas maneras, quizá lo que más me ha sorprendido es ver que en 1949 –que es cuando sucede la acción- todavía exista una Norteamérica de vaqueros, caballos y rifles. Mis imaginados Estados Unidos de principio y mitad de siglo XX son los Estados Unidos de los locos años veinte, los del carck de 29, los Estados Unidos de SCOTT FITZGERALD y del Gran Gatsby: mansiones, fiestas, coches, petróleo, construcción de grandes rascacielos. También los de Steinbeck y los pobres; o los de WILLIAM SAROYAN y los inmigrantes; o los de las dos guerras mundiales ... Pero desde luego no los Estados Unidos de vaqueros con sus caballos y sus sombreros; a estos les tenía aparcados en el oeste de finales del XIX. Y resulta que de eso nada. Supongo que se trata de falta de conocimiento por mi parte, pero desde luego me ha chocado, y me ha resultado interesante. Me ha ayudado a entender esto un poco mejor ver algunas escenas de la película que protagonizan MATT DAMON y nuestra PE; aunque recuerdo que no tuvo buena crítica, lo que he visto parece que refleja bien la historia y ayuda a colocar la acción en el escenario en que se desarrolla, que combina lo más rural/campero con las avionetas y los coches de lujo. Lo que debe ser casi imposible es transmitir el ambiente del libro ...

DICCIONARIO DE NOMBRES PROPIOS, de AMÉLIE NOTHOMB


Con ESTUPOR Y TEMBLORES la belga AMÉLIE NOTHOMB había puesto el listón alto tirando a muy alto. Y con ese precedente –y el de ÁCIDO SULFÚRICO, que también me gustó, aunque es más flojo que ESTUPOR Y ...- me lancé a por DICCIONARIO DE NOMBRES PROPIOS, la novela que NOTHOMB escribió a continuación de ESTUPOR Y ... Ha resultado ser una obra menor: por su extensión, francamente breve, y por su calidad: es NOTHOMB en estado puro, cosa que se agradece (divertida, crítica, socarrona, con esa forma de ver las cosas desde otro ángulo ...) pero el final, aunque ingenioso, resulta tan flojo y quizá tan precipitado que todas las promesas que hace el texto mientras se lee –que son unas cuantas, la verdad: yo he disfrutado leyendo- acaban en nada, en una sonrisa y en un “menuda tontada”. Nada más.

DICCIONARIO DE NOMBRES PROPIOS cuenta la historia de Plectrude, una niña que nace en la cárcel porque su madre una semanas antes ha descargado un cargador de pistola en la cabeza de su padre, y que en cuanto es bautizada –para asegurar que su nombre será ese, el verdaderamente especial Plectrude- se queda huérfana: su madre se cuelga de una viga. Crece con sus tíos y sus primas, y es una niña “distinta”: bellísima y especialmente dotada para la danza, resulta ser nula para los estudios y la relación social. Mimada por su madre/tía, todo se tuerce cuando el chico del que se enamora no le corresponde y después el destino –y su poca sensatez- acaban con la posibilidad de dedicarse a la danza. Parece que la vida de Plectrude está abocada a ser una repetición de la de su madre/madre hasta que ... llega el final.

Para los más supporters de AMÉLIE NOTHOMB, DICCIONARIO DE NOMBRES PROPIOS es un divertimento que se lee en un rato; para los menos forofos creo que no es la novela con la que empezar: no es mala, pero se les quedará corta o incluso en nada.